Canto Adentro
Trova para vivir
Parece que la tierra va a temblar, anuncia con voz fuerte Annalie López, “Azucena», en una de sus canciones. La cantautora guantanamera, invitada a la X edición del Festival Nacional “Canto Adentro” de la Asociación Hermanos Saíz en la provincia de Camagüey, lo sabe muy bien y lo grita para que lo escuchen los corazones: sin clave no hay rumba.
Una verdad. Mil ramificaciones.
Un río, cientos de cauces.
Sus palabras retumban cual ecos internos y dejan ver (u oír) cómo crecen y florecen las ramas de un arte que, sin poder verlo, guarda en sí toda la pureza de la naturaleza y las contradicciones de la sociedad. Cuba va en una canción y la humanidad se esconde entre seis cuerdas. Sin uno, no hay otro, y en Canto Adentro, como reza su nombre, esas verdades brotan desde el interior de una isla y se muestran, con todos sus matices, a flor del rasgado de la guitarra.
Sin música la vida sería un error
A una década de fundado el evento de música de la filial agramontina de la AHS, resonaron del 24 al 26 de noviembre, entre coros y acordes, las letras de cantautores de diversas provincias (Guantánamo, Las Tunas, Camagüey y Villa Clara), quienes se dieron cita en la urbe principeña para, como desde hace diez años, compartir canciones entre amigos trovadores que defienden la canción de autor.
“Azucena”, Pedro Sánchez Zapata, Amaury del Río, Yordan Romero, Rolando Berrío, Reinaldo Rodríguez, Adrián Cancino, Dawlyn Aldana, y los dúos Dulce Kpricho y Mantra, acompañados de artistas del patio como Eduardo Campos, Rachel Pérez, Wendy Hernández, Roly Suárez, Breismer Hernández, Joaquín Pérez, Juan Pablo Palmero, Linnet Molina y Yury del Río, participaron de conciertos, descargas y recitales, en los cuales interpretaron temas que forman parte de su repertorio; que, aunque diferentes como sus autores, guardan más de una conexión en contenido, forma y raíz, entre músicos que mantienen estrechos vínculos afectivos entre ellos.
Son estos lazos imperceptibles (junto a la dedicación y amor por la trova) los que han mantenido el latido de este festival de la organización durante dos lustros y los que enlazan el entramado de la joven canción de autor en Cuba, cual cilindro que aúna un caleidoscopio de voces y miradas que se atraen. Parafraseando a Nietzsche: la música, sin amigos, sería un error.
Sin pasado no hay presente
Dedicado a los 50 años de la Nueva Trova y a la figura de Miguel Escalona, la presente edición de Canto Adentro también tuvo un acápite, tan necesario, enfocado a la salvaguarda del patrimonio musical e histórico de la nación. Cerebro y corazón se conjugaron en este sentido, principalmente, en dos actividades que realizó la filial de la Asociación Hermanos Saíz en la región.
Por un lado, el Centro de Convenciones Santa Cecilia de Camagüey acogió el panel teórico por el 50 aniversario del Movimiento de la Nueva Trova, con la participación de la profesora del Centro de Estudios de la Fundación “Nicolás Guillén” Ángela Benítez, y la musicóloga del territorio Heidy Cepero, en el que se abordaron temáticas relacionadas con las principales características y representantes del movimiento cubano y su trascendencia para la cancionística nacional. Además, se debatieron aspectos vinculados con la necesidad de la realización de estudios e investigaciones culturales por los musicólogos de la localidad para reconstruir la memoria histórica de los cantautores camagüeyanos.
Por otra parte, como es tradición cada año, los participantes realizaron la peregrinación al cementerio de la ciudad, en tributo a Miguel Escalona, fundador de la Nueva Trova e impulsor del género en la comarca principeña. Igualmente, espacios de reflexión y conciertos fueron dedicados a la figura e impronta del recién fallecido Pablo Milanés; encuentros en los que un hilo invisible unió, en el silencio del camposanto y en la mitad del concierto, el pasado y el presente, en la voz de Harold Diaz, fundador del festival, quien confesó de niño haber conocido a Escalona sin que el músico nunca lo supiera, y en el aletear de una mariposa que revoloteaba mientras Dawlyn Aldana cantaba “Para vivir” de Pablo, como un recordatorio perenne, casi místico, del epitafio del trovador camagüeyano: “No es muerte la del hombre que se queda”.
