La radio de los jóvenes
La radio sigue siendo un ámbito pleno de posibilidades, especialmente para los jóvenes realizadores, quiened buscan explorar nuevos caminos para la comunicación. Como para mostrar esas potencialidades, desde 26 de septiembre y hasta el 29 se celebrará en Santiago de Cuba el XXXIV Taller y Concurso Nacional de la Radio Joven “Antonio Lloga in memoriam”, que este año está dedicado al guion de programas escenificados unitarios: cuentos, teatros, series históricas y docudramas.
El encuentro, organizado por la Asociación Hermanos Saíz, la Dirección General de la Radio Cubana y la productora Radioarte, no solo reconoce lo mejor de la realización radial hecha por jóvenes en Cuba, sino que también reafirma la vigencia y el poder transformador de un medio que, lejos de envejecer, se reinventa constantemente gracias al impulso de las nuevas generaciones.
Contrario a lo que algunos puedan pensar, la radio estáen permanentetransformación. El avance de la tecnología y la digitalización de los medios, mejos de plantear obstáculos, ofrecen posibilidades de innovación en formatos tradicionales. Para los jóvenes, este espacio no es solo una plataforma para creae contenidos, sino un laboratorio de ideas donde se experimenta con novedosas narrativas y disímiles esquemas de realización. Citas como el “Antonio Lloga in memoriam” demuestran que hay una nueva hornada de realizadores que no subestiman la radio, sino que la ven como un vehículo para expresar una visión del mundo.
La permanencia de la radio se debe, en gran medida, a su capacidad de adaptación y a la innovación constante que demanda. La radio ha sabido fusionarse con las plataformas digitales, integrando podcasts, transmisiones en línea y redes sociales, lo que ha ampliado su alcance y ha abierto nuevas oportunidades para los jóvenes. Ellos, en buena medida, pueden liderar esta transformación y buscar fórmulas que mantengan a la radio activa en el complejo ecosistema mediático actual.
Es fundamental insistir en que la radio no es solo un medio para contar historias, sino también un espacio de resistencia y creatividad. Muchis jóvenes realizadores cubanos han demostrando con sus creaciones la vigencia del medio. A través de programas innovadores, documentales y propuestas interactivas, están explorando las posibilidades narrativas que ofrece la radio y llevándola a territorios que, quizás, generaciones anteriores no imaginaron.
El reto está en mantener viva ese impulso de innovación. La radio, como cualquier otro medio, necesita reinventarse continuamente para no caer en la obsolescencia, y es ahí donde los jóvenes juegan un rol decisivo. Habría que cuestionar esquemas preestablecidos y abrir el camino a nuevas formas de hacer radio. Por eso, espacios de intercambio como el Taller y Concurso Nacional de la Radio Joven son tan importantes, pues no solo premian la excelencia, sino que también fomentan la reflexión y el diálogo.
*Publicado originalmente en CubaSí.
Desde hoy en Holguín jornada de crítica de artes visuales
La sexta jornada de teoría y crítica de artes visuales “Un disparo en el hueco” tendrá lugar del 11 al 14 de septiembre en la provincia de Holguín con la presencia de personalidades del gremio que abordarán el género desde diversos espacios.
Yurisel Moreno, directora del Centro Provincial de Artes Plásticas, explicó en conferencia de prensa que el evento tiene el objetivo de actualizar los aspectos que giran en torno a la producción y el pensamiento artístico tanto en Cuba como en el mundo mediante el intercambio con especialistas para desarrollar la formación de los profesionales dedicados a la crítica.
Entre los invitados de la presente edición se encuentran Nelson Herrera Ysla, especialista del Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam; Jorge Núñez Motes, profesor de la Universidad de las Artes y Tania Dranguet Guerrero, jefa de sección de crítica e investigación de la Asociación Hermanos Saíz en Santiago de Cuba, manifestó.
Moreno destacó, además, que la inauguración tendrá lugar con la exposición “El ruido, el silencio”, del artista visual Cristhian Escalona, en la Sala Transitoria del Centro Provincial de Artes Plásticas, mientras que la muestra “No es tiempo de flores”, de Bertha Beltrán, clausurará la jornada.
Un disparo en el hueco, evento con frecuencia bienal, fue realizado por vez primera en el año 2014 y promueve las nuevas formas de abordar el arte mediante intercambios y conversatorios con versados del medio.
