crítica


Delfín Prats: esplendor y humanidad

Delfín Prats es un poeta cubano. Aunque él se niegue a que así lo llamen, la literatura de esta isla no pudiera escribirse si faltara su nombre. Quien se arriesgue a prescindir de él, estará mancillando páginas luminosas que la poesía no olvidará tan fácilmente. Nació en Holguín, en 1945.

Su verso nace espontáneo como él mismo reconoce: “Cuando han venido los poemas, los he escrito”. Su oficio no es el de un aprendiz, el “oficio de poeta se construye frente a los tremendos obstáculos de la composición; es como una partida de ajedrez que se juega frente al lenguaje, donde uno se ve obligado a sacrificar no pocas piezas, que pueden ser versos, estrofas, poemas, que no llegan a abrirse paso hacia las casillas del triunfo”, asegura quien ha tenido que silenciar al silencio, apuñalar la estocada poderosa venida por la espalda.

La suya no es obra que se adhiera a una corriente específica, sino que pertenece, como él mismo reconoce: “a un concierto espléndido de voces”. Lo vivencial y nítidamente lacerante le muestra descarnado en cada verso, pues le “sería totalmente imposible escribir un poema sin tener el calor de la solidaridad humana, sin el apoyo que siempre me han brindado mis amigos en Holguín y en otros lugares de la isla, sin la certidumbre de mi ciudad vista desde la Loma de la Cruz… Además, no imagino la escritura de un poema sin haber experimentado en carne propia la grandeza del paisaje, sin el mar, sin las montañas, sin los ríos, sin haber visto a Cuba desde un avión, sin una puesta de sol en el Oriente de la Isla”.

En 1968, trece poemas nacidos al fragor de las noches habaneras le merecen el Premio David y la publicación de Lenguaje de Mudos, que devino detonante de un amargo silencio a medias roto por su próximo libro Para festejar el ascenso de Ícaro, con el que ganó el Premio de la Crítica, otorgado por las editoriales y el Ministerio de Cultura a las diez obras más representativas de 1988.

Para quien tiene “una fe inquebrantable en la literatura como camino de perfección”, no sorprende que permanezcan –en ocasiones por años– aparentemente dormidos los versos que luego llegarán a feliz nacimiento. Con sencillez y humildad pasmosa Delfín Prats confiesa: “Nunca hice un aprendizaje de la forma a través de manuales de retórica, fue algo que adquirí intuitivamente, la belleza del lenguaje y la limpieza de la expresión son cosas que me interesan mucho”.

La poesía de Delfín Prats sostiene el aliento testimonial y el tono conversacional de los escritores de su tiempo; aunque no pueda clasificársele dentro del conversacionalismo más puro, sino que bebe –por momentos– en las aguas de esa corriente literaria, para luego hacer una poesía de la existencia, una poesía que planteara la realidad del hombre viviendo íntimamente su vida en el seno de la sociedad a partir de la perspectiva del yo, como él mismo asegura.

Para quien ha publicado poemarios como Lenguaje de Mudos (Ediciones Unión, 1968), Para festejar el ascenso de Ícaro (Editorial Letras Cubanas, 1987), Abrirse las constelaciones (Ediciones Unión, 1994), Lírica amatoria (Ediciones Holguín, 1994) y El esplendor y el caos (Ediciones Holguín, 2002), es muy duro pernoctar en el silencio de la página en blanco. Con la sonrisa torcida reconoce que “a veces quisiera estar escribiendo porque sería una válvula de escape; pero tengo mucho miedo. Como considero logrados algunos de mis poemas, de pronto empezar a escribir, y que eso que escriba no sirva. No quisiera escribir dentro de una retórica, tampoco volver a repetir mis mismos logros. Mas vamos a confiar que en el futuro sí se produzca algo”.

Y se produjo el milagro de la poesía en 2008, con la publicación –bajo el sello Ediciones La Luz, de la AHS en Holguín– del volumen de narrativa testimonial Strip-tease y eclipse de las almas. Además me complace que haya salido igualmente por La Luz, en su colección Quemapalabras, el audiolibro El brillo de la superficie, donde Delfín lee y comenta algunos de sus poemas. La grabación y producción estuvieron a cargo del poeta y realizador audiovisual Pablo Guerra Martí. Y recientemente la misma casa editora publicó El brillo de la superficie. Poesía completa (Ediciones La Luz, 2017).    

El audiolibro reúne 21 poemas, en su mayoría escritos en las décadas del 70 y el 80. De su propia voz se le escucha leer los iluminadores y contundentes versos que dieron unidad a las imágenes poéticas que conforman: “Humanidad”, uno de sus más exitosos, como él mismo califica; “No vuelvas a los lugares donde fuiste feliz”, “Aguas”, “Para festejar el ascenso de Ícaro”, “Abrirse las constelaciones”, entre otros no publicados hasta ese momento como “Lento y difuso”.

Certero y preciso, como son también sus versos, aparecen sentencias como la que reza: “… del poeta, que no soy yo, que al menos no lo soy siempre, nadie es poeta las 24 horas del día”.

Su verso nace espontáneo. Su escritura tiene que ver fundamentalmente con los lugares, con los paisajes, con lo que se experimenta ante los desafíos de la naturaleza, de los espacios abiertos, como él mismo explica: “El Rock del flautista es un rock cuya escritura pretende –sin lograrlo como siempre; la poesía no puede lograr lo que pretende– llevar a la escritura ciertas visiones de Gibara, del mar de Gibara, de la bahía de Gibara, de estancias en Gibara. En este tipo de rock yo logro una gran victoria sobre lo anecdótico. Yo siempre he considerado, a veces de una manera bastante ingenua e inocente, que la poesía auténtica tiene dos grande enemigos: uno es lo doctrinario, tanto la poesía como las canciones están amenazadas por lo doctrinario, y si eso doctrinario entra te arruina totalmente la canción o el poema; y lo segundo es lo anecdótico, o sea la construcción de los versos, del poema –en definitiva– tiene que salvar la amenaza que tiene la anécdota, porque efectivamente, se escribe a partir de algo que se ha vivido, se escribe a partir de un recuerdo, pero la poesía no sirve para contar una anécdota”.

La de Delfín Prats es una poesía de la existencia, una poesía que plantea la realidad del hombre viviendo íntimamente su vida en el seno de la sociedad a partir de la perspectiva del yo. Él mismo asegura, “como tampoco veo que la poesía mía pueda ser calificada como una poesía de la trascendencia, en el sentido ese que se le atribuye a la poesía de Lezama y del grupo ese como trascendentalista. Yo creo que mi poesía ha logrado destacar el brillo de la superficie, desde ese punto de vista es una escritura superficial en el buen sentido de la palabra, es decir, cuando yo acudo a algunos signos como son ángeles, demonios, dios, yo no lo hago en un sentido en absoluto para circunscribirme dentro de un contexto místico, sino única y exclusivamente se están utilizando estos signos, estos símbolos como un referente”.

Delfín autodefine su obra no como erótica, sino una especie de lírica amatoria; los suyos son poemas relacionados con el amor y se explica mejor al argumentar: “Soy alguien que he tratado por todos los medios de evadir en mi escritura las referencias sociológicas y cotidianas inmediatas, porque creo que lo que hacen es lastrar la poesía y, por otra parte, mi reticencia a enfrentar los temas históricos directamente, o sea, en las ocasiones en que lo he hecho, pues siempre he tratado de dar un rodeo a través de la lírica, de la estética. En poesía la alusión directa de ciertas realidades las empobrece, mientras que insertarlas en un contexto distinto, sacarlas de ese discurso habitual y situarlas en el espacio del mito, es donde de verdad estas cosas funcionan, creo que las ennoblece”.

Por demás logros aparecen poemas inéditos y comentarios referidos a los versos que aún no le satisfacen del todo: “Este poema (“Lento y difuso”), con tres o cuatro textos más, es todo lo que tengo que no se ha publicado. Algunos van a parar a algunas revistas, estos son los poemas que a mí no me satisfacen, quizás con el tiempo llegue un día en que haga una cosa que es el hallazgo poético verdadero, que no siempre se logra, cuando tú avizoras algo en un poema pero se trasluce en imágenes, pero el poema no cierra como un poema como “Humanidad”, un poema como “Abrirse las constelaciones”, un poema como “Ámala pero ámala”; que son poemas que con muy pocas palabras, con muy pocos versos redondean una idea, cierran algo, y a ese texto ya no se le puede agregar, es mejor tampoco tratar de quitarle nada”.

