MSc. Heidy Cepero Recoder


Alejandro Falcón: un pianista completo

En 2017 Alejandro Falcón estuvo en Camagüey para acompañar a músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la batuta de Jorge Luis Betancourt. Aprovechamos la ocasión y gestioné en el Conservatorio José White la presentación de su libro Danzando entre puentes, con partituras para los estudiantes que desde muy temprana edad se inclinan por el estudio de la música popular cubana.

Conversar con mi antiguo compañero de estudios en el ISA acerca del proceso de creación y composición, siempre genera nuevos conocimientos hacia el arte musical y, en especial, el arte pianístico.

El piano apareció de forma tardía en la vida de Alejandro Falcón, uno de los jóvenes más importantes del ambiente musical cubano, quien desde la cuna en Matanzas, y estimulado por sus padres ingenieros, ya anunciaba un promisorio camino en el arte. 

  • “En mi casa se oía a Emiliano Salvador, Chucho Valdés, Bola de Nieve, Benny Moré y mucho jazz. En un inicio fui autodidacta tocando la guitarra y mirando a mi papá, David Falcón, a quien le gustaba mucho la música. Mi mamá hizo el nivel elemental de pintura. Todo eso influyó notablemente en mí”.
  • ¿Cómo el piano logró desplazar a la guitarra?

A los 13 años comencé a interesarme por el piano y tanto le insistí a mis padres que logré entrar al Centro de Superación de mi provincia, donde estudié los cinco años del nivel elemental en solo dos, es decir, en octavo grado hice tres años y, en noveno, los otros dos. Allí me descubrió la profesora de piano María Julia Arango, Premio UNEAC y graduada del ISA, quien me preparó para presentarme por la convocatoria libre a la Escuela Nacional de Arte (ENA) en 1999 y aprobé en mi primera opción.

  • ¿Fue en la ENA donde se produjo el hechizo de la música popular?

Ya en la ENA empecé a tocar con varias agrupaciones de música popular en Matanzas. Aprendí lo que es la guitarra popular y eso me ha servido tanto, porque la armonía fue muy importante en mis inicios. Pude llevar muchos acordes de la guitarra al piano y me ha valido además para mi labor como pianista acompañante de figuras importantes como Beatriz Márquez, Miriam Ramos, Omara Portuondo, Danny Rivera y a la cantante catalana María del Mar Bonet, a la que acompañé en el Teatro del Liceo de Barcelona, como parte de giras y grabación de discos en España.

foto tomada del perfil de facebook de alejandro falcón
  • Tu carrera se ha diversificado como acompañante, pianista solista, compositor y arreglista. ¿Me compartes tu secreto para acompañar?

Acompañar es muy difícil, un reto que a veces se menosprecia. Al acompañante le pasa igual que al arreglista, que se ve como un oficio menor y nada de eso, son los dos oficios más difíciles de la música y requieren de mucho trabajo.

El buen acompañante debe dominar el instrumento, conocer todos los colores de su instrumento. Después, saber y respetar la línea melódica del cantante. Luego, debe conocer los diferentes estilos porque el feeling no se acompaña como una balada, ni como una canción o un son. El acompañamiento lo lleva uno, soy la orquesta de ese cantante.

También depende si es a piano y voz, o cuando es una orquesta, que tienes que imbricarte con todos los instrumentistas. Esos secretos los he ido aprendido con el tiempo; es un entrenamiento de oficio.

  • Es innegable que el Jojazz influyó notablemente en el músico que eres hoy…

Fui parte del Jojazz en sus inicios junto con Ariel Bringues, Reinier Elizarde, en el bajo “El Negro”, Alejandro Vargas, Ronny Barreto, Harold López Nussa; fue una generación muy bonita y de muchos músicos que estábamos en la ENA. También en la escuela formé parte de la orquesta Jazzband que dirigía Basilio Márquez.

