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Manu Pineda: “Para dar fe, estoy en Cuba”
“Para dar fe, estoy en Cuba”, afirmó el eurodiputado Manuel “Manu” Pineda al referirse a la solidaridad de él y su partido a la isla, durante un encuentro con artistas y escritores de la Asociación Hermanos Saíz y la Uneac en la sala Che Guevara de la Casa de las Américas.
El miembro del partido de izquierda español Podemos aseguró que independientemente de que los medios europeos tienen titulares sobre Cuba como un estado de sitio, “he visto en mi paseo por La Habana que no es así”, y recalcó que las redes sociales han jugado un papel importante en la batalla ideológica contra el país antillano en crear realidades y opiniones e incentivar al odio de los pueblos.
“Saben que pueden contar siempre con nosotros”, ratificó Manu Pineda en defensa de la obra revolucionaria, y expresó su gratitud hacia el pueblo cubano, además reiteró la firme postura que mantienen él y un grupo de los eurodiputados de la izquierda en el Parlamento europeo para detener los intentos de singularizar a Cuba y continuar denunciando el bloqueo de los Estados Unidos.
Resaltó el sistema electoral cubano y el funcionamiento de la Asamblea del Poder Popular, donde el barrio es el que propone y elige a sus representantes. “Ojalá nuestros camaradas españoles y la Unión Europea tuvieran el placer de presenciar este ejercicio democrático”, dijo.
Comentó que ante los intentos y acciones externas que tratan de desestabilizar la tranquilidad ciudadana que se respira en Cuba, la mejor vacuna siempre será tener un pueblo culto, formado.
El encuentro propició también el debate acerca del funcionamiento del Parlamento europeo –al cual Pineda definició como mayordomos, con residuos colonialistas–, y permitió el intercambio con jóvenes artistas y líderes comunitarios acerca de las transformaciones comunitarias que hoy vive la mayor de las Antillas.
Conoció además el interés de las organizaciones políticas y culturales en participar activamente en proyectos comunitarios que mejoren la vida del pueblo.
Abel Prieto, presidente de la Casa, agradeció a Manu por defender siempre “nuestra verdad, nuestros argumentos y nuestros principios”.
En el encuentro también estuvieron presentes intelectuales cubanos como Miguel Barnet, Nancy Morejón, Lesbia Vent Dumois, y miembros de las Casas de Cultura y el Consejo de Artes Escénicas.
Cuba en la hora actual: segundo encuentro
La Casa de las Américas, la Unión de Periodistas de Cuba, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, la Red En Defensa de la Humanidad, el Centro Memorial Martin Luther King Jr., Resumen Latinoamericano y la Unión Nacional de Juristas de Cuba, convocan al segundo encuentro del ciclo Cuba en la hora actual, un espacio de reflexión y diálogo sobre los desafíos que enfrenta la Revolución Cubana en las circunstancias del presente. Nos hemos apropiado de una expresión del inolvidable Cintio Vitier en vísperas del centenario de su natalicio para nombrar este evento virtual: “Martí en la hora actual de Cuba”, título de aquel ensayo memorable que publicó en 1994, en otro momento muy difícil para la patria.
En este ciclo están siendo abordados los temas siguientes: recrudecimiento del bloqueo, enfrentamiento a la pandemia, medidas tomadas en el campo de la economía, planes subversivos, disturbios del 11 y el 12 de julio, campañas contra Cuba en los medios y las redes sociales, papel de la sociedad civil cubana, cultura y comunicación, trabajo comunitario en barrios vulnerables y políticas de inclusión social.
El ciclo cuenta con ponentes cubanos y de otros países de nuestra región y del mundo y su segunda sesión, bajo el título “Desafíos y urgencias de Cuba frente al bloqueo, la pandemia y la grave situación económica”, tendrá lugar el martes 24 de agosto, entre las 2:00 pm y las 4:30 pm, hora de Cuba. Se realizará de manera virtual a través de la plataforma Jitsi Meet y con traducción al inglés. En encuentro podrá ser seguido por los canales de Facebook de las instituciones auspiciadoras y de otras organizaciones y movimientos solidarios con nuestro país.
