Charles Chaplin
Memorias del subdesarrollo: una obra adelantada a su tiempo
“Creo que es una de las mejores películas de todos los tiempos y, sin duda, la mejor que se haya hecho en América Latina. […] No conozco ninguna otra película americana de la última década que sea a la vez tan humanamente política y tan orgánicamente honesta”. Así escribió en 1978, David Elliot en el diario estadounidense Chicago Sun-Times, refiriéndose al clásico de la filmografía nacional Memorias del subdesarrollo, del reconocido cineasta Tomás Gutiérrez Alea (Titón), que cumple este 2018 los 50 años de su estreno.
Filme “Por qué lloran mis amigas” se estrena mañana en el Chaplin
El largometraje de ficción Por qué lloran mis amigas, tendrá su premier el 28 de febrero en la sala Charles Chaplin de La Habana, informaron a la prensa su directora Magda González Grau, y parte del equipo de realización en el Centro Cultural Fresa y Chocolate.
Simplemente Charlot
Hola a todos los amigos de la AHS!!!. Soy conocido por mi personaje de Charlot en tributo a Charles Chaplin. Tuve el privilegio de ser el símbolo de la 24 edición de las Romerías de Mayo. Sepan pues, que soy actor del Teatro Tabarín del Centro de Teatro de La Habana. Durante el pasado Festival de Juventudes Artísticas me desempeñé como el paseante y mago Charlot, personaje que interpreto para dar un toque de alegría callejera y hacer reir a todo aquel que tenga necesidad de hacerlo, así soy yo!!!!!!
Charlot en el país de las sombras largas
El 26 de junio de 1925 se estrenaba mundialmente La quimera del oro (The Gold Rush)[1], una de las cintas «mayores» protagonizadas por Charles Chaplin, en esas épocas siempre travestido como su sempiterno e inefable Charlot. Reasumía en este largometraje de seis rollos la singular pendulación entre la pura humorada slapstick y el gag chispeante, característicos del personaje, y la dramaturgia compleja de una historia con inflexiones trágicas. Sin embargo, cuenta con una moraleja más explícitamente llana (happy end en estado casi puro) que una obra como la previa El chicuelo (The Kid, 1921), donde se plantea un conflicto más «realista», social e íntimo. [+]