Yasel Toledo Garnache


Sinfonía de las cavernas, un libro para pensar en la vida (+ Video)

Es un día agitado. Hay personas que entran y salen. Camino por el pasillo, Subo y bajo escaleras. Veo en la carretera el ritmo de la gente al caminar y también como pasan los carros, algunos con más ruidos que otros, con más o menos colores.

Hoy traigo en mis manos el libro Sinfonía de las cavernas, del joven escritor tunero Alejandro Rama, quien es miembro de la Asociación Hermanos Saíz y ganador de varios reconocimientos, incluido el Premio Calendario por esta propia obra en 2021.

Sus páginas son puente a un mundo de ficción que se siente muy cerca, y nos hace pensar en la vida, en las relaciones entre los seres humanos, en lo que somos. Nos brinda cuentos, escenas de la existencia cotidiana. Aquí hay tristeza y dolores, sueños y deseos de felicidad.

Con una narración directa y a veces cortante, que en ocasiones aspira a cierta experimentación en las formas, lo más importante suelen ser las acciones y también los propósitos de sus personajes para descubrir sicologías individuales, en las que muchos nos podemos sentir representados.

Por ejemplo, en el deseo de una niña, un padre y una madre sobre qué objetos colocar encima de una mesa puede estar la manera de conocerlos y presentar conflictos en una familia, sin acudir a diálogos, discusiones o acciones exageradas.

Nos deja certezas, como el anhelo cumplido de tener una casa, aunque pequeña, no asegura la felicidad. También sugiere preguntas, incluidas: ¿Cómo puede ser una ciudad de plástico?¿Por qué las personas fingen?¿Por qué a veces la muerte de alguien es una tragedia y la de millones se convierte en solo estadísticas?

Algunos de los cuentos que podemos encontrar en este ser de papel son Axiomas para decorar una mesa; La estudiante y el señor nadie; El vals de los idiotas; Sonata de la ciudad; Pentálogo de la espera; Enigma del árbol; Réquiem por Aurora; Boulevard; El rostro de Salvador y El silencio de las moscas.

Nacido en el municipio de Manatí y miembro de la AHS, Rama es graduado del Centro Nacional de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Entre sus principales reconocimientos se incluyen el premio Portus Patris de Narrativa (2016) y La Llave Pública (2018).

Otros de sus libros son Grunge (Editorial Oriente y Ediciones La Luz) y Mecánica de las naranjas (Ediciones Ávila, 2019).

Sinfonía de las cavernas nos ofrece 71 páginas, para leer y pensar, para acercarnos a la obra de un autor joven, que sigue escribiendo desde su provincia. Por ahí anda Alejandro Rama, con sus espejuelos, los chistes y las historias, que ojalá sigan pasando a la existencia en papel.

Afuera sigue la gente, con su ir y venir, con el andar agitado o más pausado. Diferentes parejas se declaran amor o discuten. Tal vez los sentimientos más sinceros radican en una mirada, un gesto o la manera de colocar ciertos objetos. Cada quien tiene una sinfonía propia dentro de la pluralidad, a veces enorme. Todos vamos escribiendo nuestras propias páginas, en ocasiones sin plena conciencia.

En video, más detalles ➡ 



El alma ilustrada de un Diablo bueno

¿Qué es ser un diablo ilustrado? ¿Qué sería serlo en el pasado y qué en la actualidad? ¿Cuánto de diabluras o de belleza hay en estas páginas? ¿Cuánto de maldad o de bien palpita en este ser de papel?

Varias generaciones crecimos entre las letras del Diablo, entre su alma e historias, que a veces tienen el tono de consejos. Muchos nos enamoramos o comprendimos de mejor manera qué puede ser el amor, su poder para caminar con mayor fuerza por los caminos de la vida, su capacidad para luchar, para ser mejores o simplemente para mirar desde otras perspectivas la existencia. Algunos regalaron frases suyas o hasta se obsequiaron el libro un 14 de febrero, como un primer paso hacia la conquista anhelada.

Este Diablo es más él, más fuerte y seductor, acompañado de las canciones, una guitarra y la posibilidad de conocer a su autor, un tipo eminentemente auténtico, que parece ir siempre a otra velocidad, que no conoce el cansancio o lo disimula bien, un hombre sin edad que se apasiona, defiende sus criterios como si en eso le fuera la vida, se enamora y persigue siempre la aventura como un adolescente, uno que va de un siglo a otro como en un juego, que conoce artistas, se sube a un escenario, polemiza, asciende al punto más alto del país, se da algunos tragos de ron del bueno o de cualquiera, amanece entre amigos, se lava la cara, y sigue cada vez más joven.

Al leer este libro y conocer a Fidel Díaz Castro es inevitable hacer la conexión, aunque en la cubierta solo aparezca “El Diablo ilustrado”. Y la mística no se rompe, la magia de que escriba un ser indefinible o indescifrable, se acrecienta, palpita entre los párrafos, sale y va junto a nosotros, sonríe, y nos habla con tono a veces bajo o más alto, mueve las manos, se para, va de un lugar otro, o hace la maravilla de cantar y cerrar los ojos, como si las letras vinieran de otro lugar, como si así se conectara con sus otros él, o con el Fide más puro, tal vez con el más Diablo, ese de diabluras que nos hacen quererlo, buscar su libro, desear que no termine nunca.

Desde las dedicatorias a José Julián, Amalia y Abel, tres héroes que lo empinan -según sus propias palabras-, y el primer subtítulo “Yo vivo para amar” uno descubre lo que es esencia en la vida de Fide Díaz. Ahí, entre el pensamiento de Bertolt Brecht, que considera al amor una debilidad; el de Emerson, quien asegura: “el que no ama ya está muerto”, el de Platón: “el amor es una enfermedad mental muy grave” (Viva el estado de coma, dice El Diablo por cierto); está la certeza de Martí:  “solo el amor engendra melodía”, y también las de nuestro buen Diablo: “todo es muerte menos el amor”.