Panelistas:
Mildrey Granadillo de la Torre (Cuba), economista, viceministra del Ministerio de Economía y Planificación
Gabriela Cultelli (Uruguay), economista y coordinadora de la Red EDH
Joel Ernesto Marilli Domenech (Cuba), estudiante de Economía de la Universidad de la Habana
Ernesto Moreira (Cuba), profesor de Derecho Internacional Público y miembro de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional de la Unión de Juristas de Cuba
Ileana Morales (Cuba), directora nacional de Ciencia e Investigación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública
Moderador:
Jaime Gómez Triana, vicepresidente de la Casa de las Américas
Transmisión en español por el canal de YouTube de Resumen Latinoamericano:
https://www.youtube.com/user/pazheredia
Transmisión en inglés por el canal de YouTube de The People’s Forum:
https://www.youtube.com/channel/UCiS-lIVQZ-F8G_q80sfl3OA
Transmisión en español por las siguientes páginas de Facebook:
Casa de las Américas: https://www.facebook.com/CasaAmericas
Upec: https://www.facebook.com/cubaperiodistas
Uneac: https://www.facebook.com/UNEAC.online
Anec: https://www.facebook.com/ANEC.CUBA
Red EDH-Cuba: https://www.facebook.com/CubaEDH
CMLK: https://www.facebook.com/MartinLutherKing30
Resumen Latinoamericano: https://www.facebook.com/resumenlatinoamericanocontrainformacion
Cubadebate: https://www.facebook.com/cubadebate
Internet, entre espejismos y realidades: Desafíos para Cuba (+ Videos y tuit)
El ser humano, jinete y no corcel del destino, impulsa el desarrollo industrial y tecnológico hasta los límites de lo impensable. El dominio absoluto de los medios tradicionales es polvo en el camino del olvido. Internet y las nuevas tecnologías imponen una nueva realidad. ¿Te incluyes o pereces? Esa es la máxima en la contemporaneidad de internautas y amantes de lo digital.
La huella de la tecnología asoma por todos lados, como símbolo ubicuo de universalidad con diversos rostros, receptores convertidos en disparadores de información, redes sociales, naciones en hemisferios diferentes a la distancia de un clic, abruman o motivan sonrisas, dividen al planeta en tecnófilos o tecnófobos. Otros, los menos, intentan mantenerse al margen, lo cual resulta casi imposible.
La red de redes es un país gigantesco, con miles de millones de usuarios, sitios web y perfiles. El idioma inglés campea, con la mayor cantidad de contenidos, seguido del chino y el español. Nadie se queda como estatua frente a los dispositivos. Cada quien recibe y emite información, incluso sin pretenderlo. El simple hobby de compartir fotos, videos, poemas, libros… forma una especie de biblioteca borgeana dentro de la pantalla, pero poco depurada. Posicionar los contenidos es cada vez más difícil, porque la competencia crece, lo mismo desde una oficina en las alturas que desde una PC en la sala de cualquier casa, a lo cual se suman otras particularidades.
Internet estremece los cimientos de los medios tradicionales. Rompe paradigmas de comunicación y hace años terminó con el “nosotros hablamos, ustedes escuchan”. Esos cambios requieren el desarrollo de habilidades. No basta con impulsos, páginas oficiales de medios ni instituciones.
Todo esto forma también una especie de selva digital en lo ideológico, campo de batalla o cancha deportiva moderna, en que los internautas más inteligentes, preparados, intencionales, rápidos y con los recursos materiales indispensables tienen ventaja. Muchas de las estrategias políticas tienen como escenarios principales esas plataformas, con gran influencia en la conciencia de la gente; por eso toda la ética y formación moral y profesional de los ciudadanos será siempre base importante de cualquier comportamiento en las plataformas hipermediales.
Más allá de lo novedoso tecnológicamente, esos espacios virtuales se sustentan en particularidades de las relaciones entre los seres humanos, por lo que varios investigadores, incluidos Samuel Martínez, José Luis Orihuela e Ignacio Ramonet, coinciden en definirlos como comunidades digitales.
Verdaderamente los cibernautas se agrupan según gustos, conversan mediante chats y foros e intercambian fotografías y videos. Con frecuencia, planifican encuentros en espacios físicos y hasta acciones en beneficio o no de la sociedad.
El carácter empírico o no de internautas y la atracción por el intercambio y la información caracterizan al nuevo entorno. Lo cultural y los recursos tecnológicos influyen en la fuerza que pudiera alcanzarse. Internet constituye un sistema complejo, que no alcanza total autorregulación porque es sensible a la información de medios tradicionales y de la sociedad en general.