En las palabras de presentación del disco, el poeta Pablo Guerra, quien tuvo a su cuidado la grabación y edición de audio, reconoce que “salvar para la memoria esos sonidos amados tiene un valor incalculable, pues de los seres amados, con el paso de los años, el primer recuerdo que perdemos es el sonido de su voz. Los gestos, los rostros, las palabras permanecen, pero el recuerdo no tiene voz propia”. Hoy, además de reconocérsele como Maestro de Juventudes a quien ya es maestro del verbo, se le concedió el merecido Premio Nacional de Literatura 2022.


Muerte y salvación del sertão: la rebelión de Bacurau

Retornar al origen es siempre un acto violento, pero ¿y si es la única manera de salvarse de una violencia que quiere borrar toda posibilidad de existir? ¿Y si es el único modo de efectivamente, ser? Justo al inicio de Bacurau se nos presenta un plano perturbador: al fondo, un camión cisterna que ya nos habían mostrado transporta agua hacia algún lugar agreste y trae a Teresa (Barbara  Colen) de pasajera; en primer plano, un accidente ha desparramado una gran cantidad de ataúdes por toda la carretera, como un mal presagio de muerte que nos acompañara todo el filme. Un poco después se lee en una señal de tráfico: “Bacurau”. ¿Qué es este lugar seco del nordeste brasileño, del sertão pernambucano, al que regresa? ¿Qué significa volver? Teresa vuelve para el entierro de Carmelita, su abuela y figura ilustre del pueblo, y también vuelve a la rutina y hábitos idiosincráticos de Bacurau y sus abigarrados habitantes, amenazados de pronto por una violencia desconocida y extraña que busca borrar al pueblo y sus habitantes del mapa.

Es difícil de definir un género para Bacurau. Es obvio señalar la inspiración tanto en su estilo como en su producción, del western norteamericano de los sesenta y el western spaguetti de los setenta, al punto que desde al cartel hasta la selección de la locación, escenografía y música, pasando por los lentes, planos y juegos de cámara a utilizar fueron definidos alrededor de esa estética. Pero Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles no temen añadir elementos génericos de ciencia ficción, acción-aventura, horror e inevitables homenajes al Cinema Novo, a la mezcla de este western extraño, futurista y distópico, acompañada por una músicalización de Mateus Alves que podría acompañarse de similares adjetivos. La combinación, con un ritmo alucinante, termina con un gran baño de sangre. Un final gore que recuerda a Parásitos (Parasite, 2019) del director coreano Bong Joon Ho. De hecho el propio Mendonça afirmaría en una entrevista: “Cuando ví Parasitos, me dí cuenta que Bong y yo estábamos hablando el mismo idioma. De hecho, siento que Bacurau y Parásitos son primos.”

El parecido familiar es evidente por el uso del filme como alegoría de sus situaciones nacionales y globales, por la representación de la desigualdad social extrema, por la violencia omnipresente en las vidas de los perosnajes y en la resolución del conflicto. Pero lo que distingue a Bacurau, aparte de su perspectiva y linaje brasileño y nordestino, ambos directores son pernambucanos despúes de todo, es su exploración del sentido de comunidad y las maneras en las que esta se despliega en un momento de peligro.

Desde el entierro de Carmelita, la matriarca del pueblo y abuela de Teresa, comenzamos a notar, por la manera en que la gente repleta la casa, marcha compacta alrededor del ataúd o la despide al unísono con pañuelos blancos, una conexión especial entre los habitantes del pueblo: Bacurau no es solo el nombre del lugar en que el filme sucede, sino sobre todo el nombre de la comunidad que en él habita y circula en sus espacios: la plaza de la iglesia, la escuela, el consultorio, la tienda, el enigmático museo del pueblo.

Peter Debruge, al reseñar la película para Variety, no logra captar este rasgo, quejándose de la ausencia de un personaje central, y de la transición de énfasis entre varios protagónicos femeninos como Teresa o la Dra. Domingas, interpretada por una impresionante Sonia Braga, sin que finalmente emerja ninguna heroína o héroe. Pero, en el registro casi naturalista de las costumbres, pequeños diálogos y lugares del pueblo vemos las trazas de un sujeto colectivo latente, imperfecto, sucio, desarrapado y real que es, en fin, el auténtico protagonista. La reacción colectiva ante la visita del corrupto alcalde Tony Jr. (Thardelly Lima), la posterior asamblea para informar de la donación de medicamentos vencidos y libros viejos que había traído el susodicho, las controversias entre el profesor de la escuela y la doctora del pueblo y hasta la cola para los servicios de la prostituta local son todos momentos de una colectividad muy particular. La caracterización de lo popular, lo marginal y lo provinciano en el filme se encuentran lejos de cualquier apología e idealización.

Cuando los “invasores extraños” liderados por el gélido Michael (Udo Kier), en realidad gringos que van de safari humano por el pueblo, cortan la luz y asesinan a un niño (el futuro, la inocencia), sucede un salto. La comunidad comienza a expresarse de otra manera, no como un conjunto de individuos, costumbres y lugares, sino como una fuerza afirmativa, rebelde. La aparición de Lunga (Silvero Pereira), cangaceiro del s.XXI marca esa inflexión.

No es casualidad que solo en este momento, casi al final, el enigma del museo, al que el filme había estado señalando desde el inicio, se revele. Las marcas de las armas viejas que faltan, los recortes de periódico sobre una antigua rebelión aplastada en Bacurau y las fotografías de los habitantes del pueblo armados y con las cabezas cortadas de sus enemigos que cubren las paredes del viejo museo del pueblo narran una historia de violencia y rebelión popular y muestran el tiempo denso de la memoria que está en la base de la identidad de esa comunidad imaginaria (¿que comunidad no lo es?).

En una de las escenas, donde se constata la desaparición del pueblo en los mapas digitales, el maestro de la escuela despliega ante los estudiantes, frente a la ausencia del mapa del otro, un mapa propio, una autorepresentación. Y será desde la escuela, otro centro de la comunidad, desde donde los habitantes del pueblo liquidarán a los invasores a tiros. Sin embargo, en Bacurau no bastan la cultura común, la memoria o la escuela para desatar la fuerza de una comunidad rebelde: “hemos tomado una poderosa droga psicotrópica y vas a morir” le dice el profesor de la escuela al alcalde corrupto cuando se conoce de su complicidad con la masacre. Esa pequeña secuencia donde todos toman una píldora y entran en un estado alterado de la conciencia, señala el pasaje al acto, en una interesección inesperada entre drogas, liberación, conciencia y rebeldía. A pesar de todo, “Esto es solo el principio” atina a decir Michael, mientras a su alrededor el pueblo de Bacurau le apunta con sus armas viejas, le entierra vivo y lo mira fijo con los rostros y las ropas ensangrentadas. En esa inversión del arriba y con el abajo, del invasor y el pueblo, de la vida y la muerte se condensa el filme.

Los habitantes de Bacurau se han redescubierto, vuelto a su origen y tomado las “armas”, reales y simbólicas, que había allí para detener la matanza. Pero pesa sobre ellos, a pesar de esa revelación sobre sí mismos, no la perspectiva de ningún futuro luminoso, sino de una lucha más fuerte por su supervivencia, o lo que es lo mismo, contra su aniquilación como comunidad. Luchar por su vida, rebelarse se convierte para ellos en su única posibilidad de ser.

Ficha técnica

Título original: Bacurau

Año: 2019

País: Brasil, Francia

Dirección: Kleber Mendonça Filho, Juliano Dornelles

Dirección de arte: Pedro Sotero

Actuaciones: Barbara Colen, Thomas Aquino, Sonia Braga, Silvero Pereira y Udo Kier

Fecha de estreno: 15 de mayo 2019 (Cannes)

29 de agosto del 2019 (Brazil) 25  de septiembre del2019 (France)

Duración: 132 minutos

 


Ideas aleatorias que no muestran cómo salvar a un muerto

Cada lugar evoluciona dependiendo de muchos factores contextuales, pero esto, es un axioma.

Lo contemporáneo designa una gran heterogeneidad de conceptos que siempre son caducos con respecto a lo actual. En el arte, la heterogeneidad de manifestaciones y tendencias están relacionadas –la mayoría– con las creaciones artísticas de la segunda mitad del siglo XX (performance, happening, body art, arte conceptual, video arte, instalación, etc.). Y cabe la pregunta, ¿de qué hablamos hoy en día cuando afirmamos que en Cuba hay arte contemporáneo?

