Lisandra Gómez Guerra
Juventudes siempre en 26
El impulso a las obras sociales y el aporte económico, sobre todo en la producción de alimentos, es la principal contribución de las nuevas generaciones a la celebración del Día de la Rebeldía Nacional que tiene por sede esta central provincia, según afirmó a este diario Abran Sánchez González, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en Sancti Spíritus.
«Desde que se conoció esa noticia y como homenaje al aniversario 71 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, de conjunto con las organizaciones estudiantiles y movimientos juveniles, hemos sido protagonistas de un intenso programa de acciones, sobre todo, vinculadas con las de esfuerzo decisivo en polos y unidades productivas».
Un ejemplo a reconocer es la integración de más de 2 000 miembros de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, quienes han estado activos en labores de siembra y limpia de áreas agrícolas; mientras los muchachos de la Federación Estudiantil Universitaria, mediante la Guerrilla 13 de Marzo, impulsan campamentos agrícolas universitarios, señaló Sánchez González.
Igualmente, dijo, estarán de forma activa en la atención a jóvenes desvinculados del estudio y el trabajo, en los Sistemas de Atención a la Familia, en círculos infantiles y casas de abuelos, así como contribuirán en las tareas del Programa de Atención Materno Infantil y en la prevención y control de enfermedades transmisibles.
Los estudiantes del municipio de Sancti Spíritus se han sumado al embellecimieto de la Plaza que acogerá el acto central por la efeméride del 26 de Julio. «No hemos dejado de estar en el amplio programa de actividades encaminadas a proporcionar recreación en barrios y comunidades, fundamentalmente, en las de difícil acceso», apuntó.
Más de 390 acciones se han diseñado para los meses de julio y agosto desde la UJC, y en coordinación con las comisiones de recreación de cada municipio. Según el Primer Secretario de la organización «la vinculación de las unidades artísticas de las casas de cultura y el apoyo de los instructores de arte, de la Asociación Hermanos Saíz y el Inder es esencial para conseguir los resultados».
En estos momentos, además, Sancti Spíritus se alista para acoger el campamento de verano, previsto del 28 de julio al 2 de agosto, un encuentro esperado cada año en el que se une recreación con aprendizajes. «Visitaremos centros históricos y culturales. Además, realizaremos labores con impacto en la producción de alimentos y un diálogo de generaciones que tendrá como centro a la gesta del Moncada», concluyó Sánchez González.
Lunas de invierno: cuando no se cree en mal tiempo
Las lluvias por la baja extratropical, formada en el Golfo de México que mantuvo este fin de semana en alerta a casi toda la isla, no ahogaron los deseos de hacer ni las propuestas de Lunas de invierno, evento de arte callejero convocado por la filial espirituana de la Asociación Hermanos Saíz que vuelve cada diciembre a la “Ciudad de los Murales”.
Bastó hacer algunas modificaciones de escenario y la algarabía del arte joven tuvo eco en instituciones culturales del bulevar de la urbe del Yayabo.
Lo vivieron en carne propia quienes compartieron en la Galería de arte Oscar Fernández Morera con el proyecto teatral Polinichela, llegado desde Ciego de Ávila. Sus títeres y músicas deleitaron a menores de edad y adultos.
Otro de los invitados a esta XVII edición: Oralitura Habana, también debió plantar bandera fuera de la calle para regalar sus dos más recientes propuestas: Show radial y Cuarto de mala música. Ambos, en inauguración y clausura, respectivamente, demostraron la exquisitez de crear de la mano de la improvisación poética.
“Ojalá podamos repetir la experiencia porque nos ha encantado estar en esta tierra. Justamente, empezamos el año viniendo a un evento dedicado al punto cubano y terminamos ahora junto a la AHS, así que podemos decir que ha sido muy positivo”, reconoció Alex Díaz, líder del proyecto.
Pero, en los momentos que la lluvia dio tregua y solo parecía una lejana amenaza, el bulevar de la ciudad se convirtió en el mejor de los escenarios. Proyectos diversos obligaron a detener el paso apurado de los más hieráticos peatones.
“Esta XVII edición la dedicamos al cumpleaños 60 de la Biblioteca provincial Rubén Martínez Villena –explica Lil Laura Castillo, presidente aquí de la organización que agrupa a la joven vanguardia artística–. Llevamos a cabo el espacio teórico Comunidad Científica de Jóvenes Investigadores. Contamos con la participación de muchos de los proyectos del Consejo de las Artes Escénicas y del Consejo de Casas de cultura de Sancti Spíritus, así como invitamos a nuestros amigos avileños, habaneros, los dúos Callejas, de Trinidad, y Fábula, de Pinar del Río, y artistas visuales y Djs, quienes aun no son miembros, pero hacen un interesante trabajo”.
Y si bien es cierto que en número de creadores y propuestas en nada estas Lunas… como sucede desde hace algunos años, se parecen a otras ediciones, volvieron a demostrar el compromiso del arte joven con sus públicos, quienes también confirmaron sus avideces por disfrutar de opciones culturales diversas y con calidad.
“Nunca había estado en este evento –alega Alex Díaz– y me ha sorprendido positivamente encontrar a artistas que toman las calles con un gusto espectacular. Fue interesantísimo disfrutar de Teatro Parabajitos, proyecto espirituano que defiende la técnica del lambe lambe con obras de José Martí. Ver títeres en miniaturas que se animan dentro de una caja, gracias a textos dramatizados, me emocionó muchísimo. Realmente, me llevo un recuerdo súper hermoso de ellos y de los otros proyectos, así como de los buenos amigos de la AHS”.
