Casa de Iberoamérica
Lázaro Reynaldo: «Nada es para siempre; todo se transforma»
Desde los primeros griegos, e incluso desde mucho antes, lo dual ha sido piedra de toque de la mitología, la cultura y la sociedad. Dioniso, dios del goce y el vino en la Grecia antigua, es un ser dual por excelencia, al encarnar la alteridad y la transfiguración. Representa, por un lado, lo femenino, pues crece, se educa y se viste como mujer, son las ménades quienes integran su corte y sus sacerdotisas también son féminas. Por otro lado, se le considera un ser viril y se asocia al toro, que es un animal fecundador por antonomasia. Esta aparente paradoja deja entrever un aspecto fundamental: la rica y plural visión de Dioniso, que está presente también en la filosofía y la sociedad griega y que abre las puertas, mediante el teatro y particularmente la tragedia, a la autorreflexión sobre la ambigüedad que posee la condición humana.
Nietzsche, quien se sumergió en las honduras del mito y sus ecos, escribió que «el desarrollo del arte está ligado a la duplicidad de lo apolíneo y lo dionisiaco», en continua lucha y reconciliación. Lo dual es la coexistencia de dos elementos diferentes: espíritu y materia, obra de arte y artista, vida y representación… Dichas lateralidades pueden dar como resultado producciones distintas, maneras contrapuestas de enfrentarse a todo un proceso cognitivo que deriva en reacción abierta dependiendo del estado y el sentir en ese momento. Ser y arte entrelazados por una dualidad que no solo influye en el resultado, sino que, en cierto modo, dirige el sendero por el que cada obra se encamina. El artista, ser dual por naturaleza, es quien crea al «otro», uniendo razón y pasión en sus obras. «Yo es otro», escribió Rimbaud. Blanco/negro. Positivo/negativo. Masculino/femenino. Día/noche. Yo/tú. Nosotros. O sea, la armonía.
Lázaro Reynaldo, consciente de que toda obra es, en su esencia, autobiográfica, encuentra esa armonía, donde espíritu y materia, obra de arte y creador, vida y representación son una sola. No los puedes separar, aunque estés seguro (o precisamente por ello) de que nada es para siempre.
A esa sensación de «desorden» experimentada en la infancia, que, con el paso de los años, entendió como falta de armonía, regresa desde una posición más consciente para realizar un viaje por el yo (por su yo esencial) y reordenar algunos de los elementos que caracterizaron su discurso en los años 80: las plumas, los caracoles, el coco, las maderas, los objetos de hierro oxidados… se conectan con una esencia ancestral que, en el presente, posee un enfoque menos estático, pero con idéntico sustrato. Esa dualidad —nos dice— está en casi todo. La base de una plancha de hierro que fue calentada hace mucho con carbón, mantiene la esencia femenina, pero también en forma vertical puede convertirse en un elemento masculino. Aunque nada es para siempre y todo se transforma, afloran las posibilidades de la armonía.
Su obra —en la que incorpora objetos personales que abren las puertas a su intimidad— se precipita en el ocre, los tonos terrosos, sensitivos, dorados, que dan paso a la creación espontánea, al trazo intuitivo. Lázaro realiza la búsqueda de la manera más sensible y espiritual que cree; indaga en la armonía interior que lo equilibra todo, la explora y evoca; y en ello afloran sus hermosos rostros (también equinos). El artista va armando artilugios de su memoria, fragmentos a salvaguarda de los días, maderos a los que aferrarse; y con ellos ofrece señales de su espiritualidad y su identidad. Sus trazos sencillos, minimalistas, nos remiten a los contextos de una paz interior deseada y encontrada que quiere compartir con nosotros.
Lázaro presenta en soportes diversos su filosofía de vida, sus paradigmas estéticos. Estamos frente a un libro que, libro al fin, posee numerosas páginas, pero que, en su esencia, es el libro. Su belleza, sensual y espiritual, está dispuesta para que el espectador complete un discurso que se abre al universo, que va de lo personal a lo colectivo, de lo particular a lo general, de lo específico a lo global y que, en su atemporalidad, es el resultado de un riguroso y rico sincretismo. Lo que podría ser ignoto cobra fuerza y se nos abre a los múltiples senderos.
