En un mundo contaminado por el machismo y la violencia contra el llamado sexo débil una obra de otra época sacude todo prejuicio. Sus personajes cobran vida de forma singular, en la piel de quienes, para entonces, no tenían ni el derecho de erguir la cabeza.
Richard III llega a la Habana con Aire frío. Viaja seis siglos al futuro de la mano de Jazz Gamboa y 22 mujeres para contar su historia al público contemporáneo en los meses de verano.
Un elenco de féminas tiene la misión de contar los hechos, entre ellas, la joven Yanelis Mora, quien tiene el protagónico de la obra y la experimentada Verónica Lin, en el rol de la duquesa y madre del monarca, luego de más de 15 años alejada de las tablas.
La puesta es el segundo trabajo de Gamboa en Cuba y tiene una duración de dos horas. A juicio del director, será precisamente la actuación femenina en roles masculinos la que le dará un sello distinto, pocas veces visto en los escenarios.
Richard III transcurre en la Inglaterra del siglo XV y se desarrolla en la coronación y caída del protagonista, un auténtico antihéroe, aristócrata, sanguinario y despiadado, último monarca de la Casa de York (1483-1485).
Pero, ¿qué valor puede tener una obra de 1591 en la actualidad? De acuerdo con la actriz principal, el texto invita a reflexionar sobre la ambición por el poder que es, precisamente, el tema central de la puesta en escena. Se trata de un drama que ilustra un período real, plagado de despotismo y abuso, y un estudio de caso sobre cómo el poder puede corromper absolutamente.
La adaptación de la tragedia de William Shakespeare, tendrá su estreno en la sala Tito Junco de la capital, desde donde se abrirá el telón para conocer uno de los clásicos universales en la literatura, el teatro y el cine.
Considerada después de Hamlet la pieza más larga del dramaturgo inglés y la última obra de la tetralogía sobre la historia de Inglaterra de dicho autor, Richard III es una de las atracciones de las artes escénicas, a partir del próximo 19 julio y hasta el 5 agosto.