Tanto él como el resto de los espirituanos que apostaron por recorrer el bulevar con las miradas más allá de los centros comerciales y otros servicios tropezaron con diversidad de colores y estéticas artísticas.
También sucedió con quienes pasaron el umbral del céntrico Hotel Plaza, donde se muestra la exposición Ojalá, y en la Casa del Joven Creador los tatuadores ejecutaron su siempre seguida convención.
“La muestra es dedicada a la canción de Silvio Rodríguez, uno de los cantautores que nunca pasará de moda. Qué mejor espacio para abrirla al público que las Lunas de invierno, cuando la AHS es cobija para los artistas jóvenes y menos jóvenes”, comparte Rafael González, autor de las cinco piezas en exhibición.
Lunas de invierno apagó sus luces con la provocación del reencuentro en diciembre de 2024. Los anhelos y aspiraciones es devolverle a Sancti Spíritus la condición de ser otra vez en los últimos días del año la capital del arte callejero al sumar a más propuestas del país y extender las presentaciones a otras zonas de la añeja urbe.
Las Lunas de invierno iluminan a Sancti Spíritus
La tercera presentación pública del Pienso, luego investigo. (In)Experiencias y motivaciones de jóvenes cubanos fue el colofón del espacio teórico de la XVII edición del evento de arte callejero Lunas de invierno, auspiciado por la filial espirituana de la Asociación Hermanos Saíz.
No podía ser otra la mejor forma ya que la propuesta editorial es resultado de Comunidad Científica de Jóvenes Investigadores, cita que reúne en la ciudad del Yayabo a menores de 35 años, miembros o no de la organización de vanguardia.
“Tiene variedad temática y sus autores son muy jóvenes –reconoció Roxana Peña Olmos, miembro de la filial villaclareña de la AHS y asistente al encuentro–. El formato de libro es poco común encontrarlo con las características de esta propuesta. Las distintas polémicas que nos ofrece inciden directamente sobre los estudios culturales. Creo que es una ganancia para todos y qué mejor que nos llegue desde nuestra organización. Es un puntal para comprender el papel real de los investigadores del país”.
El volumen bajo el sello editorial Aldabón, de la AHS matancera y compilado por la espirituana Liset López y la habanera Anette María Jiménez, tuvo dos presentaciones anteriores: en el IV Congreso de la organización y en la filial villaclareña.
Durante este evento teórico se conoció sobre la existencia de un conjunto de materiales valiosos y diversos bajo firmas de autoridades en sus respectivas materias, pertenecientes a la colección de libros de la Cátedra Desiderio Navarro para la investigación y la promoción cultural, de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí.
“Llegó a nuestra institución por el Centro cultural Criterios de La Habana –explicó en la cita Ramón Luis Herrera, escritor, profesor e investigador espirituano–. Es una muestra significativa de ese centro. Comprende revistas, libros de carácter monográficos, en su mayoría traducciones hechas por el propio Desiderio Navarro, así como antologías de diferentes temáticas como el pensamiento teórico-cultural ruso y la intertextualidad francesa y alemana”.
Además de esta interesante propuesta, el evento Comunidad Científica de Jóvenes Investigadores en la sede de la Casa del Joven Creador fue espacio para el intercambio sobre la temática que centró la conferencia inaugural: La publicación en revistas científicas.
“Para los críticos, investigadores y trabajadores de la cultura estos espacios son una fuente de información de primer orden porque sin teoría no se puede en realidad ni criticar, ni investigar, ni criticar”.
El espacio teórico de las Lunas de invierno se despidió de esta su V edición con la convocatoria para no deponer las armas en la realización de estudios con miradas plurales.
“La sección de crítica e investigación de la AHS tiene una función especial porque somos los encargados de darle promoción a las manifestaciones artísticas, de hacer análisis críticos y profundos sobre todos los fenómenos de nuestra sociedad.
“Es este encuentro una oportunidad de superación, de comprender procesos y a temas pocos usuales en otros espacios de debate”, confesó Roxana Peña Olmos.
Presentaciones de teatro por agrupaciones profesionales y del movimiento de artistas aficionados, música y artes visuales hacen suyas hasta este sábado el área del bulevar y parque Serafín Sánchez, de la ciudad del Yayabo, donde alumbran las Lunas de invierno.
Lunas de invierno también convidan al pensamiento
El conjunto de materiales valiosos y diversos bajo firmas de autoridades en sus respectivas materias, pertenecientes a la colección de libros de la Cátedra Desiderio Navarro para la investigación y la promoción cultural, fue uno de los atractivos del espacio teórico de la XVII edición del evento de arte callejero Lunas de Invierno.
Pertenece dicha cátedra a la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez y a partir de ahora sus textos no solo pueden ser consultados en la casa de altos de estudios de la provincia, sino en la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena, gracias al donativo hecho durante la realización de la V edición del evento Comunidad Científica de Jóvenes Investigadores.
“Llegó a nuestra institución por el Centro Cultural Criterios de La Habana —explicó en la cita Ramón Luis Herrera, escritor, profesor e investigador espirituano—. Es una muestra significativa de ese centro. Comprende revistas, libros de carácter monográficos, en su mayoría traducciones hechas por el propio Desiderio Navarro, así como antologías de diferentes temáticas como el pensamiento teórico-cultural ruso y la intertextualidad francesa y alemana”.