Debemos estar conscientes de que suministrar constantemente información personal, incluida la psicológica, implica muchos riesgos, pues facilitamos nuestra propia manipulación con fines económicos, políticos o de otro tipo. Internet es también una megaempresa y una plataforma sin precedentes para recopilar datos y lograr grandes impactos en la política y la cultura. Es preocupante que sus hilos sean dirigidos mayormente desde EE. UU. (donde fue creada y permanecen la mayor cantidad de servidores y otros soportes), cuyos gobernantes reconocen el propósito de terminar con la Revolución cubana y destinan cada año millones de dólares a la subversión con ese fin, especialmente mediante las redes.
¿Cuáles son las peculiaridades en nuestro país? ¿Cuánto se potencia la participación ciudadana en esos espacios? ¿Cuáles son las dinámicas de debate? ¿Cuánto más podemos aprovechar las particularidades de los blogs y las redes sociales para tomar decisiones y trazar estrategias gubernamentales, para construir entre todos y enriquecer las agendas mediáticas y políticas? ¿Cómo contrarrestar la campaña de descrédito e intimidación que se impulsa contra Cuba especialmente desde Estados Unidos?
La navegación en el ciberespacio ya forma parte de la cotidianidad de las mayorías aquí. Los niveles de acceso rebasan el 80 % de la población. Las personas se conectan mediante redes wifi, datos móviles, navegación en escuelas, hogares y centros laborales…
Verdaderamente, Internet pudiera contribuir a la construcción de sociedades más democráticas, como socializadora de experiencias, expresión de ideas cotidianas y de sentimientos de los pueblos, reveladora de la opinión pública, especie de imprenta y papel en época digital, en manos de muchos.
Varios internautas exponen sus criterios y refieren su desacuerdo con políticas gubernamentales mediante análisis profundos y pleno conocimiento de las problemáticas o desde el ímpetu, la inconformidad y el propósito de crear caos. Economistas, juristas, cineastas, historiadores del arte, ingenieros, campesinos, amas de casa, literatos… están en esa amalgama emitiendo y recibiendo ideas, informaciones, historias…
Pero cuidado, esa aparente democracia suele ser espejismo, pues esas plataformas y redes tienen sus propios algoritmos de funcionamiento, los cuales suelen privilegiar la hegemonía capitalista, con mayor alcance de sus contenidos. Quienes tengan más dinero poseen también una ventaja indudable con la posibilidad de pagar para que sus publicaciones sean vistas por millones de internautas con las edades preferidas, países y hasta ciudades determinadas. Sin embargo, otros contenidos pueden ser encerrados en burbujas digitales específicas.
Con buscadores como Google pasa similar, al poderse pagar por el posicionamiento web. Así, por ejemplo, un post cualquiera desde otra nación podría ser configurado para que sea visto por millones de personas en diferentes provincias de Cuba, mientras que otro con una visión diferente del suceso podría ser limitado hasta el punto de ser prácticamente invisible.
En la situación de nuestro archipiélago influyen muchos aspectos desfavorables, incluida la deficiente infraestructura. Otra de las desventajas es que el posicionamiento de nuestros sitios web, páginas y perfiles es solamente natural, o sea, fruto del trabajo, por eso resulta fundamental comprender mejor las dinámicas de las diferentes plataformas, conocer su funcionamiento y las maneras de llegar a sectores de internautas más diversos, a partir de lo atractivo de las publicaciones y alternativas sin pagos para rebasar nuestras burbujas, en lo cual las formas creativas y sugerentes son primordiales.
El país enfrenta obstáculos adicionales. Rema desde hace más de medio siglo contra problemas de diversas índoles y recibe altas dosis de castigo por su herejía revolucionaria. Como parte del bloqueo económico, desde 1962 se le prohibió el acceso a las telecomunicaciones y a equipos de computación de cualquier compañía o subsidiaria estadounidense. Solo a partir de 1996 se permitió el uso de Internet con fines de penetración ideológica y subversiva, como resultado de la Ley Torricelli. A eso se unen dificultades económicas para invertir en grandes dimensiones en la tecnología y el acceso a la red, más allá de todos los avances.
Tenemos mucho por hacer. Aquí ninguna página o perfil institucional en redes llega, por ejemplo, al millón de seguidores. A eso sumamos que muchos de esos contenidos suelen lograr débil alcance en otras regiones, y son consumidos casi totalmente por el público cubano, aunque resulta justo reconocer las buenas experiencias impulsadas en el sector de la cultura, especialmente durante los meses más recientes, con conciertos online y una presencia más intencional en el mundo hipermedia.