Sin trago se traba
Hasta diferentes espacios de la localidad agramontina arribó la X edición del evento de la AHS Camagüey, con el objetivo de contribuir a visibilizar la obra y los artistas que defienden la canción de autor. El Alberto’s Café, el Bar Katarsis, la Casa Madiba, el Seven Bar, el Melange Club, la Galería “Alejo Carpentier” y, por supuesto, la Terraza Arte Joven de la Casa del Joven Creador, fueron los sitios escogidos para la presentación de los cantautores, en una estrategia que involucró la colaboración con emprendedores locales.
«Dale Cucucun», nueva modalidad de descarga realizada en el evento, aunó en las tardes agramontinas al público, músicos del territorio e invitados, en citas en las cuales la canción y la amistad llenaron el espacio de bares y cafés de la ciudad principeña, con acordes y melodías trovadorescas.
Una práctica que, de sistematizarse, puede, por una parte, revitalizar locales culturales y de esparcimiento y, por otro lado, contribuir a la promoción, desarrollo y sustentabilidad de la obra y los artistas que trabajan la canción de autor, género que encuentra normalmente su talón de Aquiles en la comercialización. Un hecho a tener en cuenta, pues como diría Frank: la trova sin trago se traba.
«Sin clave no hay rumba»
Aún queda mucho. Demasiado.
A diez años de fundado el Festival Nacional “Canto Adentro”, todavía existen barreras que los trovadores deben derribar a golpes de guitarra, como lo hicieron hace medio siglo aquellos muchachos de la Nueva Trova y como lo realizaron, antes que ellos, Ñico, Sindo y otros tantos que han dejado su vida entre las seis cuerdas. Falta de promoción y comercialización, dificultades para la profesionalización, carencias de instrumentos, desatención por instituciones de la cultura, son algunas de constantes negativas que comparten, tristemente, gran parte de los cantautores del país. Y como “Azucena” tiene claro: el dominó de la esquina queda tablas cada vez que acontece esto.
Sin arte no hay sociedad, y sin trova no hay Cuba. Forma parte del pasado que se une con el presente. Es el pensamiento hecho canción y la canción, en sí, lleva adentro almas enteras de pueblo y nación. Promover esta creación, más que la crítica (y apoyo) a procesos y manifestaciones culturales divergentes, será la mejor manera de contribuir al desarrollo de los cantautores y del arte cubano.
Mientras tanto, estos jóvenes continúan alzando su voz, en cualquier espacio, con diez o cincuenta personas, al año o una vez al mes, para evitar que la trova no sea invisible a los oídos y al corazón. Sin clave no hay rumba, dice la letra, tan cierta como que la tierra tiembla por un sentimiento, que no se ve, pero que está.
Canto adentro, recital de ideas
“Ustedes cantan y lo que hacen es recital de ideas”, dijo la investigadora Ángela Benítez Quevedo casi al cierre del coloquio del décimo festival Canto adentro, que del 24 al 26 de noviembre hizo de la ciudad epicentro de la trova cubana.
Para un programa que ha movido la canción de autor por espacios de negocios privados, sin dejar de pernoctar en la Casa del Joven Creador, fue clave el intercambio en el Centro de Convenciones Santa Cecilia.
Reflexionaron en torno a la figura del cantor popular, la herencia y la permanencia de la trova durante más de un siglo, y el señalamiento a la intención de resaltar sólo un fragmento cercano en el tiempo de esa larga historia.
A propósito del aniversario 50 del Movimiento de la Nueva Trova, Benítez Quevedo se refirió a los representantes de Camagüey, sus vínculos con las figuras de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola, entre otros.
Para que sea movimiento, insistió, no pueden faltar todas las geografías en ese mapa, y lamentablemente hay muchos nombres invisibles u obviados que, ya con setenta años de edad, llevan la condición de cantautor como actitud de vida.
La investigadora compiló alrededor de 200 temas con pentagramas, de autores como Miguel Escalona, el coordinador del Movimiento de la Nueva Trova en Camagüey: “Estoy muy interesada en que los chicos las lean y las canten”.
Tanto en La Habana como en otros territorios, este proceso cultural surgió como voz de muchas contradicciones sociales que salieron de manera cantada, de ahí la asignatura pendiente desde la musicología de ampliar la muestra de estudio.
Entre los hallazgos, Benítez Quevedo identificó el primer manifiesto de cantores, redactado en Camagüey, así como muchas de las canciones de ruptura, confirmadas por el propio Silvio Rodríguez y por Leo Brouwer.