Además de esta interesante propuesta, el evento Comunidad Científica de Jóvenes Investigadores en la sede de la Casa del Joven Creador fue espacio para el intercambio sobre la temática que centró la conferencia inaugural: La publicación en revistas científicas.
“Para los críticos, investigadores y trabajadores de la Cultura estos espacios son una fuente de información de primer orden porque sin teoría no se puede en realidad ni criticar, ni investigar, ni criticar”.
El evento de arte callejero Lunas de Invierno, además de abrir su espacio al pensamiento, propone hasta el 16 de diciembre opciones musicales, teatrales, de las artes visuales y la esperada convención de tatuajes.
El bulevar de la ciudad del Yayabo es testigo de las presentaciones, principalmente con sello de este territorio.
Aquellas historias sobre lugares desconocidos
Roberto J. González es un joven cabaiguanense que en los últimos meses se ha hecho sentir con mucha fuerza por los medios de comunicación al ganar dos premios literarios que muchos quisieran, la beca de creación “La noche boca arriba” de Guantánamo, con el cuento En algún lugar de la tierra, y Bustos Domecq de Camagüey, con el cuaderno Pájaros enjaulados, ambos durante el mes de agosto.
¿Cómo llega Roberto J. González Rodríguez a ser narrador y poeta, siendo graduado en Contabilidad y Finanzas?
La literatura siempre ha estado conmigo, desde pequeño, cuando dedicaba las tardes a escribir aquellas historias sobre lugares que no conocía, pero que de alguna forma eran la finca de padre llena de adornos y cambios que las letras me permitían hacerle. A veces, cuando estoy en plena faena del cierre contable, tengo que parar unos minutos y anotar la idea para un nuevo cuento o copiar, en un pedazo de papel, los primeros tres versos de un poema. La Contabilidad llegó como profesión y estoy muy feliz por ello, sobre todo con el giro que le he dado recientemente como profesor de esa ciencia.
Siempre me ha gustado enseñar, y si puedo transmitir los conocimientos que he adquirido a nuevos contadores en formación, para mí es una especie de regalo. Es una suerte poder parame frente al aula y explicarles las reglas de debitar y acreditar a esos muchachos que me reciben cada día con esas dosis de juventud y frescura siempre agradecidas. La economía es una ciencia de cambio, sobre todo en estos tiempos, pero al igual que la literatura, debemos saber cómo tratar el punto de vista a la hora de hacer un análisis contable, es algo necesario para poder llevar las cuentas claras en la Contabilidad.
Muchos autores escriben a partir de sus experiencias, anhelos… y conforman la base de su escritura. ¿De qué manera tus estudios han aportado a tu creación?
Pienso que los escritores nunca paramos de estudiar. La inocencia en esa búsqueda por aprender la perdemos desde la hora en punto que comenzamos interpretar las técnicas literarias o a escudriñar la forma en que los autores tratan sus historias y personajes. Valoro mucho la imaginación como parte del proceso creativo de los autores en general, pero el estudio y la investigación son muy necesarios para poder crear arte, en cualquiera de sus manifestaciones. La Contabilidad, por ejemplo, me ha ayudado a abrir la mente y siempre estar buscando un por qué. Traslado esa búsqueda a la hora de dar vida a mi literatura; mis personajes siempre se cuestionan y están en constante búsqueda de respuestas, hasta tratar de llegar a lo que ellos creen que puede ser su verdad.
La autopreparación es significativa en este oficio del escritor, nunca dejamos de buscar, de interrogarnos, incluso cuando creemos que estamos disfrutando de una novela o un libro de cuentos, no paramos de pensar en las intenciones del autor al colocar una frase o una acción de un personaje determinado. Ese “bichito” al que suelo llamar el escritor oculto que siempre está dentro de nosotros, nunca para, no se detiene tan siquiera cuando estamos dormidos. Siempre está ahí, despierto ante la menor idea, ante el menor pálpito de una historia nueva.
¿Qué papel jugó en tu vida los talleres, tanto el de Rubén Martínez Villena de Cabaiguán y del Especializado en Narrativa?
Los talleres literarios son mi casa. He tenido la suerte de pertenecer al Taller Rubén Martínez Villena de Cabaiguán, uno de los más longevos de Cuba. Ahí nací como escritor, fue donde mis primeras historias, que al principio eran esbozos, tomaron forma. He tenido la suerte de contar con excelentes asesores literarios como Jorge Silverio y Oscar G. Otazo, narradores que sin dudas fueron una parte muy importante en mis comienzos en la literatura. Creo que los talleres son muy fundamentales para los escritores, sobre todo cuando el análisis y la crítica vienen acompañados de las mejores intenciones, de las ganas de hacer crecer los textos y a sus autores. Los debates que se realizan en ellos nos abren la mente para poder enfrentarnos a la página en blanco con mayor seguridad y confianza en nosotros mismos.
Al haber sido miembro de talleres se asume el hecho de cuánto crees en su valía, ¿podrías entonces argumentar la necesidad de su existencia?
Los talleres literarios son máquinas para forjar escritores. Yo pienso que, si no existiera un espacio donde poder compartir lo que uno escribe, no se puede urdir la forma y el molde necesario para poder llegar a los lectores de la mejor manera. A veces, los autores no sabemos cómo darle un giro a la historia o cómo tratar el final de un personaje y en el taller aparece la solución. Estos espacios, donde todos tiene un mismo objetivo, son indispensables para nosotros, son las pilas que nos cargan las ideas y son el hombro que nos permite desahogarnos. Sin los talleres no hubiera podido hacer crecer mis historias, hacer que caminaran por ellas mismas.