Como flores en el pecho abierto
América no era tierra de rosas. El hombre originario no se preguntó —como hizo Walter De la Mare— «a qué siglos salvajes se remonta la rosa». Suyos fueron otros árboles y otras flores. Otras fragancias y formas. Tan enigmáticas y sugerentes como aquellas que portaban, desde tiempos inmemoriales, el arquetipo y la fascinación en otras tierras. Tuvo que esperar el paisaje americano hasta mediados del siglo XVI, después de varios intentos, primero con plantones y finalmente con semillas, para ver florecer la primera rosa. La rosa iniciática. Esa que germinó, en variedades y matices insospechados, propagándose en un nuevo clima, en las diferentes regiones de una geografía adoptiva que hizo rápidamente suya, similar a como se extendieron las flores en esa metáfora de los primeros tiempos que es el Paraíso; pues «la aparición del hombre —escribió el poeta Gastón Baquero— fue precedida por la irrupción de las flores. En el principio fue la rosa».
Aníbal De la Torre Cruz ha pintado rosas y camelias, crisantemos y claveles… En su caso, en el principio no fueron las flores, pero sí experimentó su irrupción y las recibió como un llamado, como una dádiva. Las flores de Aníbal son una evolución, un resultado, una consecuencia… Y sobre todo, una coherencia. En un primer momento —recordemos que el artista celebra sus 20 años de carrera— Aníbal partió de varios elementos arquitectónicos de su ciudad, Holguín; luego el rostro humano ocupó el lienzo, como puerta a la interrogación y puente entre quien nos observa desde la obra y quienes, desde este lado del umbral, intentamos comprenderl(n)os. Después enrumbó su mirada hacia la abstracción, desprendiéndose de lo «circunstancial circundante» para internarse en lo «circunstancial metafísico», en la esencia de ciertas formas y conceptos que han hecho de su obra un tránsito consciente y coherente que permite que, en la naturalidad lógica de su evolución, gane autonomía y refuerce las búsquedas que lo identifican en sus diálogos entre la religión yoruba y el arte, la vida y los caminos de la fe.
Ahora la obra de Aníbal se abre a una cartografía vegetal de rasgos expresionistas, riquísima y florida, en la que la espátula, con trazos rápidos y seguros, bosqueja formas en el óleo, elabora texturas, creciendo en los caminos a los que la propia vida (y las circunstancias) ha conducido su creación. Él ha hecho suyas las formas de la flor. De sus flores. Pero, cuidado: no son flores cualquieras. Como apunté, las de Aníbal De la Torre son sinónimos de su coherencia artística. Están agrupadas en círculos, como en ramos ofrecidos y dispuestos a una mirada cenital. O exhibidas en vasijas que realzan, domésticamente, su belleza, como flores trocadas, desde el artificio, por la mano humana.
No son flores que crecen en el prado o acaso lo hicieron antes de esta composición artificial que las muestra, en diferentes formatos, en conjunto o como elemento único. Sus flores son espacios habitados por la memoria. Tienen una carga mnemónica, pues poseen un pasado y nos ofrecen un presente. Como si la floración fuese el resumen (y el resultado) de sus búsquedas y su evolución, sin apartarse de su línea discursiva; al contrario, Aníbal nos entrega unas flores marcadas por el paso del tiempo: descoloridas, mustias, grisáceas, pero no del todo marchitas, en las que habita —como en un regalo que se ofrece al prójimo— la esperanza y la vida. Es como si la realidad fuera cada día más abstracta, más incierta e indefinible (sin que signifique más pesimista). A pesar de esto, en su taller el pintor crea y entrega flores, esquirlas de belleza como jirones de vida.
Sus piezas —como observó Annia Leyva— «relatan las vicisitudes en la búsqueda de la eudaimonía, concepto arraigado en la antigua filosofía griega que se traduce como vivir bien o prosperar». Así Aníbal ha trazado un recorrido, donde la autorreflexión, para desarrollar valores y virtudes que se cristalizan en el alcance de una meta. Esta muestra de Aníbal es sincera y coherente consigo, con su trabajo y con su tiempo bajo el sol. Él ha ido consolidando su mirada —fraguándola, mirándose a sí y encontrándose en las posibilidades de esta mixtura— luego de las indagaciones que han reforzado su estilo: la simbiosis fe/arte, principalmente en la cosmovisión yoruba; los colores y tonalidades, que en esta muestra se vuelven más básicos, más terrosos, a partir de blancos, negros, grises, ocres, sienas, rosas, verdes; la contraposición clave de concepto y color; les dan cuerpo y voz a la proyección sobre la que sostiene su mirada, a los estados (físicos, mentales y artísticos) en los que la eudaimonía florece. Aníbal de la Torre ha llegado aquí luego de un sugerente periplo de dos décadas poblado de sacrificios, entrega, dedicación y oficio; así lo muestra su pintura. Ahora las flores crecen en su pecho abierto.
Palabras del catálogo de la exposición En busca de la eudaimonía, de Aníbal De la Torre Cruz, inaugurada el 16 de agosto en el Palacio Lombillo, extensión del Museo de Arte Colonial, La Habana.
