Creadores
Premian en Camagüey a jóvenes creadores en concurso Un Kpricho Creativo (+ Fotos)
Jóvenes artistas agramontinos resultaron premiados como parte del concurso Un Kpricho Creativo, organizado por el Dúo Dulce Kpricho, integrado por los trovadores Ada Naranjo González y Harold Díaz Pedraza, con el auspicio del Centro Provincial del Libro y la Literatura y la Asociación Hermanos Saíz de Camagüey.
Un Kpricho Creativo premia las mejores obras en las categorías de Poesía, Composición Musical y Narrativa, para ello se convocó a un jurado de expertos dividido por comisiones en correspondencia con cada categoría.
En el apartado de Poesía el jurado integrado por Olivia de la Caridad Casanova Blanco, Yadira Troche Nerey y Leoneski Buquet Rodríguez decidió otorgar el Gran Premio a la obra ¿Qué más que la vergüenza?, de Alejandro Muñoz Aguilera; la primera mención a Soy fragmentos de la brisa de Rosabel Pi González; una segunda mención a la obra Cantos Silvestres, a cargo de Christian Muñiz Anido, la cual destaca por el rescate de lo tradicional en la décima; y una tercera mención a la obra Alas, de Lixiel María Riverón Cardona.
En el caso de Composición Musical fueron galardonadas con tercera mención la obra Tonada libre habanera del joven Christian Muñiz Anido; segunda mención la pieza Espejuelos oscuros a cargo de Lixiel María Riverón Cardona; tercera mención a Penas de bohemio, de Carlos Rafael Gonzáles Caballero y el Gran Premio para Champions como Izzy, por Irán Díaz Gómez.
En tanto en la categoría de Narrativa premiaron las obras Último abrazo a la realidad, de Aracelis Fonseca Batista, con tercera mención; Laura, a cargo de Rosabel Pi González, con segunda mención; ¿Cuántos Jaimes no habrá?, de Edián Domínguez, con primera mención, y el Gran Premio en este apartado quedó desierto.
A decir de la artista Ada Naranjo, el certamen busca incentivar la creación y propiciar que noveles artistas canalicen sus creaciones hacia un perfil profesional consolidado.
En ese contexto José Xavier Guerra Carmenates, presidente de la filial camagüeyana de la Asociación Hermanos Saíz, invitó a los jóvenes creadores a participar de la entrega de 2024, que se desarrollará durante la Feria de Jóvenes Creadores Golpe a Golpe. (Idaylen Rodríguez Rodríguez/Radio Cadena Agramonte) (Fotos: perfil en Facebook de la AHS Camagüey)
No es solo otro congreso
o es solo otro congreso de la AHS, sino la oportunidad de abogar para que se llegue a un consenso en torno la necesidad de jerarquizar y establecer pautas en torno al arte joven en el país. La Asociación Hermanos Saíz se ha reunido y en ello existe la certeza de que hay una vanguardia articulada que requiere de los mecanismos para su posicionamiento. No solo se trata de dineros, ni del recurso o el respaldo de las instituciones. Los creadores son esa porción de la sociedad que no va a pedir permiso para expresarse y que hará su obra a contrapelo de lo que sea. Toca a las entidades entenderlo, crear espacios de diálogo y darles protagonismo a esas voces que pueden transformar las comunidades no solo en entornos en desarrollo material, sino con una proyección más allá de las limitaciones que nos impone el momento. La cultura no solo se trata de bellas artes, de manifestaciones de lo hermoso o lo trágico, sino que es todo aquello que actúa sobre el ser humano.
De manera que se trata de un terreno mucho mayor que la simple conceptualización de las cuestiones del arte. Y en eso la AHS posee todo un recorrido como organización que conoce las inquietudes de los jóvenes y sabe canalizarlas. Hoy se entiende la creación solo en el sentido de las presentaciones de teatro, de la literatura, de la pintura, pero en realidad el nuevo horizonte de las redes sociales y del cambio de paradigma ha hecho que todo se torne híbrido. Las distancias desaparecen y las instituciones que eran mecanismos de comunicación con el mundo, extensiones de la universalidad hasta lo concreto de nuestro contexto, se tornan en brazos inanimados que no alcanzan a poner en movimiento lo que se requiere en materia de promoción, de posicionamiento. Por ello, en el caso sobre todo de Cuba, se impone una revisión de lo que está pasando con el sistema de jerarquías de las artes y a partir de ahí trazar las acciones de la política cultural vigente. Uno de los elementos que más saltan en el proceso de análisis de las problemáticas de la cultura es que no hay una correspondencia entre los diagnósticos y el sistema de prevención y de programación de las actividades. Con contadas excepciones en la geografía nacional, está primando un toque de esnobismo y de importación que no mira con criticismo el tema del consumo. A la vez, los artistas del patio son llevados de la mano de estas pretensiones para poder subsistir en un ecosistema cada vez más marcado por las relaciones de mercado.
