Ariel Maceo
Más poeta serás tú
Al poeta es muy difícil definirlo, porque el poeta es luz, oscuridad, agua, carretera. Es un mar que se antoja fiera. Alguien que se mantiene aparentemente en calma, cuando todos sabemos que en sus profundidades (al igual que el mar) donde no se ve, se revuelve como un huracán que llega desbastando todo a su paso, como cuando uno despierta con las sábanas revolcadas. El poeta, al igual que el mar, arroja verdades y otras cosas. Y Roly Avalos Díaz (La Habana, 5 de marzo de 1988) es eso, un mar inquieto que no puede ser domesticado.
Poeta, narrador, repentista, y muchas cosas más, el Rolo (como yo lo rebauticé hace ya un tiempo) prefiere la creación por encima de todo. Prefiere prestarle atención a los pensamientos que puedan desencadenar algún texto en su cabeza. Es un artista que se desenvuelve en el escenario con la soltura de quien conoce y disfruta lo que hace. Un Crack.
Miembro de la AHS, egresado del centro Onelio. Un caballero (título real) al cual la realidad de ser un escritor inédito no le quita el sueño.Para él es más bien un impulso extra que lo empuja hacía lo bueno, lo esperado, o mejor como él mismo dice: El lado bueno de ser un desconocido es que puedes ensayar, literalmente, muchos primeros libros, lo cual no deja de ser un impulso favorable y hasta una ventaja.
Poeta, narrador, repentista, corrector, editor… ¿Cuál prefieres? ¿Cuánto hay de Rolando en cada una de estas vertientes? ¿Todos son el mismo escritor, poeta…?
No sé cuál prefiero, pero definitivamente me siento más cercano a las vertientes de la creación en estado puro. Es obvio que nada me produce más placer que la creación, escrita o cantada. Dentro de ese remolino que suele ser mi mente, casi siempre hay versos sueltos de poemas, descripciones de escenas o personajes, octosílabos de décimas, que he improvisado. No puedo vivir sin imaginación. Siempre le he prestado más atención a lo que pienso que a lo que veo. Lo mío es crear universos textuales, montañas de letras, rimas consonantes. Cada vez que descifro un vocablo el mundo se orienta mejor, da igual el género. Cuando tenga hijos les enseñaré a jugar con el lenguaje. Vivo de, por y para las palabras. Por eso también me dedico a la corrección y a la edición de textos ajenos. Es ineludible e invaluable el buen ojo de un corrector o un editor. Y créeme que desde hace dos años, con una frecuencia que da miedo, soy más consciente de ello que nunca. Entonces, admito mi bipolaridad. El Rolando creador es un despistado empedernido, pero el Rolando corrector se apoya del lado racional de su cerebro.Como diría Borges: No sé cuál de los dos escribe esta página.
Alamar es una palabra que se me antoja poderosa, pero más que eso Alamar es la gran fortaleza del arte underground en La Habana, me atrevo a decir que del país entero. ¿Qué significa para ti vivir en Alamar con la condición de poeta y de paso formar parte de ese gremio (país aparte) del que muchos no tenemos la dicha?
Aunque he permutado varias viviendas por La Habana, también he tenido la dicha de vivir tres veces en Alamar, la llamada «Ciudad Dormitorio». Debo confesarte que he estado algo ajeno al arte underground de mi barrio. En todo caso, he participado poco en sus eventos, por desinformación o falta de tiempo. A lo que más me he asociado y acercado es a la peña semanal del Grupo Ala Décima, comandada heroicamente por mi amigo Pedro Péglez y también gracias a la ayuda de un grupo de colaboradores. La amistad con SinecioVerdecia o Karel Leyva también me ha ayudado a descubrir esencias valiosas de esa geografía del este de la capital. Por supuesto, me enorgullece ser parte de ese gremio de artistas o escritores(conozco a muchos), y me encanta convivir con los fantasmas de Ángel Escobar o Juan Carlos Flores, por poner dos ejemplos de vecinos insoslayables.
He tenido la oportunidad de verte actuar en el escenario magistralmente. ¿Cómo funciona la poesía en ese ambiente? O mejor dicho, ¿cómo, moviéndote en el escenario, interactuando con un público a veces vacilante, funciona la poesía dentro de ti, más allá de lo escritural?