Debemos continuar diseñando más y mejores campañas comunicacionales también para el exterior, realizar más alianzas con artistas y organizaciones de otras partes del mundo que nos permitan llegar más lejos. Es preciso compartir más contenidos en otros idiomas, además del español, analizar estadísticas y readaptar el trabajo en función de lo que queremos, tener en cuenta los horarios más pertinentes para publicar según la hora a la que acceden nuestros públicos… En correspondencia con nuestros objetivos, se pueden tener en cuenta otros elementos como sus edades, sexo, ciudad donde residen…, información que brindan con facilidad las administraciones de páginas en las redes.
En todo ese contexto la fuerza de los argumentos y las formas atractivas de presentar los contenidos son indispensables. Desafortunadamente, en el caso cubano suelen apreciarse dos bandos opuestos, en el que algunos responden, sobre todo, con ofensas y visiones catastróficas y otros con criterios triunfalistas. Algunos hasta reciben dinero de fondos federales de EE. UU. para lanzar su veneno.
Proyectos gestionados y sustentados económicamente desde el exterior, incluidos diferentes sitios web con sus correspondientes extensiones en redes sociales, mantienen una activa labor alejados de la ética que debe acompañar siempre el ejercicio periodístico y comunicacional en general. Empeñados en mostrar una Cuba negra, tergiversan la realidad y presentan partes hiperbolizadas en su afán de cumplir una agenda impuesta sobre todo desde aquella nación norteña.
Son muchos los ejemplos de mentiras, ofensas y hasta amenazas en las redes contra líderes, artistas u otros profesionales. Nadie tiene el derecho de asumir ese tipo de actitudes en plataformas digitales, como tampoco en espacios físicos. La crítica, el debate o el criterio diferente nunca debieran ser confundidos con la bajeza ni el propósito de dañar.
Poco a poco, deberán ser más crecientes las estrategias de participación, gobierno y control popular en línea aquí, lo cual tendrá que ser acompañado por mayor infraestructura y un pensamiento más distante de lo tradicional.
Las ideas y los modos de hacer deben seguir renovándose, según los nuevos retos. El continuar atados, de forma excesiva, a ciertos convencionalismos es negar las nuevas potencialidades. La web y todo lo que implica se unen a viejos desafíos, que exigen pasos seguros, pero valientes. Tampoco se trata de intentar correr, sin tener la base necesaria.
Resulta esencial formar una mayor conciencia crítica sobre las dinámicas y formas de funcionamiento de las redes sociales, lo cual debe comenzar desde edades tempranas. Nuestros planes de estudios y todo el sistema de enseñanza en la nación debieran tener en cuenta esos elementos.
Conscientes de las campañas realizadas desde esas plataformas en contra del país, se necesita un protagonismo siempre creciente de los intelectuales, artistas, maestros, profesores universitarios, másteres y doctores en ciencias, periodistas, historiadores…, que aporten con sus criterios. Los medios tradicionales, con gran impacto en la sociedad, deben mostrar análisis cada vez más coherentes y desenmascarar con inmediatez los shows que suelen montarse de manera intencionada en esos espacios contra Cuba y algunos de sus hijos.
También puede leer “Las nuevas generaciones en América Latina deben conquistar la soberanía también en el ciberespacio” (Dialogar, dialogar + Fotos, video y tuit)
Aquí, como en todo el mundo, resulta necesaria la implementación de leyes para sancionar conductas en el entorno digital, teniendo en cuenta que las restricciones de las propias redes suelen ser indefinibles en muchos casos o demasiado generales. El hecho de que los comportamientos ocurran en esos espacios no exime a nadie de cumplir la ley en su Nación–Estado. Si bien al principio muchos defendieron el criterio de que el ciberespacio sería capaz de conformar su propia estructura regulatoria con eficacia, no ha sido así, en cierta medida por las dinámicas de funcionamiento que lo caracterizan.
