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AHS, donde las utopÃas son posibles
El primero de los dos procesos de crecimiento (al año, en abril y octubre) está en marcha. A lo largo y ancho del paÃs se recoge la documentación de los aspirantes, que deben tener entre 16 y 35 años de edad. Y uno, que forma parte de la divulgación, aseguramiento y confección de los expedientes, se adentra con curiosidad en las cartas de “Solicitud personalâ€, en la que el firmante explica el porqué de su pretensión de ingresar a la Asociación Hermanos SaÃz y su conformidad con los Estatutos y Reglamento.
Pero, ¿qué tienen en común esas expresiones? “La AHS es el lugar perfecto para seguir desarrollándome como actriz y brindar mis conocimientos a todo joven que le interese la actuaciónâ€, asà resume una de las candidatas a las que atendÃ. Otro muchacho, defensor de los espacios audiovisuales, explica: “Ser parte de la organización podrÃa ayudar mucho con mi formación personalâ€.
Copio y pego de otro documento: “Debido a que promueve, estimula y enriquece las aspiraciones del joven artista, serÃa favorable para mà el recorrido por la AHSâ€. Y cierro: “Reconozco la organización como formadora, forjadora e impulsora. Desde sus espacios, ofrece a los jóvenes la oportunidad de soñar y sentir el arte. Sé que en ella se puede dar y recibir al mismo tiempoâ€.
Muchos no poseen un currÃculum artÃstico amplio, porque ciertamente la obra está por construirse. Basta con dejar ver las cualidades artÃsticas o literarias para convertirte en familia. Formidable es, entonces, esa satisfacción porque exista una asociación de carácter nacional, no lucrativa, con fines culturales y artÃsticos, que agrupe de forma voluntaria a los jóvenes escritores, artistas y promotores. Y, por supuesto, toca a esa organización estimular la creación, defender la libertad creadora y la obra artÃstica y literaria de sus miembros.
Los aspirantes nunca antes han estado tan cerca de lo que buscan. Saben, incluso, que la Casa de Joven Creador se encuentra abierta para todos los interesados en vincularse a esta institución, sin la obligación de ser miembros.  Hasta pudiera decirse, a partir de su rica programación, que es un centro de formación y superación profesional.
Tanto asà que no pocos jóvenes se han profesionalizado a través de la AHS. Tienen los asociados, además, la posibilidad de integrarse a nuevos proyectos y disponer de los medios y espacios de la organización, los cuales proporcionan un mayor grado de madurez en sus trabajos. Al mismo tiempo, podrán optar por las diferentes becas y premios que se ofrecen, como sustento financiero para el provechoso desarrollo artÃstico.
Son esos interesados de hoy, quizás, los que en unos meses o años convoquen a una exposición para hacer la curadurÃa, los especialistas de la Asociación, los creadores o presentadores de un libro, los realizadores audiovisuales… Mucho potencial sabemos que queda fuera del proceso, ya sea por desconocimiento o incertidumbres ante sus muestras, pero hay que enamorarlos e informarlos de las bondades de la Asociación.
En esa renovación y estabilidad de la membresÃa, está no solo el resultado futuro de manera individual, sino de la creación colectiva. Todo lo que hagan los jóvenes se vincula y tiene el respaldo de la AHS, ya sea como profesores de una Universidad o en algún puesto en otros centros laborales. De cualquier inquietud puede surgir un proyecto.
Esta juventud artÃstica cubana agrupada reconoce que la organización es un sitio para mostrarse y mostrar, intercambiar con otros creadores y crecer. Y lo más reconfortante, expresado en tantos eventos y jornadas de programación, está en esa búsqueda constante de cómo se puede servir más a la Asociación. Es bueno insistir también en esa reciprocidad.
La AHS es inclusiva y esos creadores noveles la consideran asÃ. Y si escogiste integrarla sabes que tienes que aprovechar el tiempo, sus posibilidades y evadir estados no tan fieles a la creación. Existirán siempre nuevos talentos, porque Cuba es nicho de creadores autodidactas. Luis SaÃz Montes de Oca lo apuntarÃa para la eternidad: “No tenemos más que nuestra vida y una obra inmensa que realizarâ€.
También Yasel Toledo Garnache, actual presidente de la organización, describirÃa el futuro: “AHS para ser jóvenes todo el tiempo, para unirnos con toda nuestra diversidad, para ir siempre hacia adelante y vencer cualquier obstáculo. Un grupo de amigos para reÃr y soñar, para experimentar y ser más fuertes. Una familia para nunca estar solos, para polemizar y, a pesar de todo, amarnos. Una vanguardia para demostrar que las utopÃas son posibles, para tratar que nuestra obra sea cada vez mejor, para sabernos todo lo importante que somos, para transformar nuestras realidades a favor de nosotros y, en especial, de los demásâ€.
“Uno de los desafÃos es hacer más grande esta organización, y crecer también junto a ella. Ojalá quienes nos acerquemos lo hagamos con el afán de encontrar un impulso para nuestras obras individuales, pero, esencialmente, nos sintamos seducidos por la posibilidad de compartir con algunas de las personas más talentosas de nuestra generación, con escritores, actores, dramaturgos, investigadores, realizadores radiales y televisivos, artistas visuales…, todos unidos por la pasión del arte y su espÃritu indescriptible, gente que hablamos mucho o no, pero que sobre todo hacemosâ€.