José Mario Viamonte
Rescatar la memoria de la AHS es un gran desafío
Intercambio online con José Antonio García Pérez y Celia Molina Sánchez, ganadores del “Congreso de Pensamiento y Premio Memoria Nuestra 2020” de la Romerías de Mayo desde Casa.
Este año por primera vez los Premios Memoria Nuestra de las Romerías de Mayo eran anunciados por la televisión a las 12:52 p.m en el programa Mediodía en TV. A pesar de la lacónica e incompleta información (faltaron por enunciar las menciones y premios colaterales), los resultados generaron euforia en lo que ya se denomina “comunidad nuestromemoriana.”
José Antonio García Pérez y Celia Molina Sánchez de la provincia de Ciego de Ávila fueron los premiados en la categoría de investigación con el trabajo “33 años de historia: un acercamiento al panorama cultural avileño desde el contingente de la Asociación Hermanos Saíz”.
El jurado integrado por el Dr. C. Alejandro Torres Gómez de Cádiz, profesor de la Universidad de Holguín; la Dr. C. Tamara Castellano Rodríguez; y, el Dr. C. Omar Guzmán Miranda, ambos de la Universidad de Oriente, declaró en el acta de premiación sus motivos: “Por la novedad del tema, el uso correcto de los métodos de investigación, el sentido transdisciplinario del enfoque sobre esta institución y la solidez de los resultados expuesto”.
Así relata simpáticamente José Antonio García cómo recibió la noticia. “Puedo contarte que ya no tenía datos, y de pronto me llama mi mejor amigo”:
- “¡León -como acostumbrarnos a llamarnos- felicidades!”
- ¿Por qué? Le pregunté yo, despistado
- ¡Ganaste! ¡Ganaste el premio Memoria Nuestra!
“Estaban dando los resultados en Mediodía en TV y yo despistado. Podrás imaginar que corrí al televisor y ya había pasado la noticia. Cuando levanto el teléfono fijo para llamar a Celia, sin que diese un timbre, había descolgado la llamada que me estaba haciendo ella para contarme”. Afirmaba aún azorado por la noticia, este joven graduado en Ingeniería informática, residente en Morón y colaborador del Portal del Arte Joven Cubano.
José trabajó en la Asociación al tiempo que matriculaba en un diplomado de periodismo en Ciego de Ávila. Así lo rememora: “Tocó una tesina como trabajo final del módulo de Historia de la Prensa. Compartí equipo con Celia, egresada de Historia de Arte y jefa de promoción de la sede avileña de la AHS. Allí surgió la idea de realizar un trabajo para dejar plasmada toda esta historia, a falta de documentación registrada sobre la misma organización y su historia desde la proyección e importancia de la atmósfera cultural.”
Ninguno de los dos jóvenes ha asistido a las Romerías de Mayo. Sin embargo, no dudaron en atreverse a participar en esta edición virtual y tan singular, debido a la situación sanitaria de la pandemia de la COVID-19. Anteriormente ya habíamos conversado con Celia sobre las razones que los motivaron a participar: “Aunque no he participado en otras ocasiones, la reputación del concurso lo precede. Conocí más sobre el certamen hace dos años cuando un avileño obtuvo uno de los premios. Eso me motivó a investigar como participar, y esta edición virtual nunca la vi menos que las anteriores, pues las redes sociales han cobrado vital importancia para la promoción y socialización del conocimiento, así que no había razones que me llevaran a menospreciar esta edición”
El periódico Invasor, de Ciego de Ávila, tuvo un suplemento cultural Imagen del Invasor, que fue editado hasta 1991 cuando fue truncado por el inicio del período especial. Este suplemento fue unas de las fuentes que les permitió investigar sobre la génesis del contingente de la Asociación Hermanos Saíz. Sin embargo, a pesar de revisar los aportes de la prensa escrita y sus archivos, no era suficiente la información, lo que los obligó a buscar en las fuentes orales la base de su investigación. Utilizando como método la entrevista y cuidando de contrastar las fuentes empleadas.
Con el objetivo declarado de “plasmar el quehacer artístico de la Asociación y sus asociados, así como su proyección en la cultura provincial. Compilando información histórica desde las memorias vivas. Así como evaluar y comparar el funcionamiento a lo largo de los años. También encontrar con qué eventos y peñas se demuestran esas ganancias”, vale resaltar que ambos autores realizaron trabajos periodísticos que compilan la información de los últimos dos años agrupada por ellos.
Más allá de un objetivo científico, la verdadera intención según Celia era “evitar que cuando alguien venga a pedir referencias no tengamos que decir que no tenemos la documentación, y para que otros cuenten en el desarrollo cultural avileño el gran aporte de la AHS. Pero, con argumentos sólidos, porque a la larga si no existen evidencias escritas o fotográficas… no sucedió. Lo que es una fatalidad para aquellos que dieron cuerpo y alma durante años y cuyos nombres se desvanecen cada día que pasa. ”
La voluntad de los investigadores se emplazó cuando tuvieron que asumir el rol de hurgar en la memoria dispersa. Esta situación los llevó a buscar a personas de una generación distinta, muchos dispersos entre la geografía de la Isla y la diáspora. Utilizaron los correos y las redes sociales fundamentalmente. Así lo expresaba Celia en una de las sesiones de debate en WhatsApp: “es un trabajo vivo y la profundidad que conlleva mucho tiempo, sobre todo en las redes, porque muchas personas claves hace décadas no están en el país. Nos encontramos con personas que quieren colaborar muchísimo y otras que hacen caso omiso. ¡Pero la voluntad persiste!”
Rescatar la memoria de la AHS es un gran desafío. Generalmente no existen ni se conservan relatorías de los eventos, ni suficiente evidencia de las acciones y el tránsito de los asociados en las filiales. Uno de los elementos que salieron fue que existieron etapas convulsas y con errores. A pesar de eso, la crítica sobre esas problemáticas aún no la han desarrollado, aunque José y Celia no tienen una visión apacible y triunfalista de la organización. Ambos pretenden avanzar sobre áreas más complejas como la representación, el sentido de pertenencia y los intereses actuales de los asociados.
El día anterior a la premiación sostenía una conversación por chat con Celia, donde le comentaba mis expectativas con su trabajo y la esperanza de que fueran elegidos entre los premiados. Ella se mostraba muy escéptica y modesta con su ponencia. Minutos después de la premiación y aun asombrada por mi premonición, me confesaba las razones por la cuales creía que ha sido premiada: “La temática elegida es vital para la AHS en la actualidad. Es importante que nuestros orígenes sean traducidos al papel. Es tener bien claro quiénes somos, es parte fundamental de nuestra investigación. Es una iniciativa similar que estamos tomando desde todas las provincias. Así lo evidenció el diálogo en el chat del concurso; considero que es un incentivo para todos nosotros. Para demostrar que nuestra historia es el pilar fundamental del hoy y el mañana”.
Sobre las perspectivas futuras del trabajo, nos adelanta García Pérez: “El trabajo sigue creciendo en la actualidad. Es una investigación en progreso donde ya se planteó a la Asociación a grande rasgos desde sus eventos vigentes. En la actualidad se indaga en elementos más particulares como las peñas de trova desde el surgimiento de la sede. También queremos abordar el único premio de narrativa que posee la institución en la provincia, es un trabajo pendiente. Así como los cambios de inmuebles según las necesidades y los aportes de cada cual. El espacio Té Sofía que fue de conformación de opinión pública y centro aglutinador de la membresía, ya desaparecido, es otras de las aristas. La idea final es establecer un periodo cronológico profundo ”. José nos explica que el proyecto es bastante abarcador y pretende testimoniar el rol de la AHS en su ciudad. Es cierto que tuvieron que hacer un reajuste conceptual para el evento a 15 cuartillas, pero están complacidos con la presentación. Sus intenciones son representar y salvar la memoria en la atmósfera cultural local.
El premio más allá de una recompensa les ha dotado de un nuevo impulso. “Esta edición nos hizo fortalecernos desde una supuesta etapa de incredulidad. Ahora sabemos que tenemos múltiples vías de socialización, promoción, que podemos explotar mucho más, siempre que exista una vanguardia intelectual dispuesta a mover cielo y tierra por encontrar soluciones, ahondar en la nueva polémica y crear nuevos espacios y enfoques culturales”, nos afirma la joven. Por su parte, José nos declara: “Estamos enfocados en ampliar la investigación hasta indagar en cada rincón oscuro al que haya llegado la membresía. El proyecto sigue creciendo”.