Luego de sumergirnos en las profundidades de sus tonos, en sus líneas y contornos, Lázaro nos abre otras puertas que dialogan consigo y con nosotros. Detrás de cada trazo y cada objeto, él ha escrito/descrito su vía crucis, que ha sido un viaje de aprendizaje constante y que promete, como la propia vida, seguir siéndolo. El periplo, el reencuentro que posibilita la creación en Holguín, parecería algo lógico, una boutade, si Lázaro Reynaldo no fuera un artista sincero consigo y con su obra. Las piezas expuestas aquí no son solo, o no únicamente, un giro en el que la imagen se inscribe en el marco de la representación y de lo representado, sino que marca latitudes y sitios del ser en los que el artista edifica su idea del arte y de la vida.
Miramos al universo y buscamos encontrarnos también en esa dualidad, conscientes de que nada es para siempre, pues todo cambia y se transforma, como la propia vida bajo el sol y la luna.
Palabras inaugurales de la exposición Nada es para siempre, del artista holguinero radicado en México, Lázaro Reynaldo, en la Casa de Iberoamérica, de Holguín, el 24 de octubre de 2023, como homenaje a la institución en su aniversario 30 y como parte de la XXIX Fiesta de la Cultura Iberoamericana.
Bloguerías de Mayo, aliento virtual desde Holguín
El 6 de mayo de 2013 la ciudad de Holguín ya había consumido más de la mitad de sus días de Romerías. Sin embargo, en el año 20 de un empeño artístico único, las sorpresas no se agotaban todavía en la Capital del Arte Joven. Justo en esa jornada, al Festival Mundial de Juventudes Artísticas le nacía el que sería hasta hoy el más joven de sus espacios.
El alumbramiento tuvo lugar en el Teatro Eddy Suñol. Desde la bitácora Visión desde Cuba, un post de su “progenitor” daba la buena nueva. Entre alegre y aliviado, el profesor universitario Luis Ernesto Ruiz Martínez anunciaba la feliz realización de un encuentro entre algunos blogueros cubanos, que sin abandonar sus existencias virtuales, se habían llegado, en cuerpo y alma, hasta la Ciudad de los Parques.
Habían arribado a la urbe oriental desde diferentes partes de Cuba y el mundo. En su post, Luis Ernesto los definía como un grupo bien posicionado en Internet que divulgaba “sistemáticamente la realidad cubana tal cual es”. Pretendían “dar otro paso en la consolidación de un comportamiento propio del bloguero” y se habían encontrado para debatir sus “inquietudes, proyecciones y limitaciones”.
Surgía así Bloguerías de Mayo, evento tan convidante y aglutinador como cualquiera de los que ya conformaban el megaevento romero. Cuenta su gestor que “en 2011 se hizo un primer intento de encuentro de blogueros en Romerías de Mayo. En aquella ocasión participó el escritor Enrique Ubieta, que asumió buena parte de los debates. Asistí como público y saliendo de allí comencé mi andar por las redes y saqué mi blog.
“Dos años después le propuse al Comité Organizador de Romerías retomar aquellos encuentros y nació Bloguerías de Mayo, en 2013. Entre los fundadores destacaría a Arleen Rodríguez Derivet; Rosa Cristina Báez, la Polilla Cubana, lamentablemente fallecida; David Najarro y Fidel Díaz Castro”.
Hoy Ruiz Martínez comenta con humildad que Bloguerías siempre ha combinado paneles para debatir temas relacionados con las tecnologías, Internet y redes sociales. Y ha dado la posibilidad, sobre todo en los últimos años, de ofrecerles a los delegados y la prensa un espacio de conexión para que mantengan actualizados sus perfiles en redes sociales y puedan hacer su trabajo con mejores condiciones”.
Pero la verdad es que, en el transcurso de siete años, ese evento se convirtió en mucho más. Ha sido tribuna para amplificar las voces que narran a la Cuba verdadera y ha batallado fuerte para abrir caminos en medio de la espesura que significa la hegemonía cultural del capitalismo.
Al voltear la memoria hacia aquel encuentro iniciático del 2013, la joven periodista camagüeyana Gretel Díaz Montalvo lo recuerda como una oportunidad para crear nuevas amistades, ponerle rostro y carácter a aquellas que solo conocía a través del chat y compartir inquietudes sobre el universo digital que intentaban conquistar.