¿No es esto competencia de la AHS y de su congreso? Más que eso, tendría que haber una correspondencia entre los factores a nivel nacional para que desaparezcan los escollos que niegan la naturaleza de un decurso artístico necesitado de otra mirada. El papel de la crítica de arte, de los espacios de debate, la superación y el vínculo entre las instituciones y la gente; son cruciales en la manera en que se repiensa la cultura. La cuestión pasa por formas de entender no solo la creación sino la regulación de la conducta, el adecentamiento de los valores y la construcción de entornos de convivencia. Por ahí van los disparos de todo debate que se haga desde y para la cultura, sin demeritar las disquisiciones más concretas de cada sector.
La sociedad de los artistas no pertenece a la univocidad de sentido, sino que hay en su interior las frases más diversas y las esencias más dispares en torno a lo que debe ser la expresión humana, de ahí que sea necesario que los cubanos tengamos sentido de lo que allí se decide. No es solo un congreso, sino la manera en la cual miramos la construcción de sentido. Los creadores son a la vez que demiurgos de la realidad más hermosa, cocreadores de un sistema de apreciación de la vida y de las esencias sociales. Eso hace de los espacios de la AHS algo aún más trascendente, ya que no se niega que haya diversidad, sino que se la promueve y en tal sentido se hace una fortaleza en medio de las más duras condiciones de hoy. En el país no existe todo para que florezca un creador, de hecho, se atraviesa por un periodo de escasez de los mayores. Bienvenida la iniciativa que rescata las voces, que las reposiciona y les da el matiz necesario dentro del concierto de las polémicas en torno al arte y su papel.
Pudiera pensarse que es solo otro congreso para decir lo mismo o evaluar lo que se acordó y que no se ha llevado a cabo. Pero más que eso, la gente requiere verse las caras, concretar desconciertos, hacer de su vida algo más allá de la desazón. Los artistas poseen todas esas sinergias y donde estén harán de los espacios algo que no caída en las conformidades, en las enrarecidas aguas del desasosiego o la apatía. Más allá de reunirnos, los artistas que somos miembros de la AHS siempre podemos hacer las tormentas perfectas en torno a lo que somos y queremos ser. De ahí que no haya oportunidad menor, ni detalle que se salga del tiesto en estos quehaceres de la organización. Si en un sitio se es disconforme a la vez que trabajador y se hace por la cultura en su más amplio espectro ese es la Asociación Hermanos Saíz.
El congreso no va a arreglarlo todo, de hecho, no es el mecanismo idóneo ni único en tal sentido, pero resulta vital para que se concrete una parte de la utopía. La AHS es eso, a fin de cuentas, la imposibilidad de quedarse quieto en la realidad llana e inmóvil, la necesidad de ir más allá.
Edilberto Sosa: “Todos somos actores”
Personajes
Edilberto Sosa
YoDe niño, Edilberto se recuerda en el intento de escribir canciones. “¿Quieres que te cante alguna?”, preguntaste. [+]
Conmemoran jóvenes creadores fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina
Con un cine debate del filme Inocencia en la Casa del Joven Creador, la Asociación Hermanos Saíz en Ciego de Ávila conmemoró este domingo el aniversario 151 del Fusilamiento de los Ocho Estudiantes de Medicina.
La actividad forma parte del programa de acciones de la cruzada cultural Siguiendo La Trocha, la cual incluyó la presentación del libro La Trocha por dentro, de José Gabriel Quintas.
Durante el sábado la guerrilla cultural de los jóvenes creadores protagonizó funciones en la Flota Marina Pesca de Júcaro y en el Complejo Cultural El Arauca.
La cruzada cultural Siguiendo La Trocha de la Asociación Hermanos Saíz en Ciego de Ávila prevé presentaciones para este lunes en las comunidades venezolanas El Quince, El Macizo Cañero y en La Caoba.