Hay aquí frases populares, pensamientos o líneas, que ojalá nos acompañen siempre para reflexionar y hacernos mejores, como: “haz el bien y no mires a quien”; “la risa vale tanto porque existe el llanto”; “el medio más fácil de ser engañado es creerse más listo que los demás”; “vivir sola (o solo) es como estar en una fiesta donde nadie te hace caso”. También otras con mucha fuerza, incluidas “Donde hay alma no hay fantasmas”; “Quien pida amor ha de inspirar respeto”; “Hay locuras que son poesía”; “Las respuestas no tienen fin”; y “Lo bueno es siempre bello”.

“Hay locuras para la esperanza,

hay locuras también del dolor,

y hay locuras de allá donde el cuerdo no alcanza,

locuras de otro color.

“Hay locuras que son poesía,

hay locuras de un raro lugar,

hay locuras sin nombre, sin fecha, sin cura,

que no vale la pena curar.

Otras certezas son “Hijo soy de mi hijo”; “El primer deber de un hombre es pensar por sí mismo”; “No hay mejor almohada que la propia conciencia”; “Guarda a tu amigo bajo la llave de tu propia vida”; y “Puedes venir desnuda a mi fiesta de amor”.

Hay que conversar con el hombre o mujer, que va siempre junto a nosotros, conocernos primero nosotros mismos, conscientes de que “la ignorancia es la noche sin luna, ni estrellas; y “no hay peor ciego que el que no quiere leer”.

Indudablemente, El Fide, el periodista del Caimán y la Casa Editora Abril, el joven desafiante, el realizador de la radio, el de las trovadas y las caminatas, el defensor del equipo Industriales, el polemista, el romántico, el cubano total, es un satanás muy particular…, con el encanto de lo honesto, uno querido por muchos, una persona que nunca pasa desapercibida, hay demasiadas vibras en él.

¿Qué ha pasado con El Diablo desde que adquirió forma de letras en la revista Somos Jóvenes a finales del siglo pasado? ¿Por qué mantiene su capacidad para seducir, para tener lectores?

Este es un libro con alma fuerte, con espíritu romántico, que se adentra en los lectores, con letras que no envejecen. No tiene extensiones, ni límites. Va por la vida con cierta mística y el encanto de lo infinito y a la vez cercano. Se parece al Fide, a un ser sin copias, lo cual es bastante. Eso le permite sobrevivir y resaltar en un mundo en el que la inmensa mayoría privilegia lo fácil, y superficial.

Ojalá tengamos muchos Diablos caminando, soñando y sobre todo haciendo en toda Cuba. Ojalá la belleza y lo auténtico, lo desafiante y seductor nos acompañen siempre. Gracias a la Casa Editora Abril y a la cuerda locura de este amigo, de este caimanero y eterno joven, que nos inspira siempre. El agradecimiento  a todos los diablos buenos, que nunca dejen de soñar. Hay que pensar, defender lo que somos y amar, sobre todo amar.



Arte, amor y sensibilidad

Un rato muy especial se vivió este miércoles en la capitalina escuela Solidaridad con Panamá, la cual en este 2024 cumple 35 años de amor y sensibilidad. Décimas, música, cuentos del grupo Teatro del Puerto y buenas sensaciones adornaron el ambiente en un encuentro en el cual también varios pioneros compartieron su arte. Comenzó así un proyecto de conjunto entre la Asociación Hermanos Saíz y la Organización de Pioneros José Martí, que en hermosa confluencia los llevará a varios centros escolares.

Fotos: Roberto Suárez



Cronopios cubanos, espacio para acercarnos a la creación joven

Escribir es una de mis mayores pasiones, al mismo nivel de leer, escuchar música, disfrutar el teatro, la danza y el cine…, caminar por las calles y senderos de nuestra Cuba, adentrarnos en su belleza cultural. Hoy comenzamos esta sección, precisamente para compartir ideas y sensaciones sobre el quehacer artístico en nuestro país, en especial el relacionado con los jóvenes.

Cronopios cubanos toma el nombre de esos personajes inquietos, idealistas y sensibles de Julio Cortázar, diferentes a los famas (pretenciosos y formales) y  a las esperanzas (que parecen estar en un punto intermedio). El propio autor explicó que al encontrarse solo en un teatro en París en 1952 tuvo la sensación de que había en el aire personajes indefinibles, una especie de globos que veía como de color verde, muy cómicos y divertidos, muy amigos, que andaban por ahí, y se llamaban cronopios. En el libro Historias de Coronopios y de Famas toman más un aspecto relativamente humano, con sus conductas singulares, un poco como las de los poetas, según palabras del propio Cortázar.

Los cronopios cubanos a la vez debemos tener características muy particulares, en correspondencia con el alma de nuestra nación y el ritmo de nuestra cultura, desafiante y hermosa como pocas. Nos caracteriza el conocimiento de la realidad y también la ilusión.

El sobresaliente escritor argentino, padre de obras como Rayuela, Bestiario, Final del juego,  y 62/Modelo para armar, tiene también mucho de cubano, gracias a su relación con la Casa de las Américas y la Revolución, que tuvo gran impacto en la literatura, en la cultura latinoamericana y en la manera en que muchos comenzaron a ver la vida y los procesos sociales desde lo colectivo.

En una entrevista, publicada en varios medios de prensa, expresó: “En 1961 se produce en mi vida un hecho muy importante: es que yo hago mi primer viaje a Cuba y tomo contacto aquí con el mundo cubano, con la Revolución cubana, y eso fue coagulante, el catalizador que me mostró a mí hasta qué punto yo era latinoamericano, hasta qué punto yo era argentino, cosa que había ignorado durante muchos años. Puedo decir que a mí la Revolución cubana me metió en la historia, me hizo entrar en la historia. Yo antes solo pensaba en lo estético”.

La influencia de este autor en la literatura latinoamericana y universal es innegable, con un estilo que rompió moldes y experimentaba de manera constante. Era amante de las artes de manera general, con profundo compromiso social, otra de las enseñanzas.

En esta sección encontraremos acercamientos a libros, obras audiovisuales y de teatro, exposiciones, eventos y a cualquier otro fenómeno de la creación desde las visiones de un joven, que constantemente ve cronopios por toda nuestra geografía, personas humildes y enamoradas, que se inspiran o que desde lo cotidiano pueden motivar versos y canciones.