También, a partir de ese momento, como asegura Bertha Mojena, periodista del espacio digital Cuba Hoy y participante por dos ocasiones en Bloguerías, “el evento logró aunar a un grupo de intelectuales cubanos de gran talla, académicos, jóvenes historiadores, periodistas y personas que fueron agentes de la seguridad del estado para ponerlos en función de intercambiar sobre la guerra cultural y la batalla ideológica que se le ha hecho a Cuba”.
Agrega que se instituyó como un espacio para el intercambio, la generación de experiencias y para conocer cómo cada uno de los participantes utilizaba el espacio digital en virtud de mostrar la realidad de Cuba más allá de lo que exponían los grandes medios de comunicación mundiales, tendientes siempre a la manipulación.
De ese modo, cada uno de los programas del evento, que desde 2014 contó con el apoyo de la Red en Defensa de la Humanidad, estaba a tono con lo más urgente y significativo del momento. Así, a lo largo de estos siete años tuvieron cabida temas diversos relacionados con buenas prácticas en los entornos hipermedia, la informatización en Cuba o preservación de la identidad cultural. A la vez, fue trinchera de batallas como las que se libraron por el regreso de los Cinco Héroes y en contra del bloqueo estadounidense.
El afán de mantenerse como un evento siempre actualizado conllevó a que bajo sus alas germinara el noticiero Romerías de Mayo. Juan Pablo Carreras, fotorreportero holguinero y uno de sus coordinadores, comenta: “Hace dos años sentíamos que a las Bloguerías les hacía falta dar un paso más. Entonces consideramos hacer este proyecto audiovisual”.
La iniciativa, que asumió en un primer momento la Agencia Cubana de Noticias y a la que después se sumó Cubadebate, se consolidó mucho más en 2019 y se patentizó como la voz oficial de las Romerías holguineras. Carreras puntualiza que “el objetivo del noticiero siempre fue publicarse en las redes sociales y en las nuevas plataformas de la comunicación. Sin embargo, curiosamente el producto acabó siendo consumido por espacios televisivos nacionales”.
Esas pretensiones perennes de atrapar lo nuevo, hacen que ni siquiera ahora en medio de la pandemia por la COVID-19, las Bloguerías pierdan su esencia y valía. Como parte de las Romerías desde casa, convocadas por la Asociación Hermanos Saíz, el viernes 8 de mayo se realizó un panel online enfocado a debatir sobre las alternativas empleadas en Cuba para divulgar el arte aún en las circunstancias actuales.
Carlos Parra Zaldívar, presidente en Holguín de la Unión de Informáticos de Cuba y quien funge como otro de los coordinadores de este evento, explica que “el panel analizó cómo, a partir de las tecnologías y las redes sociales, artistas e instituciones culturales han podido ofrecer su arte al público a pesar del necesario aislamiento social”.
Detalla que la iniciativa se desplegó desde la Casa de Iberoamérica y gracias a la plataforma de videoconferencias Jitsi Meet, un servicio online en Internet, totalmente descentralizado y seguro. “Un pequeño grupo de personas expusimos experiencias sobre el uso de los escenarios digitales para difundir el arte y también la verdad de Cuba al mundo”, apuntó.
Desde La Habana estarán representantes de la AHS nacional, del Ministerio de Cultura, la Unión de Jóvenes Comunistas y la de Informáticos de Cuba. Ruiz Martínez comentó también que se unieron periodistas, trovadores y activistas en un espacio que pudo ser visto desde el extranjero.
Así, diferentes, pero dinámicas y ajustadas a su tiempo, estuvieron entre nosotros las Bloguerías de Mayo. Aún en condiciones adversas preservaron su “macroesencia”, esa que apunta a sumar voces a favor de la preservación de la especie humana.
¡Siempre en Romerías!
Este mes de mayo no vamos a las Romerías, pero de alguna forma recorreremos las calles de Holguín, debatiremos sobre cultura y sociedad, cantaremos, bailaremos, llenaremos de estatuas y lienzos los alrededores… la Ciudad de los Parques descansará, pero las redes sociales serán el nuevo escenario para todo aquel que desee revivir el espíritu del Festival de Juventudes Artísticas mediante la creación online y el compartir entre amigos.