Has obtenido varios premios en concursos provinciales y nacionales. De ellos, ¿cuál recuerdas con cariño?
El premio que recuerdo con ese cariño especial, con esa ternura de un abrazo infinito lleno de alegrías es el “Premio por el 50 Aniversario del Taller Literario Rubén Martínez Villena”, en el año 2017, cuando apenas hacía seis meses que había ingresado en este espacio de creación y comencé el oficio de escritor con la seriedad y respeto que merece la tarea. La celebración se hizo en el Paseo de Cabaiguán, y recibir este galardón de manos de Marlene E. García Pérez, un ángel lleno de luz, fue un obsequio que no podía creerlo.
El cuento merecedor de este premio es Re menor, un relato dedicado a mi prima y escritora, ya fallecida, María Elena González, a quien le debo este amor por las letras. Fue ella quien leyó mi primer cuento, me ayudó a corregirlo y me animó a participar en el Taller Literario. Su libro, Arquitectura de cristal, Ediciones Luminaria 2005, es uno de mis textos de cabecera. En sus siete cuentos, todos llenos de flores, campo y personajes femeninos repletos de esperanza y bondad, encuentro siempre su risa y su abrazo, junto a esas ganas de seguir escribiendo.
Creo que todos los premios son importantes para la vida de un escritor, pues son la forma de indicarte que tu trabajo va bien, son el aliciente para saber que tomaste el rumbo adecuado, que la historia llegó a un jurado que apostó por ti. Ahora, si hay un premio que considero el más significativo y es por el honor de llevar el nombre y hacer homenaje a una personalidad como Ada Elba Pérez. En el año 2022 llegó este premio en el certamen que rinde tributo a esta grande de la cultura cubana y que, además, es espirituana y siempre llevó en alto el orgullo de nuestra provincia. Este premio me hace muy feliz, sobre todo por festejar el nombre de Ada, una mujer que siempre escribió para los lectores más nobles, pero también los más exigentes: los niños.
El Premio Celestino de Cuento siempre ha sido una meta para mí. Admiro mucho el trabajo de Ediciones La luz, en Holguín, su compromiso con los jóvenes escritores ha elevado el prestigio de esta editorial en todo el país. El Celestino ha dado abrigo a talentosos escritores jóvenes de Cuba, como Elaine Vilar Madruga, Lourdes María Mazorra, Ariel Fonseca y Rubén Rodríguez, ganador de la primera edición de este concurso. Para mí, formar parte de esta familia holguinera llena de luz, sería un verdadero honor y un regalo del universo.
Actualmente cursas el XXIV Curso de Técnicas Narrativas en el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, que es una institución cultural especializada en la formación de escritores noveles desde 1998, y la cual fundaron Eduardo Heras León, Ivonne Galeano y Francisco López Sacha. ¿Cómo te sientes al respecto?
El “Onelio” es magia, es una familia nueva que siempre está ahí. Conocer a tantos jóvenes escritores de toda Cuba, convivir con ellos y sentirte parte de algo mayor, como es el abrigo de esta institución, sin dudas cambia la vida de un escritor. Los profesores nos reciben con esa sonrisa como si nos conocieran de toda la vida y nos hacen sentir en casa. Recibimos clases de técnicas narrativas, pero también de escritura creativa, muy importante esto último, pues como nos explican los profes, no podemos abarrotarnos de técnicas, tenemos que recordar que lo primero para poder escribir, y en palabras de Sergio Cevedo, es la “bomba” que mueve nuestros corazones como creadores. El “Onelio” supera sin dudas las expectativas, nos deja con esos deseos de seguir escribiendo, de continuar creando historias con más fuerzas que nunca. El maestro Eduardo Herás León, cuando creó este Centro, no se equivocaba en apostar por la literatura joven cubana, por convertir este lugar en un hogar infinito por donde han transitado y transitarán los escritores que apuestan por continuar con el legado de la literatura de nuestro país.
¿Crees que la AHS es una organización que contribuye y facilita el reconocimiento de los jóvenes escritores cubanos?
La Asociación Hermanos Saíz llegó a mi vida en 2021, cuando después de hacer el proceso de crecimiento fui aprobado para ingresar a sus filas. Desde el primer día, en la entrega del carné que me acredita como miembro por la sección de Literatura, me sentí en casa. Ver a tantos jóvenes unidos y todos bajo el mismo propósito: el arte, me transmitió seguridad y abrigo, supe desde ese momento que estaba en el lugar indicado para seguir creciendo como escritor. Sin dudas, la AHS es una puerta que abre muchas más, es el portal que transporta a los artistas hacia el mundo de la realización profesional. La Casa del Joven Creador en Sancti Spíritus también es mi casa y la de todos los que a ella nos debemos, por facilitarnos oportunidades y brindarnos ese abrazo que nunca falta.
Fragmento del cuento «En algún lugar de la Tierra»
Detiene los bueyes y observa el surco que acaba de formar en derredor de la siembra. Separa el campo viejo de caña del nuevo, han sido plantados de forma contigua de manera intencional, así se ahorra el tiempo y el trabajo de trasportar las cañas que son destinadas para semillas a unos cuantos metros de distancia. Antes, esta labor era fácil de hacer cuando se conseguía petróleo y el tractor estaba siempre disponible, pero ahora todo es diferente, Bandolero y Comandante son viejos, al escuchar los resuellos de los animales unidos por el yugo sabe que ya no están para muchos trajines.
