Casa de la Trova
Casa de la Trova con brÃos renovados
La Casa de la Trova Patricio Ballagas reabrió sus puertas al arte local camagüeyano en la presente etapa estival, como forma de prestigiar la música tradicional cubana.
Kenny Ortigas Guerrero, director provincial de Cultura, explicó que a través de alianzas con instituciones como la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba en Camagüey y la Empresa de Promociones ArtÃsticas y Literarias Artex, lograron recuperar el espacio, que constituye parte indispensable de la cultura popular camagüeyana.
Explicó que desde su diseño artÃstico la programación contribuirá a los esfuerzos por la descolonización cultural, hoy convertido en programa común de casi todos los sectores de la sociedad, pues estarán presentes agrupaciones emblemáticas del catálogo del Centro Provincial de la Música, jóvenes creadores de la Asociación Hermanos SaÃz y solistas que gozan de popularidad entre las nuevas generaciones de agramontinos. Se trata de rescatar ritmos auténticamente cubanos que han perdido popularidad, entre otras razones, por los escasos sitios para su promoción.
Un amplio abanico de actividades, desde espacios dedicados al son y la música popular bailable, hasta rincones para disfrutar de la trova y la poesÃa, tendrán lugar todos los dÃas, excepto los lunes, en horarios de tarde y noche.
La Casa de la Trova Patricio Ballagas abrió sus puertas por primera vez en el año 1973. Por su variedad de propuestas e instalaciones propicias para el baile y el esparcimiento figura como uno de los sitios más emblemáticos de promoción de la música tradicional cubana.
Culmina Festival de la Trova Pepe Sánchez entre bardos y arpegios
La edición 58 del Festival de la Trova Pepe Sánchez, que comenzó el miércoles último de manera online, conectando el mejor quehacer trovadoresco de su sede habitual, Santiago de Cuba, culmina este viernes con los bardos del resto del paÃs y más allá de fronteras.
Lo más genuino de nuestra trova
Desde 1964, ha sido siempre el mes de marzo la fecha escogida para la realización, en Santiago de Cuba, del Festival Internacional de la Trova Pepe Sánchez, considerado el más antiguo de Cuba. Siempre en celebración del DÃa de la Trova y los Trovadores, 19 de marzo, fecha de nacimiento de José Sánchez (Pepe Sánchez), maestro de la trova y creador del primer bolero grabado en 1883 “Tristezaâ€, en esta edición el Festival está dedicado al aniversario 35 de la Asociación Hermanos SaÃz y al destacado músico Alejandro Almenares.
Decir Alejandro Almenares trae a mà recuerdos muy lindos de una infancia feliz. El acercamiento a la buena música, mi primer pentagrama, la emoción de mis acordes en una guitarra hecha con sus propias manos, las improvisaciones en las descargas familiares. Y aunque después de los estudios musicales el periodismo me atrapó, agradeceré siempre su guÃa y paciencia. Es un enorme placer conocerle, asà que le propongo acercarnos a sus orÃgenes.
Músico “santiaguerÃsimoâ€, portador de un estilo peculiar de interpretación en la guitarra, el tres y el requinto, Alejandro Almenares siempre afirma que de su padre lo aprendió todo, del gran músico Ãngel Almenares Guirola –importante guitarrista y compositor santiaguero de mediados del siglo XX–. Cuenta con orgullo que a menudo su casa se llenaba de músicos que iban a compartir con su padre: Sindo Garay, Miguel Matamoros, Ñico Saquito; “crecà en ese mundo, donde se hablaba todo el tiempo de músicaâ€.
Varias veces escuché las anécdotas de los 13 de marzo de cada año, cuando le hacÃan serenatas a su padre para esperar el cumpleaños: “casi siempre se amanecÃa, y yo sin pegar un ojo, con miedo a perderme algo, escuchando atento a esos inmortalesâ€. Crecà en ese mundo, en mi hogar conocà a otros grandesâ€.
Jocosamente dice que cree haber nacido con una guitarra debajo del brazo, y es que a los siete años fabricó su primera guitarrita con caja de tabaco: “me llamaba la atención un poco la carpinterÃa, asà que agarré un buen dÃa un cuchillo, una segueta, reutilicé los pedazos que quedaban de las cuerdas que se le reventaban a mi padre, y con mucha paciencia y dedicación la arméâ€. A partir de ese momento sus dotes como diestro lutier crecieron, al igual que la fama que lo persigue hasta hoy.
Hace mucho tiempo que perdió la cuenta de los instrumentos que ha fabricado, ajustado o reparado. Confiesa que su secreto está en la utilidad y no en la belleza: “quienes los han tocado, siempre opinan que no saben cómo me las arreglo para que mis instrumentos estén al quiloâ€. Hace aproximadamente 50 años lo acompaña su requinto, y sigue intacto, como el primer dÃa: “sabes que ni lo pulimento ni nada, pero ha caminado el mundo y no se desafinaâ€
Con mucho cariño recuerdo su insistencia porque estudiara, solÃa decirme que no se habÃa graduado de nada por falta de tiempo, que “aquella etapa estaba dura y habÃa que lucharse los quilosâ€.
En el tiempo que su padre trabajaba la barberÃa, él aprovechaba su instrumento para acercarse y aprender. Eso lo fue entrenando, además, gustaba de escuchar radio y estar muy pendiente de los arreglos musicales de su padre y las consultas de sus amigos.
Ya con 13 años se hizo un guitarrita de cuatro cuerdas, y un dÃa sorprendió a su padre pidiéndole que lo acompañara con la suya: “toca cualquiera de tus canciones, papáâ€. Emocionado, siempre cuenta, que en aquel momento su madre se echó a reÃr primero y luego rompió a llorar cuando descubrió su talento para tocar la guitarra prima. A partir de ahà despegó su carrera musical, acompañando a su padre o en sus propios grupos.
Ha recorrido muchos paÃses defendiendo la música tradicional cubana e incentivando a la nueva generación a acercarse, escuchar y aprender. Músico inigualable, de fama internacional, sin perder la simpleza de su andar y lo peculiar de su sonrisa, sin verle diferente atravesar las calles de su Tivolà querido.
Hoy asegura que su segundo hogar sigue siendo La Casa de la Trova y agradece a Santiago de Cuba por el amor que desde siempre le ha profesado su gente. Gracias a ti, Alejandro Almenares, por ser lo más genuino de nuestra trova.
Pila de ceniza, de miércoles estivales
Como todo mal augurio que pasa, no queda más que esperar por algo mejor; eso trajo al público de la Asociación Hermanos SaÃz en Ciego de Ãvila, los dÃas estivales que pudo gozar en este entretanto pandémico. Sesionó nueve veces, desde el 2 de julio, un fenómeno tardÃo que conjugase libros y lecturas, en sus peñas, con una renovada forma de mirarse a sà mismas, adjuntada a una estrategia de promoción y visualización en redes sociales, a su vez, convirtiéndose en un producto de consumo audiovisual. Después de tanto tiempo, por fin se formaliza una alianza entre lo bohemio y novedoso, al interior de instituciones estatales, en la provincia.
Cada miércoles, hasta el 26 de agosto, con leves ausencias de su sesión fÃsica, en las últimas muestras, de la mano del escritor Arlen Regueiro Más se les rindió homenaje a autores universales desde el Centro Cultural Café Barquito. La invitación fue hecha a los jóvenes miembros Heriberto Machado Galiana, Yanarys Valdivia Melo, Leoneski Buquet RodrÃguez, Roberto Carlos Armas DÃaz, Yasmany RodrÃguez Alfaro, Iracema DÃaz Paz, Aldrin Mirabal y Cleilys Aurora, integrantes de grupo humorÃstico 40 megas y agrupación femenina de trova Motivos personales, respectivamente; Leonel Daimel GarcÃa y Lázaro Valencia, para la lectura de muestra de los textos de Eliseo Diego, Frida Kahlo, Nicolás Guillen, Ernest Hemingway, Vincent van Gogh, Ana Frank, Sergio y Luis Montes de Oca, Michael Ende y Julio Cortázar, respectivamente.
Entre la selección de homenajeados, se nota la coincidencia de sus fechas de natalicio o fallecimiento con el dÃa de exposición de la muestra, a excepción de Ana Frank, caso en el que quizá se puede entender que hacen coincidir la juventud de la invitada y aprecio que muestra el coordinador hacia ella, como una figura infantil, desde su percepción adulta.
Fueron asà provechosas las fechas 2 y 22 de julio conjunto al 26 de agosto, para homenajear el centenario del natalicio de Eliseo Diego, escritor con fuerte marca en la literatura avileña, lleva su nombre el premio anual que ofrece Ediciones Ãvila; y los nacimientos del estadounidense Ernest Hemingway y el argentino, nacido en Bélgica, Julio Cortázar, respectivamente.
