Andrés García Benítez
Viaje por los diseños escénicos de Andrés García Benítez
Entre candilejas. Andrés García Benítez y las artes escénicas se titula la exposición que, en sus redes sociales, comparte el Centro Provincial de Artes Plásticas de Holguín a partir de una selección de diseños que visualiza el trabajo de este artista como creador para la escena cubana.
“Por lo regular, cuando se hace referencia a Andrés, siempre se recuerda su labor como portadista de Carteles. Es comprensible que así sea, pues las portadas diseñadas por él para una de las revistas más populares de la etapa republicana en Cuba son, indudablemente, un patrimonio del arte nacional”, asegura el investigador Martín Garrido, curador de la misma y quien ha dedicado parte importante de su trabajo al rescate y estudio de la obra de este necesario artífice plástico holguinero, y añade Martín que iniciada en los años 40, su labor para esta esfera de la creación, el diseño escénico, se amplía y enriquece en las décadas del 50 y 60.
La muestra, expuesta en el perfil de Facebook “Artistas holguineros” ante la imposibilidad de su apertura física por la propagación de la Covid-19 en la provincia, hace pública “una parcela de la obra profesional de Andrés relativamente poco estudiada y algo menos conocida”, añade.
Además del teatro, Andrés (1916-1981) realizó incursiones, “siempre brillantes”, en el diseño de vestuario y escenografía para presentaciones de ballet, ópera, zarzuela, danza moderna y cabaret, cada uno con las características propias de la manifestación y que le permitieron mostrar su “talento multifacético”, “su maestría como dibujante, su versatilidad como creador, su conocimiento profuso de la historia del traje y de la historia del arte en general”, dice.
Destaca, además, que “su profesionalidad en la esfera del diseño destinado a las artes escénicas se advierte en todas y en cada una de las piezas que ahora mostramos, demostrando por qué críticos tan exigentes como Rine Leal o Luis Amado Blanco solo tuvieran para él los más encendidos elogios” al reseñar obras donde el creador dejó la impronta de su firma.
Las obras expuestas en esta muestra –que celebra el aniversario 105 de su natalicio y los 40 años de su muerte; además, el vigésimo aniversario de la realización en Holguín de la primera exposición que, tanto en Cuba como en otras partes, se dedicó a vindicar el trabajo del notable artista– pertenecieron a las colecciones particulares de dos destacados artistas cubanos: el maestro Ramiro Guerra, pionero de la danza moderna en Cuba; y el diseñador escénico Eduardo Arrocha, “único discípulo de Andrés, a quien debe su consagración a estas disciplinas”.
“Fundidas en un todo, ambas colecciones se conservan hoy en Holguín por voluntad expresa de Arrocha. Las piezas que las integran son como pequeñas obras maestras de esta disciplina, que por su calidad no desmerecen dentro del conjunto total de la obra de Andrés”, añade, y que nos reafirman a Andrés García Benítez como uno de los grandes diseñadores escénicos de todos los tiempos en nuestro país, y una de las figuras que engrandece nuestro patrimonio visual.