Café con tinta: una fórmula sanadora
Su nombre siempre llama la atención de quien lo escucha: ¿Café con tinta será alguna suerte de bebida especial u otra invención del cubano ante los tiempos complejos que se viven? ¡Café con tinta! Se lee en los promocionales de redes sociales, en la sede de la Asociación Hermanos Saíz… la gente quiere saber qué es, ¿qué saldrá de esa mezcla?
Aydée Rodríguez Infante, promotora principal de la iniciativa, conoce mejor que nadie las delicias que trae esa inventiva. Fue su idea, una que surgió, ante todo, para contribuir a combatir la violencia de género, para educar, utilizando como pretexto las artes visuales, en específico el arte del tatuaje…
“¿Y el café? ¿¡A qué cubano no le gusta el café!? Y si le añades tinta, pues resulta más curioso, y ha sido efectivo tanto el nombre como el invento. Sí, es algo diferente”, comenta Rodríguez Infante justo cuando el equipo de Venceremos se le acerca para conocer desde dentro las particularidades del proyecto.
Contra los prejuicios… ARTE
Dice Aydée que Café con tinta surgió en 2023, al amparo del proyecto Selene, y la Asociación Hermanos Saíz, esta última interesada en estimular las artes visuales en los jóvenes, pues era esta sección, y aún lo es, la más deprimida de la organización.
“Ahí entraron a jugar su rol los tatuadores. Siempre ha sido un gremio visto con prejuicios, apenas se les visibiliza, sin embargo, tienen gran aceptación entre el público juvenil, e incluso adultos que ven en el tatuaje una forma de expresión, con gran valor estético y artístico.
“Enseguida varios se acercaron para sumarse al proyecto, que no solo se dedicaría a crearles un espacio a los tatuadores, sino que como objetivo macro tendría que ir a las comunidades y hogares afectados por la violencia intrafamiliar, de género, elevado índice de agresividad, consumo de alcohol y otras drogas para trabajar el arte del dibujo y otras manifestaciones con los niños llevando a través de ellos mensajes de paz, amor, por una vida más feliz.
“Llevamos más de un año, y hemos logrado sensibilizar a otras instituciones, como la Federación de Mujeres Cubanas, así como individuos dentro y fuera de Cuba que, como colaboradores, deciden apoyarnos con recursos materiales para los tatuadores y para el trabajo con los pequeños desde nuestro espacio Dibujando con las familias”.
Rodríguez Infante explica que en este periodo de trabajo han logrado ayudar a más de una veintena de casos afectados por violencia de género, personas a las que se llegó a través del trabajo con los niños, pero también a partir de la sensibilización que despertó el proyecto en los jóvenes que lo integran, que más que tatuadores son también activistas sociales.
Otras voces
Michel Ramírez Pineda es miembro fundador del Café con tinta. Mientras dibuja el tatuaje de La Fama en la piel de una chica (es esa la última moda ahora, impuesta por ellos mismos para enaltecer desde el arte el orgullo de ser guantanameros), revela que del proyecto se enamoró al instante, por el hecho de defender la cultura del tatuaje aquí en Guantánamo.
“En aquel entonces no había mucho conocimiento al respecto y yo creo que un aporte nuestro ha sido ese, contribuir a entender más nuestro trabajo como un arte, pues lo es. Luego de saber que, con lo que hacía, íbamos a ayudar a niños y familias llevándoles desde simples dibujos hasta donativos, entonces comprendí que esto era lo que quería hacer.
“Hemos estado en diferentes lugares de Guantánamo, incluso en Santiago de Cuba, y te puedo decir que somos únicos en el país, al menos, con esta concepción más social del arte y en específico del tatuaje. Todos hemos aprendido mucho y somos como una familia, aunque algunos se han ido y otros se van sumando, creo que al final estamos agradecidos de sabernos parte de esto”, indica Ramírez Pineda.
El artista visual Lexander Laffita Ordúñez también considera imprescindible para su crecimiento personal y profesional al Café con tinta.
“Hago los diseños para los tatuadores, pues tratamos de proponerles a las personas creaciones auténticas, incluso guantanameras como La Fama. Hubo un tiempo en que hasta vinculábamos la poesía con las artes visuales, y si leíamos un poema y a alguien le gustaba, le proponíamos tatuarse algo que representara el texto y así quedaría grabado siempre en la mente y en la piel.
“El hecho de ver mi obra llevada a otro plano más personal como es la piel de alguien, es reconfortante, por eso trato de que todo tenga un significado, un lenguaje, que enaltezca cuestiones como nuestra digna afrodescendencia en oposición al racismo, pero también tengo dibujos que denuncian la exclusión de las personas que son autistas o tienen alguna discapacidad.