Gracias por los aplausos. No soy ese ser eléctrico que has visto gesticulando detrás del micrófono, sino un personaje con buenas intenciones que todavía trata de ocultar el miedo escénico. Para hablarte de la escena tengo que remitirme a laimprovisación poética, al repentismo, una herencia del lado materno de mi familia. Unarte en el que conviven la música, el texto y el teatro, manifestación que estudié en mi etapa de bachiller y me ha complementado.O al neorrepentismo, un término posmoderno que es rebeldía total.Todavía tiene pocos exponentes, pero es un ideal compendio de performance, actuación, impro teatral, interactividad, teatro espontáneo…Con bardos showmansque lo mismo improvisan en décimas,que declaman en verso libre y así devuelven movimiento a las palabras, sin miedo a los augurios de que a nadie le importa ya la poesía. Cuando me subo a un escenario vivoel poema en carne propia, o cuando protagonizo espectáculos delante de numerosos ojos expectantes, ya sea acompañado de laúd, guitarra y tres, o incluso de violín y cello, experimento una sensación de adrenalina, vértigo y omnipresencia difíciles de describir, estoy más pendiente de la comunicación con el público, así como del contexto.Para producir el efecto deseado me apoyo de técnicas propias de la actuación, el Spoken Word, etc. Me gustaría que hubiese escuelas que enseñaran a leer a los poetas, y lo digo sin la menor ironía.
Tus escritos han logrado no pocos lauros en varios concursos dentro y fuera de laisla, y aún el público cubano no ha tenido la suerte (en serio, la suerte) de ver tu obra publicada, impresa. ¿A qué se debe esto?
Es una larga historia no muy difícil de contar. Los varios galardones a los que te refieres nunca han premiado libros íntegros, sino selecciones de poemas o cuentos sueltos que al menos han aparecido,y lo agradezco, en revistas y antologías, algunas impresas, además de medios digitales disímiles. Considero que tales lauros no han generado la resonancia merecida en la prensa del patio, pero sé que no es nada personal, sucede con más frecuencia de lo que suponemos. Por otro lado, las pocas veces que he probado suerte enviando poemarios, por ejemplo, a nuestros planes editoriales (de las publicaciones territoriales de la AHS o no), simplemente me los han rechazado o la respuesta ha sido un descortés silencio de sucesivos meses. Este año por primera vez una editorial me ha dado el sí, pero es española.
Más poeta serás tú es el título de esta entrevista, pero también el títulode un blog literario que llevas desde el 2012. ¿Qué te dio el impulso para abrirlo, y qué lo mantiene?
El blog lo abrí en la sala de navegación del Pabellón Cuba, impulsado por la lectura que semanas atrás venía haciendo de atractivos blogs de jóvenes autores españoles, mujeres la mayoría. Una de ellas me lo sugirió, como una estrategia o antesala para ganar lectores de cualquier latitud que no tuviesen acceso a mi obra.El desenfado con el lenguaje, las elegantes salidas de tono, los hipervínculos con la blogosfera, me generaron mucha curiosidad. Pero por mala conexión, pereza y falta de objetivos,durante casi un año lo olvidé.Decidí reestructurarlo, rediseñarlo y alimentarlo en el 2015 con entradas donde comparto reseñas, entrevistas, viñetas, regadíos textuales, etc. Trato de actualizarlo semanalmente. La ironía del título nació de una frase que le oí gritar hace años, en medio de la calle, a mi amigo, el poeta y narrador David Mitrani Arenal.
¿Cómo funcionan las nuevastecnologías para el escritor que eres? ¿Tienes el teléfono lleno de poemas? ¿O prefieres llenarte las manos de tintas mientras escribes en una libreta?¿Cómo funciona tu proceso creativo?
La aplicación de notas de mi móvil está llena de versos sueltos, títulos posibles, pasajes descriptivos… Soy muy caótico, pese a que me encanta leer las respuestas de otros escritores a tu última pregunta. Devoro cuanto método, decálogo o dodecálogo encuentro por ahí. Pero todo lo que se me ocurre empieza de manera imprevista y a veces hasta se me olvida el plan inicial. De alguna oración me agarro y a partir de ahí nacen los cuentos, poemas, capítulos de novela… Así les voy dando forma a las ideas o a temas que me obsesionan. La grafomaníade llevar más de un lustro escribiendo un diario debe ser uno de mis pocos ritos estables.Ahora prefiero teclear en la computadora, últimamente con algún licor cerca, pero cuando adolescente lo hacía en una máquina de escribir. Antes, durante y después elegía las hojas en blanco de las libretas escolares y rellenaba renglones. Pero todo método es solo el iceberg, el making of de la obra.