La investigadora exhortó a no perder la tradición en Cuba de escuchar al trovador, a hacer estudios de público, a salirse de los espacios estereotipados, a dejar registro de su microhistoria, de sus narrativas.
La nueva trova siempre estuvo mirando a ver qué se podían prestar, cómo ellos pudieron encontrar sus puntos de unión; a fin de cuentas, recalcó, los cantautores se buscan y se encuentran.
El festival Canto adentro ofrece esa oportunidad de mirar a los ojos y de reconocerte/reencontrarte/salvarte en el asidero de los cantautores incluso en las letras que desgarran, en la música que duele.
Hoy culminará el evento de la Asociación Hermanos Saíz que traza nuevas rutas para la circulación de ideas y emociones en la ciudad, pues, evidentemente, donde hay voz y canción, hay poesía, sentimiento y vocación cultural.
Luis Barbería: un tipo sin llave de paso
Hay pocos momentos en la vida en los que se puede conocer a esas personas que, aunque no lo sepan, forman parte de nuestra historia personal. Pero mucho más grande resulta el encuentro cuando también constituyen almas de generaciones enteras, a las cuales han dotado de recuerdos, sentimientos y hasta voz.
Tal es el caso de Luis Alberto Barbería Díaz, quien compartió junto a los agramontinos en la novena edición del Festival Canto Adentro, que se desarrolló del 19 al 21 de noviembre en Camagüey; evento auspiciado por la filial de la Asociación Hermanos Saíz en la urbe principeña.
Cantautor, compositor, productor musical y cofundador de la agrupación Habana Abierta, Barbería llega hasta la Casa del Joven Creador del territorio con una inmensa voz sincera que, como nuestro Festival, nace de las profundidades del alma.
Muchos conocen a Barbería, pero no tantos a Luis. ¿Qué características te definen como persona?
Me defino como un guajiro de Pinar del Río, que un día, por casualidad de la vida, le llegó un grupo de canciones que le gustaron y de repente terminó haciendo canciones que le gustaron a un puñado de gente y a varias generaciones que conocen a Habana Abierta.
No me gusta el abuso y para mí el arte es innegociable. A veces tengo fama de pesa’o, porque en ocasiones las personas confunden ser exigente con ser pesado, pero el que me conoce de verdad sabe que me encanta hacerme dueño de los problemas y los sueños de la gente.
Me identifico con algo que siempre he dicho, y es que entre la mente y la boca no tengo llave de paso. Tengo el defecto y la virtud de que no pienso las cosas y las digo como las siento y eso pasa con mis canciones.
Habana Abierta significó mucho para disímiles generaciones y significa todavía, porque cada día existe y existirá un joven que descubra a esta agrupación, pero ¿qué significa Habana Abierta para ti?
Es mi casa. Nosotros somos un bando de creadores que cada uno tiene su obra y carrera, y Habana Abierta es como la nave nodriza, la casa de los padres donde regresas cada domingo a comerte el potaje de tu abuela. Y aunque tengas tu apartamento, sabes que esa es la casa tuya.
Nosotros somos un piquete que cada vez que pasa algo en alguna parte del mundo en donde estamos repartidos nos llamamos para saber del otro. Cuando tenemos un concierto quedamos horas antes en un sitio a reír, a beber, para tocar luego con esa energía.
Habana Abierta es como mi casa, es mi escuela, es mi taller: todo.
¿Cómo te relacionas y cuánto te aporta el arte joven?
A mí me aporta mucho. Creo que el que no mira para atrás cuando viene gente detrás de ti, corre un gran peligro. Ahora estoy en esta etapa, en que me he puesto en segunda fila como artista y estoy haciendo carrera como productor, porque me apasiona cumplir los sueños de los jóvenes que tienen cosas que decir y que apuestan por el camino largo y no por los atajos.
Los jóvenes me tienen el corazón cogi’o: los jóvenes cubanos, los creadores, los inconformes, los valientes. Me están dando una lección. A veces piensas que están en la bobería o que no están para nada, pero no. Están revolucionando cosas en varios sentidos. Mis respetos para esos jóvenes de todo el mundo.
En esta ocasión llegaste a nuestro Festival como cantautor, conferencista y productor musical. Cuéntanos un poco sobre tus experiencias en este sentido.