Comienza a caminar. Transita el cuadrado que sirve de prisión invisible para la siembra que está a punto de morir. Busca cualquier nexo entre lo verde y lo amarillo, entre las espigas frondosas y la hojarasca que pueda representar un peligro. En varias ocasiones quita de en medio cogollos secos que están sobre el carmelita de la tierra y los devuelve a aquella zona que pronto desaparecerá.
Félix esperaba una tarde como la de este domingo desde hacía varios días. Su finca está condenada a la sequía desde hace mucho. Cada vez que se forma una nube preñada de agua, el viento hace de las suyas y se la lleva hasta las montañas, donde hace tiempo llueve todas las tardes. Lo peor no es que el aire se las lleve, es que se queda como un muchacho malcriado que se burla de sus travesuras y no está tranquilo, mueve las pencas de las palmas, arrastra el polvo de un lugar a otro y le recuerda con ese olor a tierra mojada que fue él quien le robó el aguacero. Hoy no es así. Apenas regresó de llevar a su hijo y a su nieta a la ciudad, guardó el Minsk —quizás por mucho tiempo pues la gasolina también comienza a escasear— y emprendió con los preparativos porque la tarde estaba tranquila y el viento, de vacaciones.
Cualquiera podría pensar que prender fuego a un cañaveral casi extinto, donde solo quedan los troncos cubiertos por las hojuelas muertas que traquean al caminar sobre ellas, es cosa fácil, pero él sabe que no es así. También conoce que hay que estar preparados para cualquier evento y es por ello que primero coge la mochila de fumigar que llevó consigo desde la casa y va rumbo al arroyo. No puede llenarla por completo, ya no, es demasiado peso y su corazón hace unos meses le avisó de la peor formaue no quiere continuar con el trabajo de bombear sangre.
Catorce días lo tuvo ese corazón indolente en el hospital, sobre una cama, viendo morir a algunos de los pacientes que lo acompañaban con padecimientos semejantes al suyo. Jornadas que parecían eternas y donde solo escuchaba el pito de aquella máquina que aún en ocasiones lo atormenta por las noches. Desde entonces tuvo que dejar de fumar y limitarse en los trabajos del campo, pero cómo hacer esto último cuando se está tan solo con una finca que vive en su espalda y en ocasiones parece infinita.
(…)
Flores
Sin darme cuenta
dejé de respirar.
No me hace falta.
Ahora mis pulmones
—antes llenos de nicotina—
están cubiertos de flores.
Descubrí que el aire sobra
cuando se respira polen
y la sangre se llena de pétalos.
Grafiti
Para Mildrey Alfonso Bacallao,
por la confianza.
Llevo trece tatuajes
—número casual—
sobre una piel
que no conoce el mundo.
Trato de engañar
con estas marcas
a la vida
para jugar a ser alguien.
Pienso, luego investigo
Después de una larga espera, llegó una noticia que estremeció la filial espirituana de la Asociación Hermanos Saíz (AHS): vio la luz el libro Pienso, luego investigo. (In)Experiencias y motivaciones de jóvenes cubanos. Es esa una idea gestada por un grupo de inquietos estudiosos con muchas ganas de hacer y compartir los resultados de sus pesquisas.
“En 2019 la AHS retoma el evento Pensamos Cuba, con la asistencia de todos los jefes de sección del país y coordinadores de espacios de debates y crítica —cuenta Liset López Francisco, como antecedente de la noticia que aún saborea con beneplácito—. Ya en Sancti Spíritus reflexionamos en hacer un espacio para visibilizar nuestros resultados. No es secreto que dentro de la organización somos los de menor presencia y menor reconocimiento mediático.
“Hicimos entonces el espacio teórico del evento de arte callejero Lunas de Invierno, el más importante de nuestra filial. Pero llegó la covid y nos movimos al escenario digital. Creamos el grupo de WhatsApp Comunidad Científica, jóvenes investigadores… con la presencia de residentes en todo el país y cubanos anclados en el exterior por cursar estudios en otras naciones. Logramos que ahí mensualmente se impartiera una acción de superación gracias a profesores de importantes nichos académicos como el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello y las universidades de La Habana y Central Marta Abreu de Las Villas. Entre las inquietudes detectadas en ese grupo están las escasas vías para publicar investigaciones. Entonces, presentamos la convocatoria del libro”.
Liset López, compiladora junto a Anette María Jiménez del texto que salió bajo el sello editorial Aldabón, de la AHS matancera, disfrutó sobremanera la presentación del volumen en formato digital, durante una de las jornadas del IV Congreso de la organización juvenil.
“En esta compilación podemos leer cómo los jóvenes investigadores construyen una mirada crítica y plural sobre diferentes fenómenos y procesos de la Cuba actual. Temas como la gestión del patrimonio cultural, los desafíos demográficos del país, la comunicación artística en la literatura y la música, la Ley de Memoria Histórica, la cohesión social y el papel de los expertos en el diseño y aplicación de las políticas públicas, entre otros temas, permitieron organizar el libro en cuatro grandes tópicos: estudios históricos, gestión y extensión sociocultural, cultura artística literaria y retos actuales de la sociedad cubana”.
Este resultado concreto de la filial espirituana, gracias a la labor de la editoral matancera, sirvió de ejemplo en el cónclave para demostrar cuánto se puede hacer por las alianzas en favor de estimular el pensamiento de los jóvenes.