“Mis obras van desde lo más surrealista, hasta lo más simple, para ser replicado y coloreado por los niños que ven en el arte un vehículo para recrearse, pero también contarnos sus preocupaciones y ayudarlos”, asegura Laffita Ordúñez.
Hoy integran el equipo de Café con tinta unas siete personas, entre tatuadores, dibujantes y otros promotores que se han sumado para enseñar a los pequeños del proyecto a bailar y disfrutar de una infancia sana y divertida. Realizan actividades los sábados en la Plaza polifuncional Pedro A Pérez, donde siempre un público los espera…
También están en el parque José Martí y, de vez en vez se les ve salir con sus niños a repartir dibujos a los ancianos, quienes agradecidos aguardan por ese momento inolvidable en que los pequeñines, con los ojos llenos de entusiasmo les entregan el dibujo que tras gran esmero hicieron de la mano del proyecto.
Café con tinta no es una fórmula mágica, pero sí sanadora. Sus frutos están más allá de lo que alcanza a ver quien se detiene a observar a sus integrantes grabar sobre la piel grandes edificios, leones, peces, a Martí, una palma o las estrellas.
Los beneficiarios anónimos saben mejor que nadie de la utilidad de esta inventiva que aspira en el futuro a convertirse en un proyecto de desarrollo local, en el que los tatuadores tengan un espacio para crear y ganarse el pan nuestro de cada día, mientras con sus ganancias continúen ayudando a personas, hogares, o más bien a la sociedad misma, que necesita hoy más que nunca disfrutar del dulce sabor que deja contemplar la felicidad de los demás.
Premio internacional para joven artista de Imías
El joven artista de la plástica Alexei Osorio Blet, natural de Imías y miembro de la Asociación Hermanos Saíz en Guantánamo, conquistó el primer lugar del Festival Internacional de Artes Visuales Monte Plata, desarrollado en la República Dominicana, a finales de agosto del presente año.
Desarrollado en el Centro Multiusos Santo Ángel Peguero, de Dominicana, es una iniciativa de la Fundación de Desarrollo (Fundemopla) y de Quintaesencia, considerada la actividad de mayor trascendencia en su clase; reúne a más de 34 países en diez categorías y otorga tres premios por cada una: Pintura, Instalación, Arte Digital, Video, Dibujo, Performance, Escultura, Grabado, Fotografía y Danza.
Devenida nueva oportunidad para mostrar el trabajo de los creadores cubanos al mundo, el encuentro contó con la presencia de siete artistas de la Mayor de las Antillas, además de una centenar de otras naciones, y entre las piezas en competencia sobresalió en pintura, el Equilibrista, obra de Osorio Blet trabajada en óleo sobre lienzo, jugando con colores sencillos y una gran carga de surrealismo.
El Equilibrista constituye una reflexión sobre la responsabilidad del hombre con el cuidado del medio ambiente (naturaleza y sociedad), temática recurrente en la estética del pintor guantanamero, quien a su vez apuesta por la inclusión de elementos típicos del campo cubano, así como símbolos de nuestra identidad, que singularizan la pieza en cuestión.
Alexei Osorio Blet es graduado de instructor de arte y cuenta en su haber con más de una centenar de exposiciones, entre personales y colectivas, además de atesorar lauros en salones municipales, provinciales, nacionales e internacionales, y ser beneficiado con becas de creación artística como la obtenida en 2018 en el XVII Salón territorial de Artes Plásticas Eliseo Osorio, de Baracoa, para continuar incentivando el desarrollo de su estilo como artista visual.
Desde que el lienzo es la piel
Desde que el lienzo es la piel para varios artistas del tatuaje, y se reúnen en el patio de la Casa del Joven Creador, sede de la Asociación Hermanos Saíz de Ciego de Ávila, la ciudad parece respirar otros aires.
Concebida como una jornada intensa donde se reúnen alrededor de 16 tatuadores jóvenes y otros con más experiencia, Cuando el lienzo es piel, en su edición número cuatro, gana en organización y presencia.
Si bien los artistas agradecen la acogida y el interés que ofrece la AHS para con este arte milenario, se va haciendo necesario organizarlo de manera que abarque más días y otros espacios. Porque la casa, en este 2024, parece quedarse chiquita.
Y cuando se apagan las luces y se marcha el último de los tatuadores, el espacio es como un campo de batalla. “Habíamos concebido inicialmente la participación de veinte artistas, pero a última hora no pudieron estar todos”, aclara al Portal del Arte Joven Cubano Yoandry Chamorro Belén, vicepresidente de la AHS avileña y quien estuvo al frente de la actividad.