Los maestros Luisa Punzano, Pedro Pablo Iturralde y Ana María Mena me prepararon en el piano, y el de armonía fue Fernando Rodríguez Archi, quien descubrió en mí la faceta de compositor y me dio la confianza para seguir ese camino.

foto tomada del perfil de facebook de alejandro falcón
  • ¿En qué momento de tu vida aparece la composición?

Una de las primeras fue Maní con variaciones, mi primer danzón. Lo que componía lo incorporaba a mis pruebas de piano. En 2002 gano el primer premio Jojazz en la categoría de Premio Especial. Al graduarme entro en la orquesta de primera línea de Paulito FG y su élite; logré giras internacionales y participé en festivales de música del mundo.

  • La superación en tu vida ha sido una constante. ¿Cuánto te ha aportado el ISA en tu crecimiento profesional?

Al entrar en el ISA tuve que abandonar la orquesta y Orlando Valle (Maraca) me llamó para entrar a la suya, y en La nueva visión estuve cinco años. ¿Qué cómo llevaba la escuela? Me preparaba en la guagua durante la gira y por eso adelanté un año y, en solo cuatro, me gradué del ISA, en 2008. Estando con Maraca toqué con músicos de la talla de Andy Narel (toca con Chick Corea), el Gran Combo de Puerto Rico, Andy Breaker, Marcus Miller y en los mejores festivales de jazz del mundo con sede en Canadá, México y Francia.

Aprendí mucho con Maraca porque tenía que interpretar el danzón, el jazz afrocubano, el son tradicional, el bolero, el chachachá… Él me exigía que interpretara cada estilo con la esencia que llevaba y me obligó a improvisar escuchando a los grandes como Lilí Martínez, Peruchín, Antonio María Romeu, y luego a ir creando mi propia manera de hacer la música. Además, me inculcó la cubanía en mi música.

  • ¿Cuándo decides emprender tu proyecto en solitario?

En 2009 fundo mi cuarteto Alejandro Falcón y Cubadentro. A mí me gusta toda la música cubana. No tengo un género predilecto aunque prefiero el son, el danzón y el jazz para descargas, porque me dan la oportunidad de improvisar, de crear en el momento.

Con mi cuarteto he tratado de hacer mis composiciones y a lo largo de estos 10 años ya tenemos cuatro discos grabados con música y arreglos míos.

El primer disco fue Claroscuro (2010), que ganó el Premio Cubadisco en Opera Prima y varias menciones. El segundo, Cuba Now Danzón, de 2012, fue el disco más nominado en el Cubadisco de 2015 y su director musical fue Joaquín Betancourt. Ese CD obtuvo el Premio en Música Instrumental, en Grabación y Ópera Prima. Luego, en 2016, Mi monte espiritual obtuvo dos nominaciones al Cubadisco 2018 en Diseño y Música Instrumental. El cuarto disco, Vidas Cruzadas, lo vamos a licenciar próximamente. Este contiene la música de la actual telenovela cubana homónima.

Existen dos discos que he grabado como artista invitado. Uno es Lecuona Jojazz (2013), junto a otros tres pianistas Rolando Luna, Alejandro Meroño y Jorge Luis Pacheco. El otro CD, Alejandro Falcón y la Charanga Rubalcaba (2017) es un homenaje al maestro Guillermo Rubalcaba.

foto tomada del perfil de facebook de alejandro falcón
  • Has participado como jurado del Jojazz, ¿cómo ves las nuevas generaciones?

Cuba es un país bendecido por su gente, en el sentido de que aquí históricamente se fomentó una cultura criolla, muy nuestra. Aquí han surgido más de 15 o 20 géneros de la música popular del mundo. Somos una potencia musical y creo que siempre van a salir buenos músicos, lo tenemos en las venas de disímiles lugares de África, España, Francia, China…, tenemos un poco de todo y eso es lo que nos hace auténticos.

  • ¿Qué piensas de la enseñanza de la música en Cuba actualmente?