A los fallecimientos de Vincent van Gogh y Michael Ende, se les dedicó el 29 de julio y 19 de agosto, este último, algo distante de la fecha en que fallece, aun asÃ, sucede en el mismo mes, dÃa 28 pero de 1980. De la misma forma, se centran en medio de jornadas que comprenden sus fechas de natalicio y muerte, los homenajes a la mexicana Frida Kahlo y el poeta nacional postrevolucionario Nicolás Guillen; asà como el especial del 12 de agosto por la jornada dedicada a los hermanos SaÃz.
De inteligente selección, Yasmany RodrÃguez Alfaro, también artista plástico, fue escogido par exponer la obra literaria de Vincent van Gogh, la cual se compone de cartas escritas a su hermano Theo van Gogh. Dicha obra se observa con una visión ensayÃstica, debido a la percepción que mostraba Van Gogh del arte contemporáneo de los creadores de su época y su propia concepción sobre la obra que desarrollaba. Criterio de selección antes empleado para exponer a la pintora y poetisa Frida Kahlo, perfiles que también cumple Yanarys Valdivia Melo.
Miércoles de Ceniza es una peña de la filial avileña de la AHS, nacida en la década del Ê»90, organizada y dirigida por la poetisa e investigadora Ileana Ãlvarez y los escritores Francis Sánchez y Otilio Carbajal; sesionaba una vez por mes, cada tercer miércoles, con sedes en El Patio del Tamarindo de la filial avileña, la GalerÃa de Arte, Casa de la trova, incluso en el patio de la casa de la escritora Carmen Hernández Peña.
Desde 2019, el poeta Arlen Regueiro Más decidió retomarle en los perÃodos estivales, pero la innovación se aguardó hasta 2020. Se ha implementado una forma ampliada de realización para cada miércoles. Un diseño de cartelerÃa promocional protagonizaba la antesala semanal, acto seguido, un episodio de tres partes hacÃa la muestra del joven miembro que coprotagonizarÃa el próximo miércoles desde el improvisado estudio frente al muro más bohemio de Café Barquito.
La versión en vivo, funcionó como continuación del preámbulo que ofrecÃa su versión audiovisual. El horario escogido fue quizá lo más inteligente para implicar a un público del que nunca se sabrÃa, hasta llegada la rifa, cuan asiduo o no, serÃa para coincidir con las lecturas. Diez de la noche se apuntó para la cita de cada semana, hora después del café repletar sus mesas por quien fuera que buscase el confort climatizado y la calidad de sus productos gastronómicos, acompañado de una música diferente.
Mientras la rifa descubrÃa nuevos lectores, el cadáver exquisito involucraba a casi todos los que asistÃan. Este escenario resultaba el más inclusivo, pero desde el inicio de su estrategia promocional se creó todo un reflujo que tributó a un mejor funcionamiento de lo que es casi perdido hoy: Una peña artÃstico-literaria. Otros aspectos quedan por optimizar, como la calidad y nitidez del audio, pero se muestra ya, como un buen ejemplo de vanguardia.
Los videos ostentan su lugar en el canal de YouTube de la sede, mientras su anfitrión organiza un nuevo taller literario en la sede para incentivar a la creación a jóvenes miembros, otro homenaje a los hermanos SaÃz, nombrado Briza nueva, tal cual un poema que se recoge en sus antologÃas.
Jornada de la Canción PolÃtica se sumará a la plataforma online
Desde ya se organiza en Guantánamo la edición 44 de la Jornada Nacional de la Canción PolÃtica que, respetando los necesarios protocolos sanitarios pos-COVID-19, por vez primera será principalmente online, tendrá transmisión televisiva, y desde la plataforma virtual convoca hoy a trovadores de todo el paÃs, consagrados y noveles.
En el cronograma trabaja ahora la filial provincial de la Asociación Hermanos SaÃz (AHS), auspiciadora de la cita, la más antigua de las vigentes dedicadas en Cuba a la Nueva Trova, que desde la pasada década del 70 se celebra aquà en la primera semana del octavo mes, para cantar a la patria, al amor y a los mártires caÃdos en la Villa del Guaso el cuatro de agosto de 1957.
Apenas se coordina este nuevo capÃtulo y ya confirmaron su presencia en lÃnea los notables trovadores cubanos Liuba MarÃa Hevia, Nelson Valdés, Marta Campos, Heidi Igualada, los chicos de La Trovuntivitis, de Villa Clara, y cantautores locales como Josué Oliva (El trovador de la ciudad), y la joven Annalie López, varias veces nominada a los premios Lucas y Cuerda Viva.
Muchos de ellos, con videos desde sus hogares, protagonizarán los conciertos de inauguración y clausura, que se transmitirán en tiempo real en la noche, por el canal Cubavisión, una novedad que mueve gran expectativa, al igual que el despliegue de las actividades del evento por plataformas y canales alternativos, aprovechando las potencialidades de la multimedialidad.
A la fecha corroboraron además su participación integrantes del proyecto tunero Controvando, habituales en las últimas jornadas de la canción polÃtica, y se prevé sigan sumándose en lo adelante muchos más cultores del género cubano ensalzado en esta cita, cuyos capÃtulos fundacionales se prestigiaron con estelares como Silvio RodrÃguez y Pablo Milanés, muy jovencitos entonces.
Esta vez el evento se apegará a la modalidad semi-presencial pues, paralelo a su transmisión en Internet y TV, varios artistas del patio actuarán en recintos culturales abiertos en Guantánamo para esos dÃas, según la fase pos-COVID-19 decretada, entre ellos la Casa de la Trova, que funcionará hasta un 50 por ciento de su capacidad de público, sin descuidar las exigencias sanitarias.
Los adelantos los dio a la Agencia Cubana de Noticias Yoana Aranda, presidenta de la AHS en Guantánamo, quien informó que para mayor impacto se creará un canal de YouTube del encuentro, y el programa abarcará, junto a las descargas “a guitarra limpiaâ€, muestras de las artes visuales, lecturas de jóvenes escritores cubanos, y momentos teóricos sobre la música trovadoresca.
Como se explicó, el grueso de las actividades será desde el ciberespacio, se abrirá un foro-debate sobre las nuevas formas de promoción alternativa, con visualización desde los sitios virtuales de la AHS y el sector cultural en el territorio; en tanto la cartelera presencial incluirá tres paneles especializados, uno de ellos de corte histórico.La Jornada Nacional de la Canción PolÃtica figura anualmente entre las actividades culturales más importantes y esperadas del
Verano en Guantánamo, y como de costumbre involucrará a investigadores, escritores y cultores de otras artes y géneros musicales, en acciones ahora dedicadas a la presencia de la mujer en la trova y al aniversario 150 de la Villa del Guaso.
Honrar a la Patria desde cantos y guitarras fue el propósito que hace 44 años movió a los afiliados de la entonces Brigada Hermanos SaÃz para crear esta cita, devenida en vitrina del talento de noveles cantautores cubanos, y en apuesta por la vitalidad trovadoresca y su verso inteligente y comprometido, manifestación con una historia grande e indudables referentes.
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Sobrepasar los lÃmites del sonido
A partir de las redes sociales y de una colaboración para un videoarte pude llegar hasta la obra de este artista, cuya mayor virtud podrÃa ser la de estar siempre en constante movimiento y búsqueda interior.
René RodrÃguez (Trinidad, 1979) es compositor y artista visual, graduado del Instituto Superior de Arte, con una MaestrÃa en Composición. Ha obtenido diversos premios como compositor, entre ellos el Alejandro GarcÃa Caturla de la UNEAC, el Premio por mejor música original en el Festival Broadcasting Caribbean de la UNESCO, Premio de composición en el Festival de la Canción por los 500 años de la fundación de Trinidad, y el Caracol de la UNEAC. Asà mismo obtuvo tres premios de fotografÃa en el 22 Salón de la Ciudad de Arte Contemporáneo de La Habana en 2018.Â
Su obra ha sido expuesta en importantes eventos y festivales dentro y fuera de Cuba. Como fotógrafo ha desarrollado varias exposiciones colectivas y personales.
Desde los inicios ha desarrollado su estética creativa a partir de la música electroacústica en relación con la poesÃa, las artes plásticas, el teatro, la fotografÃa y el cine, inquietudes creativas que han nutrido su sensibilidad y que le permiten ir redescubriendo el mundo con los mismos ojos asombrados y, siempre, desde la humildad.
Desde pequeño comenzaste estudios en el conservatorio de tu provincia natal, Sancti SpÃritus, en la especialidad de piano, incluso formaste parte de un grupo musical infantil llamado Juventud 2000, desde donde empezaste a incursionar en el mundo de la composición musical, pero, qué fue lo que realmente te enamoró de la música.