Organiza la AHS recogida de donativos para Matanzas
Con la solidaridad como bandera, la filial de la Asociación Hermanos Saíz organiza la recogida de donativos para las víctimas del incendio en la Base de Supertanqueros de la zona industrial de Matanzas.
Por ejemplo, en Cienfuegos, por ejemplo, Danaysi Brito Hernández, vicepresidenta de la organización en el territorio, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que durante todo este martes, en el Centro Cultural de las Artes Benny Moré, sede de la AHS, estarán recepcionando aquellos productos útiles que deseen traer las personas.
Convocamos a todas las instituciones, culturales o no, artistas, empresas y al pueblo cienfueguero en general para aportar lo que puedan y de esta forma apoyar a los accidentados, a sus familiares y al personal que enfrenta las llamas día a día en la zona del siniestro, comentó.
Desde esta mañana hemos recibido agua, refrescos, jugos, café, además de insumos médicos como mascarillas, caretas, jeringuillas, entre otros artículos, afirmó.
Destacó que tuvieron una rápida respuesta por parte de la Biblioteca Provincial Roberto García Valdez, Artex, la Casa de la Música de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales de Cienfuegos, la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba y cuentapropistas.
Informó que estarán hasta las siete de la noche de este propio martes acopiando los productos y saldrán el miércoles temprano con destino a la Atenas de Cuba para entregar dichos bienes, indispensables en momentos tan difíciles para el pueblo matancero y para toda Cuba en general.
El trovador Nelson Valdés, miembro de la vanguardia artística joven cienfueguera, expresó en su perfil en la red social Facebook: “Estamos aquí, gracias a todos los que van llegando. Podemos ayudar en estos momentos difíciles, Matanzas nos necesita y nosotros no le vamos a dar la espalda”.
El pasado viernes, 5 de agosto, una descarga eléctrica provocó un incendio de grandes proporciones en la zona industrial del occidental territorio y desde esa fecha, como en ocasiones anteriores, la solidaridad no se hizo esperar.
Desde la Perla del Sur, ubicada al centro del país, acudió de inmediato el Cuerpo de Bomberos de la Refinería de Petróleo Cienfuegos S.A.
Mientras que en el hospital provincial Dr. Gustavo Adereguía Lima activaron una brigada quirúrgica, al tiempo que dispusieron camas para atender a pacientes en las salas de Quemado y de Terapia Intensiva en caso de ser necesario.
Organiza la AHS de Cienfuegos recogida de donativos para Matanzas
Con la solidaridad como bandera, la filial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) de la provincia de Cienfuegos organiza la recogida de donativos para las víctimas del incendio en la Base de Supertanqueros de la zona industrial de Matanzas.
Por ejemplo, Danaysi Brito Hernández, vicepresidenta de la organización en el territorio, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que durante todo este martes, en el Centro Cultural de las Artes Benny Moré, sede de la AHS, estarán recepcionando aquellos productos útiles que deseen traer las personas.
Convocamos a todas las instituciones, culturales o no, artistas, empresas y al pueblo cienfueguero en general para aportar lo que puedan y de esta forma apoyar a los accidentados, a sus familiares y al personal que enfrenta las llamas día a día en la zona del siniestro, comentó.
Desde esta mañana hemos recibido agua, refrescos, jugos, café, además de insumos médicos como mascarillas, caretas, jeringuillas, entre otros artículos, afirmó.
Destacó que tuvieron una rápida respuesta por parte de la Biblioteca Provincial Roberto García Valdez, Artex, la Casa de la Música de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales de Cienfuegos, la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba y cuentapropistas.
Informó que estarán hasta las siete de la noche de este propio martes acopiando los productos y saldrán el miércoles temprano con destino a la Atenas de Cuba para entregar dichos bienes, indispensables en momentos tan difíciles para el pueblo matancero y para toda Cuba en general.
El trovador Nelson Valdés, miembro de la vanguardia artística joven cienfueguera, expresó en su perfil en la red social Facebook: “Estamos aquí, gracias a todos los que van llegando. Podemos ayudar en estos momentos difíciles, Matanzas nos necesita y nosotros no le vamos a dar la espalda”.
El pasado viernes, 5 de agosto, una descarga eléctrica provocó un incendio de grandes proporciones en la zona industrial del occidental territorio y desde esa fecha, como en ocasiones anteriores, la solidaridad no se hizo esperar.