Desde 1998, el investigador Jack Goldsmith indicó que los problemas legales planteados en Internet son, en esencia, iguales a los presentes en el espacio físico, los que además han sido solucionados por el campo jurídico, por lo tanto, el tratamiento no debe ser diferente. En ese sentido, varias naciones tienen sus marcos regulatorios definidos. ¿Acaso se permitiría un crimen, solo porque sea mediante Internet? ¿Por qué permitir entonces ofensas, amenazas y ataques a las personas o lo que representan, lo cual podría provocar daños de diversas índoles? Cualquier paso en ese sentido debe ser con mucha inteligencia, flexibilidad y fruto de la construcción de las amplias mayorías.
En las redes pululan los jóvenes y adolescentes. A los códigos hipermediales se suman también los predominantes en esas etapas, elementos importantes a la hora de concebir y compartir contenidos. Algunos internautas reflejan lo personal casi sin límites, de manera consciente o no, al compartir o consumir imágenes, música, videos…, sus momentos o motivos de más alegría y tristeza, y a la vez suelen segmentarse a partir de esos gustos, amigos en común y actitudes como en comunidades, a veces con muchas de las mismas personas que comparten en espacios físicos. Las explicaciones de por qué ocurre eso están en las propias dinámicas sociales y en los aspectos generales y particulares de los individuos. Facebook, por ejemplo, para muchos suele convertirse en una especie de barrio digital, con todo lo que eso implica en cuanto a comportamientos, reacciones, opiniones…
Resaltamos que los criterios de los ciudadanos en el mundo hipermedial, incluidos no solo los comentarios, deben ser tenidos en cuenta para el desarrollo de políticas en el país o su perfeccionamiento. Es posible continuar incrementando los canales de comunicación entre los diferentes niveles de dirección y los ciudadanos.
Para Cuba, Internet es también la posibilidad de aplastar mentiras y mostrar a internautas de todo el mundo su realidad. Eso no se logra con solo estar. Es importante situarse en la parte superior del iceberg.
Necesitamos articular estrategias a nivel de país con ese objetivo, incluyendo el aporte de la mayor cantidad de personas posible. La izquierda internacional tiene también en las redes una oportunidad tremenda para fortalecer vínculos y trazar caminos de conjunto. Líderes de movimientos sociales y otras personas progresistas de todo el planeta pudieran mantenerse comunicados por esa vía e impulsar más acciones colectivas. Sin dudas, Internet es fuente o reflejo de realidades, pero también de espejismos construidos en correspondencia con objetivos específicos, de lo cual debemos estar conscientes siempre.
*Publicado en Cubaperiodistas
Cantar a la Patria, no contra ella (+Videos)
Desde La Bayamesa, de Céspedes, Castillo y Fornaris, escrita en 1851, hasta Me dicen Cuba, en la que Alexander Abreu insertó, en medio del son trepidante, las notas del Himno de Bayamo, la Patria ha sido cantada una, diez, mil veces, en sus más limpias y entrañables esencias. Porque un pueblo con música en el alma expresa su sentido de pertenencia en el arte que mejor lo representa.
Contra esa tradición, permanentemente actualizada, se estrellará todo intento de pervertir sentimientos y erosionar convicciones mediante operaciones como la que, desde Miami –¡dónde si no!– hace pocas horas comenzó a circular.
No hay intenciones ocultas. El texto apuesta sin disimulo por la restauración capitalista y el derrocamiento del poder revolucionario. Al reseñar el lanzamiento, servido por los canales de comunicación al servicio de la subversión, la agencia EFE resaltó esos objetivos: «La canción es abiertamente contraria al Gobierno de Cuba y a sus políticas».
No hay argumentos, sino una retahíla de lugares comunes al discurso anticubano: una Cuba dictatorial donde predominan la mentira, la represión, la tortura; una dictadura sin apoyo popular («ya ustedes están sobrando, ya no les queda nada, ya se van bajando, el pueblo se cansó de estar aguantando»).
No hay siquiera el más mínimo atisbo de ingenio, ni una pizca de inteligencia en la burda conversión del lema Patria o Muerte, en Patria y Vida, título de la diatriba. Como si la defensa de la vida, de la libertad, de la resistencia, no encarnaran en la consigna que nos acompaña desde la despedida a las víctimas del sabotaje al barco La Coubre.
Tampoco sorprende la alianza de los protagonistas. Famosos, alguno que otro con talento formado en nuestro sistema de enseñanza –aunque se sabe que la fama y el talento no son sinónimos–, aupados por las corrientes de moda dentro de esa franja que se ha dado en llamar música urbana, tuvieron éxitos comerciales en Cuba.