Nuevos afiliados a la comunidad «nuestromemoriana»
Participar en un evento teórico por primera vez siempre causa dudas. Las dudas aumentan cuando el evento es virtual, plataforma escasa en Cuba, donde el acceso a internet no es fluido. Sin embargo, cuando es un evento de prestigio y de energía como el Congreso de Pensamiento y Premio Memoria Nuestra de las Romerías de Mayo, vale la pena intentarlo. La idea original de muchos participantes era recorrer la alegórica L Periquera de Holguín, subir la emblemática Loma de la Cruz y andar gregarios entre debates intelectuales, artes y acontecimientos, pero la actual pandemia de la COVID-19 redujo el escenario a un grupo de WhatsApp. El evento ha recibido una veintena de ponencias, incluyendo las de jóvenes que nunca han asistido personalmente al evento.
Dayana Hernández Velázquez se siente nerviosa. Para ella este evento es un reto y espera impaciente su ponencia virtual. Es estudiante de quinto año de la carrera de Estudios Socioculturales, en la Universidad de Granma. Había intentado anteriormente participar, pero no había sido aceptada. En esta edición clasificó con una investigación que tributa a su trabajo de diploma sobre “Las manifestaciones de violencia de género en el noviazgo en residentes universitarios de la Universidad de Granma”.
“Me siento motivada por esta situación tan diferente, a pesar de la pandemia que nos azota, los jóvenes podemos hacer cosas que nos interesan y distraen a pesar de estar en nuestras casas”, afirmó al Portal del Arte Cubano. Asimismo, sobre los aportes de los debates y ponencias a su vida estudiantil nos expresa: “Creo muy positivo interactuar aunque sea virtual con otros investigadores y sus resultados. Además del conocimiento que me aporta en campos académicos y profesionales donde pienso insertarme al graduar”.
Otro ponente, también estudiante, es Jean Carlos Kindelan Duliep. Tiene 20 años y cursa Relaciones Internacionales en La Habana, su ciudad natal. En su carrera en los últimos años se ha hecho énfasis en la diplomacia cultural y les exhortan a dominar la cultura cubana como puente con otras naciones, por eso tenía muchas expectativas y las Romerías de Mayo le parecía una excelente oportunidad. A pesar de que el teclado de su teléfono está roto, envió diferentes audios sobres sus ponencias e intercambió con los demás participantes.
“Siempre me ha interesado la crítica e investigación, en especial la investigación de procesos históricos y culturales o la revisita de algunos artículos, como es caso de mi ponencia sobre Calibán, de Roberto Fernández Retamar, pues considero importante volver a fenómenos de nuestra historia y cultura y redimensionar en las actuales circunstancias. Los artículos y debates que he podido leer, aunque sea semipresencial, me afirman que no estaba equivocado. Este es un evento importante y he aprendido mucho. Mi principal aspiración es conocer e interactuar en la próxima edición con jóvenes que están construyendo y reedificando nuestro panorama cultural”, asegura Kindelan Duliep.
Una de las ponentes más activas es Laritza Rodríguez Cintra. Es Licenciada de Historia del Arte por la Universidad de Oriente, y actualmente se encuentra en Jamaica. Desde allá no dudó en participar e intercambiar en este evento. “Siempre he estado motivada por la investigación. Me apasiona la idea de profundizar en temáticas que muchas veces pasan desapercibidas ante la generalidad. Del mismo modo estoy acostumbrada a exponer mis trabajos investigativos, pues no tiene sentido el conocimiento que no se comparte. Nunca había participado en el Memoria Nuestra porque tengo poco tiempo en la organización y supe de la existencia del evento cuando me inicié en la AHS. En ese momento no estaba vigente la convocatoria y tenía que esperar. Pero cuando el jefe de sección de crítica e investigación me convocó, no lo dudé, y aquí estoy”.
A Laritza le apasiona su tema de investigación sobre el estilo arquitectónico Art Decó en Guantánamo, su ciudad natal. El trabajo es una valoración de los elementos arquitectónicos representativos del estilo en residencia privadas, a nivel de fachada, y en algunos elementos de decoración interior, y “para este evento me enfoqué en algunos elementos propios de fachadas e interiores como divisores de crujía, los plafones para lámpara y la herrería.”
Esta joven investigadora se siente muy motivada y satisfecha con el desarrollo actual del Memoria Nuestra. Así lo afirma vía WhatsApp: “Este intercambio online ha sido muy provechoso. Lo que más me ha llamado la atención es la cantidad de ponencias presentadas, a pesar de las limitaciones que existen a causa de la calidad del servicio de internet en Cuba. Los jóvenes investigadores están realmente motivados, el debate ha sido sostenido. Desde tempranas horas de la mañana se envían y reciben chats. Todos hemos asumido esta modalidad online muy en serio. ¡Ni hablar del debate de las ponencias! Preguntas complejas e interesantes respuestas. Las cuales mueven el pensamiento de los ponentes. Salieron a la luz aristas que dan para otras ponencias. Es impresionante, me siento muy orgullosa de participar en este evento”.
José Antonio García Pérez y Celia Molina Sánchez concibieron la idea de su investigación en un diplomado de periodismo en Ciego de Ávila. Así fue cómo surgió: “33 años de historia: un acercamiento al panorama cultural avileño desde el contingente de la Asociación Hermanos Saíz”.
“Aunque no he participado en otras ocasiones, la reputación del concurso lo precede”, afirma Celia. “Conocí más sobre el certamen hace dos años cuando un avileño obtuvo uno de los premios. Eso me motivó a investigar cómo participar, y esta edición virtual nunca la vi cómo menos que las anteriores, pues las redes sociales han cobrado vital importancia para la promoción y socialización del conocimiento, así que no había razones que me llevaran a menospreciarla.”
Su trabajo fue de los primeros en ser expuestos virtualmente y de los más debatidos cuando inició el evento el día 4 de mayo. Sus intenciones son representar y salvar la memoria e historia de la organización, así como su proyección e importancia en la atmósfera cultural local. José, por su parte, nos explica que su investigación es bastante ambiciosa y pretende abarcar al máximo el rol de la AHS en su ciudad, que tuvieron que hacer un reajuste conceptual para el evento, pero están complacidos con la presentación. Para Celia, “la principal ganancia son los contactos que nos llevamos de la experiencia, los cuales siempre están dispuestos a colaborar con la investigación según sus ponencias.”
Los criterios y opiniones de estos jóvenes demuestran una experiencia exclusiva y favorable. Así los debates digitales abren una nueva opción muy poco explorada. Facilitando el intercambio y la retroalimentación intelectual. La relación espontánea entres los jóvenes y la tecnología ha sido una gran ventaja. Así como el sentimiento de camaradería y amistad expresado por los más veteranos en estas lides, pero bisoños en esta modalidad virtual. Es casi seguro que estos jóvenes estarán en las próximas ediciones en la ciudad de Holguín. Así en palabras de Yuleidys Gonzáles Estrada, una de las productoras de esta edición: “Estos muchachos ya son un logro y un nuevo ingreso a la comunidad nuestromemoriana”, aseguró.
Memoria Nuestra: un espacio para el debate, pero también para la amistad
Entrevista con la profesora e investigadora Yuleidys Gonzálesz Estrada, ganadora del “Congreso de Pensamiento y Premio Memoria Nuestra 2019” de la Romerías de Mayo
Las Romerías de Mayo son el epicentro de los jóvenes creadores más inquietos de la Isla de Cuba. El “Congreso de Pensamiento y Premio Memoria Nuestra” es su arista más teórica. Convoca a los jóvenes investigadores de las Ciencias Sociales y Humanísticas sobre temas y problemáticas de interés para la cultura nacional. Es una especie de simbiosis entre jóvenes y grandes intelectuales que asisten como conferencistas o jurado a sus sesiones de trabajo. Entre los que han asistido se puede mencionar Eusebio Leal, Fernando Martínez Heredia, Eduardo Torres Cuevas, Natalia Bolívar, Abel Prieto, entre otros.