Comenzar a estudiar desde los ocho años el piano e integrar una banda musical infantil desde 6to grado fue la consecuencia de un primer amor, de una certeza que anteriormente se venÃa enramando. Más que haberme enamorado de la música dirÃa que experimenté un deseo muy fuerte desde niño por descubrir sonidos, puedo afirmar que de manera inconsciente.
De mi primera infancia trinitaria recuerdo que mi abuelo tenÃa un escaparate viejo en el traspatio, en él conservaba un mundo de entonadas herramientas y objetos con los que construÃa artefactos y me inventaba historias. Sin quererlo se convirtieron en mis primeras elaboraciones primitivas como artista. Un sonajero de botellas, hierros de diferente peso y tamaño, trozos de madera y cristal, hilos de pescar tensados, el traquear del café mientras se tostaba, trotes de caballo desde el callejón empedrado, más la fauna sonora del platanal, son algunos de los sonidos que inundaron mi entorno y de cierta forma propiciaron una necesidad. En medio de toda esa amalgama de sensaciones descubrà de a poco con el tiempo, un lenguaje por el cual podÃa conciliar con entera libertad mis emociones.
Durante tus años de estudiante en la ENA, desde tu experiencia como pianista y compositor, integraste varios grupos y lograste nutrirte de géneros tan diversos como el rock, la trova, fusión, pop, los géneros de la música popular tradicional cubana y el jazz. ¿Cómo aportó esta dinámica sonora a tu proceso creativo como compositor? ¿Consideras esto un ejercicio necesario para el proceso formativo de un estudiante de nivel medio?
Es, sin dudas, un camino necesario para cada estudiante en proceso de formación. La interacción con otras fuentes de conocimiento contribuyó a moldear lo que soy ahora. La academia –en mis inicios– fue un poco rÃgida en este aspecto. Los métodos que se manejaban no daban paso a excepciones, dentro del programa, tan imprescindibles como las expresiones populares o tradicionales. No obstante, a estas limitantes le surgieron fisuras inevitables, pues el entorno era más fuerte que los métodos implantados de la escuela europea.
Ya en Nivel Medio la dinámica fue diferente, la interacción con la música popular (el jazz, la timba, la trova y el rock, fundamentalmente, fue bien intensa. A pesar de no formar parte de la metodologÃa habitual en este tipo de academias, de manera natural gracias al contexto y a una necesidad económica devenida de las ganancias que producen ciertos géneros populares, se fomentaron sin duda una serie de conocimientos y herramientas que enriquecieron mi arsenal de variables y estilos composicionales. Este encuentro espontáneo, casi un “quiéralo o no lo quiera†que les toca a todos los estudiantes de Nivel Medio, es fundamental para su formación, porque aporta, redirecciona y define los caminos a seguir.
Durante un tiempo te desempeñaste como profesor en la ENA y el ISA, coméntanos un poco sobre el proceso de formación que tienen los estudiantes de música en las escuelas de arte.
Bueno, siempre he creÃdo que la enseñanza de música en las escuelas de artes es fundamental para el desarrollo de la música cubana. Los aciertos o deficiencias que pueden tener los jóvenes músicos cuando cursan la enseñanza siempre estarán reflejados en su desempeño como profesionales.
Anteriormente hablaba de aciertos, soy defensor de que la música popular cubana en los estudios es beneficiosa para el futuro de los jóvenes músicos, asà como también la de América Latina que muchas veces es olvidada, o desplazada por la preferencia de nuestros ritmos y el jazz. Afortunadamente, estos repertorios están hoy mucho más presentes, sobre todo en las asignaturas de práctica de conjunto. Por otro lado, esto no implica que deje de tocarse la música clásica por ser la base del entrenamiento de todo músico, sin importar su preferencia. Creo que esto no puede perderse de vista.
¿Qué experiencias, obras, vivencias… han marcado tu formación artÃstica?
Es difÃcil definir particularmente una determinada experiencia, creo que el cúmulo de acciones vinculadas al arte han ampliado mis conocimientos. Te comento algunas sin establecer un rango de importancia entre otras. No podrÃa dejar atrás la interacción con los poetas y el canto. La trova desde niño ha sido un eje en el que permanezco rotando hasta el dÃa de hoy. En este sentido debo citar a una persona que fue y es muy importante en mi vida y en mi carrera, un grande de la trova trinitaria: Pedrito González, fundador del movimiento de la Nueva Trova en nuestro paÃs.
Pedrito alimentó la sensibilidad artÃstica en mà a través de las espontáneas tertulias trovadorescas que “accidentalmente†ocurrÃan en la sala de mi casa trinitaria. Con sus canciones, que incluÃan inevitablemente a Manuel Corona (obligadas Santa Cecilia y Longina), Sindo Garay, Eusebio DelfÃn, Silvio RodrÃguez, Pablo Milanés, Joan Manuel Serrat, entre otros, me cautivó de poesÃa y trova en su totalidad. Como él, también fueron importantes las sonoridades callejeras de aquel entonces en Trinidad, cuando la añeja villa transcurrÃa en una atmósfera apacible, lejos del actual bullicio de visitantes foráneos, denigrante música souvenir y negocios pululantes que laceran la médula espinal de las tradiciones populares. Entre estos sonidos propios, dirÃa entrañales, se destacaban los tambores de algún toque, las canturÃas en la cercana Casa de la Trova, los cantos litúrgicos en la Iglesia de la SantÃsima Trinidad y las peñas que frente a la casa realizaba la orquesta de charanga tÃpica Estrellas del 48 que entre boleros, danzones, sones y chachachá deleitaba con deliciosa cadencia mis oÃdos.
En casa tenÃa un viejo tocadiscos y un grupo de placas con tesoros ocultos que más tarde apreciarÃa en su verdadero valor. En particular obras como Las cuatro estaciones de Vivaldi, algunas cantatas de Bach (como la 121), el segundo concierto para piano y orquesta de Rachmaninov, el tercer concierto para piano y orquesta de Bartok, Manita en el suelo de Alejandro GarcÃa Caturla, Las RÃtmicas y el Ballet La Rebambaramba de Amadeo Roldán, un disco de Jazz con temas relevantes de Duke Ellington, la ingeniosidad al piano de Keith Jarrett, las atmósferas de Pat Metheny, Yellow Jacket y un disco con poemas de Roque Dalton y Thiago de Mello, acompañaron mis vacaciones, las noches y sus amaneceres. Debajo de la almohada mientras escuchaba esos tesoros yacÃa mi imprescindible Dulce MarÃa Loynaz, la edición de su poesÃa completa me abrió las puertas al mundo de la literatura. Asà también entre obras musicales apareció Samuel Feijóo, Wichy, entre otros.
Una de las experiencias que, aunque sucedieron en momentos diferentes de mi vida, marcaron de manera trascendental mi concepción de la creación, fue la simbiosis entre dos grandes de la cultura nacional, el destacado compositor y maestro Carlos Fariñas, de quien tuve la enorme dicha de ser parte de su aula, y el importante realizador y Premio Nacional de Cine Enrique Pineda Barnet, quien me dio la oportunidad de adentrarme de manera profesional al mundo del séptimo arte. Curiosamente, ambos trabajaron en estrecho vÃnculo durante muchos años dando a luz resultados artÃsticos memorables como Soy Cuba y Cosmorama, por solo citar dos ejemplos. De alguna forma esa interacción llegó hasta mÃ, tanto desde la formación-profesión hasta la puesta en marcha de proyectos que articulan la trama de imagen y sonido.
¿Qué géneros musicales son más frecuentes en tus obras?
Nunca me he cuestionado la búsqueda de un género a la hora de componer, principalmente para la música culta o contemporánea de concierto, simplemente direcciono la creación según el objetivo al que va dirigido. No creo que uno sea un objeto de determinado color y textura, creo que nos movemos en direcciones de búsqueda siempre inquietas, aunque sà con un especÃfico centro de atención.
Existen dos direcciones básicas en mi labor creativa: una vinculada a la función del oficio propiamente a través de la exigencia de los encargos, los que deciden por lo general el tipo (género) de música a desarrollar, de tal forma que deriva en una gama amplia de diversos géneros de la música culta o popular; y la dirección personal. Es en esta lÃnea que prefiero no definirme porque considero que (como acontece generalmente en todos los casos) siento la necesidad de caminar, de cambiar, de descubrir, indagar, romper. Todos los elementos antes mencionados que marcaron mi universo en la infancia son la materia prima genérica principal, su uso no está determinado por una decisión consciente sino como un resultado de la misma interacción acumulada por años.