Y es que para muchos en la Isla, el tatuaje ha dejado de ser un tema tabú, y ha echado a un lado el estigma maldito que tenía. Ahora es más que arte, con su oficio y calidad estética.
Por eso la AHS se interesa tanto en que los artistas invitados al certamen se propongan crear obras diferentes, con cierto aire renovador y una búsqueda de talentos para acercarlos a esta organización.
A manera de cierre, el evento tiene su momento de entrega de premios en donde la AHS hace hincapié en que no solo medie la calidad del tatuaje, sino, también, el concepto en todas sus extensiones.
Milena López Obregón es laureada como la mejor tatuadora novata, mientras que Hiram Rodríguez Coello y Alejandro Vigo Pereda obtienen el segundo y el tercer lugar, respectivamente; Devis Díaz Abreu gana una mención.
En la categoría de los veteranos, Andrés Luciano García se alza con el primer premio, seguido por Omar Gazmuri Mendoza (segundo lugar), César Alejandro Colina Fuentes (tercero) y Leodany Castellón Hernández (mención).
Insertado en la jornada Calidoscopio que comenzara el día antes con la lectura poética, Memoria del cuerpo; la actuación del circo Haliom, y el concierto de trova de Lixiel María Riveron de Camagüey, la convención es el colofón del modo verano activado en todo el país desde el mes de julio.
Con la descarga de música electrónica, a cargo del DJ Wall, de Santa Clara, la jornada cerró por todo lo alto y, una vez más, el público disfrutó de las propuestas que desde la AHS se producen.
Por lienzo, la piel
Con el fin de visibilizar el quehacer de los jóvenes tatuadores del terruño, tuvo lugar este sábado en Ciego de Ávila la Convención de Tatuajes “Cuando el lienzo es piel”, evento que en esta reedición agrupó a 20 artistas del dibujo corporal provenientes de distintos municipios avileños.
El encuentro, desarrollado en la Casa del Joven Creador, tuvo por primera vez un carácter competitivo, fruto del interés que suscita esta manifestación cultural en las nuevas generaciones y también gracias al apoyo de la Asociación Hermanos Saíz, explicó a Invasor Yoandry Chamorro Belén, vicepresidente provincial de este movimiento juvenil.
Andrés Luciano García Guante, quien lleva casi ocho años como tatuador, es uno de los jóvenes que organizaron la convención. Desde su experiencia, valora positivamente la existencia de estos espacios, en los que cada creador puede exponer lo mejor de su arte.
“Pienso que aún se ve nuestro trabajo como una simple moda, como un arte secundario, y algunas veces ni siquiera se reconoce que el tatuador también es un artista. A mi modo de ver, todavía nos queda un largo camino para que el tatuaje tenga en Cuba el mismo prestigio que posee en otros países”, señaló Andrés.
Para premiar los mejores tatuajes, se establecieron dos categorías: novato y veterano. Milena López Obregón fue reconocida como la mejor tatuadora novata, mientras que Hiram Rodríguez Coello y Alejandro Vigo Pereda obtuvieron el segundo y el tercer lugares, respectivamente, y Devis Díaz Abreu ganó una mención.
En la categoría de los veteranos, Andrés Luciano García se alzó con el primer premio, seguido por Omar Gazmuri Mendoza (segundo lugar), César Alejandro Colina Fuentes (tercero) y Leodany Castellón Hernández (mención).
ʺEsto fue un antes y un después para míʺ
Esta conversación fue hecha vía WhatsApp en dos partes, en dos momentos, en dos contextos, en dos circunstancias bien diferentes. Pudiera haberla desechado pero saber de cerca los sentimientos de gratitud de mi entrevistado; es de los regocijos que me impulsó a someterla a consideración de quien me lea. Cuando conocí a su protagonista, pude percibir un brillo bien notable en sus ojos de aventurero…
Rey David Carbonell Manzano tiene 25 años y ya cuenta con un amplio currículo como productor, actor, bailarín, regisseur y coreógrafo. Reyis o Rey Carbonell (como se ha dado a conocer en el mundo artístico) es un santiaguero, a quien le apasiona la danza, la animación de espectáculos, la locución y ha incursionado en proyectos teatrales desde el movimiento de artistas aficionados. Recordar su llegada a La Habana e integrarse con otros jóvenes con intereses artísticos similares es de lo que me cuenta…
Parte I. La Habana, Cuba.
- …venía con un maletín lleno de sueños y aspiraciones como artista tras la terrible situación generada por la pandemia COVID 19.
Para mi dicha las puertas del proyecto Naufragio Projekt siempre están abiertas al arte y a los artistas que deseen ser parte de la tripulación. Hay dos momentos claves para mí en este proceso que, sin lugar a dudas, ha sido un suceso de crecimiento y descubrimiento de formas y maneras de analizar la violencia hacia la mujer, aprender incluso como se autoviolenta la masculinidad a partir de esos mismos actos en contra de las mujeres.