La edición anterior, correspondiente al año 2019 fue premiada en la categoría de investigación la joven Yuleidys Gonzáles Estrada, profesora de la Universidad de Granma y asociada de la AHS en la sesión de Crítica e Investigación, en la cual ha ocupado funciones como Jefa de Sección y Vicepresidenta. Yula, como muchos la conocen, es especialista en el pensamiento filosófico cubano y latinoamericano de la de la década de 1960-1970 y actualmente una de las activista e investigadoras de género más relevantes en la región oriental, con su proyecto de reanimación socio cultural “La Cuarta Lucía”.
Actualmente se encuentra en casa, como la inmensa mayoría de los cubanos ante la pandemia de la COVID 19. Inquieta y creativa sigue profundizando sus trabajos académicos y su incesante bregar en el activismo desde las redes sociales. Nos comunicamos con ella vía WhatsApp y gustosamente conversamos sobres sus experiencias en el Memoria Nuestra.
Has asistido varias oportunidades al Memoria Nuestra, desde tu trayectoria científica. ¿Qué distingue a este espacio teórico de los demás?
He tenido la suerte de asistir a las dos últimas ediciones del evento. Desde la primera vez se quedó muy cerca de mi corazón. He participado en varios eventos nacionales e internacionales dentro y fuera del país, pero Memoria Nuestra es diferente. Como dije en una entrevista anterior, es un espacio para el debate, pero también para la amistad, por eso crea una suerte de comunidad “nuestromemoriana”. Es cierto que dan un premio en metálico y eso es atractivo, pero el verdadero premio es poder participar y dialogar con tanta juventud comprometida con la difícil tarea de crear.
Fuiste la ganadora de la edición de 2019 en la categoría de investigación. ¿Cuál era la esencia de tu investigación? ¿Porque crees que fuiste elegida entre una veintena de ponencias?
Así es. Tuve el altísimo honor de recibir el Premio de Investigación del 2019. Mi investigación se tituló: “La teoría de la Revolución Social Latinoamericana en las publicaciones periódicas cubanas 1960-1970”. Tuvo como objetivo demostrar la existencia de una teoría de la revolución social para América Latina en las Revistas Casas de las Américas, Cuba Socialista y Pensamiento Crítico. Ya era una investigación concluida con la que obtuve el título de Doctora en Filosofía, el Premio CITMA y el Premio al Mérito Científico. Creo que estos fueron aspectos que pesaron en la decisión del tribunal, pero había ponencias de muchísimas calidad.
¿Desde tu perspectiva cuáles son las mayores ventajas de este evento? ¿Qué piensas que se deba mejorar?
Para mí una de las mayores ventajas constituye una oportunidad para los investigadores de mayor y menor experiencia debatan sobres sus temas de investigación pero también sobre los problemas más latentes de nuestra realidad. En eso ayuda mucho la convivencia pues las sesiones de trabajo no terminan con las ponencias. Me gustaría que se incluyeran en el tribunal a jóvenes investigadores de la AHS y que las editoriales de la organización publicaran libros con los resultados de las investigativos más relevantes.
Yula, un mensaje que quieras trasmitirles a los romeros y el colectivo asiduo del Memoria Nuestra que están en casa.
Para terminar, quiero agradecer a las y los organizadores por no darse por vencidos. Por asumir con responsabilidad el enorme legado del Congreso y Premio Memoria Nuestra. Creo que esta es una oportunidad única para hacer un evento que late con el espíritu de las vanguardias. A toda la gente romera que cada año espera ese encuentro fenomenal sepan que en esta ocasión no nos abrazaremos ni compartiremos por los café y los parques de Holguín, pero estaremos en esa conexión inquebrantable creada por el arte. ¡Hagamos de estas Romerías las más grandes de todos los tiempos!
Fiesta Innombrable: un remix cultural
La mar violeta
añora el nacimiento de los dioses
ya que nacer es aquí
una fiesta innombrable
un redoble de cortejos y tritones reinando.
José Lezama Lima.
Llegué a Manzanillo por el increíble precio de un peso cubano, esto sería el anticipo de muchas de las experiencias de la décima edición de La Fiesta Innombrable 2019, las cuales no tendrían capacidad de aferrarse a un nombre común o pedestre. Este evento es el principal de la Asociación Hermanos Saíz en la ciudad del Guacanayabo y aglutina a los jóvenes creadores y todas las artes posibles.
Enclavada según la leyenda urbana en donde residió el Fortín Español, muy cerca del salitre y los mitos, tiene su sede la Casa del Joven Creador, cuartel general de La Fiesta. Este noviembre fueron los días elegidos del 21 al 24 y los artistas concurrieron del cercano oriente (Holguín y Santiago) teniendo en cuentas las innombrables cuestiones de trasportación masiva que sufre el país.
El evento empezó en horas de las tardes, a ritmo de trova tradicional con el grupo Son de la Trova, el cual es un defensor de la música popular cubana como la guaracha, el son y otros géneros, e inculca a las jóvenes generaciones al fomento del más arraigado acervo musical. En horas de la noche se contó con la presentación de Sincro MC, el rapero insigne de la ciudad. La inauguración nocturna estuvo a cargo del grupo de fusión 95.6 Studio, agrupación local y novel que se estrena en el cuadrilátero musical de la región, fusiona rock, trova y rap con otros géneros e invitó a Sincro MC para algunos featuring, lo que dotó de vitalidad e innovación al concierto.
Aunque la presentación adoleció de buen audio (enfermedad crónica de muchos eventos) y se notó cierto nerviosismo de principiantes, vale destacar la originalidad del proyecto y las letras dinámicas e inteligentes compuesta por Alberto Sánchez, director y voz líder y la orientación musical desde el teclado de Orestes Ernesto.
La segunda jornada comenzó en el centro Manuel Navarro Luna con el conversatorio KPT3 del espacio La Pedrada, dedicado a la literatura con José Luis Serrano, Julio Jiménez y Javier Mora, quienes disertaron sobre el remix literario y la cultura del remix. Con confluencias y divergencias estos tres autores forman KPT3, una especie de “combinada literaria” que usa este estilo que se basa en la apropiación a mano escrita y sin permiso de textos ya escritos que se mezclan cual consola literaria y da un resultado auténtico más allá de la intertextualidad y los paratextos.
Posteriormente se presentó el libro de ensayo Matar al Gato Ruso, de Javier Mora, la novela Ácido: Blog de Poesía, de Julio Jiménez, y el cuaderno de poesía de José Luis Serrano, Geometría de Lobachevski. Estos tres libros de diferentes géneros han recibido premios dentro de la isla y muestra la esencia de los universos literarios de cada autor respectivamente. Cerró el espacio con lecturas de poesía Sucel Ortiz (Manzanillo), Alfredo Pérez (Manzanillo), Julio Jiménez (Santiago), Javier Mora (Santiago) y Jose Luis Serrano (Holguín).
El sábado 23 en la mañana se realizó en la Casa del Joven Creador el espacio literario Tabaco Chino, con el conversatorio Solo la Lectura Salva, de quien suscribe, y la presentación por Carlos Escala de Geometría Interior, del poeta Yainier (Pipio) Salazar y el libro de critica cultural Historias y Visiones de Carlos Escala, por Alejandro Quesada (Lito). La última bocanada fue el recital de poesías protagonizado por Alejandro Ponce y Javier Mora.
La tarde deparó la Papa Caliente, momento misceláneo e interesante para mestizar a todos los artistas, sin distinguir géneros y estilos, de manera aleatoria y catártica, logrando disipar fronteras artísticas y mostrando el preludio de lo futuro: el arte total.
Los conciertos de la noche del sábado estuvieron a cargo del rapero santiaguero El Narra, quien se apoya del discurso intertextual de la cultura popular, y el proyecto Noise, quien mezcla la poesía con la música electrónica desde el remix cultural.
Las artes visuales no tuvieron un desarrollo feliz, pues por problemas logísticos se canceló la expo personal La verdad no tiene temperaturas, del artista Yurisnel Torres, la cual prometía un concepto fresco e interactivo de una veintenas de cartulinas con un peculiar catálogo en forma de cubo rubick. Otro momento fue la edición del tercer salón de artes visuales Leodán Gonzáles, in memorian al joven y talentoso pintor manzanillero que falleció prematuramente. Con una muestra exigua, se presentaron solo seis creadores (todos manzanilleros) y esta constituía en cincos cuadros, una instalación, más tres fotografías digital. Pero vale resaltar el esfuerzo de su montaje en condiciones adversas de los artistas Yurisnel Torres y Alejandro Quesada, quienes lograron alcanzar armonía en un empaste sencillo y atractivo con los pocos recursos estéticos.