Disfruto mucho contar mis vivencias, guitarra en mano y documentándolo todo con canciones. También he tenido la suerte de producir a jóvenes artistas cubanos, como Toques del Río y Rolo Rivera, y me apasiona mucho. Mi carrera quisiera que fuese así, detrás de la mesa de grabación, contribuyendo a los sueños de un artista joven con una propuesta interesante que haga avanzar la música.
Yo no quiero ser ni famoso ni exitoso. A pesar de que sigo haciendo canciones, puedo cantar en la sala de una casa para cuatro amigos o un escenario con cincuenta o un millón de personas. Yo canto y lo disfruto.
En anteriores ocasiones has planteado que la fama no es tan importante como el hecho de compartir momentos y sentimientos y, precisamente, en esa visión se enfocó esta novena edición del Festival Canto Adentro. ¿Cómo has sentido este encuentro con los jóvenes camagüeyanos?
Me reuní con los muchachos de Trovesías con los cuales tengo la encomienda de trabajar en el proyecto coral y, a la vez, sacar producciones individuales. Escuché a cada uno por separado y el resultado de lo que paso allí te lo resumo en que terminé cantando, porque de repente sentí que yo tenía la edad de ellos en mi época, como uno más. Y a mí, para sacarme la guitarra de mi estuche, hay que provocarme. Creo que ese es un buen termómetro de lo que siento en Camagüey.
Sin embargo, Luis Alberto Barbería Díaz quizás no imagina lo que significa para esos y otros tantos jóvenes para los cuales forma parte del playlist de vida. Y aunque se defina como un artista exigente, que antes afinaba las clavijas de su guitarra con alicate, aquel que se acerque a él siente los brazos abiertos de esa Habana que salva con rockotocompás: sin llave de paso, entre la boca y el alma de tantos.
Canto Adentro, suerte de viaje al interior de la música y el alma
El mundo acontece ya por dos años como un crepúsculo interminable, que cuando pareciera continuar hasta devenir en noche y proseguir hacia la luz del alba, no lo hace. Sin embargo, los seres humanos en esa lógica de especie que se adapta para la supervivencia seguimos creando soluciones ante la pandemia que acecha; y no solo para curar el cuerpo sino además en ese mimo tan necesario al espíritu.
Así precisamente llegó este noviembre el Festival de Música Canto Adentro en la urbe camagüeyana, como un mimo imprescindible y oportuno para el alma. Una suerte de viaje donde el destino es llegar allí, donde laten los sentimientos y las ideas, en el espacio exacto donde la especie humana encuentra su motivo y su calma.
Todo aconteció del 19 al 21 en el mes once de un año que será recordado (reflexionado) en Cuba y el mundo, un período que ha demostrado cuán frágil podemos ser, cuán efímera puede tornarse la vida y cuán necesario es el valor humano para con los otros y con la madre natura.
Entonces llega esta música cubana donde el propósito es precisamente el mismo, salvarnos. Pensar, sentir, contar, liberar, aunar, crecer, son algunos de los significados en verbo que definieron este Canto Adentro. Como expresara el fundador de los y artífice en estos nueve años ya transcurridos del evento:
“El motivo es la música como un camino para encontrarnos, definirnos, y así a lo que nos rodea. Un evento surgido para reivindicar la trova agramontina, llevarla a todas partes, incluso a quienes no conocían o disfrutaban de este género musical pero que pudieran sentir en su lírica un canto a la libertad, a la belleza de la vida, las emociones y, por supuesto, una expresión de pensamiento crítico sobre nuestro contexto”.
Fueron tres días y tres noches de conferencias al estilo de Barbería, con la canción por delante y el buen consejo a la par: “la música es la meta y la gran pasión, lo demás es simplemente la consecuencia. Informarse, estudiar, ser constante, enfocarse en el propósito. Entonces necesariamente seremos buenos músicos, de hecho, solo así logramos el arte y el artista auténtico e inolvidable que trasciende.
Conciertos e intercambios en el Conservatorio de música José White, la Academia de Arte Vicentina de la Torre, la Casa del Joven Creador y el Café La Comarca de la AHS en la provincia, el Alberto’s Café, el Casino Campestre y el emblemático Parque Ignacio Agramonte, fueron las actividades y paradas necesarias durante estas “trovesías para crecer”.
El cantautor Luis Alberto Barbería, integrante de Habana Abierta, arreglista, compositor y percursionista vocal, compartió su rumba, funky y guaguancó, así como conocimientos de arreglo y producción musical.