Llegué durante la proximidad del estreno de la obra “Interrogatorio” en la cual tuve el placer de trabajar y aportar como parte del equipo de formación técnico artístico. Una obra bastante impactante gracias a su trama haciendo referencia, entre otros aspectos, a la violencia ejercida hacia la mujer. Y el otro momento fue cuando se nos dio la posibilidad de trabajar con los textos de la Antología ʺEl eco de las vocesʺ entregado a Naufragio para su desarrollo en función de la jornada por los 16 días de activismo en el año 2022.
¿Cómo viviste ese proceso?
Puedo asegurarte que desde las primeras lecturas todo el equipo se sintió identificado y correspondido porque de cierta manera todos estamos cerca de la violencia de género y las desigualdades. Todos somos víctimas o hemos sido víctimas, de formaciones patriarcales y misóginas heredadas desde tiempos remotos y que con la sensibilidad de la tinta en las hojas de esos libros nos hacían un llamado a seguir expandiendo la voz, y es así que surge ʺLontananzaʺ. Fue un desmontaje escénico que caló e impactó a sus primeros espectadores, a nosotros mismos, y de la misma forma me atrevo a decir a sus posteriores, o sea, al público.
Sin lugar a dudas esto fue un antes y un después para mi… no solo como artista, también como persona, como individuo. Sinceramente antes no pensaba en el por qué podía ser necesario analizar, por ejemplo, que mis hijos o los hijos varones de otros jueguen con muñecas, antes no pensaba en esa explicación, ahora lo veo tan importante… Antes no pensaba en cuántos oficios podían estar clasificados por asignación al sexo biológico, ahora entiendo la necesidad de explicarle a mis descendientes el valor de ser lo que ellos quieran y ser felices sin importar los límites que vean los demás ante la sociedad.
Juntarte es un proyecto que tiene como beneficiarios a artistas jóvenes de las artes escénicas. Enfoca el teatro y la danza y me comentabas de tu acercamiento a esta última. ¿Consideras que como proceso te ha ofrecido algún aporte? ¿Hay algún elemento a considerar o resaltar para la propia evaluación del proceso?
La danza como toda expresión artística requiere de inspiración para su evolución, es un proceso que nace y se transmite en varias partes. Trabajar directamente temas como estos de violencia hacia la mujer en la mayor parte de los procesos que experimentamos fue un reto total ya que éramos casi todos varones y para colmo el mayor peso danzario lo tenían precisamente los hombres en la escena. Las chicas también tenían sus evoluciones danzarias pero en menor medida. Llevar entonces estas historias para contar también desde la danza conllevaba a que se pensara bien cada movimiento, cada combinación, cada elemento en uso en función de no distorsionar el mensaje y jugar con todo el equilibrio de la obra teatral. Lo mejor de todo y creo que fue lo que nos ayudó es que la dirección del proceso, a pesar de que sabía lo que quería, nos dejaba crear y sugerir sin límites; aunque como siempre marcando bien las pautas de a dónde y cómo se tenía que llevar. Las coreografías se construyeron entre todos y la parte trabajosa fue el regisseurato ya que constantemente caminábamos hacia la evolución y los cambios eran constantes.
He podido verte como coreógrafo y lo que más me llama la atención es el rigor que llevas en ese rol.
- Ay profe, no me diga eso (ríe). ¿Qué va a pensar la gente de mí?
¡Pero qué manía de decirme profe! No lo veas como malo, da idea de tu manera de asumir los procesos de montaje, algo que aplaudo.
Mira, como coreógrafo mi reto fue llevar los diferentes estilos de los bailarines y actores lo más uniforme posible sin que perdieran su esencia individual porque eso aportó mucho. Ver en cada uno su propia expresión evolucionada, algunos desde su masculinidad, otros desde sus movimientos trabajados por técnicas de danza e incluso desde sus expresiones femeninas naturales, ser libres a la hora de bailar, para mí es la mayor belleza en la escena. Y por ahí voy.
Ahí nos intercambiamos stickers de aprobación y comencé a revisar y archivar nuestra conversación que tuvo un proceso de edición. Al pasar esa noche, le envié mi ʺartículoʺ y no tuve respuesta inmediata. Luego me enteré de la razón…
No está, se fue…
Supe que Rey viajó y ahora la distancia que nos separa es de más de 3000 km, tenemos una hora de diferencia pero se retoma la conversación… Me hace un audio anunciando que está algo ocupado; pero me irá respondiendo según pueda. Intento escribir rápido para aprovechar el tiempo de ambos…
[10:46 a.m.] Yoa: Hoy tu realidad es otra. Pero los posibles aprendizajes más allá de lo artístico imagino sean los mismos. ¿Crees que puedan influir en esta nueva etapa? Si hay algo que quieras o todo lo que quieras o que puedas compartir del tema… La migración es una realidad de la que también quiero y se debe hablar. Sería como la voz de los que hoy no están pero reconocen que el proceso les fue útil o algo les aportó.