Hasta que, deslumbrados por el afán de mayores réditos, seducidos por la farándula floridana vinculada a la industria anticubana, y con cuentas mal sacadas acerca de la capacidad de resistencia de los suyos ante las brutales embestidas del trumpismo contra nuestro pueblo, rasgaron sus vestiduras y evidenciaron la precariedad de sus principios éticos, si es que tuvieron.
Entonces, cómodamente instalados en Miami, comenzaron a vociferar, denostar, despotricar y reescribir sus historias personales. Uno de ellos borró de su memoria los versos que cantó en 2016: («regreso a la cuna que me vio nacer / regreso a ese barrio que me vio correr / lo que fui, lo que soy y seré por mi isla bella»); otro, como para no dejar dudas de su catadura moral, renegó de haber saludado en un concierto al Presidente de la República de Cuba («fue un error… sentía miedo»), y un tercero, alentado de seguro por un subidón alucinógeno, amenazó con venir a «dar machete» contra los gobernantes.
En esto último se emparenta con un invitado a participar en el show: el delincuente que en La Habana pidió a Trump «fuego, fuego y fuego pa’ que esto se acabe»: bloqueo e invasión contra Cuba. El fuego que en el video quema una bandera cubana. El fuego de la vileza con que intentan enlodar en la letra la memoria de Martí y el Che. El fuego contra la Patria, contra la vida.
Bueno será retener en el corazón las palabras escritas por Martí a un compatriota en 1886: «La Patria necesita sacrificios. Es ara y no pedestal. Se le sirve, pero no se la toma para servirse de ella». Y hacerlas acompañar por una banda sonora que incluya, entre otros temas, la Pequeña serenata diurna, de Silvio Rodríguez.
Nuevos tiempos, viejas lógicas
La victoria de Joe Biden en las recientes elecciones de Estados Unidos tiene múltiples implicaciones para la política interna y externa de la nación norteamericana. Uno de los temas donde se espera un cambio de política es en el caso de Cuba, donde muchos consideran que Biden puede dar continuidad a las políticas iniciadas cuando era vicepresidente de Barack Obama.
El posible retorno a una política de relativo deshielo en las relaciones Cuba-Estados Unidos ha llevado a la maquinaria ideológica que adversa el proyecto de la Revolución cubana a retomar una narrativa que ya se aplicó extensamente durante el acercamiento de la última etapa de Obama.
El sentido fundamental de esta narrativa es la de presentar las relaciones entre ambos países como relaciones simétricas, donde ambos deben hacer concesiones para lograr un pleno entendimiento. Así, mientras se espera del gobierno norteamericano un levantamiento o, al menos una flexibilización del bloqueo, se le exige al gobierno cubano una agresiva reforma económica que acerque las dinámicas de la economía interna a las dinámicas de cualquier economía de mercado. Para este fin, se defiende un proceso de privatización que ponga las principales empresas y recursos del país, hoy propiedad del estado, en manos del sector privado y se cuestiona y torpedea la existencia de una economía planificada.
Solo llevando adelante de forma decidida estas reformas, afirman toda una pléyade de analistas, el estado cubano podrá demostrar la buena voluntad indispensable para avanzar en la normalización de las relaciones con Estados Unidos.
Convendría detenernos con más detenimiento en estos supuestos.
En primer lugar se afirma el equilibrio entre ambas partes en la mesa de negociaciones. Este planteamiento desconoce, o pretende desconocer, la profunda asimetría sobre la cual se sustenta lo que los historiadores han dado en llamar “diferendo Cuba-Estados Unidos”.
Dando un vistazo rápido a la historia de las relaciones comunes, Cuba ha sido siempre la parte vulnerada y vulnerable. Desde su inclusión como una apetencia temprana del joven estado norteamericano a principios del siglos XIX, los Estados Unidos no han hecho otra cosa que torpedear por diversas vías el acceso de los cubanos a la plena independencia y soberanía nacional.
Desde las gestiones iniciales por impedir que la entonces colonia española cayera en manos de otra potencia mejor pertrechada para defenderla que la desgastada metrópoli, pasando por las diversas acciones para boicotear el esfuerzo de los independentistas cubanos, hasta su intervención bajo pretexto en la Guerra del 95, cuyo resultado final sería la ocupación militar de Cuba y la exclusión de los patriotas cubanos del Tratado de París.