La enseñanza cubana se está quedando un poco atrás en muchas cosas, por ejemplo, se menosprecia el oficio del arreglista, se ha perdido el oficio del acompañante, y eso no se enseña en las escuelas, solo con pequeños talleres. Es el momento de cambiar cosas, de hacer una facultad o una escuela de música cubana. Sin embargo, en los Jojazz siempre aparecen nuevos talentos y eso me da mucha alegría.

En el futuro se debe fomentar más la enseñanza y el apoyo para la música cubana, porque al final, como dice nuestro maestro Joaquín Betancourt, la música cubana es uno de nuestros símbolos patrios, y uno se da cuenta cuando sale de Cuba.

Cuando tocamos en el exterior van a vernos los músicos extranjeros más importantes del mundo. Muchos vienen a Cuba a tocar y a aprender con nosotros, como el bajista Rubén Rodríguez, que ha grabado con Mark Antony y DLG. La música cubana es uno de nuestros mayores pilares y nuestra misión es tratar de defenderla y tenerla siempre viva.

  • Como joven creador, ¿te ha aportado ser miembro de la Asociación Hermanos Saíz?

Le agradezco a Rubiel García, a Rafael González y a todo su equipo que me iniciaron allí con 33 años. Mi caso es curioso, porque en 2010 obtengo el premio en el concurso de composición de la Uneac Harold Gramatges, lo que me facilitó la entrada a esa organización. Pero no fue hasta cinco años después que entro a la AHS, una organización que está apoyando mucho a los jazzistas, con peñas y conciertos en La Pérgola todos los veranos.

Cada vez que la necesitamos está allí. Esperamos que se mantenga con ese ímpetu de apoyar el arte hecho por jóvenes.



Trovadores cantan al periodismo cultural (+ video)

La galería Mira de la Casa del Joven Creador de Camagüey se convirtió esta vez en el estudio de grabación del concierto de clausura del 3er Coloquio Nacional sobre Periodismo Cultural. El encuentro ocurre de forma virtual, debido al contexto de la pandemia por COVID-19 que nos ha hecho rediseñar los espacios naturales donde se realiza normalmente.
Este Coloquio es un evento que desarrolla la sección de Crítica e Investigación de la filial camagüeyana de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) para debatir, reflexionar y promover las líneas de trabajo del periodismo cultural de nuestro país, sobre todo hecho por jóvenes.
La clausura está cargada de novísima trova, interpretada por jóvenes que aunque trabajan de forma independiente, comparten sus estéticas interpretativas para cantarle al periodimo cultural, ese que los evalúa y ejerce criterios importantes para su desarrollo.

Con seis temas se festeja este concierto sui géneris donde la guitarra, el bajo y la voz son los únicos instrumentos para acompañar a los tres cantautores. Ese rasgo concede gran importancia a las canciones de corte más personal e intimista.
Pedro A. Sánchez, nacido en Guantánamo y radicado en la ciudad de Camagüey, abre con Tu mar y Chica chamán. Canta con guitarra y lo acompaña el bajista Darío Valdespino.
Sigue Juan Pablo Palmero para brindar con su guitarra Tejas y antenas, una canción al regreso y el reencuentro.
El de mayor experiencia es Harold Díaz. Se presenta junto a Darío para dar vida a Arte Soy, el tema de presentación del programa homónimo de Televisión Camagüey, que desde el 2015 realiza la filial de la AHS para promover la obra de sus asociados. Luego, a guitarra limpia propone Ciruelas amarillas, canto a la sensualidad y la belleza femenina.
Antes de terminarse el concierto, Ihordan Torres Hernández, presidente de la filial, despide esta edición del Coloquio, y los tres cantautores unen sus voces para interpretar Soledad, del autor Jorge Drexler.
El cierre es un canto a la soledad que por estos días nos acompaña, pero que nunca empañará la vida de este evento de pensamiento, con la mirada al periodismo cultural que se cuestiona, se renueva y se mejora cada día, aunque por esta vez haya sido desde la distancia.