Queremos hacer más visible el entramado cultural de la nación, con gran protagonismo de los jóvenes. En ocasiones también brindaremos nuestros análisis sobre problemáticas y circunstancias relacionadas con la creación, incluidas polémicas en el ámbito intelectual más contemporáneo. Reflejaremos  parte del quehacer de la Asociación Hermanos Saíz, la cual agrupa a la vanguardia de los jóvenes escritores y artistas en Cuba, organización desafiante y hermosa, que pretende actualizarse de manera constante.

Uno de los desafíos es lograr que los creadores más talentosos de nuestra generación sean más conocidos en el panorama de nuestro país y también a nivel internacional, que poco a poco se conviertan en referentes desde su arte y pensamiento. Ellos deben ser los Maestros del futuro.

Cronopios cubanos será un espacio para pensar y soñar, para opinar y compartir criterios muy personales, para conocer más la obra de quienes sueñan con dar pasos fuertes en nuestro ámbito cultural  y en otras partes del mundo. 



Lo más importante es lo que hagamos

Todavía me parece escuchar las intervenciones, ver a cientos de jóvenes compartir, analizar y soñar. Éramos muchachos y muchachas de todas las provincias y los diferentes sectores de la sociedad, con el afán de ser útiles y hacer en el menor tiempo posible.

Al escuchar las anécdotas, las historias de vida de algunos, la profundidad de los debates y las propuestas, uno siente orgullo de esta generación. Allí estábamos campesinos, ingenieros, científicos, médicos, maestros, militares, artistas, intelectuales…, todos seducidos por el afán de ayudar, de contribuir al bienestar del pueblo.

El XII Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, realizado del 2 al 4 de abril, fue inspirador, fuente de amistades y tal vez hasta de nuevos amores, pero sobre todo constituyó una plataforma vital de pensamiento y proyecciones de trabajo, para lograr la Cuba mejor que todos deseamos. Junto a nosotros también estaban el Presidente Miguel Díaz-Canel, otros integrantes de la dirección del país, los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías y el Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura.

Hablamos con sinceridad sobre los problemas, la necesidad de eliminar deficiencias y aprovechar la inteligencia colectiva de todas las generaciones para vencer los obstáculos de cualquier tipo, en un contexto nacional e internacional muy complejo.

Lo más importante será lo que hagamos en el futuro inmediato, como convirtamos las palabras en hechos a favor de toda la sociedad. Resulta esencial elevar la producción y la economía, y también alimentar la espiritualidad de la gente, conscientes de que en esto no existen botones mágicos ni basta con la voluntad.

Necesitamos proyectos mucho más abarcadores, que también inspiren, fortalezcan el orgullo nacional y nuestra identidad como cubanos, como parte de una plataforma descolonizadora, que debe incluir también avances en la solución de dificultades materiales.

Nuestras organizaciones, instituciones y otras entidades deben funcionar como el mejor reloj y proyectar de manera integradora propuestas, que sean cada vez más útiles al país. Los dirigentes, en los diferentes niveles, deben mantener siempre una conducta ejemplar, conscientes de la alta responsabilidad de ser servidores públicos, con todo lo que eso significa en cuanto a valores, superación, creatividad y voluntad de aprovechar las diferencias para tener propuestas cada vez más inclusivas desde el amor al país y su gente. Es preciso eliminar totalmente la corrupción, la indecencia, la burocracia y la lentitud en la atención a las personas.

La UJC y los jóvenes que la integramos tenemos el desafío de ser siempre vanguardia, lo cual implica superarnos en todo momento y tener la capacidad de motivar a otros, en cualquier lugar donde estemos. La UJC debe ser una especie de ser vivo, que impulse, salte, enamore, critique, contribuya a la unidad y haga para bien de todos.

En ese sentido otras organizaciones y movimientos juveniles, como la Federación Estudiantil Universitaria, la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, la Asociación Hermanos Saíz, la Brigada de Instructores de Arte José Martí, el Movimiento Juvenil Martiano y las Brigadas Técnicas Juveniles tenemos mucho por hacer, readaptarnos a cada contexto y representar verdaderamente a los jóvenes que agrupamos, con fidelidad a las esencias, como parte de un entramado en el que también son vitales el periódico Juventud Rebelde y la Casa Editora Abril, con sus seis revistas y los libros.

El conocimiento profundo de la historia siempre será fuente indispensable de inspiración y fortaleza para todos los hijos de esta nación. Entre nuestros referentes también debemos incluir a los jóvenes poetas Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, profundamente martianos y fidelistas, quienes fueron asesinados el 13 de agosto de 1957 en el poblado pinareño de San Juan y Martínez. Sus versos, los cuentos y artículos políticos revelan el compromiso de dos creadores que se mantienen palpitantes dentro de la actual Asociación Hermanos Saíz.

Nos ha tocado vivir una época de transformaciones, de grandes preguntas. Habitamos un planeta cada vez más complejo, en el que a las dificultades del mundo físico se suman las del virtual. La pasividad, el caminar con los ojos cerrados, el preferir el silencio antes que señalar un problema no son alternativas. Tenemos que ser protagonistas, Quijotes de este tiempo si fuese necesario, sin pesimismo jamás.

Creo en el poder de la poesía, y en la fuerza tremenda del arte, no solamente en galerías y escenarios, también en la vida cotidiana. Hay muchos versos en el esfuerzo diario, en la sonrisa de cada uno y en el afán de no rendirnos jamás. Eso también forma parte de ser cubano.

Las palabras del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República Miguel Díaz-Canel merecen ser analizadas y debatidas por la claridad con que expuso elementos de los tiempos actuales, la confianza en los jóvenes y los retos que mencionó.

Como él expresó: “¡Ser vanguardia es ser los primeros en todo: los primeros en hacer y los primeros en exigir que se haga! Una organización juvenil de vanguardia, en Cuba, tiene que llevar consigo los símbolos y la historia que los trajo hasta aquí; pero también tiene el deber ineludible de sumar nuevos capítulos a esa historia y nuevos símbolos a la comunicación con sus bases…”

Son muchos los motivos para sentir orgullo de nuestro país y de nosotros mismos. Estamos escribiendo también páginas de historia y resistencia. Algún día los libros tendrán que hablar de este pueblo de hoy, de lo que estamos haciendo, pero sobre todo de cómo vamos a salir adelante. Ese será quizás el mejor poema de nuestras vidas.

*Publicado originalmente en Cubadebate.