Aunque fue rico en percepciones y diversos en estilos y temáticas, sobresalió más el valor conceptual de la instalación, pintura y fotografía que el técnico en general. En mi opinión la solución más inteligente hubiese sido hacer una expo colectiva que dejar el modus competitivo, aunque el fallo del jurado salvó con el premio a Katerine de la Paz, por su madurez creativa. Por lo que urge repensar los mecanismos de convocatoria y divulgación del mismo para lograr que sea un espacio más inclusivo y que siga permitiendo la oportunidad de expresar lo más auténtico de las artes visuales para y desde Manzanillo.
El último día se consagró a la música. Debutó por primera vez la banda local de punk rock Rezakaos, la cual busca su propia sonoridad en su génesis, no obstante, tienen ya un reportorio interesante y lleno de rebeldía. Participaron el trovador Reinier Arro, el guitarrista Andro con un recital de música electro acústica, y el raper El Mambí. El cierre del evento estuvo a cargo de Cimarrón, un dúo de Santiago de Cuba que mixtura el perfomance, la cultura rastafarie, la poesía, el rap y la ancestral cultural afrocubana y libertaria, al igual que destaca la proyección escénica y el afán de sus letras por defender la autenticidad cubana.
Entre los aspectos negativos de la décima edición de este evento hay que señalar los inevitables y arraigados vaivenes logísticos que embisten a todo evento en Cuba, las mutilaciones al programa por diversas razones que escapan algunas de las manos y otras podían resolverse con resilencia organizativa. Entre las principales afectaciones de la programación estuvieron la ausencia de las actividades de cine y teatro que afectaron el concepto holístico de La Fiesta. Otro elemento fue la falta de cohesión con la AHS de Bayamo, ya que no asistieron sus asociados –por diversos motivos–, lo que parece increíble que asistan más artistas de Santiago u Holguín que de la ciudad vecina.
De los elementos interesantes es meritorio resaltar el auge del arte local manzanillero y su apuesta para resolver staff de creadores que impiden los malabares del presupuesto. La Fiesta Innombrable ofreció su plataforma para el lanzamiento de dos grupos recién creados y sirvió de mantra para todos los artistas del patio que quisieron ofrecer su talento. Logró atraer a los jóvenes a los espacios musicales y brindó lo mejor posible ante difíciles situaciones económicas.
La mezcla y el sincretismo artístico es una cualidad del arte joven cubano. Por esto La Fiesta Innombrable sigue siendo una de las principales razones de ser de la AHS en el territorio. El resultado final es un remix cultural que catapulta un crecimiento espiritual cuya autenticidad no pude tener nombre.
Lectores en peligro de extinción
Fui invitado hace poco a las actividades centrales del Festival Universitario del Libro y la Lectura (FULL) de la Universidad de Granma. El motivo era dar una conferencia sobre los hábitos de lecturas en los jóvenes universitarios. Después de superar los típicos avatares organizativos inherentes a estos eventos para encontrar auditorio y audiencia, la idea original de la conferencia permutó a una provocación para que los estudiantes se motivaran por fomentar hábitos de lectura.
De un público de 30 estudiantes encontré a cinco que habían leído algún libro en su vida y solo uno lo hacía esporádicamente. Entre los ejemplares leídos relucieron la Ilíada, La Biblia, La Metaformofosis, El Principito, El Reino de Este Mundo o ¿Cómo ser Millonario en 20 pasos? y, por supuesto, citaron los libros de su carrera (las ciencias del deporte). Vamos a confesarnos queridos lectores, pudiera ser peor el resultado del test, pero el objetivo era darles un GPS para su búsqueda.
Una enfermedad padecen hoy nuestros estudiantes y hasta nuestros profesores. Es la falta o nula presencia de hábitos de lectura. Si los centros de docencia a nivel mundial son distinguidos como centros de cultivo y formación literaria, hoy día, también a escala global, se ha evidenciado la depresión de los lectores en los campus universitarios.
En complicidad con varios profesores y amigos, frecuentemente, nos quejamos de la anémica formación y costumbre por la lectura que presenta nuestra academia. Al evaluar usted un seminario comprueba que nuestros alumnos examinan hasta la literatura de corte académico y científico muchas veces de manera superficial y breve.
La lectura no es una simple forma de asimilación del conocimiento o entretenimiento. Desde los inicios infantiles, el libro es la principal fuente para conocer la humanidad y sus mejores relatos en función de los valores humanos. Si revisamos actualmente la ortografía de muchos, aunque sea en un correo electrónico, evidenciamos que facilitarían material suficiente para unos cuantos programas humorísticos.
Es sencillo corroborar en la práctica del día al día que nuestros estudiantes apenas leen o conocen de diferentes autores. Por supuesto, el (des)conocimiento y lectura de los escritores de Cuba “están más atrás que los cordales”. Se evidencia la actual deuda y deficiencia en la enseñanza del Español-Literatura como parte del sistema educativo. Pero no se aflijan, ellos también saben leer etiquetas de productos de cosmética y belleza, las noticias de Messi o Ronaldo, las letras de Anuel A o Karol G, los comentarios de Instagram y hasta las palmas de la mano, según me confesó un alumno.
En otro punto, a pesar de las facilidades de la literatura digital, no la hemos aprovechado en toda su amplitud. Aunque, no es lo mismo contar con mil libros en el teléfono, a mil libros en tu cuarto, más los miles de reclamos de tu mamá por saber cómo acomodarlos, es una de las grandes ventajas de este formato su capacidad de comprimir la información. Sin embargo, la permuta a lo digital puede ser más efectiva y ganar en la promoción de los valores más auténticos de nuestra culturades de los soportes multimedia.
Es urgente reflexionar y articular estrategias, pues si aspiramos a egresar profesionales capaces y talentosos para desarrollar este país, no lo podemos hacer a espaldas de la literatura. Los grandes hombres de esta nación han sido grandes lectores, y estamos colmados de ejemplos, desde el paradigmático José Martí o Antonio Maceo, quien era un gran lector, o Fidel Castro, adicto a la lectura y quien, al triunfo de la Revolución expresó a los jóvenes en la Universidad de la Habana: “No les decimos a los jóvenes crean, sino lean”.
Por esto los profesores tenemos que ser ejemplos, no podemos alegar la falta de tiempo o la dictadura de las rutinas académicas para realizar una lecturita. Debemos profundizar en las estrategias curriculares de lengua materna. Incentivar a los estudiantes a visitar la biblioteca de nuestro centro, la librería y ser asiduos a la lectura.
Es necesario potenciar y (re)pensar el FULL, el cual en diversas ocasiones no ha transcendido de un stand con textos o la simple presentación de algunos libros. Aunque en esta edición en La Habana se ha logrado una favorable convocatoria de escritores de gran prestigio, lo cual es siempre un buen atractivo, no es la única acción viable.
Más allá del ámbito capitalino, en las universidades no es posible ni rentable traer sistemáticamente a grandes escritores. Entonces convocamos a los locales, pero no los empoderamos con las técnicas y estrategias de la promoción literaria, no logramos que lo nativo y a la vez desconocido sea una invitación interesante a la literatura.
Las gestión editorial no es equilibrada, predomina la literatura de ciencias sociales, la cual es la menos vendida, sinceramente quisiera desconocer las razones. Para los ratones de biblioteca la mayoría de los libros de las expo-ventas es rutinariamente “lo mismo con lo mismo”, cual plato de segunda mesa. Existen alternativas sencillas que se deben emplear más; como la realización de talleres literarios, presentación de música, cine y teatro con inspiraciones literarias. Es cardinal convocar masivamente a los jóvenes creadores; sigo creyendo que las universidades y el Instituto Cubano del Libro de manera general, desaprovechan mucho talento de aquellos asociados a la AHS.
