Con ese aire desenfadado de los que ya no tienen nada que perder en cambio mucho por ofrecer, llega el dúo de trovadores Lien y Rey para celebrar sus dos décadas entre el público matancero que lo ha alimentado a lo largo de los años, a quienes —dicen— le deben las letras de sus canciones.
Avísenle a Matanzas que ya estamos de vuelta… susurran entre cantos, a la vez que afinan sus instrumentos, presentan a sus músicos acompañantes y prometen el más intimista de sus conciertos, porque es justamente así como han soñado este pretexto musical para los yumurinos.
Un concierto donde más que nada, comenta la guitarrista y cantante Lien Rodríguez, pretendimos que cada quien se llevase algo nuestro. Y así llegaron temas ya conocidos como Zapateo provinciano, La Bruma, Madre, Me aburre extremadamente y otros; todos bajo el estilo que los caracteriza: dinámico, híbrido entre sonoridades y de constante coqueteo con la trova.
Según palabras del propio Silvio Rodríguez, son Lien y Rey «un hecho artístico en el que se combinan muchas cosas, se combina poesía, música, sentido estructural del arte cancionístico y un sentido finísimo, muy terminado de lo que es la interpretación. Yo creo que ellos son… algo para respetar».
Definidos ellos mismos en el centro del combate, distantes pero no ausente de lo amoroso por el carácter extrovertido que los envuelve, apuntan que ha sido arduo el camino que ya suma en total nueve fonogramas, entre ellos Procuraré, A fuego abierto y Leídos y escribidos.
«No… no estamos satisfechos, aún queda por hacer tras la canción inteligente.», sostiene el tresista, cantante y compositor Rey Pantoja quien desde 1996 comparte este proyecto con Lien, siendo ella además su compañera en lo sentimental. Ahora, promueven las canciones de su último disco Isla, un tanto para pasar la página y dar inicio a otros propósitos creativos.
«Dios… nosotros pagamos por todos, así que gracias por nada…», continúo el concierto con la presencia de Héctor Herrera, en el bajo eléctrico, y Yohan Medina, en la batería. En calidad de invitados estuvieron el quinteto de instrumentos de aire metálicos Atenas Brass Ensemble y el cuarteto de cuerdas Almas. Aunque el momento especial de la noche fue la interpretación de Ojos amarillos donde compartieron escenario con la pequeña Luna Pantoja, fruto del amor entre ambos músicos, con lo cual además reconocieron la labor de pedagogos matanceros que han obviado una carrera profesional para bien de sus alumnos y el arte.
La filial de la Asociación Hermanos Saíz y la Dirección provincial de Cultura agasajaron al dúo por sus 20 años, en tanto ellos despidieron el concierto dando las gracias a Matanzas por nunca defraudarlos. Como parte de las celebraciones se lanzó el documental Isla, dirigido por Eddy Cardoza López, con guión de Celia Morales Velaz y auspiciado por el sello Colibrí para su colección Habáname.