Ronaldo Rodríguez y su agrupación Ronkalunga de siete artistas del bajo, la guitarra, el saxofón, la batería y percusión menor, trajeron a la ciudad de los tinajones su música alternativa impregnada de identidad con el género nengón y sus temas nominados a los Lucas y al Cubadisco.
Desde la AHS de Ciego de Ávila, Con Motivos Personales, nos conquistó Santa Massiel y sus tres chicas trovadoras, diestras en disímiles instrumentos de cuerda y percusión, y una poesía cantada para pensar, bailar y amar.
Entonces no podría definirse de otra forma, este Canto Adentro en Camagüey ha sido un mimo necesario para el alma, una trovesía para continuar la vida.
Canto Adentro: Trovesías para crecer
Con la principal intención de gestionar un evento que se ocupara de hacer confluir los trovadores de Camagüey con los del resto del país, surgió hace ya nueve años el Festival Nacional de Trova “Canto Adentro”.
Auspiciado por la Asociación Hermanos Saíz en Camagüey, llegó la primera edición del evento de la mano de su fundador y trovador Harold Díaz: “Sacamos nuestra música del perímetro habitual de la AHS e interactuamos con el público agramontino aprovechando la riqueza de su heterogeneidad, por supuesto, cumpliendo siempre la máxima de ser, el cantar de tu tiempo, de manera franca y poética” aseguró.
Desde entonces, en correspondencia con sus objetivos, el festival honra la memoria de los antecesores que cultivaron la canción de autor, según su fundador, con la intención de “saber cada vez más de dónde venimos y así trazar mejor el camino hacia dónde nos dirigimos con nuestra obra”
En esta novena edición “Canto Adentro” se inserta como una plataforma de crecimiento para los cantautores y músicos jóvenes del país que asistan.
Dada la poca experiencia en el ejercicio musical de los jóvenes artistas y el poco acceso a los procedimientos de la industria, el evento promueve la producción musical, los arreglos, el cómo funciona la construcción y los procesos discográficos de una obra musical de alto quilate.
Pedro Sánchez, trovador y miembro del comité organizador, comentó al Portal del Arte Joven Cubano que “grabar, acceder a una disquera, establecer este vínculo de trabajo con las productoras y casas discográficas del país, además de comercializar el trabajo, es un proceso que se dificulta en gran medida, y en este sentido la trova se encuentra en desventajas en relación con otros géneros musicales”.
Es por ello que para esta ocasión se han planeado un ciclo de talleres y conferencias que persiguen el fin de orientar y guiar a los jóvenes trovadores en su formación musical, además de contribuir a su crecimiento profesional.
“Planeamos que quienes lleguen hasta Canto Adentro encuentren en musicólogos, historiadores de la música y trovadores de experiencia nuevos conocimientos, métodos y herramientas que complementen esta formación que no llega desde la escuela, sino que adquieres con el tiempo y los tropiezos propios de la juventud”, refirió Sánchez.
Del 19 al 21 de noviembre en el territorio agramontino se respirará música cubana con invitados foráneos y locales.
Canto Adentro, un evento para pensar y sentir la trova
Del 19 al 21 de noviembre llegará el Festival de Trova Canto Adentro, auspiciado por la Asociación Hermanos Saíz en Camagüey, y que en esta novena edición está dedicado al aniversario 35 de la organización y a la figura de los músicos Patricio Ballagas, Filo Torres y Miguel Escalona. Como homenaje a estos trovadores agramontinos el evento dedicará un espacio caracterizado para conocer sobre estos artistas distintivos del género musical en la provincia.
De acuerdo con el programa, se prevé para estos tres días talleres, conferencias, conciertos e intercambios entre artistas locales e invitados. Luis Alberto Barbería Días, fundador y miembro de Habana Abierta, dialogará sobre composición y producción musical; mientras el cantautor Ronkalunga, la agrupación femenina Motivos Personales y los protagonistas del reciente proyecto Trovesías serán los concertistas en esta ocasión.
Harol Díaz, fundador de Canto Adentro, resaltó la esencia del festival en sus nueve años, donde «el motivo es la música como un camino para encontrarnos y definirnos”. Dijo además que la cita surgió «para reivindicar la trova agramontina, llevarla a todas partes, incluso a quienes no conocían o disfrutaban de este género musical, pero que pudieran sentir en su lírica un canto a la libertad, a la belleza de la vida, las emociones y, por supuesto, una expresión de pensamiento crítico sobre nuestro contexto».
