Dianalis RodrÃguez Tamayo
¡Qué comience el festÃn!
Toda lectura debiera ser asumida desde la rendición al goce, pues cada lÃnea, por muy tortuosa o simple que parezca, invita al redescubrimiento, a la exploración de pulsiones creativas. Una verdad asà en manos del lector, incluso en las del menos avezado, incita a «devorar» el texto.