convivencia


Para reír juntos, pero no revueltos

El grupo humorístico Etcétera vuelve a acaparar titulares con el estreno de la serie televisiva Juntos pero no revueltos, que sale al aire los viernes a las 8: 30 P.M. por el canal Cubavisión.

La primera temporada del programa, dirigida por el reconocido realizador Roly Peña, contará con 10 capítulos de 27 minutos, los cuales fueron rodados adoptando todas las medidas sanitarias en la Quinta Santa Bárbara, sede de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano.

Para conocer más detalles, el Portal del Arte Joven Cubano conversó con el líder del grupo, actor y guionista de la serie, Eider Luis Pérez.

Juntos…

Esta es una comedia de situación que usa el humor blanco para narrar la historia de tres personajes que heredan una casa-finca y se ven obligados a convivir sin tener ningún tipo de parentesco entre ellos. En su esencia no se parece a nada de lo que está ahora en pantalla en la televisión cubana y es una manera diferente de asumir lo cómico.

Los personajes principales son Michelín (interpretado por Yasser Velázquez), que es un hombre muy mujeriego con una masculinidad especial; Francis (yo), un centrohabanero nacido en Francia que vino a Cuba y se “aplatanó” cómodamente, y Vicentina (Venecia Feria), una octogenaria señora que es el antagónico de los demás.

A ellos se les incorpora un cuarto inquilino que es traído a la finca por Vicentina, Benito (Luis Ángel Batista), un actor frustrado con ínfulas de grandeza y un trastorno disociativo de la personalidad, que siempre está dentro de un plató imaginario creado por él.

El tema principal es la convivencia y de ella se derivan otros como el arraigo, las relaciones de género, las relaciones intergeneracionales, la lucha por el espacio y la imposición de criterios. La pugna es constante y están en juego muchas miserias humanas y comportamientos inadecuados en función de la comedia.

¿Es la primera vez que trabajan como protagonistas en una serie humorística televisiva?

Habíamos hecho una serie anterior que se llamaba Canal Etcétera, que salió por el Canal Habana en 2017 gracias a una beca de creación El Reino de este Mundo, de la Asociación Hermanos Saíz, en la que también fuimos los protagonistas.

Juntos pero no revueltos sale precisamente de una de las secciones, que se llamaba Una casa entre tres y era un sketch de ocho a nueve minutos. Ahora crece y se convierte en una serie de 27 minutos de Cubavisión, con otra dimensión y un mayor alcance. También habíamos tenido varias incursiones en otros programas como El atracón, No quiero llanto y Vivir del cuento, en el cual formé parte del staff de guionistas.

Revueltos…

Tengo que agradecer la colaboración de muchos buenos actores del cine y la televisión que trabajaron en el programa con nosotros y con los cuales aprendimos mucho. Tal es el caso de Jorge Martínez, Alejandro Palomino, Natacha Díaz, Mario Rodríguez Tarife, Yailín Copola y Daisy Quintana, y de varios humoristas como Jorge Díaz, Carlos Gonzalo y Rigoberto Ferrera. Asimismo, incursionaron en este camino jóvenes actrices como Amalia Gaute, Bárbara Menéndez, y nuestras coterráneas holguineras Lilian Santiesteban y Danay Cruz.

¿Qué importancia tiene el humor en estos tiempos difíciles de pandemia?

El humor juega un papel fundamental, pues siempre ha sido un mecanismo de defensa para salir de los momentos más complejos. Creo que es un refrescante a la situación que nos rodea actualmente, tanto nacional como mundial.

En la serie intentamos hacer reír al público y que pase un rato agradable en ese estado de gracia natural que provoca el humor cuando se hace bien pensado. Con la ruptura de la cotidianeidad impuesta por el coronavirus, las personas pasan mucho más tiempo en casa y esto hace que el tema de la convivencia sea de mucha vigencia.

Un paso de avance en la vida profesional de Etcétera…

Es un logro importante en la carrera profesional del grupo, que ha asumido lo cómico y lo humorístico en la escena teatral durante 15 años, pero ahora tiene la oportunidad de entrar en una nueva forma de comunicación que es la televisión, con códigos y maneras de decir diferentes y enfrentándonos a sus ventajas y desventajas.

La ventaja fundamental es que un público más amplio va a conocer nuestra obra y es una manera eficaz de que luego vayan a nuestras funciones en el teatro. Entre las principales dificultades está que en los tiempos actuales la gente busca en el humor la crítica social, la alusión directa a la realidad inmediata, y Juntos pero no revueltos no es un programa que tenga esas características. Más bien alude a temáticas universales de las relaciones humanas, de ahí que la convivencia sea el centro de todo, rozando con el surrealismo en algunos momentos, pero pensada para que lo consuma cualquier persona de habla hispana.

El otro factor es que las libertades creativas que uno tiene en el teatro no son las mismas que en la televisión por las características propias del medio.

Expectativas…

Esperamos que el público se divierta viéndola, tanto como nosotros durante el proceso de grabación. Que de una forma u otra pueda ayudarlos a tolerar este tiempo difícil encerrados en casa y que sirva también para que la familia comparta.

Quiero agradecer a Cubavisión por darnos la oportunidad de hacer esta serie, a todo el equipo técnico y, en especial, a Roly Peña, director de una reconocida trayectoria, por creer en nosotros.