“Durante la presentación en la Comisión 1 de Literatura, Crítica e Investigación, se estimuló a seguir presentando los proyectos a las editoriales. Luego se acercaron algunos interesados en tener también un espacio en este tipo de compilación. Por tanto, estamos pensando en preparar una próxima convocatoria que se daría a conocer en la V edición del evento Comunidad Científica de Jóvenes Investigadores. Igualmente se socializará en el grupo de Telegram de este gremio, el cual se ha mantenido activo y en el que una vez al mes sus integrantes interactúan sobre diversos temas de gran interés para los investigadores”.
La filial espirituana de la AHS ya anunció que dicho evento tendrá lugar los venideros 14 y 15 de diciembre y llevará como temática central el derecho de autor de los investigadores y escritores. Conferencias y presentaciones de libros convertirán a Sancti Spíritus en esas jornadas en la capital del pensamiento joven cubano.
AHS: organización de vanguardia, no de élite
Conscientes de que urge en tiempos de múltiples ataques directos al alma de la nación dinamizar la vida cultural de la sociedad toda con el respeto fiel a las jerarquías, la más joven vanguardia artística de Sancti Spíritus se encontró de frente como parte del proceso previo al Cuarto Congreso de la Asociación Hermanos Saíz.
Resultó esa cita la octava realizada en el país como verdadero espacio para provocar al pensamiento en busca de fortalecer al gremio y encauzar su quehacer en consonancia al actual contexto.
“Aunque mucho menos intervenciones si comparamos con otras asambleas, no me preocupa porque todas se pueden llevar a nuestro cónclave –resumió Rafael González Muñoz, presidente nacional de la AHS–. La membresía se puso de acuerdo para resumir en la voz colectiva en temas medulares como política y programación cultural y la responsabilidad que tenemos con el sistema de enseñanza artística y general”.
Dos buenas noticias dieron la arrancada del encuentro. Viejos anhelos, de acuerdo con la joven investigadora Liset López Francisco y, justo uno permanecía como acuerdo pendiente de la última asamblea con carácter provincial ya se disfrutan.
El primero puede ser constatado en la Casa del Joven Creador espirituana, donde abrió las puertas el Centro de documentación Fernando Martínez Heredia para la consulta de textos diversos, tanto por asociados como cualquier persona que precise de ese servicio.
“También andamos muy contentos pues gracias a un donativo que en próximas horas llegará a nuestro territorio; consta de un número de instrumentos musicales para las agrupaciones de rock. Se ha retardado el traslado hasta aquí porque se encuentra en el puerto de Santiago de Cuba y como conocemos, el Oriente fue afectado recientemente por intensas lluvias”.
Igualmente sacó sonrisas al auditorio cuando la propia fuente anunció que en el mes de octubre se publicará en formato digital la compilación Pienso, luego investigo. Una experiencia de jóvenes investigadores, por la editorial Aldabón, de Matanzas.
“Será la primera vez que en Cuba los investigadores asociados tengamos un espacio de publicación y fue una idea espirituana. Nació como resultado del evento Comunidad científica de jóvenes investigadores, en las Lunas de invierno, y lo mantenemos con conferencias vía un grupo de WhatsApp. El editor de esta propuesta nos comunicó que esperan mantener esa iniciativa para sacar a la luz otras compilaciones”.
Precisamente, el acceso a la literatura y sus formas de gestión y promoción tanto en el formato impreso como virtual provocaron más de una mano alzada para compartir criterios.
La publicación de los títulos Nomeolvides, del holguinero Erian Peña, y Escaleras al mar, de la santiaguera Lisbeth Lima, ganadores del Premio Casatintas en 2019 y 2021, respectivamente, fueron de los tópicos más debatidos.
De ahí que como sucede en las Asambleas de la AHS, las instituciones tienen el deber de informar ante los reclamos. En esta ocasión no fue la excepción. Luis Mateo Lorenzo, director de la Editorial Luminaria, aseguró que al primero de los títulos galardonados solo le falta su encuadernación. Sin embargo, el segundo padece de la falta de insumos que afecta a la institución.
“Si no se cumple con el contrato y la convocatoria del Concurso que es publicar el libro será imposible presentar este año la convocatoria”, alegó Dayana Margarita Pomares, elegida como vicepresidenta de la filial provincial.
Mientras que Fernando León, viceministro de Cultura, volvió sobre un tema ya conocido: las restricciones del país para adquirir papel.
“No podemos renunciar al olor a tinta y al placer que produce siempre la lectura del libro impreso, pero tenemos que transformar nuestra cultura y pensar en las versiones digitales. Hoy en Cuba existen los mecanismos para la comercialización en ese formato, además de que hablamos de una obra que no tiene límites para ser compartido”.
Yunier Mena Benavides, el otro vicepresidente elegido, insistió que resulta importante asumir esa nueva forma de gestión y promoción, mas sin olvidar cómo no perder la conservación del patrimonio escrito.
En el caso de buscar en una u otra forma para que se conozca, divulgue la obra literaria, acotó, en la provincia existe como ejemplo la publicación de una investigación hasta este momento sin antecedentes en el país que puso la lupa en los públicos y sus consumos de lecturas, bajo las firmas de Liset López y Duniesky Conteras. Es una huella de las alianzas entre la AHS y la Cátedra Desiderio Navarro, de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez.
Para el profesor universitario Mena Benavides una de las grandes deudas de la AHS en predios espirituanos –con un evidente decrecimiento en su membresía en los últimos meses– resulta la escasa vida que tiene la Casa del Joven Creador de la cabecera provincial.