Cuentos de la abuela, una APK con alma (+ Fotos y video)

Casi todos alguna vez escuchamos cuentos de nuestras abuelas o deseamos sentarnos en sus piernas mientras oímos la melodía de su voz. Es casi imposible que todas tengan la posibilidad de escribir relatos o poesía con la magia, por ejemplo, de Nersys Felipe, ganadora del emblemático Premio Casa de las Américas en 1975 por el libro Cuentos de Guane y en 1976 por Román Elé. Como si fuera poco, obtuvo en 2011 el Premio Nacional de Literatura.

Seguramente, todos coincidimos en que hablamos de una de las autoras más importantes de la literatura para niños y jóvenes y de todo el panorama de las letras en Cuba. No es casualidad que obras suyas hayan pasado a la vida de papel en varios países, o que aparezcan en libros de textos de la Enseñanza Primaria.

Con frecuencia, gracias a la memoria, vuelvo una y otra vez a las noches en el portal de la casa cuando mi abuela Ofelia me contaba historias, que hablaban de duendes y también de güijes, de leyendas y de su etapa cuando vivía en las montañas. Mi abuela no era buena escribiendo, y ahora que lo pienso tal vez nunca leyó a Nersys Felipe. Mi abuela solo tenía cuarto grado, y casi no leía, ella sembraba y andaba en el campo, como quizás un personaje.

Nersys la conocí primero por sus libros, por lo peculiar de sus historias y esa capacidad para lograr cercanía. Imaginaba sus personajes, los veía en algún amigo o compañero de la escuela. A ella quise conocerla siempre, tal vez hasta deseaba que me cargara y narrara algunos de sus relatos, aunque a veces pasara por la línea del ferrocarril una locomotora con vagones y ese ruido, que casi no dejaba escuchar, pero no, a ella solo podía leerla.

 

En ese entonces no sabía que también trabajaba en la radio. Cuando aquello no recuerdo haber escuchado ningún dramatizado radial para infantes. Solo encendía el aparato para oir la narración de juegos de pelota. En ocasiones, por casualidad, llegaba hasta mí algún capítulo de novela, que mi abuela ponía.

Luego lo supe: Nersys también trabajó en la radio, y sus melodías hechizaban a miles de personas. Lo hizo tan bien, le dedicó tanto esfuerzo y talento a ese medio de comunicación, que en 2023 recibió además el Premio Nacional de la Radio. Indudablemente, desde sus libros y el alma radial, se convirtió en abuela cuenta cuentos de muchos.

Uno de los encantos de esta aplicación, que presentamos hoy, es brindarnos cinco de sus historias en voz de esa mujer, nacida el 31 de agosto de 1935, que con casi 90 años de edad mantiene la dulzura, capaz de cautivar, no solamente a los niños.

Presentación de la APK Cuentos de la abuela en el Salón de Mayo, del Pabellón Cuba

Aplaudimos este proyecto, dirigido por el radialista y promotor Yusley Izquierdo Sierra, actual presidente de la AHS en Pinar del Río y miembro de la Dirección Nacional de la organización, por el cual obtuvo la beca El reino de este mundo. Se unen aquí la literatura de una autora imprescindible y su pasión por la radio, específicamente por el dramatizado. Las habilidades y la maestría narrativa de Nersys con la voz enriquecen esta propuesta, que ojalá se extienda a otros escritores, experimentados y jóvenes.

El título, Cuentos de la abuela, nos parece el más atinado posible, porque así uno siente a Nersys en esta aplicación para móviles, y casi sin darnos cuenta podemos descubrir también a las madres de nuestros padres. Tal vez se podía nombrar Cuentos de Nersys, pero no: Cuentos de la abuela es lo mejor.

En esta propuesta todo se entrelaza como rayos de luces: el texto y voz de quien ha escrito otras obras, como Maísa y El duende pintor; la grabación y edición de Alfredo Rojas Fernández, la coordinación de Yusley y las ilustraciones de Yancarlos Perugorría, imágenes que con estilo limpio y belleza en lo aparentemente simple transmiten cierta suavidad, un espíritu apacible, que todo junto hace disfrutar cada detalle. 

Resaltamos también la colaboración de la editorial Cauce, donde se publicó el libro Solo un humito (Del cual se extrajeron los relatos), y de Radio Guamá, casa creativa de Nersys durante varios años y aliada de la AHS para más anhelos.

Otro de los elementos positivos es que no solamente nos propone los cuentos en voz de su autora, sino que Nersys todo el tiempo establece un estilo coloquial, como si quisiera una conversación, más allá de narrar, por eso nos dice, por ejemplo: “Hola, ¡que bueno que estás ahí!. ¡Cuanto me alegro! ¿Y sabes por qué?, porque sentí deseos de contar algunos de mis cuentos, y tú vez: ya tengo quien me escuche, tú.

También nos dice: “y voy a empezar a contarte. ¡Qué contenta estoy!. Bueno, son cinco los cuentos y el primero se titula Susú. También puede preguntar: ¿Quieres que te diga algo que nadie sabe?

Los otros relatos son Fefa y fifoPocholo y el NanaSolo un humito; y El gallo que se mudó para la luna. En la despedida Nersys agradece por escucharla y desea otros encuentros en ese maravilloso espacio digital, sin que importe la distancia.

De Nersys, su literatura y aportes a la radio, podríamos escribir muchas más páginas. Su profunda cubanía, la bondad y humildad sin límites deben ser un ejemplo permanente para nosotros. En su literatura y en su manera de ser, en su preferencia por los mamoncillos maduros y el agua de coco dulce, o en el deseo de bañarse en el Cuyaguateje, en esa mujer que nos recibe en su casa con total naturalidad, palpita una persona admirable, un ser de luz, fuente de enseñanzas y buenas sensaciones.

 

Para esta aplicación Nersys volvió a los estudios de Radio Guamá. En una entrevista publicada hace varios años, ella aseguró que “todo salió de la radio, de aquellos libretos infantiles. Después, con el tiempo, muchos me dijeron que mis libretos eran literatura. Yo fui una mujer de la radio, y a este medio le debo mucho”. Esa es otra razón para agradecer este proyecto, nacido desde la Asociación Hermanos Saíz: el favorecer el reencuentro creativo con micrófonos y el ambiente radial.