Ahora, sà considero una identificación con la corriente de la música experimental que pretende fundirse a través de la búsqueda de nuevos timbres. Para ello me apego a una plataforma que por sà misma cumple con todos los requisitos para volar en grande a la hora de elaborar, transformar y transmitir criterios artÃsticos: la música electroacústica. Pudiera decir que esta lÃnea resulta ser la más recurrente en mi obra. A partir de esta manera de expresión he coqueteado con géneros como el Jazz, el pop, la música popular bailable, lo incidental o puramente experimental por citar algunos que vienen a mi mente, unas veces consciente –de manera que aporte al discurso audiovisual– y otras veces de forma espontánea, como bombeos intrÃnsecos del alma.  Â
Durante tu carrera has tenido la suerte de coincidir y recibir clases de destacados compositores como Carlos Fariñas, Juan Blanco, Roberto Valera, Calixto Ãlvarez, Tulio Peramo, Harold Gramatges, entre otros, incluso formaste parte del taller formativo de música electroacústica en los tiempos de Juan Blanco (ISA) y tuviste la oportunidad también de generar tres obras allÃ. Háblanos de esta experiencia en particular.
Me agrada mucho responderte esto, porque soy un poco de todas esas sabidurÃas académicas que recibÃ, más la suma de lo que cargamos en el bolso emocional del pasado. Mi desempeño en el arte habla con elocuencia de estas conexiones. Primero te mencionaré un nombre que no incluyes pero que repercutió mucho en mi inclinación por la composición: Amado Touza, mi profesor de Piano en la Escuela Nacional de Arte. Este maestro de la interpretación me enseñó a “componer†de cierta manera mientras ejecutaba a Bach, Scriabin, Debussy, Ravel, Beethoven, Lecuona; lo hacÃa mediante sus charlas que antecedÃan cada lectura, charlas en las que descubrÃa a través del marco histórico, el análisis armónico y estructural, la esencia misma del compositor, su tema, la historia que se propone en cada obra.
Cuando me tocó “cruzar†el camino que separaba la ENA del ISA, el encuentro con las destacadas figuras que mencionas fue como el premio de la primera fase donde indirectamente inocularon en mis entrañas el placer por la creación: Touza, el medio y las circunstancias.
En el Instituto (actual Universidad de las Artes) tuvimos –los de mi aula– grandes privilegios al ser testigos de la sabia de glorias de la composición. Particularmente haber cursado mi carrera bajo la guÃa de Carlos Fariñas fue altamente significativo, tanto asà que todavÃa hoy rebusco y hallo en sus partituras un espacio siempre elocuente de transmisión de conocimientos y alternativas, como si el comprometido maestro y obstinado compositor estuviera vivo a través de sus notas, guiando los pasos como solÃa hacer, con resuelto celo. Fue con Fariñas que me sentà inclinado hacia la música electroacústica. Despojado él de reservas o secretos, me reveló las mieles de la composición como si se las dictara a sà mismo. Fuerte de carácter, recio en su disciplina e inclinado con pasión a la enseñanza, fue y es como una luz para mis pasos en el oficio de la creación.
Recuerdo con mucha nostalgia a Harold, quien me preparó para las pruebas de ingreso al Instituto (curiosamente él fue el primer maestro de Fariñas). A su decir no enseñaba la composición, sino que señalaba las descomposiciones. Incentivaba el fuego interno creativo de cada alumno desde su clase de Audiciones AnalÃticas infundiendo en nosotros, con la dulzura que lo caracterizaba, la formación de criterios a través de la pintura, el teatro, la literatura y la danza. Casi era una exigencia al grupo de los compositores, el autoexamen con respecto al uso de las variables experimentales, las tendencias, los modelos y métodos de la música culta del siglo XX; todo ello para avivar la creatividad.
El apego a una formación integral en relación a la cultura también fue un ejercicio recurrente entre los maestros del claustro, entre ellos Juan Piñera, Roberto Valera y Tulio Peramo con especial interés, estimulaban y observaban esta inclinación en cada prueba de composición, en cada encuentro espontáneo de pasillo. Todos ellos condicionaron un criterio que asumo como baluarte junto a los ya forjados en mi experiencia de vida.
Durante nueve años, formaste parte de la compañÃa artÃstica Creación, realizando trabajo comunitario en la Sierra de los Órganos, con el objetivo de difundir el arte entre los pobladores de la región. Coméntanos sobre este proyecto.
Esta experiencia marcó mucho mi vida en lo emocional y lo profesional. Recién graduado del ISA, después de todo ese cúmulo de enseñanzas recibidas, mi ritmo habitual dio un giro inesperado. Cuando muchos de mi generación siguieron desarrollando su espacio propio dentro de la creación artÃstica, yo preferà tomarme una “pausa†en ese escenario y prestar mis conocimientos a una comunidad rural que al principio veÃa como ajena y que, al término del trabajo, la sentirÃa tan mÃa y cercana a partir de los lazos familiares que establecà dentro de ella. Un amasijo de nostalgias me cobija cuando pienso en esos años.
Aunque en lo aparente rompà el ritmo de búsqueda desde la escritura en el medio composicional, en realidad establecà otro patrón de pesquisa a través de la enseñanza de las artes y su puesta en práctica (aún en terrenos inexplorados como la actuación teatral y la realización de trabajos audiovisuales). Asimismo, alimenté con mayor libertad mis inquietudes por la fotografÃa y el video desde mi afán por archivar historias, las que más tarde serÃan contadas a través de documentales que testimoniaron el intenso trabajo.
Todo esto serÃa inmencionable sin el soporte que fue la compañÃa artÃstica Creación, integrada por músicos formados en nuestras academias de arte y dirigida por Omar Rojas y Manyú Bernal. Creación trazó como meta sembrar –con ambicioso empeño– cultura en un terreno áspero y en apariencia difÃcil de penetrar: una comunidad donde la tendencia al alcoholismo primaba en sus derredores por la ausencia de propuestas culturales frecuentes. En Cabeza, Minas de Matahambre, Creación apuntó con el arma de la cultura y la sensibilidad del arte para dar en el blanco. Asà muchas personas entregadas al ocio, la violencia y el alcohol, cambiaron esa situación por un instrumento musical. También impartimos talleres de pintura, música y teatro para los pequeños de la comunidad y de otras zonas aledañas. A estas clases alternábamos programaciones de cine móvil para niños y adultos. Hasta cada rincón llegábamos en tractor o en carreta, no importaba el medio, solo importaba llegar y hacer la función.
Desgraciadamente, muchas de estas poblaciones serranas padecen de hábitos negativos motivados por el ocio. Aún no es suficiente el sano esfuerzo de las organizaciones del Gobierno y la cultura. La concientización al respecto por los promotores culturales es vital, de no ser asÃ, la globalización cultural –mediante las tendencias comunicativas actuales– propiciará quebrantar principios y valores necesarios para engranar con tino el motor de la sociedad. Como dirÃa nuestro José MartÃ: “La ignorancia mata a los pueblosâ€. Una muestra asÃ, sencilla, donde un puñado de voluntades se unen para llevar luz a través del arte, es un ejemplo de lo mucho que puede hacerse.Â
En casi 10 años se hicieron muchas cosas, no solo talleres, actuaciones de música, de teatro infantil, también se organizaron conciertos y festivales que fueron cimiento de muchos artistas reconocidos hoy en la escena nacional e internacional, y que en ese entonces incursionaron como aficionados al arte. Cabe añadir que lejos de la sensación del aplauso de los grandes escenarios, experimenté una emoción insuperable: el milagro oculto detrás de una sonrisa agradecida.
En diversas ocasiones has incursionado en el teatro y el cine, ¿qué retos debe asumir el compositor musical cuando se enfrenta a estos medios?
Como primer requisito, y dirÃa que fundamental, respetar la obra con el fin de establecer un discurso narrativo equilibrado entre las partes. El compositor debe adaptarse al canon previamente establecido por el libreto teatral o el guion cinematográfico. La música debe apuntalar psicológicamente la trama, pero nunca prevalecer donde no se establece como protagonista sino como parte del engranaje total.
Es imprescindible que haya un orden entre la exposición de los diferentes elementos que componen la escena para apoyar finalmente la narrativa de la misma, he aquà donde radica el desafÃo del ejercicio composicional. Es de por sà un reto negarse a sà mismo hasta cierto punto (sin dejar de serlo) y corresponder estrechamente las exigencias del director. Cuando esta lÃnea de trabajo se respeta, por muy simple que sea el acabado, habrá sin duda un resultado óptimo, el deseado. Fariñas me legó una enseñanza con respecto a esto, él insistÃa en hacer énfasis en la objetividad dramática, pero siempre yendo más allá en busca de una estética más subjetiva y evitando el realismo frÃo.  Â
En medio de tu obra como compositor, despertaron en ti fuertes inquietudes hacia otras ramas del arte. Has incursionado en la fotografÃa, y en el XXII Salón de la Ciudad, organizado por el Centro Provincial de las Artes Plásticas, obtuviste varios reconocimientos, entre ellos el Premio de la Universidad de las Artes, por tu obra “CoreografÃa ideológicaâ€. Desde el 2008 hasta la fecha vienes realizando audiovisuales, en los cuales la música, como elemento predominante, dialoga con lo visual y lo poético a modo de experimentación, recurrentemente en colaboración con otros artistas. ¿De dónde surgen estos impulsos, y cómo se mezclan en tu creación musical?