Terminada la conferencia con los estudiantes, declaré que si alguien leía ese día, había logrado mi modesto objetivo. Ahora me informan de buena tinta mis estudiantes, quienes comentan que soy una polilla. Sí, efectivamente me ven por ahí, en un rincón, libro en mano, devorando algunas páginas. Claro, el culpable del mote soy yo. Lo que está en riesgo no es pasar a la burla amable de ser considerado un insecto amante a los libros y el polvo, sino encontrar a nuestros universitarios en la lista roja de lectores en peligro de extinción.
Entregarlo todo, para que no haya divorcio
A mis profesores.
Por razones borrascosas hace unos años me divorcié de la telenovela cubana; y como buen divorciado, lleno de orgullo, me propuse no verlas más. Sin embargo, ahora escucho rumores, como cuando tu ex se “supera” y te llegan insinuaciones de aires renovados. Estos son los viejos motivos por lo cuales, solo a hurtadillas, veo algún fragmento de la última Entrega, o mejor dicho, de la presente telenovela de la televisión nacional. Pero, como no acostumbro a hablar de mis divorcios, me voy a concentrar en un tema resucitado por la novela y en una visión más allá de ella.
Las telenovelas cubanas han tenido tempestuosas dificultades para tratar con calidad y sin exceso de melodramas la realidad cubana. La última factura ha tenido el mérito de traer a la pantalla un importante debate y decisivo conflicto de nuestra educación y cultura: la enseñanza y aprendizaje de la Historia de Cuba.
Por estar involucrado de cerca en el proceso y ser miembro de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba, me alejo de la hipótesis de la propia novela y me adentro en las convulsas y actuales circunstancias. Conlleva entonces a dolorosas preguntas:¿Qué hemos hecho mal para que los jóvenes desarrollen tanta apatía por la historia? ¿Por qué algunos cubanos discriminan la vinculación de lo patrio con lo cultural?
La respuesta es complicada y se dispersa en la urdimbre de cataclismo que ha sacudido nuestra cultura.
Resalta un problema: Existen diferencias entre los estudios especializados, los testimonios y la enseñanza de la historia y la cultura cubana. Esto parece sencillo pero no lo es. Se mezcla y se confunde y va dejando lagunas amplias, pobladas por el fértil marabú de la ignorancia.
Uno de los mayores retos del país es la capacidad de enseñarse autocríticamente así mismo. No es una cuestión meramente pedagógica; transciende a su praxis cultural. Es innegable que existen millares de investigaciones sobre la historia y cultura cubana desde múltiples enfoques y disciplinas científicas realizadas dentro y fuera de Cuba. El gran problema es cómo sus diferentes actores y la propia Revolución articulan estas acciones. ¿Cómo se puede lograr que tales investigaciones sean atractivas a los jóvenes y no mutiladas en sus aspectos más polémicos?
En cuanto a la enseñanza de la asignatura Historia de Cuba, la educación ha sido el principal canal para articular los conocimientos e investigaciones de alcance y prestigio. No obstante, la tendencia de la actualización de los contenidos, los materiales de estudios, programas… demoran varios años y siguen manteniendo estructuras metodológicas rígidas y la persistencia de los llamados relatos lineales, muchos de los cuales intenta desmontar Entrega.
¿Qué sucede con las innumerables investigaciones pedagógicas y académicas? La mayoría permanecen reducidas al estricto ámbito de las gavetas o archivos, en las bases de datos de prejuicios académicos o, cuando más, en los circuitos de eventos científicos. Aún es exigua la sociabilización de estas investigaciones de carácter público y masivo para trascender a otras esferas, crear empatía y conciencia.
La enseñanza de la Historia se ha convertido en hecho lógica, se parece más a una momia cosificada que a un pretérito sustancioso. Por mucho tiempo hemos esterilizado parte de la cultura en la historia del país, la hemos inmolado por lo épico. Los estudios son monótonos y muchas veces las proezas intelectuales son alejadas.
El predominio de la épica política ha lastrado una buena porción de la historia cultural y social. Y ese elemento, lo veo a escondidas desde las rendijas de mi cuarto, el Profesor Manuel intentando rescatar: la necesidad de una historia nutrida de la cultura en su más amplio sentido (football, música, cocina o cine).
Tal vez dirán que es un soñador, pero si les puedo asegurar que no es el único. Hay un puñado mujeres y hombres, tiza en mano, luchando contra ese monstruo llamado dogma y defendiendo hasta con sus puestos laborales la cultura e historia de este país. Es una asignatura pendiente (literalmente) conceptualizar para los estudiantes cubanos un plan de estudio denominado “Historia de la Cultura Cubana”. Quizás ustedes piensen que será estéril o más de lo mismo. Y este cuestionamiento es parte de la respuesta.
Por estos velos empolvados hoy no entendemos cómo el primer presidente de la República en Armas figuraba hace poco en un cartel por la cultura cubana. Hemos politizado en exceso parte de la cultura, y viceversa, a veces somos víctimas de los panfletos, la propaganda y el adoctrinamiento en detraimiento de la cultura. No siempre acertamos a movilizar con las fibras más sensibles de la Patria. No siempre usamos la mejor adarga para defender el país.
Es una alternativa posible lograr insertar contenidos sobre el propio proceso para transcender más allá de una orientación al programa de estudios de Historia de Cuba. La inclusión de un programa multidisciplinar de especialidades de historia, arte, filosofía, sociología, literatura, cine, teatro, etc., para vislumbrar nuestra memoria y sus posibilidades de futuro.
Aún no se consolida a escala mayor la concepción para que no existan recelos entre la cultura y la academia. Los libros de Tula o Padura, la poesía de Heredia o Guillén, las artes plásticas de Lam o Amelia, el teatro bufo o el de Virgilio, la danza de Alicia o afrocubana y las películas de Titón, Solás o Fernando Pérez, son parte de nuestra cultura y nuestra historia. Su uso alimenta nuestra espiritualidad como nación y hace más potable la metáfora de lo incomprensible.
Mientras esta utopía se acumula en congresos y reclamos, son varios los especialistas que han propuesto investigaciones sobre la apropiación de la historia desde la literatura, la plástica, el cine, el teatro y demás manifestaciones. El éxito de tal alternativa depende en la capacidad de ser reflexiva y poder construir las bases de culturas amplias y libertarias.
Sirva este intento televisivo para honrar a la pedagogía joven, pero no olvidemos a los viejos profesores que lo entregaron todo a pesar de las penurias materiales y aún hoy no tienen nada.
Sin embargo, denoto la falta, precisamente, de este nexo dramático en la novela. ¿O acaso Manuel no se inspiró en otros profesores de más experiencias o no hemos tenidos profesores así en los 60, 70 o los 80? Sabemos que sí, e incluso, en esa época algunos fueron marginados por esos métodos heterodoxos y siguieron fieles a la Revolución.
Todavía no sabemos lo que va suceder al final de la telenovela. Si Manuel triunfa utópicamente, se convierte en el director quiméricoy entra en lo socialmente deseable o termina colgando la tiza, como ha sido el destino de muchos. Pues no olvidar que el dramatizado fue rodado antes del aumento salarial y el protagonista está asumiendo el paradigma del joven y abnegado, pero el desenlace puede inclinar la balanza al desencanto o al éxodo sufrido antes del acontecimiento laboral.
Lo esencial de esta novela ha sido demostrar la necesidad de retirar las barreras mentales de nuestra Historia. También urge escuchar a muchos Manueles que ya existen en las aulas y corremos los riesgos de perderlos entre el desgaste y la decepción.
Por mi parte no les garantizo una “reconciliación matrimonial”, pero sí puedo asegurarles que intento salvar el matrimonio con la cultura y la Historia de esta Cuba y entregarlo todo, para que no haya divorcio.
El crítico en su laberinto
Los últimos episodios de las redes sociales, semanas atrás, nos mostraron otra polémica sobre el ejercicio de la crítica cultural en Cuba. Pero tranquilo lector, no me sumaré a esta batalla entre tirios y troyanosque amenaza en convertirse en notas necrológicas para la recepción de las críticas en programas televisivos. Al respecto, el razonamiento que inquieta este análisis se dirige a reflexionar sobre los problemas y cualidades del crítico cultural por la urgencia de la reflexión colectiva.
Lo criticable es resultado de la cultura. Por su parte,el especialista con su crítica es una estructura humana que pretende explicar fenómenos y señalar sucesos, convirtiéndolo en posible termómetro del pensamiento. Por tanto, es el nexo insoluble y potable entre el emisor y receptor de la cultura. Aunque su intromisión siempre atrae recelos o estorbos.