La república que nació en el siglo XX era una república condicionada por la Enmienda Platt, penetrada y endeudada por el capital norteamericano y con presencia militar permanente, en virtud del Tratado de Bases Navales y Carboneras ratificado en 1903 por Tomás Estrada Palma. Como resultado de este convenio, todavía hoy Estados Unidos mantiene una base naval en territorio cubano, un síntoma más de asimetría.
La Revolución cubana de 1959 afectó sin dudas al capital norteamericano y sus intereses en la isla, a la cual veían como una dependencia privada. La escalada de tensiones posterior llevó a que Kennedy estableciera en febrero de 1962 el cerco comercial, económico y financiero contra Cuba, que será luego convertido en ley en 1992 y 1995. Esta serie de medidas tienen un carácter esencialmente unilateral y han tenido en la administración de Donald Trump una escalada exponencial.
No hay, atendiendo solamente a lo aquí apuntado, simetría posible entre una potencia y una isla asediada que resiste. Aceptar esta lógica sería montarnos en un tren que nos lleva a ceder posiciones y recibir a cambio lo que no es más que el derecho de cualquier pueblo independiente: el respeto de su soberanía.
Otro de los supuestos, que es casi uno de los mitos fundamentales del modelo económico neoliberal que se viene imponiendo en el mundo desde la década del setenta, es el de la necesidad de liberar las fuerzas del mercado como premisa indispensable para cualquier desarrollo futuro en Cuba y cualquier entendimiento pleno con el vecino norteño.
La base de esta tesis es suponer el mercado como un ente abstracto con capacidad de autorregulación propia. Detrás de esta afirmación esencialmente ideológica, lo que se pretende es ocultar el hecho objetivo de que el misterioso mercado no es otra cosa que relaciones humanas. Relaciones de producción, compra y venta. Relaciones que no funcionan al margen de los seres humanos y del control social, sino que por el contrario son producidas por estos y pueden, y deben, por ende, ser controladas por estos.
Imponer esta visión natural del mercado, como un organismo autónomo con capacidad de funcionar al margen de la sociedad, implica también presentar como naturales las relaciones cosificadas que se derivan de la producción mercantil. Presentar como inevitable, como esencia humana, todas las violencias y desigualdades que el sistema capitalista ejerce sobre las sociedades y legitimar, en última instancia, el predominio del gran capital.
Esta lógica es la que subyace detrás de tantos llamamientos liberalizadores a la economía cubana y de tantos enemigos jurados de la economía planificada. Es un elemento que debemos tener en cuenta a la hora de abordar las necesarias reformas económicas en las que está inmerso actualmente el país.
Aceptar entonces el diálogo con Biden, en caso de que se diera, no solo es necesario, sino también positivo para el mejor entendimiento de dos naciones vecinas geográficamente. Puede contribuir al acercamiento entre dos pueblos y a la reconstitución de vínculos con una comunidad cubana en el exilio con la cual las relaciones no siempre han sido fluidas. También puede ser bueno para la economía de un país pequeño, castigado por duras sanciones, que sin dudas se beneficiaría de cualquier alivio relativo que pueda surgir.
Pero todo el proceso se debe llevar con plena conciencia de la desigualdad entre los actores involucrados y de la intención declarada de subvertir el orden político y social existente en Cuba. Es preciso andar con cuidado, sin prisas ni concesiones que puedan comprometer el futuro socialista y soberano de esta isla rebelde.
*Tomado del blog Me muero como viví
Convoca la AHS a twittazo por la vida y contra el bloqueo
La AHS y el Comité Organizador de las Romerías de mayo, en conjunto con la Unión de Jóvenes Comunistas, el Ministerio de Cultura, el periódico Juventud Rebelde, la Brigada de Instructores de Arte José Martí, la Federación Estudiantil Universitaria, el Movimiento Juvenil Martiano y otras organizaciones e instituciones, convocan a un twittazo por la vida, la solidaridad de los pueblos en tiempos de COVID y contra el bloqueo de Estados Unidos a Cuba este viernes de 10 a 12 del día.
Las etiquetas serán #BloqueoNoSolidaridadSí y #RomeríasEnCasa. Las cuentas líderes deben ser @ahsjovenescuba, @UJCuba, @AcostaDiosvany y @rafeglez87. La iniciativa forma parte del programa de las Romerías de mayo desde casa impulsadas por los jóvenes creadores cubanos desde el día 2 del actual mes, para mantener vivo el espíritu de su Festival Mundial de Juventudes Artísticas que por primera vez desde su creación en 1994 no se puede realizar en la bella ciudad de Holguín.