Para que la sociedad evolucione hacia algún patrón que ya se encuentra instaurado en otra sociedad, tiene que haber valores compartidos entre los sujetos elitistas que determinen un canon a seguir por los demás, o tiene que existir un cambio de paradigma. La sociedad evoluciona dando pequeños pasos secuenciales hacia la complejidad, pero, hasta que el paradigma no se legitime como canon, no se establece una base sólida a seguir, por lo que solo hay golondrinas aisladas, y no aflora el verano.

Santiago de Cuba se ha quedado varado en el tiempo; es un barco encallado que solo enseña la proa flotante de pinturas y esculturas que rozan lo académico y tradicional en el arte. La pintura de este navío corroída por el tiempo y el salitre solo muestra que lo contemporáneo es lo pintoresco realizado por los artistas consagrados y los que se suponen que deberían ser “los conservadores” son el timón de lo más novedoso del acontecer artístico. Esta afirmación no quiere decir –por más que se adorne– que sus trabajos en mayoría estén a tono con las tendencias del arte a nivel mundial. Pero claro, cada país es una isla, cada persona es una isla y cada isla evoluciona según sus condiciones objetivas y subjetivas.

La disyuntiva del arte contemporáneo en Santiago, e intentar insertar el circuito artístico de la ciudad en lo más actual del arte requiere de múltiples factores.

No solo el artista es la figura que determina el cambio hacia la contemporaneidad. Los espacios legitimadores son de gran importancia, en este caso si Duchamp decidiera presentar un urinario, y la galería no se lo permitiera, nadie conociera a uno de los padres del arte contemporáneo. El cambio de paradigma debe incluir a las instituciones legitimadoras del arte y a sus representantes, que son «los protagonistas del mercado del arte» y deberían apostar por un equilibrio entre lo contemporáneo y lo tradicional.

Si de incentivo se trata, no podemos culpar a la pobre academia de artes visuales Joaquín Tejada[1], que nadie sabe por qué apuestan sus planes de clase, cuando de sus egresados no se oye hablar en el contexto santiaguero. Donde la cuna de las artes plásticas carga el feto del silencio, es una escuela que no suena dentro del marco cultural. Ya la justificación que se da a todo es que lo mejor se está yendo del país porque saben que su futuro está en otra isla y que ya no son dueños de la suya. Pero, y los que quedan, que se supone que no se fueron a fregar platos y que hacen arte, ¿dónde están? Dejo esta pregunta abierta para cuestionar solo eso: dónde está la motivación a ser parte de la burbuja del arte.

Cabe la pregunta por los artistas que ya tienen un legado, ¿quiénes serán nuestro relevo? Y la respuesta muy obvia sale a la luz como el grito agónico del silbato de tren antes de partir; parece no existir un relevo.

Afirmamos que hay un ínfimo relevo que intenta no ahogarse al saltar al mar del arte y encontrar que las instituciones entorpecen con políticas que deberían ser una realidad. Y cabe ver que no somos artistas, somos ajedrecistas que tenemos muchos amigos y aliados que nos ayudan a posicionar nuestra obra. Porque en este mundo de posverdad, no solo ser bueno te sirve para posicionarte, a veces –o por generalidad– te hace falta “sacrificar” más de ocho peones para lograr posicionar el objeto artístico.

Esto no significa que no existan personas que no desgarren su piel por intentar salvar el arte de los jóvenes y que para ello no “embarran de su sangre” a quien los rodea. Porque su punto no es solo complacer su idea filántropa de que la juventud puede hacer mejor arte, sino también “embarrar” a otros espíritus errantes de esa “sangre” cargada de la otredad para poder rescatar lo que está casi muerto.

En cuanto a los salones, contamos por suerte con dos[2] que intentan incluir las pocas golondrinas que se encuentran a grito desde el invierno pidiendo el verano de la contemporaneidad. Pero…  es cuestionable cuando del incentivo económico se trata, donde cabe la pregunta: ¿Cuál es la suma que te incentiva a ser parte en correspondencia con lo que te cuesta la inversión de una obra de arte o de una exposición? Pero no solo es una cuestión de economía. ¿Cuál es el incentivo de un artista a ser parte de lo que llaman –las políticas culturales de las instituciones en Santiago– “contemporáneo” cuando se mira desde el ojo de una aguja por el conservadurismo?

Solo somos una ciudad que en el marco artístico navega a lo que quisiera ser, pero se ahoga en el intento, al luchar constantemente contra burocracias.

Apostemos por estos salones que dentro sus concepciones tratan de “romper” los paradigmas tradicionales del arte santiaguero, y a través de la palabra “contemporáneo” nuclear a los artistas más inquietos del acontecer artístico. Pero debemos saber que los muertos no reviven, que hace falta no solo un cambio de paradigma para crear una vida nueva llamada “arte contemporáneo”. Porque de paradigmas no solo se hacen en el arte, también se hace de la cotidianidad que experimenta el sujeto como parte de sus experiencias. Y hasta que no se permita hablar de la cotidianidad tanto interior como exterior con una visión crítica y haya que pintar todo con el color de lo “correcto”, el arte seguirá siendo eso, un barco hundido con esmalte caído que intenta salir a flote.

Este texto no constituye una visión de cómo salvar el arte en Santiago de Cuba. Ni intenta aunar todos los males que este tiene, porque mil palabras no alcanzan parta pintar una casa, y porque las palabras, no pintan. Solo es la salpicadura de ideas que hablan sobre un muerto, “lo contemporáneo”, o peor, sobre un no nacido, porque para morir, primero hay que ser. Este texto es solo eso: un texto que cada sujeto es libre de interpretar y decidir si se queda con el cielo con la nube. El fin siempre es y será apostar por una renovación artística.

 

Notas:

[1] Academia de las Artes Plásticas de la provincia de Santiago de Cuba

[2] La provincia de Santiago de Cuba cuenta con dos salones de arte contemporáneo el Salón de Artes Visuales Experimentación (SAVE) desarrollado por el Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño y el Salón de Arte Contemporáneo René Valdés Cedeño realizado por la Fundación Caguayo.


Después de la guerra, el ogro y las mismas tierras

Por: Ariel Baltodano*

La curiosidad por la actual novelística de la tierra donde nací me ha llevado a hurgar en las páginas de la novela El meñique del ogro (Uruk Editores, San José, Costa Rica, 2017), finalista del 32 º Premio de Novela Herralde que en principio participó bajo el título Cuando estábamos vivos, del narrador, poeta, y ensayista Erick Aguirre. La inquietud provocó este viaje que, a través de la ficción, deshila un pasado que apunta a miles de hombres víctimas de la desesperanza en tiempos de posguerra. Hombres que apostaron vidas y tiempo por un sueño que quedó desnutrido en su veracidad y ancho y espacioso en su frustración.

Bien podría haber consultado en Internet sobre esa época, sobre Nicaragua y sus conflictos, pero no. Tales consultas obvian la cotidianeidad del hombre que, en este caso, responde a un grupo de intelectuales, hijos de la ficción y la vida misma de Aguirre, que indagan con ahínco, ironía y pasión en la historia de Nicaragua, juntos todos en una de las mesas del bar, El Panal, sitio donde la música y las cervezas secundan las charlas de estos hombres que miran hacia el pasado de la nación para cuestionar el presente sin que aflore una respuesta que calme la sed de tantas interrogaciones.