Carlos Urgellés es de esos apasionados que, aunque lamentan en esta ocasión la suspensión del evento por la circunstancia de la Covid-19, será de los primeros en sumarse a ese carnaval cultural que se anuncia del 2 al 8 de mayo, las Romerías desde casa, símbolo de esperanza y vida al que están convidados escritores, artistas, investigadores, promotores, voluntarios, Maestros de Juventudes, Miembros de Honor…
Sobre las razones que lo convidan a esa militancia y fidelidad para con un espacio que se realiza fuera de Guantánamo, su provincia natal, dialogamos con Carlos, vía telefónica, y así nacieron estas memorias muy personales del joven crítico e historiador.
Del temor a la admiración
Lo que más sorprende y enamora de las Romerías, según Carlos, es la amplitud, variedad y profundidad de las actividades que promueve cada año.
“Es un imán que agrupa a creadores noveles y estudiosos de toda Cuba, y claro que los guantanameros hemos asistido. Yo en lo personal fui desde 2012 y hasta el 2014 como participante del evento Memoria Nuestra, devenido Congreso de Pensamiento pues reúne a investigadores, científicos sociales y promotores culturales en torno a dos líneas de trabajo: la investigación y los proyectos socioculturales.
“Para mí ese espacio es la médula de las Romerías pues allí están los pensadores, se gestan los procesos de investigación, de interpretación y análisis de los fenómenos artísticos. Además sirve de manera espontánea a la promoción de saberes nuevos, del quehacer de los investigadores jóvenes y nos pone en contacto con personalidades como Olga Portuondo, Fernando Martínez Heredia, Carmen Almodóvar, Carlos Lloga, quienes convierten el congreso en aulas para disertar y compartir con la Asociación Hermanos Saíz.
“Cuando llegué por primera vez, me impresioné mucho porque en un día habían decenas de actividades y en todas yo sabía que podía aprender algo, pero el tiempo resulta corto, incluso si vas con una agenda, claro de tus objetivos.
Participar, investigar, aprender
El Memoria Nuestra constituye un reservorio único de investigaciones novedosas, pertinentes, atinadas, bien concebidas en el ámbito social, cultural nacional e internacional, así lo considera Carlos Urgellés, quien rememora como ayer aquellas primeras propuestas que llevó al congreso.
“En una ocasión el eje temático estuvo dedicado a la figura del Che, y llevé un ensayo sobre el pensamiento político de esa figura, aplicada al siglo XXI, luego propuse una investigación sobre la masonería en el ámbito oriental, y la conservación del patrimonio construido en Baracoa a partir de trabajo de las logias masónicas, este último fue agasajado por la Casa de Iberoamérica de Holguín con el premio colateral.
“Para mí asistir al Memoria… es una oportunidad de lujo, pues te da la oportunidad de conocer fenómenos y teorías sociales a las que uno está ajeno por lo limitada que es la circulación de las investigaciones científicas, además con el jurado del evento uno logra mucha familiaridad, tanto así que por ejemplo allí yo pude invitar a Fernando Martínez Heredia a Baracoa.
“Además, uno encuentra el trampolín para nuevas líneas de estudio, crea alianzas para realizar investigaciones paralelas, colaborativas y definir incluso otras formas de abordar temáticas. Sin embargo, creo que aún hay que buscar otras formas de socializar el contenido de las valiosas obras que se ven y exponen en el Congreso de Pensamiento.
Impresiones y recuerdos
“El encuentro con Fernando Martínez Heredia, ese aprendizaje constante, el interactuar cotidiano con figuras excelsas de la Cultura, profesoras de Historia del Arte de la Universidad de Oriente, con Armando Hart., la programación sin límites… son recuerdos que siempre conservaré de las Romerías, que podría considerarse el mejor Festival de Juventudes Artística que se realiza en el país”, agrega Carlos Urgellés, mientras evoca detalles de sus últimas Romerías.
“La música es un componente esencial de esos días, el que va allí se queda encantado por ese himno, esa oda a la alegría, que te recibe y despide desde la mañana a la tarde, hay quienes la graban y se lo llevan como tesoro, porque si hay algo que han logrado los holguineros es dotar de identidad propia ese evento.
“Aunque hay ediciones a las que no asistí, sí creo que ha crecido mucho como acontecimiento cultural, gracias a la promoción y pasión con que la AHS lo ha acogido, ahora incluso con participación del sector universitario que acude allí ansioso de conocer esos aportes sustanciales que traen los centros de estudios, por ejemplo, sobre la primera computadora hecha en Cuba, las comunidades, el género… socializados en el Memoria Nuestra, que para mí es (o debería ser) una segunda universidad para los teóricos del país.