Desde la Perla del Sur, ubicada al centro del país, acudió de inmediato el Cuerpo de Bomberos de la Refinería de Petróleo Cienfuegos S.A.
Mientras que en el hospital provincial Dr. Gustavo Adereguía Lima activaron una brigada quirúrgica, al tiempo que dispusieron camas para atender a pacientes en las salas de Quemado y de Terapia Intensiva en caso de ser necesario.
Por:Yohandra Gómez Amaró | Foto: Cortesía de la fuente
(Tomado de la Agencia Cubana de Noticias)
Ideología y cultura: El papel de los intelectuales en la Cuba de hoy (Espacio Dialogar, dialogar)
Algunas ideas expresadas en el espacio Dialogar, dialogar Ideología y cultura. El papel de los intelectuales en la Cuba de hoy. ¿Qué hacer?, 27 de mayo de 2021:
—Los intelectuales se deben retroalimentar constantemente del pueblo. Son parte de él. No solo deben enunciar o analizar superficialmente los problemas. Buscan sus causas, pero sobre todo las posibles soluciones.
—Resulta fundamental la concepción de intelectual orgánico, que enunció Gransci, que pretende transformar la realidad para bien de las mayorías.
—A veces ciertos intelectuales se sienten y comportan como una élite, pero es pertinente el diálogo constante con la sociedad, conectar con sus diferentes sectores.
—Es muy positivo que en Cuba algunos de sus principales patriotas y líderes han sido también intelectuales de profundo pensamiento y sensibilidad artística, como Perucho Figueredo, Carlos Manuel de Céspedes, José Martí y Fidel Castro, quienes conectaron siempre con los más humildes.
—En las revoluciones verdaderas, como la cubana, es fundamental que la vanguardia política sea también una vanguardia intelectual, que construya consensos y unidad entre los diferentes sectores de la sociedad.
—La poesía no radica solamente en los versos, está sobre todo en las acciones, en la dignidad y la ética.
—Algunos mencionan a Marx, pero lo verdaderamente importante es ser marxistas en verdad.
—Jamás deberá descuidarse la formación de los niños, la influencia de los profesores ni de los sistemas de medios de prensa.
—Es necesario conectar también con jóvenes de izquierda de otras partes del mundo, compartir nuestras visiones e ideas.
—Las redes sociales son uno de los principales escenarios en las disputas ideológicas y culturales, pero los físicos siguen siendo los más importantes.
—Estos son momentos de defender nuestras posturas revolucionarias, sin temores y conscientes de las posibles consecuencias, incluidos linchamientos en plataformas digitales.
—No solo son importantes los intercambios en espacios físicos e Internet, pues también resulta muy necesaria la producción de símbolos y otras vías de comunicación, como los libros, las películas y demás audiovisuales.
—Cuba y sus intelectuales tienen también una gran responsabilidad a nivel internacional como fuentes de ideología y símbolos.
Fractura contra los espejismos del arte (+Obras y tuits)
Hace alrededor de medio milenio el arte adquirió un carácter comercializable. La idea de tener un “objeto” con características especiales seducía a muchos en el afán de alcanzar determinado poder. Resulta aún, hoy día, usual dilema el hecho de que algo que no posee valor de uso constituya una pieza fundamental del canjeo y las relaciones comerciales.
Indiscutiblemente, con el paso del tiempo los procesos inherentes al mundo del arte se han visto permeados de una mayor complejidad. Para el teórico estadounidense Arthur Danto, “estamos en una etapa prehistórica, en la que todo es susceptible de ser arte”, aseveración que se ve sustentada en “la teoría del problema de los Indiscernibles”.
El mercado del arte es un ámbito esencial a explorar a la hora de abordar el desarrollo del hecho artístico. Su análisis se ha convertido en una necesidad imperante para contribuir a dilucidar una parte importante del entramado que compone lo que se ha catalogado como “el mundo del arte”. Este último constituye un elemento fundamental dentro de lo que el filósofo George Dickie ha calificado como la Teoría Institucional del Arte. En esta ocasión resulta fundamental reconocer esas estructuras que forman parte de la teoría, debido a la incursión del Proyecto Fractura en un centro donde una de las premisas esenciales es realizar la comercialización del producto artístico.