En 1975, cuando Nersys obtuvo por primera vez el Premio Casa, Yusley todavía estaba lejos de nacer, tal vez sus padres ni siquiera se habían conocido. Ninguno de los miembros actuales de la AHS habíamos comenzado nuestras vidas. Ella tiene a su hija y a su nieta lejos, lo cual tal vez no le permita sonreír con toda la frecuencia que merece, pero somos muchos los que la queremos y admiramos, los que escuchamos sus cuentos con la misma atención que a nuestras abuelas de sangre.

Ella define a la niñez como esperanza; a la familia como cubierta y protección; y a Pinar del Río como inabandonable.

Ojalá nos encontremos muchas veces, en plataformas digitales, mediante libros, la radio y también en su casa, donde siempre habla de recuerdos. Gracias a Nersys y a todos los que hacen la belleza.

DESCARGAR LA APK CUENTOS DE LA ABUELA

Luego de la presentación de la aplicación Cuentos de la abuela, en el Salón de Mayo, del Pabellón Cuba.


La AHS constantemente nos enamora

La Asociación Hermanos Saíz es indudablemente una organización con alma y corazón. Me gusta imaginarla como una especie de ser vivo capaz de saltar, correr, criticar, enamorar, seducir y, sobre todo, crear.
 
AHS para ser jóvenes todo el tiempo, para unirnos con toda nuestra diversidad, para ir siempre hacia adelante y vencer cualquier obstáculo. Un grupo de amigos para reír y soñar, para experimentar y ser más fuertes. Una familia para nunca estar solos, para polemizar y, a pesar, de todo amarnos. Una vanguardia para demostrar que las utopías son posibles, para tratar que nuestra obra sea cada vez mejor, para sabernos todo lo importante que somos, para transformar nuestras realidades a favor de nosotros y, en especial, de los demás.
 
AHS para la creación transgresora, que motive el pensamiento; para nunca detenernos, para abrazarnos y estar siempre iluminados, aunque sea con velas o un poema, con una canción o una obra de teatro, con la confrontación de ideas o una cruzada a las comunidades.
 
El corazón de la AHS, su cuerpo, sus venas, su mente… somos todos nosotros, los jóvenes creadores que a lo largo y ancho del país y en otras partes del mundo les somos útiles, formamos parte de su palpitar y la queremos, a veces, casi con «locura».
 
Debemos sentirnos orgullosos de ella y las generaciones anteriores, de todo lo conseguido. Somos fieles a aquello que llamaron Pensamiento AHS, siempre con coherencia, valor e inteligencia, el compromiso principal es con el arte joven, con los creadores y la cultura, con Cuba.
 
Uno de los desafíos es hacer más grande esta organización, y crecer también junto a ella. Ojalá quienes nos acerquemos lo hagamos con el afán de encontrar un impulso para nuestras obras individuales, pero, esencialmente, nos sintamos seducidos por la posibilidad de compartir con algunas de las personas más talentosas de nuestra generación, con escritores, actores, dramaturgos, investigadores, realizadores radiales y televisivos, artistas visuales…, todos unidos por la pasión del arte y su espíritu indescriptible, gente que hablamos mucho o no, pero que sobre todo hacemos.
 
Podemos aprovechar más ese talento colectivo a favor de la cultura y nuestro país. Confío en la fuerza tremenda del arte, no solamente en galerías y escenarios, en pantallas y la literatura. Hay muchos versos en el esfuerzo diario, en la sonrisa de cada uno y en el afán de no rendirnos jamás, a pesar de las dificultades.
 
La AHS nos ayuda, nos brinda becas y premios, eventos y jornada de programación, espacios para la promoción y el debate, editoriales y algunas tacitas de café… Muchas veces nos salva. Es refugio ante conflictos o tristezas.
 
Nos saca de las zonas de confort y nos lleva al riesgo de mostrar lo que hacemos. Cada sede nuestra en todo el país debe ser cada vez más una verdadera casa, un hogar para los miembros de la organización y para todos los jóvenes que amen el arte.
 
Este Cuarto Congreso fue apenas un punto inicial para todo lo que debemos seguir haciendo. Vamos a experimentar, a soñar, a ser más útiles. Debemos lograr que todo joven escritor, promotor, investigador y artista aspire a ser miembro de la AHS, que eso constituya una de sus metas más anheladas.
 
Que esta sea una organización siempre digna de Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, los dos jóvenes poetas que la inspiraron, que se parezca a nosotros, a nuestros anhelos más nobles. Que el entusiasmo nunca cese. Aspiremos a poner la belleza de moda en todas partes. Como escribió, Luis Saíz, “tenemos una obra inmensa que realizar”.


«Estamos escribiendo también páginas de historia y resistencia»

Palabras de Yasel Toledo Garnache, vicepresidente de la AHS nacional, en la gala por el Día de la Cultura Cubana en Bayamo.

Muchas veces he imaginado el 20 de octubre de 1868. Siempre me ha parecido admirable la manera en que aquel día se entremezclaron las balas, el valor, las heridas y también el entusiasmo y los sueños, el sacrificio y la canción.

Quiero que pensemos en aquellos patriotas enormes, sin dimensiones, pero sobre todo en sus características como seres humanos, en esa capacidad tremenda para saber que Cuba siempre es lo esencial. Aquí estaba justamente el pueblo, hace 155 años, aquí se interpretó la marcha guerrera, convertida luego en Himno Nacional. Aquí el corazón de Cuba alcanzó más fuerza. Este es indudablemente un lugar con alma especial.

Hay mucho de belleza y de poesía en los sucesos de aquella jornada, versos en las acciones de mujeres y hombres, que colocaron a la Patria y el afán de un país más justo en el centro de sus esfuerzos. Me parece ver a Perucho sobre su caballo, sentir el júbilo del pueblo luego de unas 40 horas de combate. Veo a Carlos Manuel, a Francisco Vicente Aguilera y a miles de rostros, que incrementan el orgullo de ser cubano.

Cuentan que aquel día prácticamente no se durmió en Bayamo. ¡Cómo hacerlo entre tantas emociones y anhelos! Llegaban personas de lugares cercanos. Todos querían ser parte de algo tan singular y también saludar a esos iniciadores de una gesta que todavía despierta emoción. Luego, vinieron jornadas también intensas, en las que no faltó la poesía, la música, ni tampoco un periódico mambí, en el que había informaciones y arte.