“Realmente es una pena que este año no hayan Romerías, como las que estamos acostumbrados, sé que muchos aún les pesa desempacarlas mochilas y esperan que en algún momento digan que todo fue un mal sueño, que sí habrá Festival, pero creo que este tiempo sería bueno aprovecharlo para dialogar online, para repensar el evento y guardar las energías para el próximo año hacerlo como merecemos los cubanos todos”.
Cartografía de mayo para gorriones reincidentes
(A:) Mis amigos, los pocos, los tantos/ marineros de mis travesías/
tan impuros y mortificados/ desertores de todas las filas.
Que prefieren vuelos de gaviotas/ mientras llegan los clásicos
sueños/ pecadores eternos, que cambiarán las cosas/
mis amigos serenos y faunos/ elegidos en tierras remotas.
(Mis Amigos, Willian Vivanco)
No sé si se cumplieron los deseos, solo recuerdo que dábamos vueltas alrededor de la cruz. Bárbara, ¿qué hacíamos esa mañana de escalar peldaños? Casi pierdo los huesos en el empeño. Aquellos italianos desfallecían de sol. Ni siquiera recuerdo a qué vinieron, solo sus banderas y que eran lindos. David estremece la loma. ¡Pop and roll, pop and roll! La muchachada salta en posesión.
Cuando empezamos en la Universidad teníamos el susto de la primera semana. Entonces la palabra se replicó: Romerías. Alguien nos habló de aquello en tono solemne, de la tradición cultural y de las prácticas pre-profesionales. Otros, la mayoría, esperaban la fecha lo mismo que bacanal.
Al reto de los cuerpos la lluvia por fin cantó. Las vidas se contorsionan. En Holguín hay sed y Codanza cita al conjuro. ¿Tú crees en la casualidad? ¡Habrá sido tal vez performance de las aguas! Esa tarde regresamos sonrientes por la avenida.
Todo es deprisa, confuso… no sé si finalmente debo guiar al grupo de bolivianos o a la delegación de Pinar del Rio. Voy a donde otros pasos.
No lo veía desde aquel concierto de Postrova en la Sala Dolores. Reencontré a Eduardo Sosa guitarra en ristre en la Casona de Patrimonio, allá por el Parque San José. Usurpé sus canciones. Varios mayos desfilaron cuando en diálogo que compartimos para este sitio confesó: “Y entonces ahí comenzó el asunto con Postrova que desde que salió fue (gesto de avión), a la gente le encantó. Fue tremendo, muy bonito. Yo recuerdo que nosotros teníamos cuatro temas montados nada más cuando fuimos a las Romerías de Mayo, y aquello fue apoteósico. Todo el mundo pedía otra y otra y nosotros decíamos que nos interesaba promocionar sólo esos cuatro temas. Fue bien interesante y se produce el despegue a nivel nacional.”
Esa tarde quedamos con Ilianita y Rafael de encontrarnos en la pizzería “Los Álamos”. Nos hartamos de chistes. La sobremesa quedó para el Calixto García. Los chicos holguineros y su furia por los patines me daban náuseas. El “Yori, tenemos planes” fue el mazazo. Cuando recobré el sentido ya tenía en la bandeja de entrada fotos desde Ecuador.
Aquel mayo de 2011 fui a dormir a las pupilas de Miguel. Nos quedamos para el Memoria Nuestra. Yo trataba de confundirme entre las muchachas de Manuel Corona. Él, con sus barcos y la bahía de Nicaro.
Ay qué voy a hacer si tú te vas, chiquito mío que a mis ojos le quitó la oscuridad. A Iliana le encantaba el cubaneao flamenco de Reynier Mariño. Rafa atraviesa en bicicleta la ciudad para alcanzarla. La noche taconea. Vamos a la Casa de Iberoamérica, al Mestre, los parques y a donde quiera que llevan los puentes a la Península.
Llegar a Holguín es lo mismo que a mí. Años más tarde en el cuarto de hotel, con la maternidad desparramándose recopilo pensamientos. Iliana, ¿y qué hago ahora que la geografía internacional engulló tanto buen amigo? Irina va en pasarela con sus ojos color Turquía. La recuerdo esbelta en los desfiles del Fondo de Bienes Culturales con la mirada hacia el mundo.