“No hay suficiente movimiento de creadores y de creación. Es necesario entre todos pensar y trabajar para lograr una programación constante, firme, variada, que pueda dinamizar la vida cultural de la urbe y que de esa manera atraiga a la mayor cantidad de jóvenes”.
Sobre esa cuerda de pensamiento, la célula de Trinidad tiene un camino andado. Víctor Echenagusía, su jefe saliente por edad, comentó que tras lograr ya un 90 por ciento de la reparación de la Casa de la tercera villa de Cuba cocinan cómo convertirla en el espacio de resistencia cultural en un contexto donde el mercado artístico pondera más lo comercial que los verdaderos valores de la creación.
“Queremos hacer de la galería un lugar para conservar la fotografía contemporánea. Trabajamos para ello de conjunto con la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y su Valle de los Ingenios. En el caso de la computadora para ese trabajo, la mipyme que también tiene estrechos lazos con nosotros quedó en facilitarla”.
Justamente, la membresía residente en la Ciudad Museo del Caribe ha comprendido que en la cooperación está la fuerza y victoria para lograr sueños.
“Fuimos a un evento a Santa Clara –detalló Yudi Hernández, jefa de la célula trinitaria– y nos interesó cómo allí funciona un café anfitrión de todas las actividades que tienen lugar en la sede de la AHS. Después de varias visitas, pues en la Dirección Municipal de Trabajo no se nos entendía, hoy podemos decir que en el mes de julio abriremos nuestro café en convenio con el sector particular para entre todos tributar a la programación cultural del municipio”.
A pesar de las pocas intervenciones, la Asamblea Provincial –donde se religió a Lil Laura Castillo como su máxima líder– se demostró que la organización de casi 37 abriles sigue con el espíritu juvenil de sus miembros, por lo que se repiensa sistemáticamente como estandarte la creación, en consonancia con las jerarquías, desde los principios de voluntariedad y selectividad que adquiere una vanguardia que no significa élite.
Asociación Hermanos Saíz en Sancti Spíritus en días de Congreso
Como parte del proceso previo al IV Congreso de la Asociación Hermanos Saíz, previsto en octubre venidero, los afiliados espirituanos revisarán de forma crítica todo su desempeño durante el último año de trabajo, a fin de encontrar nuevos senderos para acercarse mucho más a la vida sociocultural del territorio.
“Ha sido un período de mucho quehacer —reconoce Lil Laura Castillo, presidenta provincial de la AHS—. Nuestra membresía, reducida en número, intenta estar presente en todas las acciones de la ciudad, así como fomentar el interés entre los jóvenes creadores que aún no la integran para que sientan interés por acercarse a nosotros”.
Luego de realizar en el mes de marzo las reuniones de las secciones y las dos células de Trinidad y Jatibonico, se ha conformado una agenda previa con inquietudes que mueven la opinión de la más joven vanguardia artística.
“Fueron diálogos enriquecedores. Los asistentes compartieron sus criterios y eso siempre es saludable para fortalecer a la organización. También sirvió para confeccionar las boletas para elegir a los delegados al Congreso y para el nuevo ejecutivo que conducirá a partir de ese momento toda la labor de la filial espirituana de la AHS”.
A juicio de la actriz, junto a esos intercambios han estado en constante diálogo con el sectorial de Cultura y Arte y el Comité Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas, a fin de viabilizar varias de las problemáticas planteadas.
“Entre las inquietudes que moverán la agenda del debate el venidero 13 de junio está la pérdida, otra vez, del Concurso Casatintas, ya que, después de otorgar dos premios, ha sido imposible que Ediciones Luminaria publique los textos. También será tópico de análisis la inexistencia de un programa televisivo dedicado exclusivamente al trabajo de la organización y cómo hacer que la Casa del Joven Creador se convierta en una institución con una frecuente programación”.
La Asamblea Provincial será escenario de la entrega de reconocimientos a los asociados destacados y a quienes se despiden por llegar a los 35 años.
“Y no menos importante: volveremos a presentar como propuesta de Maestro de Juventudes a Juan Eduardo Bernal Echemendía, Juanelo, quien no ha dejado de ser para todos los artistas espirituanos precisamente eso, un maestro. Para alegría nuestra, el pasado octubre lo recibió Ernesto Valdés Barceló”.
Bajo el eslogan Únete al reto, todo el país disfruta de estas jornadas de Congreso, a fin de trazar las líneas de trabajo del quinquenio, con ideas como flechas que se juntan en el centro de una diana de pensamiento y compromiso con el arte y el proyecto político-social de nuestra nación.
Bajo las Lunas de Invierno
Las principales arterias de la añeja villa del Yayabo sintieron de cerca la algarabía y derroche del talento joven. Y es que, como en cada diciembre, las Lunas de Invierno alumbraron a quienes se dejaron seducir por las propuestas.
“Como es habitual, trabajamos en la calle fundamentalmente, aunque también nos encontramos en espacios cerrados, todos públicos”, reconoció Lil Laura Castillo, presidenta de la filial espirituana de la Asociación Hermanos Saíz, gestora por excelencia del evento que coloca a la provincia en el epicentro del arte callejero del país.
Música, danza, teatro, artes plásticas y hasta el análisis teórico se dieron cita aquí no solo con protagonistas espirituanos, sino con invitados de Villa Clara, Santiago de Cuba y Cienfuegos.