¿Existe alguna respuesta? Aguirre, como todo curtido escritor, sabe que las respuestas no existen; sin embargo, la literatura, la ficción es objeto que taladra en la tierra de las dudas, sobre qué hicimos mal, quién nos engañó, por qué no abrimos los ojos. Así habrán de pensar algunos de sus personajes, como el Flaco Pastrán, profesor universitario que desdeñaba la idea de una identidad latinoamericana, que miraba al continente desde el bostezo, desmitificando esa poesía que más preocupa a los mandatarios en tiempos de campañas electorales y disputas políticas. Es este personaje con el que el escritor da sus primeros inicios a través de la voz de Medina, amigo del Flaco Pastrán, periodista interesado en los sucesos de un crimen que involucra a veteranos de guerra. Dicho crimen dirige a Medina hacia el país del norte, hacia los Estados Unidos de Norteamérica, donde la novela misma abre mayores puertas (las posibles puertas de la literatura que Cortázar citaba cuando ensayaba sobre su quehacer literario) y afloran así nuevos personajes, que al igual que los amigos de Medina, degustadores de la helada cebada, miran hacia el pasado, hacia los inicios de una modernidad que signó una intervención norteamericana y que dejó a dos hombres, a dos contrarios, a dos sujetos que marcaron para bien y para mal, la historia de la República de Nicaragua: Augusto César Sandino y Anastasio Somoza. De ello surge otra inquietud que lastra las mentes de los asistentes al Panal: ¿por qué Sandino no fue reticente a la hora de entrevistarse con su enemigo? ¿Acaso ya Sandino estaba consciente de haber acabado su obra? ¿Acaso anhelaba la muerte que lo catapultara a la posteridad? Es acá donde la ficción y la realidad histórica se entrelazan, incluso desde el recurso onírico. Y, al menos yo, reconozco mis temores cuando ficción e historia se estrechan las manos: temo por la muerte del delirio y al acodamiento de quien reproduce lo conocido en afán de mostrar, valga la reiteración, lo que ya se conoce. Aguirre huye de estos pantanos, de esos muebles acolchonados, se aprovecha de la historia, sí, pero es la ficción quien le sirve de tierra para ahondar en los túneles de la duda, esa duda que hoy día nos provoca, porque me pregunto qué diferencia entre el ayer y el hoy, si el hombre es el mismo y sus demonios igual; yo me respondo, el engaño y el autoengaño y la resiliencia que adoptamos porque se supone que hay un mal mayor.

En lo personal, conozco sobre el asesinato de Sandino, pero nunca había podido degustar de un Sandino ficticio, donde pudiera sentir el olor de la selva, la pólvora y la vida en la campaña, sobre todo la voz y presencia del hombre. Cierto que el discurso del novelista de repente padece del registro ensayístico, que bien pudiera manchar a documento dicha novela; sin embargo, es la fuerza de la imaginación la que sobrelleva, rescata y justifica tal registro aprovechándose de un siglo recorrido por la historia centroamericana, para desvelarnos también, desde el ensueño, desde el diario,  personajes que murieron en las Torres Gemelas, víctimas no solo del impacto terrorista, sino de esta cosa que no sirve para nada (al menos para los pragmáticos) y que llamamos literatura; personajes que huyen, personajes que apuestan por un anonimato y caen por gravedad desde una de las Torres Gemelas con un manojo de cuartillas en mano, yéndose a la nada, como dizque deseó Kafka o el Bartleby de Herman Melville.

El meñique del ogro es una apuesta literaria que mira hacia El Aleph de Borges, desde la novela, claro, para resumir el universo de Centroamérica como el voyeur que padece de bruma, de ansias por espulgar en ante tantas muertes ocurridas y la visión de un camino nebuloso, sin esperanza. Es también una genuflexión a la tradición literaria (no diré identidad porque como el Flaco Pastrán este concepto solo me ha demostrado disputas y muertes en nuestra historia latinoamericana), homenaje a la obra de Juan Rulfo, Mario Vargas Llosa y Franz Galich, estos dos últimos afloran como personajes de la novela; el primero, novelista emblemático de la generación del Boom, el segundo, nuestro Bukowski centroamericano ya fallecido (diría Roberto Bolaño), porque al fin y al cabo en cualquier momento, en cualquier instante, podemos ser entes que platican o escriben o esperan el bus en alguna calle de Managua, o de Ciudad de Guatemala, o de Tegucigalpa o Nueva York, sin saber que ya las hojas de nuestros almanaques cayeron al piso por capricho de nuestras diferencias políticas. Pareciera que Carpentier, escritor cubano, no estaba muy equivocado cuando dijo al periodista español Joaquín Soler Serrano, que la literatura latinoamericana está condenada a la épica.

*Poeta y narrador (Managua-Nicaragua). Premio Nacional de Cuento Fernando Silva, 2018, Nicaragua. Premio Mesoamericano de Poesía Luis Cardoza y Aragón, 2019, Guatemala.


Artes visuales: Entre ciertas manzanas de discordia

En ese complejo laberinto de significados, cosmovisiones, estilos y técnicas que distinguen a las artes visuales y que, a su vez, reflejan en gran medida elementos de la realidad, opinar puede volverse terreno escabroso si los receptores no entienden que la crítica, siempre que sea bien intencionada y se realice desde la ética y los argumentos, puede aportar cambios transformadores para una persona, gremio, institución o sociedad en general.

Como manifestaciones que se expresan a través de imágenes que percibimos, siempre entrará en juego la subjetividad. Pero, partiendo del respeto que debe sentirse por los artistas, capaces de hacer algo que nosotros no, hablemos de algunos derroteros por tener en cuenta para que el resultado sea mejor.

Desde hace meses he apreciado un renacer de la opinión especializada en torno a las artes plásticas en esta ciudad. Eso ha traído consigo una inyección en la creación y, como expresó la crítica de arte Iris Cruz en la peña La Última Palabra (de la Asociación Hermanos Saíz, AHS), “los artistas se preocupan más por presentar una obra mejor elaborada. Eso lo hemos visto en las últimas exposiciones”.

Sin embargo, no basta con que una pieza sea digna cualitativamente hablando, también son importantes los parámetros para su presentación y socialización. ¿Cuántas veces hemos observado propuestas meritorias en áreas poco favorecidas desde su ubicación e iluminación? Eso atenta contra los productos artísticos, pues pudieran pasar inadvertidos (y lo hacen), y -como es sabido- es el espectador quien -a través de su interpretación- culmina el proceso.

Es cierto que Las Tunas no posee suficientes galerías con condiciones técnicas necesarias, dígase espacio apropiado, buena iluminación, elementos de marquetería… La más completa es la “Fayad Jamís”, en la calle Francisco Varona, número 194, esquina Ángel Guardia, reabierta en octubre pasado, luego de dos años cerrada por restauración. Pero otras, como la galería taller de escultura Rita Longa, única de su tipo en Cuba, que atesora una colección en pequeño formato de prestigiosos artistas cubanos, no dispone de luces, el local destinado a las exposiciones es reducido y ya amerita de mejoras constructivas que permitan al público disfrutar de más de un centenar de piezas de alto valor.

Exposiciones exhibidas actualmente en instituciones como el Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), la AHS, la Casa de la Décima, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales y la Fundación Nicolás Guillén demuestran que la creación aquí sigue viva, solo hay que motivarla más y mejor desde el apoyo, la promoción, la sumatoria de talentos y otras cuestiones, que competen en gran medida a instituciones y autoridades culturales.

Debería repensarse lo provechoso que sería rescatar ciertos concursos que estimulaban a la creación artística y devenían garantes de calidad y sana competencia. Además, porque estaban respaldados por un premio en metálico. Esto caracterizaba, por ejemplo, al Salón Uneac, pero -luego- se perdió.

Hablamos de una provincia con tradición en el cultivo de las artes visuales, cuna de grandes maestros de la manifestación, donde existió un movimiento que nos permitió ostentar el epíteto de Capital de la Escultura Cubana; donde tristemente perdimos una Academia Profesional de Artes Plásticas, más una larga lista de razones dignas de valorarse.

Por eso, y por respeto al público, debemos cuidar cada parte del proceso entre el nacimiento de una obra y su visualización. Salvo que haya una intencionalidad o se trate de una cita itinerante, no debería exhibirse en una institución algún cuadro o escultura recientemente compartida en otra entidad. Es imprescindible la limpieza en las curadurías, para que la presentación final de los productos artísticos se realice sobre la base del equilibrio y la calidad.

Me refiero a cuidar que las creaciones no se apilen unas con otras, que haya variedad sin perder el leitmotiv del conjunto, que sean ubicadas en sitios idóneos para su visualización…, o sea, pensar el montaje.

Un modelo bien logrado, desde su concepción hasta su presentación, es Aquí estamos, que acoge la galería Fayad Jamís. Allí se tuvo en cuenta el necesario intercambio previo con los creadores, el impecable diseño del cartel, la correcta ubicación de las piezas, la variedad en nombres y estilos, la simbiosis entre experiencia y juventud, además de todos los parámetros que garantizaron una agradable velada durante la inauguración.

Los autores, buscando alternativas ante la escasez de materiales, insuficientes mecanismos de comercialización y otros escollos, muestran una efervescencia que debemos alentar, pero no mecánicamente, sino desde el sentimiento real y las alianzas. Ese es el camino. Así lo demuestran las últimas exposiciones, pero también la calidad de varias obras y la reaparición de expresiones como la instalación, un tanto desaparecida aquí en los últimos tiempos. Como dijo el cineasta francés Robert Bresson: “No hay arte sin transformación”.