Mejor, comamos aceitunas. Todos las preferían sin hueso. Él y yo estamos a ras de piso, no alcanzamos para las gomas del Caligari. Tenemos vasos con néctar de la noche y besos. Miriela coarta la voz, “Una de cal y otra de luna, un Deja vú y el miedo alcanza al ángel”. Dejamos los frascos en el fondo. Los pepillos gozan. El desfile es intenso. Quería darte un solo de mis canciones… florero, flores, Azucenas, Girasoles. Willian, Telmarys y Francis juntos, hago selffie a la memoria. Los sonidos se revolucionan al teclado. No quedó canción con etiqueta.
No lo pareces y aunque nadie me crea, la verdad que de vez en cuando te habita el rockero. La noche se extingue en nuestros zapatos. ¿Quién nos entiende? El Parque de las Flores es un hervidero. Observo tu metamorfosis. Te pierdo entre el furor. Creo que en cualquier instante te convertirás en Metal. Sonrío, hago trabajo etnográfico. Prefiero la humedad del Bosque, los gusanitos del césped entre sandalias y guitarras. Los muchachos comparten el humo y las canciones.
Este es un barrio de adoquines, nena/ aquí los negros rayan un tambor/ los caracoles te hablarán,/ la hierba es una ciencia/ la rumba baile de salón/ y en esa esquina universal/ se hace el cigarro y el amor. (…) Yo soy de un barrio barroco/ que tiene tanto sabor/ y tan real, que a flor de piel/ lleva su madera, su folklor.”
Santiago me alcanza, algo de sus tejas con su francés pedigrí mezclado con arrabal. Desde la hierba se pueden alcanzar las utopías. No hay tiempo para escondrijos, ya casi es mañana. En una noche triste te alegrará, la conga se te sube a la cabeza. La conga se nos sube y con ella nos vamos hacia los coches. ¡Pop and roll, pop and roll! Nasiri canjea las monedas, una generación lo acompaña.
Nosotros partimos a donde Síntesis, primero en el parque Calixto, luego en el San José. Ele sacude las banderas, no distingo entre Carlos y el bajo. Los ancestros nos escoltan. Diana, Eme, la danza y la voz ahogan el tiempo. ¡Despierta!, no me lo puedo creer.
“Debo salvar a mi perro de la llovizna/ Pronto vendrán los gorriones a restregarle n nubarrón de migajas en el hocico/ tirarán con saña y alevosía de sus instintos/ Ya chapotean las plumas en colonia mortuoria/ reparten los desperdicios de su ilusión/ les veo tramitar cuestiones de linaje/ papeleos de rutina/ Van a corretearlo/ los más veloces se sitúan en la línea delantera/ en pocos minutos picotearán sus pasos/ sofocan su mirada/ sucumbe el cuerpo/ ¡Ha sido un infarto!/ Sentenciará la amante del gorrión en jefe/ La muerte toma por sorpresa a mi perro sin legítima defensa/ mas primeramente le harán beber la orina/ con que cada día bautizara el patio/ al fin y al cabo/ los gorriones también son seres territoriales/ Hacen lo suyo, dirigen el vuelo donde un ladrido vecino/ En el acta de defunción reza:/ El pobre ha sido víctima de un resfriado/ Debo salvar a mi perro de la llovizna/ Antes de que los gorriones vengan a ponerle flores.”
La Isla se reclama verso. El periplo de mayo de 2012 encuentra a la poeta que tal vez seré otro día. La Casa de Iberoamérica cobija a Poetas del Mundo, alquilo un pasaporte, soborno a la felicidad. Yuricel y Kiuder me abrazan.
(Reto aceptado): Me fui con Leydis a casa de otra conciudadana residente en Holguín. Bárbara no consiguió con quién dejar a Cristopher, el niño de dos años. ¿Qué árbol sembraron después de izar la ilusión? Dormimos, o al menos se hizo el intento, tres santiagueras y un niño en la misma cama. A ratos crecía el río o alguien atentaba contra la vida de la abuela. Eso decían los gritos que lanzó la señora toda la madrugada. Nunca como esa noche añoré que dieran las seis de la mañana. Arreglamos la fuga. El maquillaje se transfiguró mueca. No hubo tiempo para despedidas, Bárbara desaparecía entre su hijo y el vaho.