Con no tan pocos premios, menciones literarias, y tu obra siendo publicada en revistas y antologías de otros países. Y, bueno, saber que tu poemario “Mundo pañuelo” será publicado por la editorial Samarcanda de España. ¿Comienzas a sentir que eres un escritor de la Diáspora, sin vivir en la Diáspora?
Esta pregunta me ha hecho reír, pero quizá deba preocuparme. Nadie es profeta en su tierra y sospecho que muchos de los autores cubanos elegidos por la editorial Samarcanda piensan igual. No obstante, sé que algún día cambiará este razonamiento y casi siempre lo que sucede conviene. Pulo, mientras, mis líneas. Aún soy joven, optimista, obstinado y paciente.
Continuando con la pregunta anterior, ¿será que tu generación (en la que me incluyo)está conformada por escritores y poetas de la Diáspora, que publican fuera viviendo dentro? ¿Convirtiéndose quizás, en una competencia contraescritores, digamos, ya más encumbrados? ¿O crees que es solo una moda?
La ley de la negación siempre existirá.No me parece que sea una competencia, sino una estrategia o el paliativo que hemos encontrado.Creo que hay de todo un poco. Mi generación está conformada por muchos matices. Hay tantas intenciones como personalidades. Quienes asumen la literatura como una moda, o con poses esnobistas que ocultan mediocridad, falta de lecturas, horizontes y virtudes humanas, tarde o temprano se rezagarán en el camino. Quienes son auténticos serán premiados de alguna manera. El tiempo es el que tiene la última palabra.
¿Ser “inédito” y lo pongo entre comillas (porque en el fondo nadie lo es), te quita elsueño? ¿O es un impulso extra para esforzarte a escribir más o mejor? Si es que un escritor escribe mejor que otro, puede que la pregunta te provoque controversia.
A veces me produce pesadillas, pero no me quita el sueño. E intento llevar a cabo las palabras de Faulkner, cuando dijo que no competía contra nadie, sino contra sí mismo. El lado bueno de ser un desconocido es que puedes ensayar, literalmente, muchos primeros libros, lo cual no deja de ser un impulso favorable y hasta una ventaja.
Caballero de la Orden Literaria Francisco de Quevedo es el título que ganaste con un poema que me encanta, un poema hueso, duro. ¿Por qué mandaste ese poema a un concurso de España? Y doy paso a tu participación en concursos literarios, que se necesita para ganar algo. ¿Cómo funcionan para ti los concursos dentro de la Isla?
Mandé Poema para que me llames por teléfono a un concurso nacional y pasó inadvertido. Entonces, al igual que en otras ocasiones, decidí enviarlo a otro certamen, cuyo estímulo era muy tentador, sobre todo por su significado, y ya ves, me convertí en Caballero de la Orden Literaria Francisco de Quevedo en el 2014. Todavía me parece mentira y no es falsa modestia. Te confieso que nunca he entendido los mecanismos de los concursos literarios y mucho menos los de nuestro archipiélago, y no es porque no haya estudiado el asunto. Son un misterioque prefiero no descifrar. Si no tuviese necesidad de publicar, no tanto por el prestigio o por el dinero (efímeros ambos), a lo mejor me hubiera retirado de insistir. Pero en 10 ocasiones he tenido alguna suerte y sería absurdo imitar a Salinger o retirarme de la competencia antes de tiempo.
Para cerrar, ¿ahora mismo, en qué lugar crees que se encuentra la literatura joven cubana? ¿En qué lugar te encuentras tú dentro de ella?
Te hablaré de lo positivo: se escribe a buen ritmo, hay una calidad probada, se digieren buenas influencias, hay una curiosidad lectora voraz, los desafíos culturales son superiores, conviven muchos estilos y escuelas y… no sé, poeta, eso se lo dejo a los críticos especializados y a los lectores. Somos tantos ya escribiendo que el porvenir trae más interrogantes que certezas. Dentro de un tiempo vuelve a hacerme la pregunta.