¡Más vivo que nunca!
…Al que sirvió a sus hermanos, al que dejó la comodidad impura por el peligro creador, al que puso de raíz a su tierra y dio a su pueblo el derecho de codearse con los hombres, se le quiere, como a cosa de las entrañas, se mima su recuerdo, se le hace hueco en nuestro asiento, se le abre para que por él se entre nuestro corazón.
José Martí.
Resuenan los acordes de la guitarra y se escuchan las voces de aquellos que le cantan a la isla de Fidel, pinceles y carboncillos se deslizan por el lienzo para bocetar la sonrisa serena y el rostro sabio de quien ni la muerte puedo arrancar del corazón latente de cada cubano. Las palabras brotan de la pluma del poeta que sobrevuelan una vez más las plazas que su oratoria inundó, recorre nuevamente tus caminos, surca los mares buscando tu figura y la encuentra viva entre la gente.
Volvió el gigante de barba blanca, el timonel de nuestra gesta, el líder incuestionable, el martiano por convicción, el guerrillero soñador; volvió Fidel para juntar a un pueblo agradecido, continuador de su pensamiento y que hoy lo rememora en cada uno de sus logros y retos.
A cuatro años de su desaparición física, Fidel continúa rompiendo las fronteras de su tiempo para vivir eternamente en cada niño que nace sin la inquietud de cómo será su vida al crecer; en cada joven que ingresa de forma segura y gratuita a una universidad; en cada médico que arriesga su vida en tiempos de crisis; en cada artista creador comprometido con su obra y protagonista de su tiempo; en hombres que defienden bajo cualquier circunstancia a esta nación independiente, una Patria que se construye orgullosa e indoblegable con nuestra verdad e ideales.
Con tributos y ofrendas de amor desde el Camagüey legendario se multiplican sus fotos admirables en el podio, en la trinchera, en el deporte, en la salud, en los campos de caña o con un simple casco de constructor. Los jóvenes creadores celebran su vida –sin lamentos por su pérdida– porque Fidel no se ha ido, está hoy más presente que nunca, porque no hay cabida para la muerte cuando la meta es Cuba, y esta Cuba es el reflejo de Fidel.
Fidel Castro fue un baluarte en el impulso de las amplias garantías que tenemos las nuevas generaciones, bondades que se edificaron sólidamente con la Revolución y las ideas que nos inculcó desde 1952. Ejemplo y guía permanente para las más disímiles generaciones, donde el arte, la cultura y sus hacedores siempre calaron y prevalecieron en los peldaños más altos de su pensamiento, vida y proyecto social.
Hablamos de un hombre que hasta el fin de su existencia siguió siendo joven por sus ideas, por su espíritu revolucionario y por su perenne voluntad de transformación propia, por estar siempre alerta ante cualquier manifestación de quebranto de la independencia nacional.
Desde el canto, el óleo, la poesía y la música, los miembros y artistas de la filial principeña de la AHS ofrecieron respeto y homenajearon la vida de quien redimensionó el papel de una juventud comprometida con el arte y la cultura de la nación.
La velada en la Terraza Arte Joven de la Casa del Joven Creador de la provincia, contó con la participación de trovadores de Las Tunas, Granma, La Habana, Guantánamo, Santiago de Cuba y de Camagüey, y con ella concluyó la VIII Edición del Festival de Trova Canto Adentro, un evento que estuvo dedicado a la vida y obra del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y al personal de la salud que enfrenta los avatares de la Covid-19 en el país y en el mundo.
Cuatro noches de Festival cargadas de sentimientos donde artistas como los camagüeyanos Harold Díaz y su grupo Punto de Giro, Reinaldo Rodríguez, los Dúos Dulce Capricho y Mi otra Mitad, el santiaguero Pedro Sánchez Zapata, el habanero Jorge Kamankola, Miguel de la Rosa, del Proyecto La Trovuntivitis, los tuneros Jesús Pérez y Daniela de la Caridad, entre otros, demostraron que la memoria se mantiene despierta en cada rinconcito de esta isla antillana que aún recuerda con orgullo las palabras de un titán, pronunciadas un 25 de noviembre, pero del año 1959, a los 82 expedicionarios del yate Granma: “si salimos llegamos; si llegamos, entramos y si entramos, triunfamos.”