Sueños vividos en Romerías
Hace un año me enrolé con un Vladimir Martínez Savón, un importante diseñador escénico y profesor de la Universidad de las Artes en su filial santiaguera, en una experiencia donde a partir de sus diseños sobre los vestuarios de las tres Tumbas Francesas que existen en Cuba se realizó una exposición. La misma pretendía interpretar a través del vestuario el legado de esta institución de la cultura popular tradicional declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La exposición con el título “De la idea a la forma, vestuarios de la Tumba Francesa”, contaba de 20 diseños.
El conocimiento adquirido por este diseñador escénico ha sido develado a partir de la discusión de sus tesis de maestría en Estudios Cubanos y del Caribe en la Universidad de Oriente. En los diferentes diseños realizados por Vladimir podemos apreciar la belleza y complejidad de estos vestidos. Además de las diferencias que tienen de una región a otra. Por ejemplo, en los diseños de la Tumba Francesa La Caridad de Oriente de Santiago de Cuba podemos observar que las piezas de vestir son sobrias y con pocos accesorios ornamentales; sin embargo, en la de Bejuco en Holguín y la de Santa Catalina de Ricci en Guantánamo ocurre lo contrario, lo que demuestra la riqueza y variabilidad de este elemento en esta expresión de la cultura popular tradicional.
La exposición comenzó en la casa Víctor Hugo gracias al apoyo del director, Deyvi Colina, quien nos brindó el espacio de esta importante institución cultural del Centro Histórico de La Habana que permite la convergencia entre la cultura francesa y la cubana. A partir de ahí comenzó nuestro bregar por Cuba, pero fue en las Romerías de Mayo, en Holguín, el momento más relevante de este proyecto al permitir que las tres Tumbas Francesas existentes convergieran en dicha fiesta. Pero solo pudieron asistir la de Santiago de Cuba y la de la Ciudad de los Parques.
La Casa de Iberoamérica fue el espacio que nos acogió con mucho amor para poder cumplir este sueño. Lo más importante de la exposición fue la presentación de ambas Tumbas Francesas, lo que permitió que los participantes de dicha cita pudieran conocer la historia y legado cultural de las mismas. Otro momento fue el baile de la caridad, donde todos nos unimos en un canto y movimientos de felicidad. Al concluir, cada una de las presidentas de estas agrupaciones portadoras le agradeció a la Casa de Iberoamérica y a Vladimir Martínez Savón por haber acogido esa exposición que le rendía homenaje a las Tumbas Francesas y se enmarcaba en el año de ratificación (2019) de la condición del nombramiento de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Asimismo, las Romerías han sido puente para mis prácticas como curador y promotor artístico al ponerse a prueba en la exposición que contó con el apoyo de la Asociación Hermanos Saíz.
Y es este el principal espíritu del festival Internacional de Juventudes Artísticas, donde muchos pueden materializar sus proyectos e ideas siguiendo el eslogan: “No hay mañana sin hoy”, como profundo paradigma social del arte joven que se realiza en estos momentos en Cuba.
Por eso, a pesar de la situación que vive el mundo y el país a causa se la pandemia del coronavirus, los romeros seguimos despertando sueños y esperanzas para que los que viven estos momentos el confinamiento puedan experimentar la experiencia desde las redes sociales y, de esta forma, puedan sumarse el año próximo a esta convocatoria de vivir a plenitud las Romerías de Mayo.
Ráfagas virtuales de versos, melodías y amor
Versos de esperanza, acordes trovadorescos y hasta un poco de música electrónica se han instaurado en el ciberespacio desde la Casa de Iberoamérica, en Holguín, para llevar un mensaje de amor a los enfermos de Covid-19, a sus familiares y a todos los que permanecen recluidos en casa con la zozobra de vivir en un mundo más convulso de lo habitual.
Al poeta Norge Labrada, jefe de la sección de Literatura de la AHS, le duele que su primer libro publicado, “Poses”, que sería presentado durante la Feria del Libro, no haya podido llegar hasta el público por causa del nuevo coronavirus. Sin embargo, afirma que su pequeño volumen “sabrá esperar el momento adecuado” y mientras tanto se reconforta con compartir sus versos a través de Internet, porque está convencido que la poesía también cura.
Para el músico y actor Laynier Verdecia, que atesora hermosos temas como Flores para la vida, El planeta de los locos y Hay una luz, “es muy acertado que la AHS tenga esta iniciativa y se encadene con otras instituciones culturales de Holguín para compartir nuestras obras a través de las redes sociales. El arte es una de las cosas que complementa la vida del ser humano y creo que no seríamos nada sin él”.