BECA DE PENSAMIENTO ERNESTO GUEVARA

La Asociación Hermanos Saíz, con el propósito de acompañar y reconocer a jóvenes investigadores, convoca a la Beca de Pensamiento Ernesto Guevara.

Podrán participar los investigadores cubanos residentes en el país de hasta 35 años de edad, sean miembros o no de la AHS, y que no hayan ganado esta beca en las tres últimas ediciones.

Se concursará con un proyecto de investigación que aborde temas de las ciencias sociales y humanísticas, este debe incluir título, introducción, resumen del capítulo teórico y una justificación metodológica.

El trabajo, con una extensión entre 7 y 10 cuartillas, debe enviarse antes del 31 de octubre de 2022 a la dirección de correo electrónico becasypremiosahs@gmail.com, especificando en el asunto “Beca Ernesto Guevara”. Los participantes adjuntarán el proyecto de investigación en formato Word con seudónimo (no se aceptarán archivos en PDF) y la SOLICITUD DE PARTICIPANTE que deberá descargar del sitio de la asociación www.ahs.cu, debidamente rellenada con los datos que se solicitan.

Se otorgará una beca consistente en diploma acreditativo y el pago de 2 000 pesos durante seis meses al autor del proyecto.

Los resultados se informarán en diciembre de 2022, en un acto público en el Pabellón Cuba, sede nacional de la Asociación Hermanos Saíz.

El fallo del jurado será inapelable.

Los resultados de la investigación deberán entregarse a la Dirección Nacional de la AHS en un plazo no mayor de 12 meses de otorgado el primer pago.

La participación en este concurso supone la total aceptación de sus bases.

Para más información DESCARGAR:

💡 SOLICITUD DE PARTICIPANTE EN BECAS Y PREMIOS AHS

 


El arte de resistir desde Iberoamérica

El escritor y ensayista Abel Prieto Jiménez, presidente de la Casa de las Américas, inauguró con la conferencia “Guerra cultural y resistencia”, las sesiones del XVI Congreso Iberoamericano de Pensamiento, columna teórica de la 27 Fiesta de la Cultura Iberoamericana que se realizó en Holguín, desde las plataformas digitales.

Abel abordó la importancia y vigencia de “uno de los ensayos más brillantes” escritos por Roberto Fernández Retamar, publicado hace 50 años, en 1971: Calibán, que “parece escrito para hoy”. “Cuba sufría una ofensiva mediática en ese entonces y Retamar hace un ensayo sobre la descolonización cultural, espiritual, de nuestro pueblo, con los instrumentos que nos dio Martí y Fidel, ahora facilitada por las herramientas de las tecnologías de las comunicaciones y particularmente, las redes sociales”, subrayó Prieto Jiménez.

Señaló además que “el ensayo de Roberto golpea todo el tiempo los estereotipos; las redes replican los de la industria hegemónica y hacia Cuba, el más utilizado es el del triunfador-vencedor, protagonizados por los emigrados y los que viven en la isla. Todos nosotros sabemos que la felicidad no tiene que ver con el dinero, pero ellos están convencidos de que sí y el gran mensaje de esta pareja es que el triunfador tiene éxito porque tiene dinero”.

Para el autor de Apuntes en torno a la guerra cultural, el capitalismo ha convertido el arte en una mercancía y banalizado su mensaje. En un mundo de incertidumbre se busca lo que es rentable, pues para ellos esa es la cultura, destacó desde el canal de Telegram del evento.

 

El programa del XVI Congreso Iberoamericano de Pensamiento, que sumó sus espacios a la temática general de la Fiesta “Los pueblos y el arte de resistir”, contó con las intervenciones de Milagros Rivera y Juan Camacho, miembros de la Brigada de Solidaridad Juan Rius Ribera Puerto Rico-Cuba, a través del canal de YouTube de la Casa; y la conferencia magistral “Desafíos del desarrollo territorial en tiempos de incertidumbre”, por el Dr. C. Pablo Costamagna, de la Universidad del País Vasco, en Argentina, por Telegram.

Y con los foros “Resistir desde la cultura: obstáculos y retos”, “Estudios demográficos” y “Experiencias vitales y propuestas para enfrentar la pandemia de la Covid-19”, las conferencias “La gran familia Rojas-Ramírez y el cacique Panchito. Ejemplo de resistencia cultural”, por el Dr. C. José Barreiros, antropólogo del Instituto Smithsonian, de Nueva York, y “La gran familia indocubana”, de Alejandro Hartman, investigador e historiador de Baracoa.

Esta 27 edición de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana estuvo dedicada a los centenarios del intelectual cubano Cintio Vitier y del Instituto Latino de la Música; al 60 aniversario de Palabras a los intelectuales; el 30 de la brigada puertorriqueña de solidaridad con Cuba Juan Rius Ribera, y los 40 años de la creación de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas.

 

 


Almas Nuevas: «Crear ya es resistir» (+Galería)

I

La resistencia cultural es sin dudas una acción en favor de la vida. Nuestros códigos sociales se traducen a partir de nuestra idiosincrasia, hábitos populares y prácticas artísticas. En ese terreno se definen elementos indispensables para la supervivencia de nuestra especie. Algunos de ellos son más sensibles que otros, pero en ningún caso, contradicen esa construcción a la que nombramos: memoria. Los pueblos son su memoria. Los pueblos son la construcción emotiva de la historia vista desde la experiencia como rutina simbólica.  

foto: rubén aja

Santiago de Cuba posee zonas donde el concepto de memoria se convierte en una noción perdida en la costumbres de nuestros abuelos. Sin embargo, en otras áreas, la fertilidad es tal, que no permite que la celulitis neoliberal invada nuestra carne. Esta es una provincia donde la historia juega un papel simbólico a una escala, como tal vez no se vista, en ninguna otra parte del país. Un simbolismo que no puede eludir al Caribe como no puede evitar el clima y la musicalidad que habita en cada fragmento de tierra. Para Santiago de Cuba, el Caribe es un solo cuerpo que se viste de mar. Una tierra que se une a partir de sus diferencias y sus lazos comunes.

foto: rubén aja

II

La cuadragésima edición del Festival del Caribe ha sido muestra de lo importante que son esos vínculos para nuestros pueblos en el área. ¿Por qué sostener un espacio como el festival para resaltar nuestras afinidades? ¿Por qué desde la fiesta como noción desprejuiciada de panfletos y normas? La vitalidad de este espacio está dada a parir de la necesidad de encuentro y diálogo. La fiesta, el macro-areito y la musicalidad que años tras años acompañan las calles de Santiago del 3 al 9 de julio, son –en principio– la punta del iceberg. La Fiesta del Fuego también es un espacio de pensamiento, debate crítico y entropía artística.

Esta edición estuvo dedicada a exaltar la resistencia cultural de los pueblos de la región que enfrentan la arremetida neocolonizadora en medio de la crisis económica derivada de la pandemia de la COVID-19. Las plataformas digitales funcionaron como escenario para que Santiago fuese capital del Caribe por unos días.

Desde los distintos programas y talleres, la conexión espiritual de nuestros pueblos emergió y dotó cada acción realizada con la misma mítica de siempre. En tiempos de crisis la unión es un camino ineludible.

foto: rubén aja

III

Para la Asociación Hermanos Saíz, el Festival sigue siendo un espacio legítimo al que debemos pertenecer por necesidad creativa y compromiso cultural. Para los jóvenes creadores santiagueros, pensar y hacer el Caribe desde sus obras, es una máxima. Una voluntad que se traduce en lo que se conoce como Almas Nuevas. Se trata del taller donde se invita al encuentro necesario con los contemporáneos y los maestros de la región. De ahí que Almas Nuevas sirva para: el diálogo intergeneracional/interdisciplinario/intercultural/interracial, y el intercambio con lo más auténtico de la producción artística del área. Este programa que cada año desarrolla la AHS, aproxima a los creadores jóvenes a las expresiones tradiciones desde una creación en ocasiones virgen/puras, lo cual posee un discurso muy rico visto desde lo sociocultural/lo antropológico.

foto: rubén aja

Es importante para la organización sentar el debate sobre conceptos como las tradiciones y lo popular. Hay que entender que ambos conceptos son el resultado de la memoria, que su valor radica en una práctica viva, respirable. Que los moldes destruyen, y que nuestro sistema de tradiciones necesita de un elemento esencial que es la espontaneidad. 