Como bien te decÃa, el cúmulo de experiencias antes mencionadas, dieron al traste con una serie de herramientas que fui asumiendo como derroteros en mi manera de contar historias (cada obra se debe a un acontecimiento determinado). La articulación entre la música y otras expresiones artÃsticas como la fotografÃa y el video se me hace necesaria una vez que descubro en ellas una manera más de componer: veo a estos medios “externos†como “instrumentos musicales†con los cuales se sustenta el objeto temático de cada obra.
Para explicarme mejor: cuando ejerzo la creación a través de la fotografÃa es imposible no incorporar en ella los sonidos cotidianos que acompañan la instantánea, esto no siempre condicionado hacia la realización de una obra musical, pero sà como inminente acompañamiento. Lo mismo sucede cuando compongo música electroacústica. En este último caso, por lo general, cada sonido utilizado lo trato de forma natural (fijado esto en parte por los fundamentos estéticos de la escuela “concreta†de Pierre Schaeffer), a partir de lo cual implemento una mixtura tras la relación visual que se desprende de cada sonido, a veces utilizada en contraste o contraposición, otras apoyando fielmente lo expuesto.
Uno de los resultados que surgen como consecuencia de esta necesidad de “contar†a través de diferentes fuentes sonoras y visuales son mis electrodocumentales o también llamados poemas visuales. En estos trabajos (con caracterÃsticas análogas al cine documental) dispongo con absoluto empeño unificar estos lenguajes para, a través de los procesos de desarrollo comunes en cada obra, mostrar un resultado artÃstico. Â
¿Consideras que, al nadar entre tantas aguas, tu proceso creativo como compositor musical te permite generar un universo más rico y propenso a la experimentación, teniendo en cuenta que el impulso creativo es único y que lo que varÃa es el modo de manifestarse?
Realmente lo considero una ventaja a mi favor. Partiendo de la música como eje principal, creo que en la gama de alternativas se fortalece aún más el objeto final del arte. Por poner un simple ejemplo: entre los medios expresivos, el tratamiento del timbre siempre ha centrado mucho mi atención. A lo largo de la historia, este elemento no ha dejado de corresponder al desarrollo técnico de los instrumentos y, posteriormente, a los progresivos avances tecnológicos en el campo de la música por computadoras. Hasta el dÃa de hoy, esta búsqueda de sobrepasar lÃmites en la exploración de nuevos paisajes tÃmbricos confluye a la par de los convencionalismos estéticos.
Una de las herramientas fundamentales que articulo en mis trabajos, por este motivo, es la transformación del sonido a través de estos mecanismos de sÃntesis a partir de sonidos acústicos o puramente electrónicos, previamente procesados. No obstante, mis recursos no cesan de inquietud y búsqueda, por lo que no se limitan solo a esta corriente –que de por sà tiene aún mucha tela por donde cortar si de descubrimientos se trata–, sino que toma prestados elementos “ajenos†al mundo sonoro musical para asimilarlos como si fueran notas de un pentagrama, tal es el caso de la fotografÃa y la edición de video, como bien dije antes. Estos últimos elementos fungen como herramientas que aportan, dosifican y sostienen el discurso del material de arte.
Hace unos meses, tras haber colaborado con otros artistas, tuve la oportunidad de trabajar contigo, a través de tu poema “Otra vez en el principioâ€, imágenes del malecón habanero, sonidos ambientales del entorno, la voz de la poeta y otros elementos afÃn a la estructura dramatúrgica del trabajo, pude dar a luz al audiovisual titulado “Adagioâ€. Este material es ejemplo de los excelentes resultados de una colaboración donde la simbiosis entre sensibilidad y sencillez, conspiran en el acabado de una obra, tanto partiendo de la búsqueda de nuevas herramientas expresivas como de la comunión estrecha entre artistas en dinámica consonancia.Â
¿Qué rasgos definen a René RodrÃguez, como artista y ser humano?
Me cuesta responderte eso, pues no me lo pregunto ni a mà mismo. Me considero un ser contemplativo, amistoso, familiar… mi música es resultado de ello. La gran mayorÃa de los procesos creativos intervienen con el fin de fomentar esta necesidad espiritual; lo considero el combustible vital para la armonÃa de las cosas que me rodean. Para darle forma al mundo necesito sentir que cada paso está acoplado a ciertos hilos invisibles que mueven la maquinaria de la vida: la magia de un abrazo, de una sonrisa, el milagro del perdón y del deseo.
Pareciese que tu obra está en constante crecimiento y búsqueda, ¿en el espacio creativo, con qué sueñas?
Creo que con todo, se quiera o no, de forma natural se mantiene en eterno crecimiento. Aun cuando dejamos de caminar, solo lo hacemos en relación a un criterio, bien sea propio o social, más allá de cada postura a través del tiempo se perpetúan inevitablemente ideas y sueños.
Los mÃos en particular surgen casi siempre del espontáneo paso a paso. Creo que la sucesión de eventos del dÃa a dÃa nos depara un mundo de preguntas por contestar o por dejar en blanco (esto también contiene música), muchas de ellas acumuladas en el pequeño closet del alma, amontonadas y alocadas, prestas a brindar su servicio cuando el intelecto lo precise.
¿Con qué sueño? Con soñar siempre. El dÃa que deje de anhelar un proyecto me habré perdido a mà mismo dentro de todo.
Canciones con retorno: viaje a Ormán
Cuando salà de Manzanillo de nadie me despedÃ. Torrenciales han caÃdo de entonces a estas teclas. No importa, tengo boleto de regreso sin fecha de caducidad. Por estos dÃas en que a uno le da tiempo para hurgar en los recovecos del yo, he vuelto a Manzanillo. Allà desafié kilómetros del malecón con los amigos de guitarras a la espalda, a veces con mi soledad. Confieso que no sobrevivió minuto a mis andanzas. En cada una de las tres visitas gustaba de compartirme entre la Casa de la Trova y la Casa del Joven Creador. A la distancia de una cuadra sus dinámicas de interacción son bien diferentes y la verdad que en ambas encontraba algo para permanecer. Las trovas del bayamés Ormán Cala conectaban uno y otro epicentro, mientras yo descubrÃa la lÃrica por entonces del trovador.
Muchas creaciones del hacedor me habré perdido desde que nos vimos en fechas del Pepe Sánchez varios marzos atrás. Compartà en el espacio teórico algunas de las impresiones que me causó su obra. Ormán trajo consigo a la sala Titón de la Uneac a las protagonistas, sus canciones.
Hoy las escucho desde la memoria sonora; tampoco conservo los mp3, que perecieron cuando una antigua laptop decidió abandonarme sin previas notificaciones. Por eso, borracha de trovar, comparto la fe.
Retrospectiva Canción
La Canción Cubana Contemporánea manifiesta esa heterogeneidad distinguible en la autenticidad que aportan los cantautores de las distintas zonas geográficas del paÃs. Tal es el caso de la obra que desarrolla el trovador Ormán Cala desde la ciudad de Bayamo, en una constante retroalimentación con los códigos más extendidos por la cancionÃstica nacional. En su quehacer distingue una notable influencia de la trova primigenia cubana, especÃficamente de conformación oriental, en lo que sobresalen elementos heredados de los sones, lo que imbrica al influjo también de la guajira, ritmos afrocubanos, incluso la añadidura en ciertos pasajes que van del country al rock, la bossa nova, y la introducción de segmentos rapeados, de modo principal.
Escuchar a Ormán presupone adentrarse en una música que entrelaza tradición y contemporaneidad, capaz de resemantizar temáticas inmortalizadas por el discurso trovadoresco de siempre. El viaje o trasiego trovadoresco, las preocupaciones socioeconómicas, la relación amatoria o el estereotipado espÃritu bohemio se asumen desde una voz individual.
El tratamiento del núcleo Viaje se ancla a un eje central en la lÃrica trovadoresca cubana y en la biografÃa de sus cultores.
Por estos entresijos resalta en la producción de Cala del periodo al que me remite la nostalgia, un texto remisorio a exponentes del entorno trovadoresco y lo sonero como Sindo Garay, Ñico Saquito, Miguel Matamoros y el mismo Compay Segundo. Por supuesto, en el caso del hecho musical cuando solo aludimos al texto/letra y carecemos del texto/música, el acercamiento solo puede ser incompleto. Aun asà asumo el riesgo:
- Oye Fragancia yo sà te quiero
- Pero este tren pá Manzanillo
- me va a robar lo cuerdo
- hay que ir de pie
- que no hay asiento pá sentar las ganas de volver
- Â
- (…)
- Â
- y menos mal que permutaron lo del carnaval
- si no se llena esto de bote en bote
- como concierto de la Original
- no puedo permitir que dudes de mis sentimientos
- que me acuses de la ausencia
- no falta el recelo
- que no piense del desamor.