“No contamos con las mismas condiciones que en aquellas ediciones del evento donde la economía permitía traer a un mayor número de artistas. No obstante, tuvimos la presencia de dos proyectos danzarios: Perro Callejero, de Santa Clara, y AD. LIVITUM, de Santiago, que, además, protagonizó un taller de creación”.
Siempre ese tipo de propuesta se lleva las mayores palmas por la ausencia aquí de un movimiento de esa manifestación artística. No obstante, el resto también contó con seguidores ávidos de encontrarse con el arte.
“El grupo Alánimo, de Santa Clara, con una propuesta para el público infantil, y Teatro La Trinidad, desde la tercera villa, con estatuas vivientes, amenizaron también los días”.
El programa —que honró el centenario de la radio cubana— incluyó los siempre seguidos conciertos de rock, de trova a cargo de Yeni Turiño y otros invitados, así como muestra de artes visuales.
También distinguió a estas Lunas de Invierno la realización del espacio teórico convocado por la comunidad científica de jóvenes creadores.
“Hay que usar las tecnologías de la información y comunicación con responsabilidad y ética —acotó Damián Valdés Santiago, profesor de la Universidad de La Habana y protagonista del taller—. Por ahí, estuvieron los temas que debatimos, a partir de la importancia que tiene ese uso en el campo de la investigación cultural”.
El evento de arte callejero siempre resulta bienvenido en cada diciembre. Las Lunas alumbran para bien, aunque, sin dudas, se extrañan aquellas ediciones en que florecía una propuesta tras otra.
“Siempre estaremos inconformes porque nada es perfecto, pero nuestro propósito fue que las personas nos acompañaran y disfrutaran del arte joven”, concluyó la máxima representante de la AHS en Sancti Spíritus.
Motivos para siempre regresar a La Vuelta Abajo
Y no lo hace solo desde el concurso de obras que llegan en cada edición desde diferentes puntos de la geografía nacional. También mueve el pensamiento de la mano de conferencias, intercambios, ejercicios prácticos y manifestaciones artísticas.
La exposición De Pá a Pá, un llamado a la paternidad responsable a través de la fotografía, además de inaugurar la X edición de la cita radial se convirtió en una de las temáticas recurrentes durante el resto de las jornadas.
El Hotel Pinar del Río resultó el anfitrión del encuentro con las pasiones y necesidades, los espacios para problematizar y reflexionar sobre la creación radial mucho más inclusiva al darle voz a la multiplicidad de seres humanos que hoy coexistimos en nuestro país.
Se insistió en defender la realización desde el concepto de lo colectivo, no deponer las armas de la creatividad ante los lógicos tropiezos de pensamientos anclados en rígidas estrategias directivas, así como apropiarse de las particularidades de cada paisaje sonoro, explotar mucho más las bondades de las tecnologías de la informática y las comunicaciones.
Una evidencia de la valía de “La Vuelta Abajo” se compartió por Jairo Alberto Pacheco, en esta ocasión miembro del jurado, al presentar sus tesis de maestría Mediaciones tecnológicas e individuales en la recepción de un programa radial intencionado para jóvenes, tema que surgió precisamente en uno de los ejercicios prácticos que recoge la historia de esta cita.
La crianza respetuosa en situaciones de desastres, participación popular, capacidad de resiliencia y la radio al servicio de la comunidad, ejes temáticos de la X edición del Encuentro de Jóvenes no sólo fueron pretexto para los ejercicios prácticos, sino que transversalizaron cada uno de los momentos de intercambio de la cita.
Cada asistente puedo compartir sus criterios sobre esos amplios tópicos. El espacio generado con el periodista Jesús Muñoz, de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades y el actor Alberto Corona deconstruyó estereotipos y roles machistas que, de igual forma urge que lleguen a nuestros discursos.
Tres comunidades del municipio de San Luis: La Quimbería, Los Pelayos y El Rodeo fueron asaltados, esta vez por los muchachos y muchachas de La Vuelta Abajo. Contar parte de las historias que conviven en esos parajes, donde la huella del huracán Ian permanece fresca significó un gran reto.
Tras el trabajo de campo y luego horas de creación colectiva, se hicieron comunes las historias de José Luis, el padre que lleva las riendas de forma exclusiva de la crianza de su hija Marta Isabel; Daniel, el anciano con demasiadas heridas abiertas por la propia vida y de una población que a pesar de muchas insatisfacciones sigue despertando con fe cada mañana.
Y si de anhelos por seguir sonorizando la vida se habla resultó enriquecedora la propuesta El relato periodístico vs. situación de emergencia. ¿Qué está pasando?, de la Doctora en Ciencias de la Comunicación Zenaida Costales Pérez. Con desenfado hincó en cada uno de los asistentes en cómo son las mejores maneras de hacer, organizar, saltar barreras, censuras… siempre con la máxima de narrar nuestras realidades.
La entrega de los premios siempre convoca a las emociones. Aplausos y abrazos sinceros se convierten en los mejores lauros para apostar siempre por la calidad de obras nacidas desde la sinceridad.
El programa de esta X edición del Encuentro también hizo cómplice al bello paraje de Viñales, donde se cobijan parte de nuestras raíces culturales y encantos naturales únicos en el planeta.
Y, quizá más de uno de sus sonidos se fue junto con las asistentes de “La Vuelta Abajo”. En el adiós a la tierra pinareña quedó la intención del regreso porque desde hace 10 años –definitivamente– esta cita se erige como hogar seguro para los jóvenes radialistas del país.