El crítico es un sujeto con poder, tiene la facilidad de catapultar o destruir con sus opiniones. Es un personaje conflictivo por naturaleza; tan amado como vilipendiado. Su profesión es un camino laberíntico y lleno de cisma. En Cuba los espacios de gestación y formación de crítica cultural no son tan amplios, este es el primer problemaa enfrentar.
Desde la academia existen varias profesiones afines al oficio y con elementos teóricos cercanos a la crítica cultural. Cada cierto tiempo, como los fenómenos astrológicos, se dan cursos de posgrados o especialización. Pero, no contamos con espacios dedicados sistemáticamente al azaroso camino de profesionalizar la crítica cultural.
Existen diversas especializaciones como la crítica literaria, teatral, cinematográfica, audiovisual, musical, etc. A la vez, estas especialidades crean condiciones particulares, por ejemplo en la música o los audiovisuales, donde existen múltiples géneros y subgéneros. Tal situación demanda conceptos y manejos de códigos específicos. Entonces, es habitual que no alcancen los especialistas para cubrir las demandas culturales reales y las ideales o que el crítico se diluya en un torrencial de trabajos y no capte la esencia de contenido.
En la actualidad existe un staff de críticos en Cuba con un trabajo consagrado en el juiciode diversas aristas resaltando la crítica musical, audiovisual y literaria. Estos cuentan con presencia fija en los medios estatales de difusión masiva. Pero los que no entren en “este staff”, quedan subestimados por un público que legitima esencialmente a través del empoderamiento mediático de la radio y la televisión. Y cuando un experto no mediatizado o emergente cuestiona algún tema controvertido para la sociedad, acto seguido viene el registro del currículum, como si importara máslos papeles en pretéritos, que las ideas que expone.
Al respecto el crítico también debe asumir un sistema axiológico muy diferente a los demás gajes del oficio del arte y la cultura. Entre los valores a ostentar debe primar la sinceridad, la responsabilidad, la honestidad intelectual y la valentía. El Apóstol de la independencia cubana, en desmedida lucidez intelectual, gigante en ejercer el juicio literario, caracterizó también en este aspecto. Este molde martiano deslinda un paradigma ideal:
Por supuesto que el crítico ha de ser hombre de peso, capaz de fallar contra sí propio, y obligado a hablarnos, como todo hombre digno de tener una pluma, sin una sola palabra más de las que necesita para expresar su pensamiento, ni dos imágenes por una, ni una imagen donde no concurran la claridad de la idea; pero de eso a ponerse echarse por el mundo a arriar banderas, y a negar so capa de críticas cuanta hermosura se ve, no deja de haber distancia. Criticar no es censurar, sino ejercitar el criterio.[i]
El crítico debe alcanzar el mérito en su trabajo. Parafraseando a un joven intelectual, el oficio demanda de virtudes trágicas. Muchas veces una crítica profesional gravita a lopersonal y viceversa. Entonces el oficio del criterio supone una dirección vertical con la polémica y de sufrir consecuencias lascivas al oficio e, incluso, la condena al ostracismo social.
De los mayores problemas que asume el crítico es: ¿cómo manejar a las pasiones propias y en el ejercicio de la crítica? La mayoría de los manuales esgrimen en este apartado, el llamado “objetivismo”, la condición “inhumana” de no expresar su “humilde opinión”, como si el autor fuera un amasijo sin sentimientos. Muchas veces se acusa de motivos personales una crítica y acaso: ¿no lo hay en toda obra humana?
La tendencia de no mezclar emociones personales en la crítica a veces es disfuncional para comprender la realidad de nuestro país. Nuestra condición humana nos ha moldeado de circunstancia diferente, donde lo emocional tiene un peso decisivo para desarrollar la realidad y lograr la empatía con el receptor. Es evidente, se ha malinterpretado el esencial límite de lo objetivo de ciertas verdades o conocimientos y se ha codificado en un inoportuno recetarios de dogmas y apotegmas.
La libertad artística y creativa brinda ciertas licencias y comodidades. Frecuentemente, han existido desacuerdos y disonancias de una críticahacia determinado fenómeno, como resulta sistemático. Entonces al crítico le surge por antonomasia de sus detractores, su alter ego nefasto: el criticón.
El criticón, también bautizado como hipercrítico u otros calificativos no dignos de mencionar, es por lo habitual el personaje insidioso de críticas con tendencias negativas, detallistas y no propositivas. Pero a veces es la etiqueta para desvirtuar o simplificar con oportunismo los comentarios acertados.
Lo más efectivo para comprender a un crítico es elevar la actual cultura del criterio, a pesar de una visible anemia que atraviesa la crítica en estos momentos. La crítica, el crítico y lo criticable es como un triángulo amoroso complicado, a veces funciona bien, a veces no.
La tríada está mediada por relaciones y conflictos de criterios, poder y aspiraciones que son imposibles de disolver. Por tanto, las dos cualidades más fuertes de un crítico deben ser su conocimiento y razonamiento. Y la capacidad de la autocrítica tiene que aspirar a la sentencia martiana de ser capaz de fallar contra sí mismo de aquel que se encuentra solo en su propio laberinto.
[i]José Martí: “Críticos de Chicagos”, en Obras Completas, tomo 13, Centro de Estudios Martianos, colección digital, La Habana, 2007, pág. 462.
Céspedes en el centro de la Cultura
La actualidad digital y convulsa nos indica por suerte o desgracia, que las redes sociales son uno de los mejores termómetros de pensamiento para escudriñar lo cotidiano. Su carácter polémico y desconfiado para muchos, no lastra que allí se pueda observar las catarsis en su estado puro.
Y es que gracias a Facebook, el que todo lo puede, descubro recientemente el nuevo cartel, que para bien promociona la jornada de la cultura cubana del 10 al 20 de octubre. El cartel que, enfáticamente, toma a Carlos Manuel de Céspedes como centro del mensaje pragmático no deja de pasar inadvertido por algunos paisanos que replicaban: ¿Porque Carlos Manuel de Céspedes? Incluso se cuestionaban: ¿Qué se estaban perdiendo de la cultura cubana? ¿Porque Céspedes y no otro?
No voy a ser leña del árbol caído. Pero me veo necesitado en explicar un argumento y una pregunta. Sin conocer al diseñador y sus motivos. Resalta sus elementos épicos alegóricos al crisol que vivió el parto de la cultura. Aunque el criterio esencial es el bicentario del natalicio del augusto Padre de la Patria.
Céspedes es un hombre de luz y de sombras. Su estirpe está fundada en la cultura cubana. Mucho y a la vez poco dominamos sobre su pasión por las artes. Uno de los pilares de su pensamiento es precisamente su sólida base cultural, nutrida de lo mejor de su época y el dominio de una vasta cultura.
Unos de los elementos más importantes en el estallido de la Revolución del 68 fue el desarrollo cultural logrado en la ciudad de Bayamo. La forja de una cultura auténtica y criolla va influir en el protagonismo de los héroes de la Independencia. El contacto directo con grandes sistemas de pensamientos a través de los patricios regresados del extranjero, rápidamente se convertían en portadores en su ciudad de lo mejor del pensamiento filosófico, artístico y científico descubierto en América y Europa.
Los hombres del 68 fundaron su libertad primeramente desde el pensamiento. El papel de la literatura y la educación es más que encomiable en el camino libertario. El dominio absoluto de los mejores autores desde los clásicos de la tradición greco-latina y su mixtura con los ideales del Renacimiento, la Ilustración y el Romanticismo van formando un pensamiento independentista adosados de idealismo y romanticismo, pero acompañado del sublime amor por la libertad patria.
Por esto Céspedes es un hombre de gran apetito literario y con una de las mejores bibliotecas de su época. Compone en coautoría de José Fornaris la letra de La Bayamesa, que se registra como la primera canción romántica de Cuba. Escribes varios poemas de amor y elegías a la patria, es traductor de obras de teatro, poesía y hasta de ajedrez. Escribe para los periódicos de la época. Participa como actor y director de teatro en puesta de escena en Bayamo y Manzanillo. Es amante a la música y Chopin es de sus preferidos. Funge entre los mecenas de la cultura local de su mítico Bayamo.