- Oye Fragancia yo sà te quiero
- si eres mi té de resedá
- mi pastillita pá los nervios
- ay apúrate,
- Longina seductora sà espérame
- sentada en la terminal
- que ahà viene el tren Penélope.
- Â
- Oye Fragancia yo sà te quiero
- Pero este tren pá Manzanillo
- me va a robar lo cuerdo.
- Con el recurso de la intertextualidad, el autor logra recontextualizar los significados de una canción antológica de la trova, Pensamiento, de Rafael Gómez, Teofilito. Si en el texto original la intención primordial consiste en convencer a la mujer interpelada del amor incondicional que ella inspira en el enunciatario, en esta reapropiación, el autor se valdrá de la afirmación original para introducir las adversidades que viaje de por medio se interponen para su realización. En torno a Fragancia se organiza una red de asociaciones que, en lo adelante acogerá a otras figuras femeninas ineludibles de la cancionÃstica.
El viaje resulta motivación recurrente en los textos trovadorescos, evidente herencia de la trova legada por los primeros bardos. Pienso en el recurso viaje como entidad perenne en varios textos del Compay Segundo, tradición textual, sin ingenuidad, asociada a la caracterÃstica trashumante del trovador en sentido genérico,  provocada entre otras causas por la inestabilidad laboral y económica de la mayorÃa. El viaje simboliza entonces para el trovador no la aureola de felicidad y mito edénico con que suele asociársele, sino la vÃa de carácter migratorio para garantizar posibles fuentes de empleo y con ello los ingresos económicos para solventar su vida. En otro sentido también relacionado, el movimiento migratorio encarna la búsqueda y afán por el reconocimiento a la creación, sin que por ello obviemos la dimensión festiva que muchas veces les acompañó.
El viaje como motivación, asà como la alusión a sitios tales como poblados, ciudades, playas, calles o barrios figuran entre los tratamientos predominantes en las rutas trazadas por la lÃrica de varios de los trovasoneros de la primera mitad del siglo XX cubano. En el abordaje de la temática destaca Francisco Repilado.
Las canciones Pasaje para HolguÃn, Ahora me da pena, Balcón de Santiago, Se secó el arroyito, Chicharrones –canto al popular barrio de la ciudad santiaguera– y por supuesto, la sÃntesis sociomusical planteada por el Chan Chan, singularizan la relevancia del tópico Viaje, que en sentido polisémico se instituye en la obra Compaisera.
Al decir de Danilo Orozco (2010) el Chan Chan se reinserta, recontextualiza y resignifica en el contexto de las andanzas festivas y amorosas del Compay, quien de joven recorrÃa en tren una conocida trayectoria de poblados y zonas urbano-rurales orientales. La trayectoria seguida por este viaje señala zonas donde las expresiones bailables, los intercambios, la sicologÃa de relaciones, los modos ingeniosos del decir, forjan profundas tradiciones y expresiones populares de las que se nutre el autor.
En el texto perteneciente a la autorÃa de Ormán es posible encontrar, en su estructura significativa, varios guiños respecto a esta tradición temática comentada al vuelo, en lo que texto y acompañamiento musical conforman una unidad indisoluble en la idea de este otro recorrido ferroviario.
En este nuevo pasaje dentro de la cancionÃstica cubana no debe obviarse la importancia de la ciudad de Manzanillo para el desarrollo del género trovadoresco desde sus orÃgenes a la actualidad. En esta zona oriental no sólo tuvieron un importante devenir las trovas decimonónicas y las correspondientes a las primeras décadas de la siguiente centuria, sino que también fue aquà donde se celebrarÃa el Primer Encuentro Nacional de Jóvenes Trovadores, en 1972. En la actualidad cuenta Manzanillo con la Casa de la Trova Jaime Benemelis; una calle después se encuentra la sede de la AHS, sitio al que concurren los más jóvenes exponentes que defienden este quehacer.
Aunque la mayorÃa de los trovadores hoy pertenecen a algún catálogo de agencia o empresa de la música, lo que en la condición de músico subvencionado o a rendimiento, debe generarles fuentes de empleo, el motivo viaje persiste en sus canciones como rasgo definitorio del modo de vida trovadoresco. Traslado mediante los juglares del presente buscan en algunos casos mejores propuestas de trabajo y promoción, otras veces la participación en la red de festivales de la trova en el paÃs les garantiza una mayor promoción a su obra y el intercambio con otros cultores.
El recorrido que hacemos junto al trovador suma a su connotación sociológica la exploración en el paisaje urbano de la cotidianidad en el ir y venir de pasajeros entre una y otra ciudad (Bayamo/Manzanillo). Aunque hay otros medios de transporte, ha sido la vÃa del tren una costumbre ya arraigada en la provincia Granma. Coches y trenes en la provincia Granma, y en especial ciudades como Bayamo y Manzanillo, forman parte indisoluble de su identidad local, tradiciones arraigadas a procesos históricos. Ejemplo de su trascendencia la encontramos en una pieza antológica de la autorÃa de Adalberto Ãlvarez, A Bayamo en Coche, popularizada con gran éxito nacional e internacional por el conjunto Son 14 y luego retomada por Adalberto Ãlvarez y su Son, amén de las versiones que ha propiciado. Coches y trenes permanecen interconectados en estas ciudades y en derredor de ellos se organizan no sólo costumbres e idiosincrasia, sino también redes socioeconómicas.
Los contratiempos del viaje musicalizado se sustentan en estrategias argumentativas alusivas a elementos del entorno vivencial de ambas ciudades. No sólo acude a remisiones ambientales del viaje manejadas por todos los conocedores de esta vÃa de transportación, llamada por algunos sobre todo en el declive del pasado siglo como “el tren lecheroâ€. Por entonces y después fue una de las formas más habituales de ida y vuelta entre varias ciudades del paÃs.
La travesÃa apela además a códigos culturales propios e identitarios de las regiones Bayamo y Manzanillo, como resulta de la referencia a las festividades carnavalescas, hecho cultural de gran connotación en varias provincias del paÃs y sobre todo, las orientales.  La remisión al evento festivo en el texto incluirá a su vez el tratamiento de otros tópicos de relevancia local.
Resulta significativa la remisión a La Original, lo que en sà presupone el uso de términos de significación local y nacional. El autor interpela el conocimiento del oyente-público nacional que reconoce de inmediato la alusión a la popular agrupación. La frase podrÃa resultar vacÃa para un escucha foráneo poco relacionado con el ámbito musical cubano.
Estos usos discursivos por el autor son comprensibles si apelamos al criterio que él mismo ofreciera en entrevista a Danny González (2010) para este mismo sitio, donde a las interrogantes sobre qué motivaciones encuentra para componer, y la decodificación relacionada con su entorno de origen por parte de sus escuchas, respondió:
Escribo sobre lo cotidiano y el amor, partiendo de mis propias vivencias o las de otras personas. Pretendo reflejar en mis canciones las luces y sombras del contexto social que me envuelve.
                                                          (…)
Quien conozca los entresijos de nuestra idiosincrasia, el modo de hablar, y el enorme peso histórico que nos acompaña, podrá descubrir que son canciones hechas en Bayamo. Cada imagen que se desprende de mis versos  responde a patrones muy particulares de este lugar.
La pieza transcurre entre los tonos jocosos y la ironÃa, elementos presentes en la identidad cubana, lo que no invalida la intencionalidad del texto por abordar las connotaciones sociológicas hasta aquà enunciadas, lo cual se complementa en la fusión texto-música, donde la guitarra asume el protagónico en el afán de recrear sonoramente la noción del viaje en tren.
Quiero que la despedida de este breve trasiego concluya sobre dos ruedas. Si de rutas se trata hay en la cancionÃstica del trovador un decenio atrás, otro texto, mucho más breve pero igualmente significativo en el imaginario no sólo granmense, sino cubano. Y es cuando el discurso del trovador trasmuta el sÃmbolo tren por el de la bicicleta, cuyos significados hallan su referencia en la realidad cubana fundamentalmente de los noventa:
- Se te ha escapado el aire y ya hace tiempo
- que has perdido el color
- y te hundes en el fondo de la soledad
- hoy habita tu fantasma en la ciudad
- el tiempo que se pierde sin llegar
- hoy sacudo telarañas de tu silencio
- en mi portal
- en tu portal
- mi bicicleta china.
El signo bicicleta comunica toda una red de asociaciones y situaciones cotidianas, en tanto recrea un importante periodo dentro de la historia social cubana, etapa en que, entre otros renglones, se recrudecieron los problemas de la transportación urbana, y la bicicleta fue sumamente usada como medio de transporte alternativo por parte considerable de la población. Abundó el llamado modelo “bicicleta chinaâ€, de importación, que en un primer momento fuera entregada en los centros de trabajo a algunos trabajadores para facilitar el traslado desde sus domicilios a sus centros laborales. El tema remite con cierta nostalgia a un pasado de vicisitudes.