Estar hoy aquí, donde palpita parte de las esencias de la nación, donde el corazón del país y los sueños son más fuertes, tiene un significado peculiar. ¡Cuánto simbolismo hay en este sitio, apenas a unos metros de la primera plaza denominada de la Revolución en Cuba y de las casas natales del Padre de la Patria, de Perucho y de Francisco Vicente, a quien Martí llamó el Millonario Heroico, el Caballero Intachable!

Estamos cerca también del lugar donde comenzó la quema por sus habitantes de la ciudad en enero de 1869. Desde aquí uno imagina las llamas consumiendo las edificaciones, los bayameses hacia el monte, el asombro de los españoles colonialistas ante ese acto gigantesco de coraje. Los techos caían, las construcciones se volvían oscuras. Día triste y grande, de gloria y amor a un sueño. Una ciudad antorcha, todo un ideal iluminado desde Bayamo.

Tenemos la suerte tremenda de que varios iniciadores de nuestras gestas independentistas fueron también hombres de cultura. Algunos escribían poesía, tocaban música de piano o componían canciones. En la manigua, casi con los disparos de banda sonora, se improvisaban décimas. Junto al valor y al arrojo casi de ciencia ficción estaba también la sensibilidad artística. Luego vinieron otros como José Martí, Juan Almeida Bosque y sus canciones, El Che con sus poesías y la pasión por la fotografía; Fidel y su capacidad de intelectual total, que siempre mostró gran interés por la cultura.

Ahí están sus intercambios con escritores y artistas en junio de 1961, sus palabras en los congresos de la UNEAC, los debates con jóvenes de la AHS en marzo de 1988 y el primer congreso de esa organización, que le concedió la condición de Miembro de Honor y también de Maestro de Juventudes.

Aquí está con nosotros el Quinteto Rebelde, cuyos integrantes fueron esenciales con sus canciones en la Sierra Maestra. El abrazo para ellos.

¿Cómo podemos ser verdaderamente fieles a tanto legado? Nos ha tocado vivir una época de transformaciones, de grandes preguntas. El país se actualiza no solo en lo económico. Habitamos un planeta cada vez más complejo, en el que a las dificultades del mundo físico se suman las del virtual.

Eso nos confiere una responsabilidad adicional con el presente, con la historia de nuestra nación, con nuestros abuelos y padres, y sobre todo con nosotros mismos, con nuestra moral de cubanos. Una responsabilidad enorme con el futuro.

 

La pasividad, el caminar con los ojos cerrados, el preferir el silencio antes que señalar un problema no son alternativas. Tenemos que ser protagonistas, Quijotes de este tiempo, sin pesimismo jamás y aspirando siempre a la belleza.

Creo en el poder de la poesía, y en la fuerza tremenda del arte, no solamente en galerías y escenarios, también en la vida cotidiana. Hay muchos versos en el esfuerzo diario, en la sonrisa de cada uno y en el afán de no rendirnos jamás, a pesar de las dificultades. Eso nos debe acompañar. Voy por la calle y digo un piropo, saludo con entusiasmo, trato de evitar la rutina,  porque con un simple gesto o un chiste podemos mejorar el día a alguien. Eso también forma parte de ser cubano.

Una intensa jornada literaria y artística se ha desarrollado en todo el país durante los últimos días, dedicada de manera especial a los jóvenes. Las nuevas generaciones de creadores no cesamos en el empeño de hacer crecer nuestra impronta. Brindamos nuestra obra en comunidades, llegamos a grandes centros, pero también a montañas, a hospitales y escuelas.

En esta propia provincia cada agosto visitamos sitios de gran relevancia histórica, como La Demajagua, e iniciamos el camino hacia lo más alto, a la cima del Pico Real del Turquino, al encuentro del busto de Martí, un ascenso que ya también para nosotros constituye un símbolo. Desde la AHS impulsamos, además, espacios de análisis, debatimos casi con fiereza y hacemos propuestas a favor de nuestra cultura y el país, siempre acompañados por la savia de nuestros Maestros.

Quizá en el futuro nunca naveguemos por un río apacible. Debemos imponernos retos cada vez mayores y, encontrar en la inteligencia colectiva, la sabiduría suficiente para vencerlos, por eso resulta vital la superación, evitar el sedentarismo intelectual, para ser también mejores seres humanos, mejores cubanos.

 

Hagamos de la belleza, entendida como bondad y búsqueda de perfección una especie de puente interminable, de motor que impulse cada gesto, cada palabra, cada acción nuestra y nos guíe en el camino de los anhelos.

Hace poco alguien nos preguntaba qué debemos salvar de la cultura. Indudablemente la cultura es siempre la que nos salva. Ahí están las esencias, la energía, el espíritu desafiante, el afán de alcanzar lo que parece imposible, el propósito de enamorar… Ahí palpita también nuestra identidad como nación y pueblo.

Ojalá Cuba sea siempre una familia enorme a favor del bien, sin importar donde estemos sus hijos. La solidaridad, el afán de ayudar y el amor hacia la Patria es también parte de nuestra cultura. En las bellas artes, en lo popular, en las tradiciones, en el orgullo de ser cubanos y en la voluntad de conquistar aparentes utopías radica la mayor plataforma descolonizadora a la que debemos aspirar como nación.

Desde aquí, desde este lugar con tanto simbolismo, ratificamos también nuestra solidaridad con el pueblo palestino, que sufre una escalada de agresiones y muertes. Defender la dignidad y la justicia en cualquier parte del mundo es otra enseñanza que nos debe acompañar siempre.

Son muchos los motivos para sentir orgullo de Cuba, de Bayamo y de nosotros mismos. Estamos escribiendo también páginas de historia y resistencia. Algún día los libros tendrán que hablar de este pueblo de hoy, de lo que estamos haciendo, pero sobre todo de cómo vamos a salir adelante. Ese será quizás el mejor poema de nuestras vidas.

Gracias siempre a nuestros antepasados, a esta Granma que tanto amamos, a los creadores cubanos, a los que nunca dejamos de soñar. Que el arte y la belleza nos acompañen siempre.