Fractura nos presenta su visión acerca del “conflicto” y nos vuelca en determinados cuestionamientos: ¿Qué es el mercado?, ¿qué representa para el ámbito cubano y santiaguero en particular?, ¿qué representa para ellos como creadores? y ¿qué tipo de mercado o comercialización se lleva a cabo en este contexto? Realmente son muchas las interrogantes que pueden asistir a esta muestra.
Con todo, resulta difícil desentrañar la delgada pared que separa lo que se debe hacer de lo que se hace realmente. Parece que todo está escrito sobre determinado proceso o fenómeno, pero continuamente queda lugar para la incertidumbre, para las brechas donde suceden cosas inusuales y opuestas a las que están preestablecidas, lo cual nos acerca a la idea de que no todo funciona como se enuncia. Cabe decir que “el mercado del arte” o las relaciones comerciales que se establecen en Santiago de Cuba, que no constituye un escenario diferente al del resto de las provincias –fuera de la capital–, deja mucho que decir en cuanto a las maneras de llevar a cabo este complejo proceso. Más, no es intención primada de esta exposición debatir los desempeños de instituciones culturales y sí en llegar a puntos más incisivos que afectan la matriz de todo hecho artístico, desde la esencia del propio arte que inicia en el creador y su tiempo.
Entonces, resulta evidente que la cuestión primordial que da luz a esta muestra es ¿qué representa el mercado para los creadores y cómo los influye en el proceso creativo? Frank Lahera, Carlos Gil y Yuri Seoane han tejido una red de significados. Construyen su universo simbólico aludiendo a las prácticas que se suscitan alrededor de este tema. Es una muestra plural como ya acostumbran a legar los jóvenes artífices. La preocupación de los autores acerca de la frialdad con que puede ser visto este tópico los induce hacia un viaje convulso en aguas turbulentas.
Esta exhibición, que no es para nada frívola o alejada de la realidad, es un espacio vivo; Las raíces de un árbol no proyectan sombras, un título que demarca lo que acontece desde lo más profundo hasta su calada en el hoy y el ahora. Incluso se lanza más allá pues traspasa los límites de la galería para representar la inquietante situación que identifica las actuales circunstancias y que los afecta directamente porque son entes sociales.
Como enlace de lo múltiple, el grupo ha mezclado diversos soportes. Es una especie de juego para invitar a repensar la idea que permea y afecta al mundo del arte y a sus creadores. Lahera resulta bastante explícito en sus producciones audiovisuales y las calza coherentemente con fotografías de la serie “Tin marín”. El contraste soberbio de fondos muy oscuros con las figuras humanas desbordadas por símbolos materiales predispone al espectador a la hora de abordar la trama. Al plasmar detalles del cuerpo construye una atmósfera que exige sumergirse y empaparse con el entorno, cuestión que enriquece además con instalaciones un tanto atrevidas que sugieren símbolos más globales del ámbito artístico.
Por su parte, Seoane nos vuelca hacia lo más íntimo. Pondera lo individual sin abandonar ese mensaje de calado universal. Con su serie instalativa “Confort” cuestiona la falta de valentía del ser humano que se construye sus propias jaulas, que no permiten la evolución del pensamiento. Hace un llamado a no conformarse, a lanzarse y correr riesgos que valen la pena para descubrir la verdadera esencia de cada uno. Es una ramificación de la metáfora que se deslinda del mercado. Es luchar contra lo convencional. Ratifica una y otra vez que lo habitual no es sinónimo de propicio. El mercado es una burbuja, una construcción mundana que puede traer beneficios aparentes y al mismo tiempo significar el fin de la creación.
Asimismo, Carlos Gil, en este caso, da la nota de conexión con el pasado, que se transfiere en determinados elementos alegóricos que más que sustantivos u objetos son acciones verbales en función. Concreta la representación del vestigio de las consecuencias, es la paráfrasis del desgaste vaticinado por los ancestros que conviven con él en sus ideales y que ha querido incorporar a través del pelo. El cabello humano es una especie de documentación simbólica que consolida la premisa de la impermanencia y es plasmada en la serie “Arrastre”, aunque debe aclararse que también es análogo a las actividades que acontecen en el presente.
No obstante, también utiliza otros medios para lograr meditar acerca de esos conflictos internos que afectan la evolución del ser. Es una mirada más que reflexiva, que se consuma como abordaje de fenómenos vigentes. Las imágenes que registra van hilando dimensiones de la diversidad de forma orgánica. Gil es un provocador nato. Sintetiza lo antropológico y las instalaciones y videos performances que vigorizan la muestra con un matiz corrosivo que ha caracterizado siempre su trayectoria y que hoy resume con naturalidad.