La canción de Ormán Cala devuelve una sÃntesis de procesos entre lo más genuino de la música cubana no sólo en cuanto a elementos formales del entorno sonoro, sino a la savia de recontextualizar asuntos y motivos conformadores de la identidad cubana y local-provincial, siempre presentes en el discurso de trovadores y soneros. A lo anterior Ormán añade elementos musicales foráneos, todo de conformidad con sus propios y peculiares recursos comunicativos al momento de trasladarlos a su público.
P.D: Mi amigo, cuando leas estos teclasos seguramente coincidirás en que debo actualizarme con respecto a tus creaciones. Nos debemos café, guitarra mediante. ¿Manzanillo, Santiago o el Messenger?
Raúl Prieto entre la trova y el rock
Raúl Prieto asegura que es esencialmente un cantautor que se mueve entre la trova y el rock, aunque se siente cercano a géneros como el pop rock, la balada, el bolero, el son… Su obra viene a ser el resultado de múltiples referencias: “Trato de interactuar con todos estos géneros, defendiendo determinados valores estéticos, un cuidado por las letras, las armonÃasâ€. Por eso asegura que su “música no es necesariamente trovadoresca al estilo de los viejos juglaresâ€, aunque durante varios años se trasladara desde su natal Báguanos con el instrumento al hombro, interpretando sus temas a guitarra limpia.
Este año Raúl Prieto celebra su aniversario 41 de vida artÃstica, pues marca el inicio de su carrera con la entrada al Movimiento de la Nueva Trova, en 1979, con el grupo Latinoamérica. Surgida después de un concierto de Silvio RodrÃguez, Pablo Milanés y Noel Nicola, en Casa de Las Américas, en 1968, y constituida en Manzanillo, en diciembre de 1972, la Nueva Trova tenÃa entonces varios exponentes en HolguÃn: Ramiro Gutiérrez, AramÃs Mojena, Yaguajay… “En 1979 yo estaba en noveno grado y tocábamos música folclórica latinoamericana, desde Báguanos, un municipio con un potencial fuerte en la trova, aunque también hacÃamos temas de la Nueva Trova y algo de sonâ€.
“Estando en Latinoamérica formé parte de un grupo de pop rock llamado Kontakt, perteneciente al movimiento de aficionados, que tributarÃa después a la entonces Brigada Hermanos SaÃz. Tocábamos esencialmente rock: Aguas claras, The Beatles, The Rolling Stones… Ahà no creábamos una obra propia, era más músico que cantautorâ€, dice.
“Al lado de mi casa en Báguanos vivÃa un marinero y crecà escuchando a Queen, The Beatles, The Rolling Stones, The Jackson 5, y de esa música es imposible no influenciarse. Además, parte de la trova tradicional cubana: Sindo Garay, Manuel Corona; la Nueva Trova desde el Grupo de Experimentación Sonora del Icaic para acá, principalmente Silvio, Pablo, Carlos Varela y Santiago Feliú, que me han influido mucho. Y Fito Páez, Miguel RÃos, VÃctor Manuel, Joan Manuel Serrat, JoaquÃn Sabina, Queen, Toto, Tierra, Viento y Fuego; la generación de los 80, que realmente marcó la vida de muchos músicos. Me gusta también la música clásica, y los temas de Alejandro Sanzâ€.
Otro giro en su carrera llegarÃa con la fundación en 1986 de la Asociación Hermanos SaÃz que agrupó a jóvenes escritores, artistas y promotores. Además, se vinculó al surgimiento en HolguÃn de las RomerÃas de Mayo, Festival Mundial de las Juventudes ArtÃsticas.
“Cuando empecé a componer me movà más por la trova, pero siempre tuve el incentivo de crear un grupo musicalâ€, asegura el autor de temas como “Sin tanta filosofÃaâ€, “Para darte másâ€, “A esta horaâ€, “En las alturas de la tardeâ€, “Capitán en tierra†y “Un disparo de amorâ€. Por eso, entrado el nuevo milenio, crea “Raúl Prieto y su grupoâ€, su agrupación acompañante profesional que pertenece a la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos “Faustino Oramasâ€. “Estamos cumpliendo 20 añosâ€, subraya, y destaca que su hijo, Raulito Prieto, excelente bajista y uno de los jóvenes representantes de la trova en la ciudad, está al frente de la dirección musical del mismo, “compuesto principalmente por piano, teclado, baterÃa, bajo, guitarra eléctrica, guitarra electroacústica, coro, percusión menor y trompetaâ€, añade.
Además de la música, Raúl Prieto se ha desempeñado como constante promotor de la trova: “He centrado mi trabajo en los últimos años en el desarrollo de peñas destinadas a proteger y promover la nueva trova cubana, con un poco de énfasis en el trabajo de los jóvenes. Siempre he tenido como inquietud abrirle espacio a las nuevas generacionesâ€.
En el Hotel Brisas Guardalavaca, con el dramaturgo Carlos Jesús GarcÃa, realizó la peña “De John Lennon a la trova cubanaâ€, “en la que querÃamos mostrar la herencia de The Beatles en la música cubana, pues muchos trovadores tenemos influencia de ellos, de Bob Dylanâ€. ProtagonizarÃa, además, “Tocando fondoâ€, en el patio de la Empresa de la Música, y “A esta horaâ€, espacio caracterÃstico en la Casa de la Trova “Faustino Oramasâ€.
A partir de esta peña, fundada en 2006, nacerÃa su primer disco: A esta hora, licenciado por Bis Music en 2008. “Es un disco bien variado, que tiene trova, son, bolero, rock… Ahora acabo de grabar mi segunda producción, que será patentada por la Egrem: Rostro de nadie. Es un disco con una sonoridad mucho más amplia, un formato de agrupación grande, pues contiene baladas, boleros, algo de flamenco, country…â€, asegura.
Ahora sus empeños están encaminados al desarrollo de la Feria de los Trovadores, “una especie de cofradÃa, un gremio que incluye a trovadores de las nuevas generaciones. Asà surgió la Feria: una plataforma donde podemos interactuar todos los trovadores, con una agrupación que funciona como el Grupo de Experimentación y acompaña a todos los artistas, para que puedan tener la posibilidad de enriquecer su espectro armónico, darse a conocer desde el inicio con una propuesta musical más amplia. Pusimos mi grupo en función de eso y empezamos a llamar a los creadores que profesionalmente estaban en la Empresa de la Música con la idea de que se fueran sumandoâ€.
La Feria, realizada por la Dirección Provincial de Cultura de HolguÃn, “que la ha sostenido de forma ininterrumpida, con crecesâ€, y con el apoyo de otras instituciones, ha consolidado espacios en El Callejón de los Milagros, del Complejo Cultural Plaza de La Marqueta, la Casa de la Trova “Faustino Oramasâ€, de Artex, y el Ãlbum-Café “El Chorritoâ€, de la Egrem, donde trovadores como Fernando Cabreja, Manuel Leandro Ibarra, Lainier Verdecia, Raulito Prieto, y Tony Fuentes, intercambian con un público cada vez más creciente. La Feria realizó, además, el concurso para trovadores noveles “Para una imaginaria MarÃa del Carmenâ€, ganado en esa ocasión por Oscar Sánchez.
La Feria, añade Raúl Prieto, quien es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, “ha sido una especie de cantera, una plataforma interactiva para darles la posibilidad a los jóvenes y además, retroalimentarnos con las nuevas tendencias, porque creo que quien no se sume a las nuevas generaciones y a las tendencias contemporáneas, retrocede. Uno mantiene su estilo, su escencia, su concepto, pero aprendeâ€.
Mientras espera la salida al mercado por la Egrem de su disco Rostro de nadie, Raúl Prieto explota su lÃnea de autor, escribiendo para varias voces interesadas en interpretar sus textos. Además, ve elevarse a sus hijos, también en el mundo del arte, y se sabe un cantautor –además de un creador tremendamente sencillo y talentoso– que desde la trova y las raÃces encuentra amplios horizontes donde crecer como músico.
Cuando el rÃo suena piedras no siempre trae
Cuando el tiempo haga de las suyas, los registros históricos anotarán que la edición del Festival de la Trova Pepe Sánchez, correspondiente al 2020, aconteció del 18 al 22 de marzo.
Sin embargo, me atrevo a asegurar que su celebración primera acaeció en horas de la mañana el pasado 28 de febrero. Cuando finalizaban los ensayos previos a la gala por el aniversario 60 del Conservatorio Esteban Salas, y el plantel era todo jolgorio al calor de los acordes de la Orquesta Sinfónica Juvenil y sus invitados, desembarcaron en el Salón Principal ciertos personajes.