Mucho se elogia y se detalla el dominio de la alta cultura que tenían estos héroes. Hombres vestidos de seda fina y con prendas de oro brillante, sin nada que envidiar a la gran alcurnia de la Habana o de la fastua Europa. Varios recorrieron los elegantes salones de París, recitaban en latín o francés y vibraban al ritmo de Mozart.
Sin embargo poco se resalta el gran apego que existió a las tradiciones, costumbres y manifestaciones que derivaron a conformar la cultura popular y tradicional que germinaba en Cuba.
Es precisamente estos elementos lo que distinguen la cultura del criollo con el ibérico. Los próceres cultos y refinados, los que tenían un conocimiento enciclopédico y universal también veneraban sus expresiones auténticas y nativas. No solo amaban la música culta sino que también se regocijaban de la contradanza de Saumell. Escribieron décimas y estaban fascinados por los elementos de cubanidad en la poesía de José María Heredia, Plácido o el Cucalambé. Tributaban a las lidias de gallos y carreras de caballo. Cazaban animales jibaros, como Céspedes. Se bañaban en ríos y todos vivían o visitaban con frecuencia y entusiasmo sus fincas apartadas de la ciudad. Sentían orgullo de su estirpe aborigen. Observaban y hasta participaban en los cultos y bailes africanos.
Es precisamente esta condición de terratenientes la que le permite conocer internamente las maravillas de la cultura rural y sus miserias. Al revisar sus versos, sus diarios y testimonios esencialmente cuando están distantes de la ciudad comprobamos la viveza de esta cubanidad fundadora.
Los poetas y novelistas han advertido con espejuelos diferentes a la sociedad, la naturaleza cultural del Padre del Patria. Le coronan su mérito de fundador de la cultura independentista.
Al respecto Lezama Lima comenta: (…) comprende con rapidez nuestra que está en obligación de inaugurar una nueva tradición, donde todo es como una fiesta, un lujo, una amistad, una frase imprevisible 1 …
Nuestra Fina, también lo consagra en su linaje: Céspedes es el fundador de un linaje en
el espíritu, de unas familias más misteriosas y definitivas que la de la sangre 2 .
Tal vez estos argumentos no complazcan del todo. Pero nos ilustran, porque Céspedes se encuentra en el centro de la cultura. El Iniciador no solo se levanto con su espada en la Demajagua, sino que su adarga era la cultura que lo obligó a sacrificar su cómoda vida por dos razones: Independencia y Libertad.
Conlleva entonces a una dolorosa pregunta, qué hemos hecho mal para que algunos cubanos discriminen la vinculación de lo patrio con lo cultural. La respuesta es complicada y se confunde en la urdimbre de cataclismo que ha sacudido nuestra cultura. Como el riesgo de la espada de Damocles que se ciñe sobre nosotros. Las respuestas o al menos mis criterios quedan suspendido para otras líneas.
Recordemos que el 10 de octubre es nuestra fecha de nacimiento y hace síntesis en su colofón con el 20 de octubre cuando al cantar el himno de manera pública para festejar la toma de la primera ciudad de la Cuba Libre. El 20 de octubre no se cantaba solamente un marcha de guerra, brotaba de las gargantas de los bayameses lo cubano como expresión redentora.
La jornada de la cultura cubana no está exenta de retos y hasta son visibles algunos fracasos en conectar lo cubano con zonas que ya son infectadas por la cultura de la banalidad. A pesar de las dificultades económicas que sacuden telúricamente el país, no debemos despreciar estos diez días del mes de octubre, para luchar y festejar con calidad y esmero por nuestra cultura. Conocerla de manera profunda tal vez sea su mayor homenaje.
1 José Lezama Lima: Céspedes, el señorío fundador. Imagen y posibilidad, La Habana, 1981.
2 Fina García Marruz: La poesía es un caracol nocturno. Coloquio Internacional sobre la obra de Lezama Lima. Poesía , Editorial Fundamentos, Madrid, 1984
Las Lucías tienen mucho que decir
Un nuevo espacio brota y germina en Bayamo para (re)pensar desde el diálogo y la cultura el feminismo. Las Lucías Dicen… es un punto de encuentro y remanso espiritual liderado por La Cuarta Lucía, plataforma feminista de promoción sociocultural, iniciativa original de estudiantes y profesores de la carrera de Gestión Sociocultural para el Desarrollo de la Universidad de Granma (UDG) y la Asociación Hermano Saíz, al cual se han sumado otras instituciones.
Al decir de la coordinadora, profesora, investigadora, promotora y activista feminista Yuleidys (Yula) González Estrada, el objetivo es un espacio para el diálogo donde hombres y mujeres, desde su quehacer cotidiano tributan al crecimiento espiritual de nuestra cultura, y concientizar desde sus amplios aspectos la crítica a los patrones machista y patriarcales.
Amparado y seleccionado por la mística de los terceros jueves de cada mes. El espacio radicó en esta ocasión fundadora en el Centro de Comunicación Cultural de “Ventana Sur”. Yula y sus estudiantes, quienes ha soñado con este espacio desde hace tiempo, declaran que el feminismo es ante todo una actitud ante la vida, y con estas pretensiones ha decido no solo desde la investigaciones teóricas luchar contra el patriarcado que se esconde y hace metástasis de maneras sigilosas y dañinas.
Para la Cuarta Lucía el arte es impredecible, otra forma de luchar y amar, por eso buscan su complicidad y auxilio. Por esto se mezcló acertadamente las reflexiones sociales y de género con presentaciones de imágenes, caricaturas, videos y canciones. Se inauguró la tarde con canciones del joven trovador Ernesto Díaz, miembro de la AHS y portador de una cancionística refinada y sensitiva.
La novia de Bayamo dice…
Con la presencia de lujo de la poetisa y promotora cultural Lucía Muñoz Maceo como eje del espacio. La poeta insigne de la ciudad, bautizada como La novia de Bayamo, su obra y gestión cultural no solo ha enaltecido la cultura en la ciudad, sino a nivel nacional. La autora atesora varios cuadernos de poesías publicados en Cuba y sus poemas han sido recogidos en numerosas antologías, por lo que su obra ha recibido la atención de investigaciones en la isla y más allá de sus límites biográficos.
Cuenta con varios galardones nacionales e internacionales en concursos literarios y ostenta distintos reconocimientos como la condición de Distinción por la Cultura Cubana y Miembro de Honor de la AHS.
Con la asistencia de estudiantes y profesores universitarios y asociados de la AHS. La conversación giró sobre su vida, el arte, los libros, la literatura, la familia, la cotidianidad, la mujer y la nación.
Lucía es toda luz. Su poética se encauza en las rupturas y regularidades de la creación lírica femenina en Cuba y su tradición poética. Su verso cautivo y sensible evoca los hilos de lo cotidiano como fuente inagotable de la poesía, el amor, la familia y la patria son sus temas consustanciales. Lo femenino en su poesía es vital y subversivo. A pesar de sus imágenes apacibles y elegantes hay un reclamo de la mujer por sus derechos y espacios vitales.
Otra visión vigente en el intercambio fue su actividad en diversos proyectos socioculturales que la han convertido en una de las principales activistas de la ciudad. Fundadora del Proyecto Juana Moreno sobre mujeres creadoras de manualidades en la ciudad de Bayamo y de Acentos, un proyecto de librería para libros usados.
Lucía habla con vehemencia y sencillez sobre su labor de más de 20 años en estos proyectos comunitarios que rescatan el crecimiento espiritual de los centros periféricos y la mujer en sí. Con paciencia y amor ha hilado los hilos de la reconstrucción cultural desde las artes y la literatura en diferentes etapas de nuestro país. Su amor apasionado por la ciudad le ha ganado el derecho propio de ser una eterna enamorada de la cultura bayamesa.
Inquietudes, reflexiones, victorias y reclamos brotaron de la voz pausada y melodiosa de la poetisa. La autora cuenta en estos momentos con un cuaderno de poesía inédito, al cual aún no ha definido nombre ni comprometido editorialmente, dedicado exclusivamente a la temática femenina y su perenne visión de relatos cotidianos. La poeta cerró con la lectura de su poema inédito, seleccionado como el número XV:
Huyo de ti,
de las palabras que como piedras
lanzas en mi cabeza y mis manos.