El Proyecto Fractura una vez más se encuentra de pie ante la avalancha de la apariencia. Este grupo no promueve espejismos absurdos, sino que lucha contra ellos. Recordemos que como dicta su manifiesto, Fractura “es hacer arte, vivir para el arte y no vivir del arte”.
Convocan en Cienfuegos a expo virtual colectiva por aniversario 35 de Asociación Hermanos Saíz
La Sección de Artes Plásticas y el Sello Reina del Mar Editores de la Asociación Hermanos Saíz en Cienfuegos, convocan a creadores con menos de 35 años, residentes en cualquier provincia del país a participar en la Expo virtual colectiva Aniversario 35 de la AHS.
Capítulo # 14: El color cubano I (+ Fotografías)
Apuntes sobre la obra fotográfica de Rubén Aja Garí
I
Un fotógrafo es un poeta. Uno que traduce en imágenes las variedades posibles de la existencia. Su límite está en su ojo tras el lente. Captar la realidad y redescubrirla desde la particular perspectiva del ser fotógrafo, es un acto poético. Gran parte de la historia de los hombres está construida desde la documentación fotográfica de distintos sucesos. De ahí la responsabilidad adicional del ser fotógrafo, su habilidad no es solo la de manejar un artefacto que registra el tiempo mediante la luz. Su responsabilidad es la documentación poética del mundo tanto en la construcción humana como en la creación total de la naturaleza.
La fotografía (hace mucho) dejó de ser un acto pasivo en esa documentación, dejó de captar solo el exterior del sujeto/objeto para además captar el mundo interior de los hombres. Las ideas empezaron a encontrar otra manera de ser expresadas. Algo que la pintura ya había incorporado con anterioridad y que a la vez, la hacía parecer más necesaria. La fotografía entonces, se convierte en un dispositivo artístico (más) cuya fuerza discursiva supera el concepto de los hechos documentados. Introduce en su semiología la crítica de la comprensibilidad del mundo y el activismo, como herramientas a las luchas sociales e individuales del hombre.
La fotografía como investigación artística busca la significancia e insignificancia del ser. Esta exploración va desde la conceptual hasta lo popular. El fotógrafo nos dice: esto hay que mirarlo, esto es poesía. Así construye un ojo colectivo, una ética de la imagen y una visión disruptiva. El impacto emocional tras la contemplación de una obra fotográfica deviene en experiencia estética del individuo.
II
Uno de esos poetas de la imagen fija, el cual he tenido la oportunidad de conocer es Rubén Aja Garí (Santiago de Cuba, 1979). Rubén entiende la fotografía desde la responsabilidad poética de un creador. Su obra posee un carácter vivencial, un registro de su presencia en determinados sucesos. Hay fotógrafos que van tras la imagen, pero en el caso de Rubén, la imagen anda con él todo el tiempo. Él juega con la luz, interpreta y luego aparece la foto. Nos dice que esa imagen trasciende al propio suceso (del que ha sido partícipe). Nos habla de la multiplicidad de la vida y sus distintos estados. Nos descubre.
No es mi intención hacer una síntesis curricular de un hombre que se mueve en tantos caminos del arte y la cultura dentro y fuera de su ciudad. Quiero hablar de su obra fotográfica, que a mi entender es su búsqueda más genuina.
Durante la última década (2010-2020), (a mi criterio) es Rubén Aja Garí, el fotógrafo santiaguero más importante. No se trata esto de una competencia entre Aja y los demás creadores de la urbe, ni siquiera de desmeritar los procesos creativos, publicitarios, expositivos y simbólicos de otros grandes maestros del lente. Tampoco es un acercamiento para anular la nueva camada de fotógrafos de la ciudad, para algunos de los cuales ya he dedicado tiempo de estudio por la impronta de su obra. Escojo a Rubén y me permito no mencionar otros nombres, porque veo en su obra la síntesis de sus maestros (directos o no) y la síntesis de sus alumnos (directos o no).
La obra de Rubén Aja Garí se caracteriza por la comprensión inter y transcultural de corte secular de los procesos que lo circundan. La irrealidad de sus imágenes nos hace pensar en los vínculos entre lo humano y lo divino, lo caótico y lo ordenado. Su criterio simbólico está en la imagen sin transgredir, sin introducirles nuevos elementos anacrónicos para crear nuevos significantes. La experiencia estética tras el intercambio con alguna de sus obras, transita por códigos vinculados a la identidad del ser santiaguero y el ser cubano.