[3:25 p.m.] Rey Carbonell: Si Yoa, a pesar de que la vida nos cambia de lugar llevamos siempre en la maleta todo lo vivido y lo aprendido. Incluso creo que es eso lo que nos ayuda a seguir adaptables y resilientes, es precisamente lo que aprendemos, lo que nos permite seguir creciendo. Desde un nuevo lugar podemos, incluso, valorar más aquello que se nos fue otorgado. Desde niño el arte ha sido mi refugio sin importar dónde esté, y ahorita mismo como se dice aquí en Perú, es mi mayor refugio tanto en mi mente con mis memorias, como en mis aspiraciones de seguir haciendo arte.
[3:42 p.m.] Rey Carbonell: Todo el tiempo junto a Juntarte fue una constante escuela a la conciencia, la posibilidad de aprender y disfrutar del arte al mismo tiempo de estar inmersos en procesos que sabíamos que podían cambiar vidas, de los artistas involucrados, de nuestros familiares, del público,de nuestros futuros alumnos. Ser partícipes de eventos donde las lágrimas de los espectadores corren por la identificación con los temas y recordar que nosotros mismos tuvimos en algún momento esas mismas lágrimas por la IDENTIFICACIÓN tras leer los temas de las obras con las que trabajábamos o los objetivos de las diferentes actividades enfocadas a la diversidad desde muchos aspectos, esos son aprendizajes que me ayudaron.
(Esto que sigue puede parecer gracioso pero no lo es) Cuando decidí irme de Cuba tenía varios destinos; pero la razón que más me movía era reencontrarme con alguien muy importante para mí en mi plano personal, que ya se había ido desde hace ocho meses a un lugar donde precisamente el racismo y la xenofobia eran (o son) temas candentes hoy día en su sociedad, incluso la homofobia. Naturalmente soy extrovertido, muy extrovertido y negar mi identidad nunca ha sido parte de mi vida y no deseo que así sea, tal vez la vida me exija por un tiempo ser «reservado» o usar las herramientas aprendidas en NAUFRAGIO PROJEKT gracias al proyecto JUNTARTE y usar el arte para aportar mi granito de arena al movimiento internacional de lucha por la igualdad y el respeto a la diversidad. Diciéndolo así, estoy seguro que sí y de las dos opciones que veo, me quedo con seguir llevando lo que aprendí con Juntarte.
[10:49 p.m.] Yoa: Disculpa el tiempo, es que la vida está agitada, trabajo en ello. Casi llegando a las cuatro cuartillas.
[10:50 p.m.] Rey Carbonell: Ay, ay, ay. No me dí cuenta. Es que escribo como hablo. Y se me va.
[10:50 p.m.] Yoa: Tranquilo. Si no llego aún. Tú habla. Yo edito. Eso es bueno. No te preocupes. Mejor que me sobre. Ya estoy en ello. Mil gracias.
[10:54 p.m.] Rey Carbonell: A ti.
¡Y, bueno, parece que funcionó!
En el ruido, el silencio (y al revés)
En 1949 George Orwell describió una sociedad en la que el estado poseía el control casi total sobre la población. No existían ni resquicios para la intimidad personal: la individualidad era abolida y lo privado era terreno de lo colectivo, incluso de lo político. Son las páginas de la novela distópica 1984: «En cada descansillo, frente a la puerta del ascensor, el cartelón del enorme rostro miraba desde el muro. Era uno de esos dibujos realizados de tal manera que los ojos le siguen a uno adondequiera que esté. “El Gran Hermano te vigila”, decían las palabras al pie».
Ese ojo omnipresente que en obra de Orwell —libro que sabemos le interesa de forma particular a Cristhian Escalona Herrera— no solo mira, sino controla y ejecuta, ha ido mutando en formas que son, en su esencia, las mismas. Hoy la utilización de la inteligencia artificial (IA) para la vigilancia y el control social se está convirtiendo, cada vez más, en un fenómeno de alcance global. Pero antes de ella, en un mundo tan interconectado que sobrepasa lo que el visionario Marshall MacLuhan definió como la «galaxia Gutenberg»—donde describía que los cambios sociales resultan el efecto que las nuevas tecnologías ejercen sobre el orden de nuestras vidas—,ya las tecnologías controlaban, con particular eficiencia, muchos aspectos de la cotidianidad. La «aldea global» de MacLuhan anunciaría la globalización y, al mismo tiempo, parece definir las bases de la actual sociedad de la información (y del «espectáculo», del minuto —no aquellos15 de Andy Warhol— de fama online).
