Yuleidys González Estrada

Cada año, por estas fechas, tiene lugar en el granmense municipio de Jiguaní el Salón Nacional de Plástica Infantil “De donde crece la palma�. Un espacio nacido para homenajear al mejor amigo de las niñas y los niños desde la creación artística. Esta ocasión fue diferente, no solo por las circunstancias impuestas por la Covid 19 a nuestro país, sino porque está celebrando su aniversario 25.

El salón, según nos cuenta Janet Oliva Suárez, joven martiana y fundadora de tan importante evento, en su primera etapa solamente incluía las obras sobre Martí pero con el tiempo, sin perder su esencia, fue ampliando el espectro. Actualmente el objetivo general consiste en “fomentar la creación infantil a través de las artes pláticas, con énfasis en los aspectos históricos y culturales de sus entornos.�

En estos 25 años “De donde crece la palma ha madurado en inclusión y extensión� –comenta Janet–. “De 148 participantes en las primeras ediciones, hoy son más de un millón. Ha servido, además, de plataforma para un proyecto dirigido a la protección de la infancia en Cuba desde la cultura.� También ha tenido una marcada influencia en sus coordinadores quienes han logrado incorporar a niñas y niños con necesidades especiales. No es casual, entonces, que para esta edición buscaran alternativas para que los infantes no perdieran la oportunidad de rendir tributo a nuestro José Martí y a la historia patria.

Con esa finalidad se construyó una estrategia que comprendió “la recepción de las obras de manera virtual e impresa. También se diseñó un catálogo retrospectivo de los 25 años con una selección de obras premiadas y se montó la exposición de las obras recibidas en los portales de la galería de artes plásticas�.

Por esos caminos anda este Salón Nacional que cada año hace florecer a ese hombre inmortal “De donde crece la palma.