En su serie Color cubano, podemos apreciar como el fotógrafo juega con lo múltiple y el azar para acceder a otra noción de sentido. La contraposición de figuras, que por concepto no deberían estar emparentadas, son enfocadas y mostradas como una sola imagen. Una lectura humana y a la vez imperceptible en medio de la cotidianidad. Pero no debemos subestimar el alcance de nuestro cerebro, esas imágenes compuestas subyacen en nosotros. Solo se necesita un ojo entrenado y una cámara para devolvérnoslas cargada de significados. Los artistas suele convertir en arte, imágenes construidas por quienes no son artistas.
Un ejemplo dentro de la obra de Rubén, es cuando pone su lente en Martí. En la imagen el apóstol parece hablarnos, trae una paloma en su brazo mientras la cúpula dorada del capitolio aparece detrás.
Ambos símbolos son contrapuestos en el espacio para hablarnos de un tercer elemento: Cuba. Rubén es un martiano de convicción, un mambí del lente, y Cuba (con todas sus extremidades) es el mayor tema de su obra.
Pudiéramos agregar otros temas en la investigación fotográfica de Rubén tales como: la religiosidad, el uso y abuso de la propaganda política, la naturaleza, la documentación de las grandes celebraciones culturales y los símbolos patrios. Pero todos estos temas son transversalizados por su búsqueda constante en definir a Cuba.
En esta fotografía, la imagen de Cristo crucificado se combina con la bandera de la estrella solitaria, que ondea en un segundo plano. No es casual que busque inspiración en elementos que son trascendentales para la cosmovisión de la identidad cubana.
Busca en la religiosidad las esencias del ser cubano. No solo Cristo, la Virgen de la Caridad del Cobre ha estado componiendo su sistema de imágenes. Su relación con el Santuario del Cobre le ha permitido hacer imágenes inéditas de la madre espiritual de los cubanos.
III
Otro hecho que colorea su fotografía es su participación en la Fiesta del Fuego, cita vital en el rescate del patrimonio inmaterial del Caribe. En este encuentro organizado por la Casa del Caribe, y en el cual Rubén tuvo el privilegio de diseñar el cartel oficial en el año 2012, cuando se le dedicó al caribe colombiano, el fotógrafo ha encontrado un carácter antropológico en su imagen.
La herencia de nuestra identidad vista en los elementos de algunos líderes religiosos. Instrumentos que llevan implícito el recorrido de nuestra sangre. Una silla donde debe sentarse el más sabio de la tribu. Allí debe colocarse nuestro ojo civilizado y globalizado.
¿Por qué la imagen de los elementos divinos de un hombre debe ser admirada? ¿Qué debería decirnos/mostrarnos esa imagen?
El lugar donde se consulta el espíritu, del hombre que aparentemente no tiene nada que ver con ese modelo de vida, es seleccionado. El fotógrafo no quiere que olvidemos que la fe es una construcción humana, pues solo se llega a ella, a través de objetos físicos.
Los desplazamientos en esta última imagen son muy profundos. Se trata de una reflexión que trasciende al devenir de la muerte y la resonancia de nuestra estadía en la vida. El sabio observa al fuego y parece un pasado eterno que nunca abandonará el lugar. La silla vacía no es solo la ausencia del sabio, sino de todo lo que un hombre como él representa para su comunidad y para la memoria colectiva. El fuego no se apaga pero el anciano ya no está.
En esta imagen el instrumento vuelve a estar solo. No tiene a quién lo utiliza pero sí las marcas de quienes han sido sus dueños. ¿Geografía de la memoria? En ese transcribir de la realidad muy particular de Aja, hay que adicionarle su esfuerzo lúcido y a la vez intuitivo por definir las unidades en juego.
El instrumento en soledad pero que al mismo tiempo representa una imagen colectiva incita a una relación adquisitiva con el mundo que nutre la percepción estética y favorece el distanciamiento emocional. Rubén preserva abierto los registros que por lo general (a la vista de la cotidianeidad) el tiempo reemplaza constantemente. El tambor en ninguno de los casos representa la música como significado afín, sino lo múltiple, el azar, el juego ideal, la memoria y el devenir. Es la puesta en valor de la presencia como un fenómeno (absolutamente) plural.