foto: rubén aja

foto: rubén aja

En ese punto, la AHS viene desarrollando una labor importante en la salvaguarda de nuestros valores culturales. Para ello, las relaciones institucionales con la Casa del Caribe enriquecen la agenda de trabajo de la filial. Almas nuevas es más que un programa colateral con el fin de que todas nuestras interrogantes y dudas puedan ser compartidas, también es el signo de la juventud artística dentro de la celebración. 

foto: rubén aja

IV

Muchas fueron las motivaciones para enfrentarse a la adversidad y desarrollar un taller tan inclusivo y tan profundo en todas sus dimensiones. Los 35 años de la organización y los 60 del discurso de Palabras a los Intelectuales fueron temas recurrente en los espacios teóricos y de intercambio. Aunque vale resaltar que el Caribe fue la principal motivación de los jóvenes que integraron el programa. Algunos de los artistas que participaron fueron los santiagueros: Oscar Pérez Portales, Alejandro Lescay, Enrique Pérez Fumero, Frank Lahera, Rubén Aja Garí  Lisbeth Lima, Yasmani Herrera, Giselle Lage (Santiago de Cuba), Onel Pérez , María de Jesús, Aracelis Avilés, Carlos Gil, Darlenis Blanco, Renier Fernández Fong, Carmen Montalvo, Tania Lescaille, Roberto Carlos Founier, Ligia Lavielle, Nelo Gonzales y Yorisel Andino. Así como los grupos D´Nova (Santiago de Cuba), Proyecto VT ( La Habana), Grupo de Experimentación Escénica LA CAJA NEGRA (Santiago de Cuba), Consortes Jazz (Qatar), El Proyecto Diversas (Santiago de Cuba), AKM SQUAD (Santiago de Cuba), La Reina y la Real (La Habana), DjazzVi (Santiago de Cuba) y Jazz D Bess (Santiago de Cuba)

foto: rubén aja

También invitados estuvieron MC Xiomis (Cienfuegos), Luis Emilio Aybar Toledo (La Habana), DJ Kelly Sugarface (Canadá), Carmen Barruecos (La Habana), Lady Step (Puerto Rico), Inmaray Tillet Fonseca –The black Queeny (Cienfuegos), José Ernesto Novaez  (Villa Clara), DJ Hits Wonders (México), de La Fina (La Habana), Yeni Turiño y Yatser Rodriguez (Villa Clara).  

foto: rubén aja

Todos ellos participaron desde distintas modalidades, algunos desde el debate en los espacios diseñados para eso, otros desde su obra, y muchos desde la producción de materiales artísticos con y para la AHS. También se hizo una selección de creadores que han estado en distintas jornadas virtuales de la filial y se programaron por su calidad y coherencia con el Festival. Todo el programa del evento está público en el canal de YouTube de la AHS Santiago de Cuba, así el festival sigue vivo y cercano.

 

foto: rubén aja

foto: rubén aja

V

Crear ya es resistir. El arte (el verdadero) es tal vez nuestra expresión más fuerte. El arte es la integración de todas nuestras emociones, percepciones y la memoria. Es naturaleza pura. Es capaz de sembrar en nosotros las sensaciones más primarias, sublimes y aterradoras. El arte existe para recordarnos lo que no podemos ser. Resistir a través del arte es el ejercicio más difícil y hermoso jamás conocido. Ver el Caribe como resultado de esa resistencia hace de nuestra región un lugar fuerte y esperanzador.

foto: rubén aja

La organización de la joven vanguardia del arte cubano a sus 35 años de fundada, tiene un compromiso con el Caribe: no dejarlo morir en el arte. Hay que adentrarse sin miedos en su simbología y en su cosmovisión del mundo. Cuba es una extremidad del Caribe, así lo dice el mar, así lo dice la memoria.

foto: rubén aja

Programa del Evento Almas Nuevas 2021.

Festival del Caribe del 3 al 8 de Julio

Santiago de Cuba

Día 3

10:00 am/ Conferencia A propósito de seis décadas de Palabras a los intelectuales/ Por el investigador Oscar Pérez Portales (Santiago de Cuba).

11:00 am/Cápsulas El Creador/ Al artista visual Alejandro Lescay/ Dirige Enrique Pérez Fumero (Santiago de Cuba)/

12:00 am/ Cápsulas Al Dorso/ Con la narradora Lisbeth Lima (Santiago de Cuba)

2:00 pm/Cápsulas Antena Este – Capítulo # 1 /Desde la sección de Crítica e investigación de la AHS en Santiago de Cuba/Dirige Yasmani Herrera y Rubén Aja Garí (Santiago de Cuba)/

4:00 pm/ Exposición Personal / COSASMALAS /  Por Carmen Barruecos (La Habana)/

5:00 pm/ Concierto Giselle Lage (Santiago de Cuba).

6:00 pm/Presentación de la obra Ofelia/ Por el Grupo de Experimentación Escénica LA CAJA NEGRA (Santiago de Cuba)

8:00 pm/ Concierto de DJ Kelly Sugarface (Canadá)

 

Día 4

10:00 am/ Conferencia A propósito de seis décadas de Palabras a los intelectuales/ Por el investigador Luis Emilio Aybar Toledo (La Habana).

11:00 am/Cápsulas El Creador/ Al Poeta Onel Perez/ Dirige Enrique Pérez Fumero (Santiago de Cuba)/

12:00 am/ Cápsulas Al Dorso/ Con la narradora María de Jesus (Santiago de Cuba).

 

2:00 pm/Cápsulas Antena Este – Capítulo # 2 /Desde la sección de Crítica e investigación de la AHS en Santiago de Cuba/Dirige Yasmani Herrera y Rubén Aja Garí (Santiago de Cuba)/

4:00 pm/Conversación sobre el Caribe que investigan los jóvenes/ Por MS.c Aracelis Avilés.

5:00 pm/ Concierto de Consortes Jazz (Qatar)/

6:00 pm/ Exposición personal/ African woman sketch / Por Inmaray Tillet Fonseca – The black Queeny (Cienfuegos)/

8:00 pm/ Concierto de MC Xiomis (Cienfuegos)/

 

Día 5

10:00 am/ Conferencia A propósito de seis décadas de Palabras a los intelectuales/ Por el escritor y coordinador de las Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad José Ernesto Novaez  (Villa Clara).

11:00 am/Cápsulas El Creador/ A la promotora Darlenis Blanco/ Dirige Enrique Pérez Fumero (Santiago de Cuba)/

12:00 am/ Cápsulas Al Dorso/ Con el artista visual y poeta Carlos Gil (Santiago de Cuba)/

 

2:00 pm/Cápsulas Antena Este – Capítulo # 3 /Desde la sección de Crítica e investigación de la AHS en Santiago de Cuba/Dirige Yasmani Herrera y Rubén Aja Garí (Santiago de Cuba)/

4:00 pm/Intervención del Proyecto Diversas/Conferencia: Dramaturgia escrita por mujeres en Cuba entre 1959-2020 y su contribución al discurso de genero/ Por Sandra de la Caridad Gómez Cisneros (Santiago de Cuba).

5:00 pm/Concierto Proyecto VT ( La Habana) /

6:00 pm/Presentación de la obra Cartografía para elefantes sin manada/ Por el Grupo de Experimentación Escénica LA CAJA NEGRA (Santiago de Cuba).

8:00 pm/ Concierto de DJ Hits Wonders (México).

 

Día 6

10:00 am/ Conferencia A propósito de seis décadas de Palabras a los intelectuales/ Por el investigador y periodista Yasmani Herrera Borrero (Santiago de Cuba).