¡Viva la Cultura Cubana!

¡Viva Bayamo!

¡Viva la Patria!



Que el arte y el amor nos acompañen siempre

Es imposible no sentir indignación por la suspensión de conciertos del dúo cubano Buena Fe en España. Pareciera casi ciencia ficción que bajo el pretexto de una supuesta defensa de la democracia se esté realizando esta campaña que incluye presiones y amenazas a dueños de los locales donde estaban previstas las presentaciones, pero todo es muy real.

Vuelve a pulular el odio, la indecencia y la antiética, sin apenas maquillaje. ¿Qué tipo de actitud es esa? ¿Acaso es posible comprenderla? ¿Alguien con un mínimo de sentido común, respeto a los demás y decencia podría apoyarla? ¿Cómo es posible tanto nivel de incoherencia, y enarbolar la “democracia” para prohibir y hostigar?

Llama la atención, aunque no sorprende, que eso lo hagan los mismos “activistas” que fingen defender la libertad de expresión, los mismos que supuestamente desean una Cuba mejor, que hablan de inclusión, pero que solo destilan odio y van por ahí excluyendo, acosando y pidiendo violencia, lo cual provoca hasta vergüenza.

Ahí están las publicaciones en varias redes sociales, exhortando a tirar huevos y excrementos, tratando de sembrar miedo y lograr más cancelaciones, como si se tratase de un juego maquiavélico o un show de los peores. ¿Esas son en verdad actitudes de personas dignas, de seres humanos que quieren a su país?…

Los cubanos, en cualquier lugar donde estemos, debemos ser verdaderamente inclusivos, amar profundamente nuestra nación y su cultura, y ser respetuosos de todos los hijos de esa madre grande, que es Cuba, la cual debe recibir siempre todo el cariño, sin importar cómo pensemos. Ojalá podamos ser hermanos, aunque pensemos diferente, solo el respeto es indispensable. Y si en verdad deseamos que nuestra Patria sea mejor, debemos contribuir a eso desde la solidaridad, la eliminación del odio, las presiones y todas las acciones que la bloquean no solamente en lo económico.

Hay una estrategia despiadada en contra de este archipiélago, su sistema social y todos los que decidimos ayudarlo desde adentro. Buena Fe, y en especial Israel Rojas y Yoel Martínez están recibiendo una especie de castigo por el compromiso social en su tierra natal. Eso, sin dudas, constituye otro capítulo en el afán de intimidar a todos los creadores que apoyan el proceso revolucionario en este país, o que al menos tienen una relación visible con sus instituciones.

Como expresaron en conferencia de prensa este 18 de mayo Indira Fajardo, Presidenta del Instituto Cubano de la Música, y Alexis Triana, Director del Estudio Multimedial del Ministerio de Cultura, esto no comienza con Buena Fe ni es un caso aislado. Son varios los artistas y agrupaciones que ya han sufrido acciones de ese tipo, incluidos Los Van Van y Alexander Abreu y Havana D’Primera. Todo forma parte de una escalada que pretende también el aislamiento cultural.

Buena Fe es uno de los objetivos preferidos por su popularidad desde hace más de una década dentro del público aquí y en otros países. Varias generaciones hemos disfrutado sus conciertos en universidades y plazas, en parques y grandes salas. Hace poco hicieron una gira, junto a otros artistas, por todas las provincias, y también obtuvieron Premio en la fiesta del disco cubano, Cubadisco.

Esa agrupación ha estado también, por ejemplo, con una canción dedicada a los científicos y a propósito de las vacunas, que permitieron a esta nación sobrevivir a la covid-19 con esfuerzos propios. En los momentos más difíciles no han renunciado a sus ideas, a expresar lo que sienten y en lo que creen, como lo hacen con críticas sociales en varias de sus canciones.

Es muy favorable que en Cuba y otros países muchas personas denunciemos estas cancelaciones y cualquier manifestación de acoso y amenaza. Esto se trata del más elemental derecho a cantar y a brindar la obra creativa de cada quien.

Ya la Unión de Escritores y Artistas de Cuba manifestó su solidaridad con Buena Fe, así como “el agradecimiento a tantísimos españoles y compatriotas residentes en España y otras partes del mundo que los han apoyado y se han pronunciado contra esta injusticia porque, como nosotros, creen en el poder de la poesía, de la canción y de la cultura como plataformas para el crecimiento espiritual y el entendimiento humano”.

Desde la Asociación Hermanos Saíz, organización que agrupa a la vanguardia de jóvenes creadores, también se expresó indignación ante tales sucesos, con la certeza de que “el arte de los músicos y otros creadores cubanos debe llegar a todo el mundo como expresión de una riqueza cultural reconocida a nivel internacional y de un país que nunca renuncia a los sueños ni a la belleza”.

Silvio Rodríguez, símbolo de la canción trovadoresca en el panorama internacional, también apoyó a los integrantes del dúo: “¿Será que algunos hacen uso de un respetable derecho a irse, pero no pueden soportar a los que se queden a luchar por un país mejor? ¿Será por vergüenza de ellos mismos los que piden invasiones y bloqueos contra su propio pueblo? Insoportable para algunos el ejemplo moral de Buena Fe. Es comprensible”, escribió el autor de varias canciones antológicas en la banda sonora del país caribeño.

Son tiempos complejos, de mucha dificultad más allá de lo aparente. En circunstancias así se deben enarbolar con más fuerza nuestras esencias como cubanos y ciudadanos en cualquier geografía. El arte, el amor y el decoro deben prevalecer siempre, no solamente por Buena Fe, sino por nosotros como individuos, como pueblo y por la humanidad toda.



Carlos Manuel de Céspedes, el iniciador (+Videos, audio y fotos)

Cuentan que llegó al mundo un domingo en la noche, cuando arreciaba un aguacero, con truenos y relámpagos, cual presagio de su vida tormentosa, de grandes decisiones, golpes y tiros.

En la aristocrática casa, la número 4, del callejón de la Burruchaga, en Bayamo, había tremendo ajetreo aquel 18 de abril de 1819, pues estaba a punto de nacer el hijo primogénito de Jesús María de Céspedes y Luque y Francisca de Borja del Castillo y Ramírez de Aguilar, dama de excelente educación, inteligencia y bondad.