Huyo y me refugio en la máquina de coser,
en la música que emite su rueda
y pruebo ver el mundo a través del ojo de la aguja
y atravesarlo con el arcoíris.
He puestos parches disímiles sobre mis desgarraduras,
He zurcido con cuidado las heridas pequeñas
Me he rehecho una y otra vez cada mañana
pasando en la frialdad
del pisas costuras por mi espalda
sufriendo las perforaciones de la agujas de mi piel.
He cosido a mano las heridas abiertas en el corazón
Pero corta los hilos con una tijera de hielo y me deshaces.
Un momento especial fue al final del espacio, el cual se le entregó un reconocimiento de la plataforma feminista y libro sobre la temática de género para su librería. Lucia Muñoz aseguró sentirse como una más de La Cuarta Lucía. El espacio fue una exhortación a no abandonar las metas culturales de esta gran nación y las luchas por un mundo sin discriminación.
La Lucías Dicen… es una loable iniciativa de cómo desde la academia y las artes se puede sensibilizar las temáticas de género, sin encallar en tediosos estereotipos ni gastados recursos discursivos.
Este era un espacio añorado y urgente para la ciudad de Bayamo, rezagada en iniciativas de artes y pensamiento juvenil. Por esto acudió a la ayuda mancomunada de la Universidad y la Sección de Crítica e Investigación de la AHS, instituciones de un público joven; y se nutre de manera inteligente de sus preocupaciones y acude a experiencias de otras personalidades e instituciones.
Demuestra también que, a pesar de la telúrica situación económica del país, existen alternativas para juntarnos a (re)pensar y salvar la fibra cultural de la nación. Son por estas razones que estoy convencido que a partir de ahora las Lucías tendrán mucho que decir en pro de la mujer y nuestra estirpe nacional.
Solo la lectura salva
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El verano empezó caliente. Aumento salarial, el tren chino recorriendo el país, problemas de combustibles y record de temperatura. Entre estos y otros tantos avatares cotidianos, los cubanos se sumergen y nadan en su realidad. Las dinámicas actuales tan vertiginosas en verano aumentan en velocidad de fotones.
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Entre tantas ventajas y desventajas que existen para disfrutar el verano siempre hay una menos frecuentada: la lectura. A pesar de que el Ministerio de Cultura, el Instituto Cubano del Libro y la Literatura, y otras instituciones tienen un amplio sistema de opciones vinculadas al disfrute del libro y la literatura, como las llamadas Lecturas de Veranos y los espacios tradicionales de encuentro con los escritores en todas las provincias… sin embargo la realidad es otra.
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Un dilema progresivo que aqueja hoy a nuestra sociedad es la debilitada presencia de hábitos de lecturas. El conflicto es muy profundo y aunque existen varios análisis sobre el tema, nunca caduca hacer un aviso sobre el asunto. El problema no se limita solamente a la escasez de público en actividades o que sean habituales las mismas personas del “mundillo literario” que al decir de un amigo poeta: se “cocinan en su misma salsa”. Los que están inmersos en la Cuba profunda y diversa pueden constatar que actualmente se está leyendo poco y los jóvenes menos. Hoy en día a escala global se ha evidenciado la depresión de las huestes literarias en todos los sectores.
Los que entendemos el amor a los libros más allá de un hábito, comprendemos cuan peligroso es el asunto. La lectura no es una simple forma de distracción o un hobby. Ha sido milenariamente la principal herramienta de transmisión y adquisición del conocimiento humano. Es un baluarte y esencial camino para conquistar referentes culturales, mejorar nuestro lenguaje y la ortografía. Dentro de la literatura se ha testimoniado y convergido los principales valores humanos de todos los tiempos. Estas son razones suficientes para que entre el calor, la playa, la monotemática programación televisiva, el Facebook (y su aplicación de ponerte ancianito), el reggaetón y la timba, entre todo esto, hacerle un espacio a la literatura y en especial a la de calidad.
Del otro lado del espejo, el lector, ese fin y medio de cada libro, ha cambiado radicalmente, así como las nuevas condiciones que imponen este siglo de las tecnologías en espiral vertiginosa. Brevemente podemos reconocer aspectos esenciales que afectan la salud literaria de esta Isla:
La situación originada por el Período Especial: comprimió durante casi una década las capacidades editoriales y sus tiradas, debido sobre todo a la escasez de insumos. Los títulos procedentes de cualquier género literario, se vendían o intercambiaban con el fin de convertirse en cucuruchos para maní, servilletas para frituras… Parte de estas condiciones han sobrevivido a la actualidad, el anuncio a principios del 2019 de la reducción de la entrada de papel al país no solo ha afectado la prensa escrita, sino que también tendrá su repercusión en la ediciones impresas y en los proyectos en proceso.
Existe un déficit en la enseñanza de la literatura como parte de los planes de estudios. Me aventuro con una incógnita: ¿Qué leen mayoritariamente nuestros jóvenes? La información de una línea de champú para cabellos secos y dañados, una factura de teléfono, los anuncios de conciertos de su cantante favorito, la carta menú de una pizzería, la página deportiva de los periódicos, el muro de Facebook o Instagram, los SMS enviados o los mensajes a la bandeja de correos…Mejor dejo esta parte inconclusa…
También existe una batalla entre el libro convencional y las modernas tecnologías por conquistar los espacios de ocio del hombre de nuestro tiempo. El uso de las redes sociales dominan a nuestros jóvenes, las series extranjeras fascinan como el flautista de Hamlet. Según apuntan los estudios (y la lógica) más recientes sobre el futuro del libro y la lectura, el lector del siglo XXI lo hará y lo está haciendo desde un dispositivo electrónico, computadoras, tabletas, teléfonos móviles o e-readers. Aunque Cuba no es un país de alto alcance tecnológico la avalancha es evidente y los consumos tecnológicos han desplazado a la lectura velozmente. Cierto que el aumento y emigración acelerada a las lecturas digitales es positiva, sin embargo me percato con mis estudiantes que la literatura clásica y cubana no ha sido una temática favorecida y si la literatura comercial, tómese de ejemplo que “Cincuenta Sombras de Grey” o “El Secreto” sean libros preferidos de mucho de mis pupilos.
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¿Pero qué hacer? Me parece que no podemos llegar al extremo de valorar la lectura, al estilo dramático y análogo que nos presenta magistralmente Ray Bradbury, en su novela futurista y distópica, “Fahrenheit 451”, cuando el personaje de este clásico, un bombero obediente y burócrata que vive en una sociedad del “futuro” donde los libros se queman con desprecio. Empieza a leer cuando ve a una anciana desesperada e irreverente que decide quemarse junto con su “Quijote”, la “Guerra y paz”, la “Isla del tesoro” y su “Ilíada”, ante el imperativo de ver arder a su biblioteca prohibida.
Las nuevas dinámicas de la Sociedad lastran el tiempo para lecturas de disfrute. La acuciante situación económica nos devela. Si hay una zona que se debe intencionar con el aumento salarial son las librerías. Ya no puede ser una excusa que un libro represente el 5 % del salario de un maestra o un trabajador de cultura. Debemos invadir las redes sociales y las tecnologías de la información y comunicación para manejar códigos más atractivos para acercarnos al papel.
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Hay que renovar los recursos y discursos de los escritores para promocionar sus obras. Es imprescindible que todos los artistas e intelectuales se unan en favor de la literatura. Hace poco presenciaba la entrevista de unos pequeñines al famosísimo actor de Hollywood Benicio del Toro, en Gibara, uno le pidió un consejo para ser una gran actor y él dijo que lo primero es la lectura, por la importancia que tiene en toda persona. No podemos pensar que un artista plástico o un bailarín no necesitan de la lectura. También hay que regresar a aquellos tiempos que relata García Márquez cuando la adversidad lo llevó a un ponchero en La Habana y este le relató mejor que el autor la novela de Cien Años de Soledad.
Entre tanto calor y complejidades es cierto que la lectura es titánica. Puede ser que las lecturas en verano sean como un boxeador con anemia, pero sigue siendo el mejor camino para fomentar una actitud ante la vida y evitar el secuestro de la ignorancia. Lo que si podemos asegurar en subvertida realidad con lo que dice un tanque elevado que veo a diario desde mi casa es que ante estas temperaturas elevadas aunque usted no lo crea: “solo la lectura salva”.