11:00 am/Cápsulas El Creador/ A la actriz Maibel del Rio Salazar/ Dirige Enrique Pérez Fumero/

12:00 am/ Cápsulas Al Dorso/ Con el narrador y poeta Darío Cisneros (Santiago de Cuba)/

 

2:00 pm/Cápsulas Antena Este – Capítulo # 4 /Desde la sección de Crítica e investigación de la AHS en Santiago de Cuba/Dirige Yasmani Herrera y Rubén Aja Garí (Santiago de Cuba)/

4:00 pm/Concierto AKM SQUAD (Santiago de Cuba)/

5:00 pm/Concierto DjazzVi (Santiago de Cuba)/

6:00 pm/ Concierto del trovador Renier Fernández Fong (Santiago de Cuba)/

8:00 pm/ Concierto de La Fina (La Habana)/

 

Día 7

10:00 am/Conferencia: Lo latinoamericano como provocación para los intelectuales cubanos/ Por la Dr.C Tania Lescaille (Santiago de Cuba)/

11:00 am/Cápsulas El Creador/a la historiadora Carmen Montalvo/ Dirige Enrique Pérez Fumero (Santiago de Cuba)/

12:00 am/ Cápsulas Al Dorso/ Con el poeta Roberto Carlos Founier (Santiago de Cuba)/

 

2:00 pm/Cápsulas Antena Este – Capítulo # 5 /Desde la sección de Crítica e investigación de la AHS en Santiago de Cuba/ Dirige Yasmani Herrera y Rubén Aja Garí (Santiago de Cuba)/

4:00 pm/Conversatorio: La presencia de la mujer en el Hip Hop cubano y del Caribe/ Por la investigadora Ligia Lavielle (Santiago de Cuba)/

5:00 pm/Concierto Grupo Jazz D Bess (Santiago de Cuba)

6:00 pm/Exposición personal / Rostros del Hip Hop / Por Sahily Borrero – SahiCuban (Cuba)/

7:00 pm/ Concierto del trovador Nelo Gonzales (Santiago de Cuba)/

8:00 pm/ Concierto de La Reyna y la Real (La Habana)/

 

Día 8

10:00 am/Conferencia: Participación y discurso femenino en el Hip Hop cubano (Aproximaciones a la escena santiaguera)/ Por la investigadora Yorisel Andino (Santiago de Cuba).

11:00 am/Cápsulas El Creador/ Al músico Camilo D´Bess/ Dirige Enrique Pérez Fumero (Santiago de Cuba)/

12:00 am/ Cápsulas Al Dorso/ Con el escrito y director teatral Juan Edilberto Sosa (Santiago de Cuba)/

 

2:00 pm/Cápsulas Antena Este – Capítulo # 6 /Desde la sección de Crítica e investigación de la AHS en Santiago de Cuba/Dirige Yasmani Herrera y Rubén Aja Garí (Santiago de Cuba)/

4:00 pm/Intervención del Proyecto Diversas/ Mujeres Piensan a Martí/ Por las investigadoras Sahay Fajardo, Ada Lescay y Taïna Barthel Gonzales (Santiago de Cuba).

5:00 pm/ Concierto Lady Step (Puerto Rico)/

6:00 pm/Concierto de trova por Yeni Turiño y Yatser Rodriguez (Villa Clara)/

8:00 pm/ Concierto Clausura/Descarga final entre distintas agrupaciones de Jazz/


Pensar la ciencia. Riesgos para un joven investigador y cómo manejarlos (8/10)

¿Cómo lidiar con las (malas) revisiones?

El proceso de redacción es un asunto serio que exige un esfuerzo ciclópeo. A veces uno encuentra una inspiración y las palabras caen solas como preseleccionadas por la providencia. En otras ocasiones –la mayoría–, las ideas no hallan su apropiada envoltura y el texto se convierte entonces en una jerigonza sin gracia que avanza a tropezones, como si de repente nos hubiesen cambiado de lugar los muebles de la casa justo a esa hora de la madrugada en que te levantas por un vaso de agua.

Al poner punto y final a tu primer borrador, y a veces hasta varios días después, seguimos encasillados en la realidad de tus propias palabras y las de otros que convocaste en tus referencias. Pero ya está. Después de muchas vueltas, te has decidido a compartir tu texto y exponer tus criterios al mundo. Ahí mismo te asalta la duda, ¿mi artículo tiene suficiente teoría o ejemplos? ¿la metodología es apropiada? ¿qué pensarán mis compañeros acerca de esto? Y caes en un bucle de inseguridades que te lleva a preguntarte hasta si es Times New Roman la fuente ideal para inscribir tu trabajo.

Precisamente porque hacer el informe conlleva tanto tiempoy energía, es que otorgamos un valor tan alto a las evaluaciones que otros hacen del mismo. Esperamos que nuestro sudor sea visible en cada letra. Pero, lamentablemente, no es así. El tesón no se lee ypor eso nos duele tanto cuando los criterios que recibimos no son satisfactorios. Es en ese momento cuando cada señalamiento parece una daga hundida en carne propia. ¿Cómo reaccionar entonces? ¿Qué hacer?

No importa si es un artículo, un capítulo o tu tesis entera,es inevitable atravesar el calvario de la evaluación. Pero también te adelanto que sí es posible gestionarlo, de modo que puedas convertir cada revisión en una herramienta que actúe en tu beneficio. El objetivo de este post es compartir algunas ideas que te ayudarán a lidiar con las revisiones, especialmente las negativas.

Esta entrada quizás resulte un poco más larga de lo habitual. Es que, para ser verdaderamente útil, el tema involucra irremediablemente el debate de los recursos técnicos, así como de cuestiones emocionales. Discutiré contigo las tres estrategias que, en mi opinión, te ayudarán asacudirte deexámenes innecesarios y convertir las críticas en elementos positivos. De esa manera, podrás justipreciar las nociones que sí valen la pena tomar en consideración para luego proceder a la transformación del texto.

Las estrategias son:

  1. Gestionar las expectativas.
  2. Escoger bien a tu revisor.
  3. Identificar la naturaleza del señalamientoy asegurarse de ofrecer respuesta a todos.
  4.  

It’s all about the work: gestionatusexpectativas

Al recibir una revisión severa nos sentimos ofendidos, abandonados, e incluso, traicionados. La causa es simple: no queremos ser criticados. Sí queremos, en cambio, ser reconocidos. Tanto en la una como en la otra, colocamos en la otra persona la responsabilidad de nuestros sentimientos. Le atribuimos poder sobre nuestro mal/bienestar. Mala idea.

Una vez que el trabajo sale de tus manos y es puesto en función de una audiencia debes marcar conscientemente una distancia, esto es, es reajustar tus expectativas. Ponte en los pies del revisor. Es el primer paso para reconocer que sus indicaciones no son sobre ti: son sobre el texto. En la capacidad para reconocer los puntos de vista de otros radica el principio capital para no tomar los asuntos como agresiones personales y te permitirá preguntarte ¿qué ha visto y por qué? Identifica sus intenciones y confía. Quién sabe, quizás tenga razón.

Desembarázate del lazo enfermizo que hace del trabajo hecho una extensión de tu anatomía. No lo es. Así podrás desarrollar pensamiento crítico y ser tú mismo, el censor más exigente, o mejor, más justo. Te permitirá aumentar el sentido de comunidad y construir empatía con el evaluador. La autocrítica es sinónimo de madurez y seguridad.

La táctica fundamental: escoge bien a tu revisor

Esta es la regla de oro.Por un lado, porque no todo el mundo es un buen evaluador de tu trabajo.Por otro, porque debes asumir de inmediato que el primer borrador que escribas no será suficiente para completar la tarea y requerirá muchas revisiones antes de que el texto sea evaluable ante un tribunal. Todos tenemos opiniones, por tanto, una vez que tu escrito salga de tus manos, estará sometido a los dictámenes de otros. De eso no hay escape.

Elegir un mal lector puede desvirtuarte por completo de las metas que has trazado y generar un caos total en tus proyectos. Lo peor es que afecta tu autoestima e incide negativamente en tus análisis, por lo que no solo destroza el fruto de tusdesvelos, sino que cercena la capacidad para sobreponerte a las críticas.  

Pero no tiene por qué ser así. Si lo piensas bien, el revisor es una persona que dedica su tiempo en atenderte y corregirte. Es decir, es una oportunidad para que otros trabajen en favor de tu gracia. Además, en cierto sentido, cuando escribiste el texto ya estableciste tu recepción ideal y conun poco de cálculo, advertirás quiénes son los lectores correctos para ti.

Solo hay tres tipos de evaluadores verdaderamente útiles para un investigador: el tutor, los colegas del mismo campo y los revisores de publicaciones.

No menciono aquí a los editores.No porque no sean valiosos, nada de eso;sino todo lo contrario, los señalamientos de éstos van encaminados en un 95 % a cuestiones formales de uso del lenguaje, por lo que con ellos no se discute, se les obedece y punto. Si un editor te dice que tu oración es oscura y que empleaste incorrectamente un tiempo verbal, no hay nada que hacer: se transforma.

Ahora bien, en primer lugar,tu tutor es el evaluador más importante tu trabajo. Esto es claro. Él es la persona devota a tu formación y el especialista fundamental con quien tu tema se relaciona. Además, se trata de un vínculo que se construye durante años, por lo que evalúa además tu progreso. Ten en cuenta que, la mayoría de las veces, tu trabajo con él se hace de formapresencial, o sea, que recibirás feedback y podrás tú mismo valorar el nivel de satisfacción que profesa.