Momento singular aquel: la lluvia que aumentaba, el sonido de los truenos, la comadrona Gertrudis Fornaris, más conocida como doña Tula, y el médico José María Izaguirre, de origen venezolano, empeñados en que todo saliera bien, el nerviosismo de los familiares…

Por fin, a las 11 de la noche, aproximadamente, se escuchó el llanto del pequeño Carlos Manuel Perfecto del Carmen de Céspedes y López del Castillo.

LA INFANCIA DEL PADRE DE LA PATRIA

Poco se habla de esa etapa de su vida. El historiador Aldo Daniel Naranjo, quien trabaja en varios volúmenes sobre el quehacer y la obra del patricio, dijo que su infancia fue característica de niño rico, con muchas comodidades, y juegos como ponerle la cola al burro.

Le gustaban los ajiacos, las viandas y bañarse en el río, lo cual hizo con frecuencia cuando la familia se trasladó a la hacienda Santa Rosa, propiedad del abuelo materno Francisco del Castillo y Miranda, en el actual municipio granmense de Buey Arriba.

Había ocurrido un ataque de corsarios en la zona de Manzanillo y se especulaba sobre la posibilidad de otro y el avance hasta la Villa de San Salvador de Bayamo, por eso la familia de Céspedes estuvo algún tiempo en aquel sitio rural.

Casi nunca se menciona a su primera maestra Isabel Cisneros, quien lo recibió en la escuela a los cinco años de edad y seguramente caló muy hondo en él, pues, además de enseñarle a leer, escribir, y aspectos elementales del catolicismo, también le narraba leyendas de güijes y hadas del monte.

No encontramos referencias a una amistad desde la niñez, con otros infantes que se convirtieron en grandes patriotas, como Francisco Vicente Aguilera y Perucho Figueredo, pero no es descabellado pensar en esa posibilidad, pues vivían muy cerca y tenían edades y costumbres sociales similares. La historia demostró luego que también poseían maneras parecidas de pensar y comportarse.

De ese período, hay una anécdota que revela el profundo humanismo, valor y solidaridad del futuro Padre de la Patria, pues en una ocasión cuando salió de las clases vio como un niño más grande maltrataba a otro en el colegio, y le dijo “abusa conmigo, ven”. Minutos después, comenzó la pelea en la cual venció.

Más tarde, citaron al padre a la escuela, y el director lo felicitó por la gallardía y sentido de la justicia del hijo, quien tuvo cuatro hermanos, y, pasados algunos años, empezó los estudios del bachillerato en La Habana, los cuales terminó un semestre antes de lo habitual, gracias a su inteligencia elevada, reconocida por los profesores.

Museo Casa Natal de Céspedes

Foto: Tomada de CNC TV

El historiador Miguel Antonio Muñoz López, especialista del Museo Casa Natal de Céspedes, resalta que la madre fue muy importante en su formación, quien tuvo la capacidad y mesura para mediar entre él y su padre, el cual también tenía un carácter fuerte y una manera de pensar muy diferente a la de quien se convirtió en el Primer Presidente de la República en Armas.

Aquel muchacho lleno de virtudes, amante del arte y los bailes, que ganaba con facilidad el agrado de las damas y sabía tocar música de piano, dejó la tranquilidad y los lujos por empuñar las armas e irse a la manigua en busca de un sueño para su país, y esa fue una de sus mejores enseñanzas.

LA DEMAJAGUA Y EL 10 DE OCTUBRE

El 10 de octubre de 1868, en La Demajagua, cerca del mar y a unos 13 kilómetros de la ciudad de Manzanillo, Céspedes, el abogado, el ser humano de ideales independentistas, el patriota cabal, alcanzó una estatura sin límites, cuando liberó a sus esclavos  y convocó a todos los presentes a la lucha.

Día de gloria aquel, cientos de hombres aguardaban desde la tarde anterior. La joven Candelaria Acosta, más conocida como Cambula, ya había elaborado la bandera que presidiría el momento, para la cual no encontraron la tela adecuada y emplearon entonces la única disponible, incluidos trozos de un vestido y un mosquitero.

Aquella mañana de coraje y decisión, la muchacha de piel blanca y pelo rubio platinado, entregó el estandarte al abanderado Emiliano Tamayo, quien tenía entre 20 y 22 años, y expresó “Primero mueran antes que verla deshonrada”, tremendas palabras de quien apenas tenía 17 años de edad.

Céspedes procedió a realizar el juramento a la bandera, a lo que todos respondieron ¡Juramos!, y el Padre agregó: “Por mi parte, juro que os acompañaré hasta el fin de mi vida, y que si tengo la gloria de sucumbir antes que vosotros, saldré de la tumba para recordaros vuestros deberes patrios y el odio que todos debemos al gobierno español, venganza, pues, y confiemos en que el cielo protegerá nuestra causa «.

En ese momento también se dio a conocer el Manifiesto de la Junta Revolucionaria de la Isla de Cuba, prueba de que el alzamiento y la voluntad de luchar, tenían un profundo basamento en las ideas, con objetivos definidos más allá de lograr el triunfo.

Momentos en el Museo de Céspedes

Momentos en el Museo de Céspedes, en Bayamo/Imagen: Tomada de CubaDebate.

CÉSPEDES, SIEMPRE VIVO

Su vida en lo adelante fue difícil, salpicada por contradicciones, tragos amargos y envidias hasta la muerte física el 27 de febrero de 1874 disparando su revolver contra los soldados enemigos en San Lorenzo, zona oriental. Sin embargo, tiene asegurada la inmortalidad, como parte de las esencias fundamentales de la nación.

En la primera plaza denominada de la Revolución en el país, ubicada en el Centro Histórico Urbano de Bayamo, su figura esbelta y segura, en forma de estatua, parece observar con su serenidad de siempre.

Ahora, cuando se cumple el aniversario 150 del alzamiento en La Demajagua, inicio de las guerras en Cuba, su ejemplo permanece fuerte, cual brújula de victoria y dignidad.

 

Plaza de la Revolución de Bayamo 2

Plaza de la Revolución de Bayamo/Foto: AECT.

Campana de La Demajagua

Campana original, empleada el 10 de octubre de 1868/Foto: Rosa María Rodríguez