«Sindo Garay era un hombre genial; sencillamente increíble», fueron las palabras iniciales del periodista y musicógrafo Lino Betancourt Molina en el conversatorio Retorna vida mía que te espero, dedicado al trovador santiaguero, durante el primer encuentro teórico de la 41 edición de la Jornada de la Canción Política, con sede en el Pabellón Guantánamo de esta ciudad.
Con un público integrado por artistas del patio e invitados a esta nueva cita con la canción protesta en la región más oriental, expuso sus vivencias con el Gran Faraón de Cuba, como lo llamara Federico García Lorca, además de resaltar su compromiso con el proceso revolucionario cubano y la grandeza de las composiciones del creador de Perla Marina a pesar de ser «músico de oído».
El investigador y Premio Nacional de Radio se refirió al estrecho vínculo del más cimero de los trovadores cubanos con Guantánamo, ciudad que inspiró en 1901, a decir de Betancourt Molina: «No se puede vivir aquí, la primera canción antiimperialista de protesta revolucionaria, que repudiaba la ocupación ilegal norteamericana en Caimanera»; así como, temas antológicos tal es el caso de la La Baracoesa y su primer bolero, Quiéreme Trigueña, que escribió a los 12 años, dedicado a la guantanamera María Mestre.
La ocasión también sirvió para reproducir los temas del disco De la trova un Cantar. Sindo Garay, fonograma que bajo el sello discográfico Egreem se produjera dedicado a los 150 años del natalicio del músico, con 14 temas de Sindo interpretados por él, sus hijos y otros trovadores invitados, además de dos canciones –La Baracoesa y Qué ojos serían– que fueron las últimas grabaciones que hiciera el artista en vida.
El espacio concluyó con una pequeña descarga de la mano de los trovadores guantanameros Enrique Esteban Sánchez (Peggy) e Ismael Vargas Álvarez, quienes interpretaron uno de los temas más conocidos del Sindo Garay, Mujer Bayamesa, y por su parte Eduardo Sosa y Pepe Ordaz deleitaron con la interpretación del bolero Convergencia, de Bienvenido Julián Gutiérrez y Marcelino Guerra.