Este año, entre otras dedicatorias, el “Pepe Sánchez†rendirá tributo a la obra del juglar santiaguero Alejandro Almenares, quien en compañÃa de troveros como Gabino Jardines, Coralito y el vocalista Tony Rondón, desde hace algunas semanas desarrollan talleres trovadorescos en la institución de la enseñanza artÃstica. Pues el referido viernes tuvo la particularidad de que a los creadores mencionados se unieran el trovador Eduardo Sosa y el viceministro de cultura Abel Acosta.Â
El primero con la jovialidad que le es inherente declaró que se presentaba en calidad de aprendiz de los maestros santiagueros que prestigiaban el espacio, y también de los propios estudiantes a partir de la formación académica a la que tienen acceso. En tanto Acosta, desde su anterior experiencia como presidente del Instituto Cubano de la Música mantiene un estrecho vÃnculo con la enseñanza artÃstica, y de modo especial con el “Esteban Salasâ€. Los que son cercanos a la cultura desde lo institucional conocen la obsesión de Abel por el entorno musical cubano.
Que la trova trascienda los lÃmites que imponen los festivales y otros calendarios es el empeño de Eduardo Sosa y otros hacedores por estas tierras. No siempre se logra, ya sabemos que las festividades obedecen más bien a sets que con mayor o menor alcance de una a otra edición, tras su conclusión, como el eco diluyen sus efectos. La Casa de la Trova ha de ser la catedral de esta sapiencia musical de origen popular lo mismo para entendidos, estudiantes que amantes de dicha musicalidad. ¿Dónde podrÃan aprender mejor materia los educandos de música que entre sus salones y sus protagonistas? No hay que aguardar porque llegue algún “descubridor†para reconocernos en esas joyas cotidianas que habitan la gran Casa y nuestras calles. Por eso ningún escenario tan propicio como el Conservatorio para trazar caminos de doble vÃa entre lo popular y la academia o a la inversa.
Fue una clase magistral, es cierto, eso sÃ, desde el lenguaje jocoso de los trovasoneros que en su modestia atesoran una fonoteca errante. Y no lo digo porque por ejemplo Almenares y Coralito atesoren tantas canciones como años y el tiempo de vida fuera patente de corso. Lo digo porque ellos y otros muchos son historia viva de la música cubana sin hipérboles que valgan.
Eduardo es el sobrino consentido de todos los viejucos, y primo hermano de los más jóvenes como el trovador y sonero vocalista Tony Rondón. Mutuamente se enorgullecen y se reconocen los unos en los otros. Sosa aprovecha el momento para incluir el relato de cómo se inició en las andanzas trovadorescas cuando siendo apenas un muchacho estudiante de la Vocacional se escapaba a la Casona de Heredia para nutrirse en la savia. En lo personal admiro la forma en que el trovador ha creado alianzas profundas entre su hacer y la historia musical. Creo que ya lo dije en otro momento; el creador se alió al maestro Lino Betancourt y supo hallar en sus conocimientos buena cobija. Por eso Eduardo, asistido por su formación pedagógica, a pocos segundos de su presencia tiene al estudiantado, el claustro y artistas concurrentes sumergidos en un capÃtulo de la Historia de Cuba.
Toman la escena Francisco del Castillo, Carlos Manuel de Céspedes, José Fornaris en la noche del 27 de marzo de 1851 cuando dedican a Luz Vázquez la canción La bayamesa. La lección remite al contexto sociohistórico con matices de anécdota y una comunicación cercana a los jóvenes, quienes en más de una ocasión acompañaron el proceso de aprendizaje con sonrisas y ovaciones. Adriana del Castillo, portadora de la bandera cubana en las tropas de Céspedes, emergió también en el coloquio. De inmediato la voz y guitarra sellaron la página en la evocación cantor.
Entre corales emergió un clásico de la trova cubana, Perla Marina. Muchos músicos en Cuba incluyen la pieza en su repertorio, mas la particularidad propuesta por Sosa es que Alejandro Almenares la interpreta a la usanza musical de Sindo Garay, pues siendo muy joven tuvo la oportunidad de conocer al decano trovador. El discÃpulo se vale de la ocasión para explicar la estructura músico-poética de las primeras piezas trovadorescas. Alumno y maestro exponen cuestiones técnicas inherentes a la armonÃa de este cancionero y el rol de la primera y segunda voz, asà como sus particularidades en intérpretes de la región oriental.
Por su parte Tony Rondón dialogó en torno a las dinámicas que se generaban alrededor de las denominadas descargas y lo trajo a contexto. Ilustró una modalidad casi en desuso, la confluencia de dos duetos de voces y guitarras en la misma interpretación. Asà se unieron en Cajón de muerto, otro referente de la trova primera santiaguera, los dúos compuestos por Coralito y Almenares y el propio Tony junto a Gabino. Este momento en particular ofreció toda una lección de campo de la historia de la música. En el caso especÃfico de Rondón es uno de esos vocalistas que bien encarna la simbiosis del sonero-trovador tan usual en Santiago de Cuba como núcleo geocultural. Esas distinciones fueron comprobables en la interpretación realizada al tema A una coqueta, de la firma de Manuel Corona.
El autor de Retoño del monte y muchas hermosas canciones conversó acerca de la necesidad de despojar lo trovadoresco del encasillamiento como banda de momentos lúgubres y conmemoraciones luctuosas. Si bien la trova cubana protagoniza desde nuestras gestas de independencia hasta la construcción del presente cubano, integra un amplio diapasón temático. Más que un género, para Eduardo el trovar brinda la posibilidad de asumir una actitud y una forma de entender la Canción desde diferenciados postulados estéticos que reclaman de cantautores, intérpretes y receptores un caudal de información. Es la trova entonces un espacio de oposición al facilismo discursivo que proponen otras espacies sonoras. Significa el decir trovadoresco una gama de oportunidades para el regocijo espiritual.
Compay confieso que a mà la trova no me gusta, a mà la trova me encanta. Razón por la que, lo mismo que aprendiz en el taller, aproveché cada una de las enseñanzas. Esta sección matutina concluyó con la descarga a son de trovadores y sinfónica juvenil de una pieza emblemática del repertorio Sosiano, A mà me gusta, Compay. Anécdota mediante, de paso nos enteramos cuáles fueron las vivencias profesionales en ámbitos internacionales que propiciaron los motivos para la creación.
Minutos después Abel Acosta protagonizó el taller impartido a estudiantes de guitarra y Tres de los niveles elemental y medio de la enseñanza musical. Entonces el músico que le habita dio golpe de guitarra. Acosta escuchó el desempeño de cada uno de los jóvenes instrumentistas en formación. Elogió a quienes alcanzan ya un alto nivel técnico-interpretativo y realizó sugerencias en aquellos aspectos necesarios. Cuando la pasión le desbordó él mismo empuñó ambos instrumentos con el fin de ilustrar las exhortaciones. Importantes autores del repertorio para guitarra clásica latinoamericana ocuparon esta sección. Y entre los aspectos más interesantes vale resaltar el cómo a través de elementos históricos conceptuales se comprende los modos en que se difuminan los ámbitos académico y popular y más bien cada uno incide en el otro.
En lo particular debo expresar mi deseo de que en un futuro cercano fructifique en Santiago de Cuba la creación del nivel medio para la enseñanza del Tres. En la actualidad los egresados del nivel elemental deben continuar sus estudios en las ciudades de Guantánamo o Las Tunas. Con el cariño y respeto que ambas urbes merecen por su desarrollo artÃstico-cultural, creo que con el Tres los santiagueros tenemos esa asignatura pendiente. Hace poco dediqué mis teclas al monumento al Tresero y me resisto a conformarme con la idea del herrero y su domicilio. La Escuela Vocacional de Arte cuenta con el nivel elemental de este instrumento vital en nuestras trovas y sones. En estos momentos el músico Radamés González funge como profesor de dicha esfera, a la par que se recibe asesorÃa de personal especializado procedente de Las Tunas, lo cual habla de una importante gestión. Aun asÃ, el Tres clama por su continuidad en la formación de profesionales en el territorio.
Llegado a este punto creo que lo medular no reside en si una celebración comienza tal o más cual dÃa. Lo valeroso será que cada jornada, por cotidiana que parezca, se revierta en 24 horas de aprendizaje. Ojalá y la buena música toda sea una celebración constante de nuestras esencias cubanas. Por lo pronto les aseguro que los del “Esteban Salas†llevan altas cuotas en ello.
Eva, la luz de tu nombre
Justo me encontraba en la esquina de la Casa de la Trova cuando supe la noticia.
Ahora tendrÃa a punta de tinta unos cuantos adjetivos que ya emplearon otros para ti. Desisto de tardes grises o cualquier tropo compasivo. Huyo de cualquier reiteración a pesar de las razones. Eva, llena eres de canto y no necesitas más luz que la de tu nombre para trascender.