Una revisión totalmente positiva no es una buena señal. Normalmente indica dos cosas: una, tu tutor no se lo leyó y por tanto solo quiere que lo dejes en paz; dos, no tiene la menor idea de lo que estás hablando, lo cual significa que no comparten áreas de experticia y, por tanto, no tiene la capacidad para ayudarte. Fatal.

Por otro lado, una revisión totalmente negativa tampoco es algo bueno. Quiere decir que tu tutor difiere de los axiomas que sostienen tu pensamiento, por lo que encuentra inapropiadas todas operaciones que de allí se desprenden. Comúnmente, tal animadversión involucra discrepancias de corte político o ético. El problema aquí no tiene que ver, por tanto, con la valoración per se, sino con la relación entre ustedes. Es resultado de una mala elección de tu director de tesis, y eso ya lo hablamos en trabajos anteriores.Frente a esta situación, aunque será un paso bien complicado, mi recomendación es quecortes por lo sano y cambies de tutor o de programa. En ese contexto te será muy arduo progresar.

¿Cómo responder? Antela revisión de tu supervisor, lo más importante es que sepas traducirlas a prácticas cotidianas. Me refiero a que sus criterios no solo están orientados hacia el resultado que recién analizan, sino a tu programa de desarrollo en sentido general. Consecuentemente, la solución a los apuntes recibidos toma tiempo y debe tener expresión en tu plan de habilidades. Por ejemplo, si una de las acotaciones indica un error en la metodología, no saltes de inmediato a reescribir la falta. En cambio, primeramente, haz algunas lecturas sobre el tema, luego discute con él interrogantes y dudas, a continuación, haz ciertas prácticas donde las apliques, y solo entonces, vuelve con el manuscrito corregido. Verás que encontrarás una respuesta diferente.

Segundo, las revisiones de colegas del mismo campo te aportan otros elementos. Date cuenta que un colega de un doctorando significaexclusivamente otro doctorando.Aquí no hay una relación de jerarquía, sino de camaradería. No hay superiores ni subordinados y, por eso, las más de las veces, estas valoraciones se hacen con mucho respeto y tienen un carácter positivo. Se cuida más la cordialidad de la relación, que juzgar con objetividad el trabajo. Encima, al compartir logros y penas similares hay un aura de empatía que siempre incide sobre el juicio.  

¿Para sirve entonces? El principal beneficio de la revisión de un colega es la identificación de nuevas fuentes de conocimiento de las que no estás al tanto o que no has explorado aún. O sea, referencias actualizadas que ignoras, facetas de tu objeto que no tomaste en cuenta, autores interesantes que omitiste, espacios de socialización donde presentar tus resultados como eventos y simposios que no sabías que existían o, incluso, publicaciones novedosas. La clave es aprovechar las experiencias de otra persona que realiza una exploración similar a la tuya. No se trata tanto de corregir como de expandir los horizontes de tu texto.

Tercero, la revisión más desafiante: las revistas académicas. Aquí ya estás en la última vuelta de tuerca, volcado por completo en la fase de publicación de tus hallazgos. Los textos enviados son revisados inicialmente por el editor, quien garantiza que la propuesta se ajusta al perfil de la revista. De ahí pasan a manos de los revisores, quienes son (doctores) especialistas del tema suscritos a la misma revista. Como todo este proceso se realiza de manera anónima, lleva el nombre de blind peer review. Hay mucho debate hoy sobre los mecanismos de las publicaciones y su naturaleza ética, debes ser consciente de ellos (ver, por ejemplo, Alexánder Sánchez. 2011. Manual de redacción académica e investigativa: cómo escribir, evaluar y publicar artículos, Medellín, Fundación Universitaria Católica del Norte, p. 118).

Los evaluadores tienen tres dictámenes para un texto: publicable sin modificaciones, publicable con modificaciones y no publicable. De ellos, el primero es prácticamente inexistente. Al menos, no he conocido a nadie al que le hayan publicado algo en un journal serio sin haberle hecho varias trasformaciones previas.

Una vez devuelto el manuscrito con las acotaciones, debes dar respuesta a todos los comentarios.Eso no entraña que debes acceder a todos los criterios de los evaluadores. Si un señalamiento supone un cambio radical en tu perspectiva o su solución conlleva más tiempo de los plazos con que cuentas, no discutas, no repliques, este no es un espacio para ello. Si no estás dispuesto a reconstruir el trabajo, te recomiendo es que cambies de inmediato de revista y vuelvas a comenzar el proceso.No obstante, en mi experiencia, una vez resueltas las anotaciones, el escrito crece mucho y se muestra muchísimo más acabado.

¿Qué hago con mi manuscrito destrozado? Identifica la naturaleza del señalamiento y asegúrate de ofrecer respuesta a todos

Ahora bien, el día que recibes la revisión, ya sea el encuentro con tu tutor o colegas o el correo electrónico con la respuesta de la revista, no esperes felicitaciones o palmaditas en la espalda. El tutor te devuelve tu manuscrito lleno de marcas rojas y dos millones de comentarios a pie de página. Eso te hará sentir mal, así que prepárate. Estarás rabioso porque crees que nadie te comprende; despotricarás contra el mundo preguntándote cómo pueden ser tan ciegos y maldecirás tu suerte de encontrarte en un terreno yermo para la frescura de tu imaginación. Esto es normal. 

Mi recomendación primera es la siguiente:recoge los restos de tu confianza destrozada y tómate un día sabático. Bajo ningún concepto te enfrentes colérico a la realizar las correcciones. Cambia de actividad, haz algo físico, en exteriores y, preferentemente, de tipo social. No hagas nada de corte académico y aléjate de tu trabajo habitual. Haz algo que te guste mucho: cocina, baila, haz yoga. Te servirá para calmar las emociones y no darle demasiadas vueltas. Como reza el dicho, la noche da consejo.

Al día siguiente, retoma el trabajo. Lo primero que debes hacer al volver sobre tu manuscrito es colocar, en un documento diferente, todos los señalamientos recibidos. Intenta recordar si son nuevos o si ya los has escuchado antes. Si este es el caso, recuerda la respuesta que les diste. ¿Los ignoraste o ya los habías cambiado y la respuesta no fue satisfactoria? Haz memoria.

Lo segundo es aprender a reconocer la naturaleza de las indicaciones. ¿Son cuestiones de retórica? Es decir, ¿no es un problema del argumento que defiendes, sino que la forma en que lo expresaste fue incapaz de convencer a tu lector? ¿Son asuntos de redacción, de estilo o de vocabulario? O, en otro sentido, ¿son críticas a tus métodos? ¿Se cuestiona tu proceder en la obtención de datos? O, en otra ruta, ¿es el análisis de la evidencia la que es puesta en duda? ¿Por qué?

Normalmente, una revisión vendrá con todos estos aspectos mezclados y es imperativo para ti aprender de inmediato a discriminar su causa.

Tercero, te recomiendo comenzar por todos aquellos que corresponden a ortografía, omisiones y formato. Eso te ayudará en varios sentidos. Por un lado, verás que el texto mejora inmediatamente, adquirirá una mayor calidad y dejará de parecer un borrador. Por otro lado, más importante aún, solventar estos asuntos que toman, cuando más, solo un día o dos de trabajo, te dará el primer soplo de autoestima que se necesita luego del mazazo de la crítica.

Y cuarto, sé realista. Si ya tienes claro las dificultades, ahora traza un plan para enfrentarte a ellas. Desintégralo en acciones pequeñas y ponle fechas que puedas verdaderamente cumplir. Quizás debes incrementar las fuentes revisadas, quizás necesites más experimentos o conducir otras entrevistas. No te apures. Aspira hacia lo verdaderamente necesario para superar el reproche recibido. Verás cuán superior estará tu texto luego de este repaso.

En conclusión, aprovecha las revisiones al máximo. Ponte en el lugar de los evaluadores y sé crítico con respecto a tu propio escrito. Aplicando una estrategia apropiada de selección de revisores y asumiendo una correcta actitud ante las mismas podrás convertir lo que es un miedo natural (a nadie le gusta sentirse inspeccionado) en una herramienta poderosa de perfeccionamiento.

Espero que estas estrategias te funcionen,no sólo para traducirlas en razones operativas a aplicar en el trabajo específico, sino también como coraza emocional que te proteja de heridas innecesarias y te permitan avanzar. Úsalas como mecanismos de motivación. No te dejes marcar por la viruela del resentimiento, no se cura con facilidad.