Entre las acciones de este viernes se incluyen el panel Las tecnologías salvan, a partir de las 9: 00 am, con la colaboración de activistas de redes sociales, la Unión de Informáticos de Cuba y la Unión de Periodistas, el cual se podrá seguir mediante el canal de Youtube de la AHS y diferentes páginas de Facebook.
Para la tarde está planificado un gran foro con creadores de varias partes del mundo, romeros de corazón, que hablarán de sus experiencias en el evento, muestra de la fuerza del arte y el amor a la creación, todo eso enriquecido con el encanto del pueblo y la ciudad de Holguín, corazón vital del Festival.
La ocasión será propicia para convocar a la edición de las Romerías en 2021, que todos deseamos sea otra vez en la Ciudad Cubana de los Parques, capital del arte joven.
Los jóvenes cubanos siempre cantarán a la paz
La jornada juvenil por la paz y contra el bloqueo tendrá lugar el sábado 21 de en el Pabellón Cuba, sede de la Asociación Hermanos Saíz, donde cientos de jóvenes se unirán para, desde el arte, continuar luchando por un mundo mejor para todos.
Obras ganadoras del concurso Un mundo de paz es posible, auspiciado por la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, integrarán la exposición que será inaugurada a las 2:00 P.M. como una de las acciones convocadas por la AHS, las federaciones estudiantiles de la Enseñanza Media y Universitaria, el Movimiento Juvenil Martiano y la Brigada de Instructores de Arte José Martí, para celebrar el Día Internacional de la Paz y contribuir a la Campaña Nacional contra el Bloqueo.
Los jóvenes cubanos, representados en las organizaciones estudiantiles y culturales, expresaremos el rechazo al fortalecimiento de la política de Estados Unidos hacia Cuba, agudizado con la administración de Donald Trump, refirió Aymeé Pujadas Clavel, de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, organización que también se suma a la convocatoria.
Agregó que la jornada por la paz es también un grito contra la intervención extranjera en los asuntos internos de nuestros países y la utilización de la guerra cultural, mediática y subversiva contra gobiernos electos democráticamente.
En la jornada también será presentado el libro 5 temas polémicos sobre Cuba, de Elier Ramos y Rodolfo Romero; y los asistentes podrán disfrutar de la proyección del documental Derechos de Revolución, de la realizadora Karen Brito, en la sala Alfredo Guevara.
Yasel Toledo Garnache, vicepresidente de la AHS, destacó el gran concierto con el cual concluirá la actividad en el Pabellón Cuba, y que tendrá como protagonistas a jóvenes creadores cubanos, y estará bajo la dirección artística de Nerys González.
Añadió que esta iniciativa tiene una importancia vital en las actuales circunstancias que vive el país, ante el recrudecimiento del bloqueo impuesto por los Estados Unidos a Cuba hace más de 60 años. “Este va a ser un canto a la alegría y una demostración de que el arte siempre será esencia del pueblo cubano sin importar cuan complejas sean las circunstancias”, afirmó.
Puentes de amistad
Frente a la emblemática Puerta de Brandenburgo, los bailarines hicieron derroche de la técnica adquirida en las escuelas de arte de Cuba, mezclada con nuevos saberes sobre Hip Hop (Breack Dance y Popping).
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Bailarines cubanos de la @ahsjovenescuba acompañaron en la tarde hoy a los amigos solidarios en #Alemania que se reúnen cada sábado para rechazar el injusto bloqueo de #EEUU contra #Cuba, así como para apoyar la libre determinación de #Venezuela. @lenrique64 pic.twitter.com/IReTjO8cw6
— Prensa Latina (@PrensaLatina_cu) September 7, 2019
Debatir en Revolución: Una obra para descubrir la sociedad cubana
“Debatir en Revolución. Otras formas de hacer, otros modos de ser” es un encuentro íntimo con las preocupaciones, retos y argumentos de una generación que le ha tocado vivir un papel de relevo. Lo anterior lo confesó Yosvany Montano Garrido, autor de esa compilación de nueve ensayos, durante su presentación en el capitalino Salón de Mayo del Pabellón Cuba.
Abrazos que nos hacen nacer…
Una vez más recuerdo aquellas líneas de Eduardo Galeano (1940–2015) en El libro de los abrazos: “Pequeña muerte llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace”.