El hombre contemporáneo es un perenne «consumidor» de lo virtual. A Cristhian Escalona le preocupan los alcances de esa virtualidad y cómo la influencia de la tecnología, la vigilancia y la centralización están presentes en nuestra vida, modificándola al punto de preguntarnos qué es la realidad. ¿Cuánto podemos alterarla y cuánto nos modifica? Él es un joven artista del siglo XXI, nacido a la par del avance de píxeles y algoritmos, de las redes sociales y las plataformas digitales, del mundo «encapsulado» en un dispositivo móvil abierto, como el aleph borgeano, al infinito de posibilidades; pero también del constante procesamiento y análisis de datos, de sistemas de identificación biométrica, de «nuevas sensibilidades» que moldean lo correcto y lo incorrecto, lo permitido y lo no permitido, de fake news, de monitoreo y vigilancia, de cámaras y drones, de lo digital como arma política. Por eso, en esta invitación a reflexionar sobre cómo estos elementos moldean nuestra percepción del entorno, que al mismo tiempo es nuestra vida, Cristhian parte del ruido y del silencio como metáforas de lo que se visibiliza y lo que no, de las formas y los límites de lo real.
Sus obras digitales en 3D no dejan de cuestionarse la vigilancia y el control en la sociedad moderna (y al mismo tiempo, el poder y el consumo). Las fotografías de Cristhian Escalona Herrera son una invitación a reflexionar sobre el equilibrio entre la seguridad y la privacidad, y cómo nuestra libertad individual puede verse afectada por esa vigilancia (como pantallas orwellianas intentando transformar, cual distopía, la forma en que entendemos la realidad). Así utiliza elementos que coexisten, se funden y dialogan para establecer vínculos con una sociedad que cree hipertecnológica y sobresaturada. Más que respuestas, Cristhian nos invita a participar en sus cuestionamientos; por eso muestra el ruido y el silencio, lo visible y lo que no: él sabe que el control es una ilusión peligrosa y que la seguridad no es un fin, sino un medio.
Palabras de inauguración de la muestra personal «El ruido, el silencio», de Cristhian A. Escalona Herrera, inaugurada en el Hotel Arsenita, durante el XVIII Festival Internacional de Cine de Gibara, Holguín, del 6 al 10 de agosto de 2024.
Preparan exposición de tatuajes en Ciego de Ávila
Ciego de Ávila se alista para recibir la nueva edición de Cuando el lienzo es piel, exposición de tattoo que desde la Casa del Joven Creador aglutina a los jóvenes tatuadores del territorio.
En declaraciones para Invasor, Yoandris Chamorro Belén, vicepresidente de la AHS en la provincia, comparte, “esto estará sucediendo en el cierre del Modo Verano en nuestra casa. Será el 31, durante todo el día, la última de dos jornadas que hemos llamado Caleidoscopio, Un día de arte, a tenor de un evento creado por nuestra Miembro de Honor, Yoanys Soriano”.
Si bien es cierto que el 27 de abril de este mismo año, se realizó una pre edición de esta expo, Yoandris nos aclara, “aquello fue algo que hicimos a modo de preparación, y en una fecha conmemorativa. Para nada significaba que fuese el evento como tal. En esta oportunidad celebramos la cuarta edición del evento con alrededor de veinte tatuadores de esta ciudad que estarán exponiendo sus obras en las pieles de todos los que quieran hacerse un tatuaje”.
Para nadie es un secreto que el arte de tatuar y exponer el dibujo goza de aceptación y popularidad, y se ha convertido en fuente de empleo para muchos artistas que han de seguir un proceso riguroso para ser aceptados profesionalmente.
Vemos a muchísima gente, de disímiles generaciones, exhibiendo orondos sus tatuajes y marcándose fechas, rostros, nombres, con significados especiales. Atrás quedaron aquellos días en que tener un “dibujito” en la piel era una especie de pecado y motivo de desagrado para muchos.
La AHS en Ciego de Ávila aprovecha la exposición viviente para defender estas expresiones y crea espacios de charlas con especialistas y críticos de las artes visuales, con tal de sensibilizar, aún más, a aquellos que aún miran el tattoo con los ojos del pasado.
En estas jornadas, que arrancan el 30 a partir de las 10:00 AM, se pretende dar conciertos de música electrónica con el proyecto Lux, lecturas de poesía y narrativa, habrá guiñol y otras sorpresas para el disfrute de todos.