Similar opinión tiene el trovador Manuel Leandro Sánchez, quien a través de su guitarra expresa las inquietudes sociales y espirituales que lo aguijonean. “Cada uno de nosotros debe ayudar de la manera que pueda. Queremos que la gente que tiene algún enfermo sienta que no está solo”, manifiesta.
La misma fe tiene Ernesto Angulo en el arte que se hace hoy desde Holguín bajo condiciones excepcionales. El Jefe de Grupo Gestor de Proyectos de la Casa de Iberoamérica, que ha fungido como el presentador de los conciertos online realizados desde el 21 de marzo en Holguín, afirma que “es de enorme placer poder transmitir emociones, sentimientos en estos momentos. Es un gesto humanista para todos aquellos que han contraído el virus”.
El DJ Alexei, director del proyecto Sector Electronik, también se ha unido a la iniciativa y dice sentirse muy bien aportando su grano de arena en tiempos de coronavirus. Por suerte, son muchos ya los artistas holguineros que han incursionado en el ciberespacio para extender su mano amiga, pero lo mejor es que no pretenden dejar de lanzar sus ráfagas virtuales de versos, melodías y amor.
Jazz en Holguín, nuevo evento y concurso para la creación joven
Una nueva oportunidad nace para los jóvenes jazzistas cubanos, pues la Casa de Iberoamérica y la Dirección Provincial de Cultura en Holguín convocaron al I Festival “Jazz en Holguín”, del 8 al 12 de abril, que incluye un concurso con el objetivo de motivar la creación e interpretación de este género en jóvenes músicos menores de 35 años.
En el mismo podrán participar todos los jazzistas nacionales y extranjeros cuyas edades estén comprendidas entre los 16 y 35 años de edad en el momento que se realice el certamen. Aunque no es requisito indispensable el haber cursado academia o institución de la enseñanza artística, sí lo es el hecho que los participantes cubanos pertenezcan al sistema de instituciones culturales del país: la enseñanza artística, la Asociación Hermanos Saíz o el Instituto Cubano de la Música, aseguraron los organizadores.
Para la inscripción en este concurso se debe enviar nombre y apellidos, número del carné de identidad, formato musical, dirección particular, institución a la que está afiliado y contactos a la siguiente dirección: jazzenholguin@gmail.com
Asimismo se concursará en pequeño formato (máximo seis integrantes, cuyas edades, incluida la del director, deberán estar comprendidas entre los 16 y 35 años de edad). La extensión máxima para la interpretación de cada tema será de seis minutos. Solo se permitirán dos secciones para la improvisación dentro de cada obra y se podrá concursar en formatos vocal, instrumental y vocal-instrumental en: standard (2), libre y tema de un compositor cubano. Se otorgará un Gran Premio y tantas menciones el jurado considere pertinente.
El festival parte de una tradición jazzística en la provincia, con nombres imprescindibles como Pedro Nolasco Jústiz Rodríguez (Peruchín), Juanito Márquez, Ramón Valle, Julio Avilés, César Gutiérrez, Joel Milord y otros que son ya patrimonio de nuestro acervo; además en los últimos años se ha evidenciado un incremento de los exponentes de este género musical entre jóvenes estudiantes del Conservatorio José María Ochoa, comentó el promotor cultural Jimmy Ochoa Escalona, organizador del evento.
“Se pretende asaltar el centro de la urbe con descargas, conferencias, conversatorios y proyecciones de audiovisuales, que crearán el ambiente propicio para el disfrute tanto del sonido tradicional como del contemporáneo. Se persigue, además, favorecer el diálogo necesario entre los estudiantes del sistema de escuelas artísticas, los músicos jóvenes y ya consagrados del género, mostrando lo más relevante del jazz novel cubano y reviviendo el más de medio siglo de tradición de esta escena en la región”, añadió Ochoa.
Jazz en Holguín –al que ya han confirmado músicos como Gerardo Piloto, Ramón Valle y Michael Herrera, pues pretende continuar y fortalecer una cultura del género en una ciudad que ha contado con espacios como el Holjazz y La esquina del Jazz, en Romerías de Mayo–, estará dedicado a Joel Rodríguez Milord y Julio Avilés por el esfuerzo de mantener la tradición del género en la provincia, y a los 300 años del pueblo de Holguín.