El destino quiso que ese mismo día, pero 57 años después, gran parte del mundo llorara su partida, pero con la absoluta certeza de que no hay un adiós ni un final para uno de esos hombres que brillaron con luz propia y que será siempre el guía y creador de una gran obra de arte del siglo XX, que es la Revolución cubana.
Fidel depositó toda la confianza en los jóvenes porque la Revolución la hizo siendo joven. Confió hasta el último momento en las nuevas generaciones, en su rebeldía, en su deseo de hacer, de crear, y es hoy lo que nos toca defender; porque somos escudo y espada de esta nación y desde la cultura seguiremos dando el apoyo necesario para y por la Revolución que tanto amó.
A punto de escucharse los acordes trovadorescos de Canto Adentro
Hablar de trova es hablar de Cuba, es hablar de tiempo transcurrido, tiempo que no se detiene y que marca la vida de un pueblo, es el reflejo de su realidad y una remembranza de su historia acompañada siempre de la guitarra como fiel e inseparable compañera.
La música auténtica, con inteligencia y sentimientos, la más genuina de nuestra cultura nacional –y en especial de la camagüeyana–, volverán a hacer gala del 22 al 25 de noviembre en la urbe principeña con la VIII edición del Festival Nacional de Trova Canto Adentro. Un evento que desde su primera edición es un espacio de resistencia, escenario para que los jóvenes defiendan sus creaciones y demuestren que la trova es una sola, sin importar las diferencias generacionales.
Auspiciado por la filial camagüeyana de la Asociación Hermanos Saíz, “Canto Adentro” surgió por iniciativa del cantautor Harold Díaz, director del grupo local Punto de Giro, y tuvo como antecedente el Festival de Trova Ilesa que, liderado por el trovador Reinaldo Rodríguez, actual Miembro de Honor de la AHS, pudo desarrollar un espacio de intercambio que reafirmó la idiosincrasia e identidad cultural de la nación a través de las manifestaciones trovadorescas del territorio.
Como cada año, el Festival pretende revitalizar la canción de autor en Cuba, reuniendo a las jóvenes voces que con una postura estética diferente retoman la vertiente primigenia y tradicional de un género que deviene hoy como componente raigal del patrimonio sonoro nacional, con una plena vigencia, a pesar del tiempo, las modas y las tecnologías.
Un amplio programa de actividades se tiene previsto para estos días de celebración, el cual homenajeará a los cientos de médicos que combaten con ímpetu y sacrificio los avatares de una pandemia que afecta a toda la Humanidad. Canto Adentro rendirá tributo también en cada uno de sus espacios a quien soñó y creó una vanguardia intelectual juvenil comprometida con su Patria, por lo que en la noche del 25 de noviembre se realizará una cantata en homenaje al líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz, en el IV aniversario de su desaparición física.
Esta cita con la música tradicional se desarrollará con la participación de más de una veintena de jóvenes del territorio e invitados de varias provincias, entre los que se encuentra Yatsel Rodríguez y Miguel de la Rosa, integrantes del Proyecto la Trovuntivitis, de Villa Clara; la guantanamera Annalie López, el trovador habanero Kamankola y el cantautor santiaguero Pedro Sánchez Zapata, entre otros, quienes peregrinarán hacia la tumba de los trovadores lugareños Rafael Torres Benavides (Filo) y Miguel Escalona, tradición instaurada desde la creación del evento
Se realizarán además, a través de las plataformas digitales y de forma presencial, los conciertos, conferencias y descargas de trovadores locales en la Terraza Arte Joven de la AHS, en la Casa de la Trova Patricio Ballagas, en el Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech, y en los municipios de Nuevitas y Florida.
En el día de la clausura se presentará en el Café Literario La Comarca el documental “El último bohemio”, del realizador y guionista Carlos Eduardo León Menéndez, un audiovisual que al decir de su creador “nos lleva por los complejos senderos que trazó la nueva trova cubana, a cuyo universo sonoro se integró desde la comarca legendaria, la poesía, la voz y la guitarra de ese juglar de los años 70, Miguel Escalona.”
Sin dudas, no dejar morir una de las facetas más interesantes de la cultura musical cubana, es la esencia del Festival de Trova Canto Adentro, surgido desde la certeza de promover a una nueva generación de creadores que beben de una tradición trovadoresca que defiende la existencia de una sola trova cubana, la cual se mantiene viva y fuerte, y que persiste desde ayer, hasta hoy y para siempre.